Tu competitividad
Lanzaste la pelota con todas tus fuerzas pero fui mucho más rápido atrapando y se la pase a Erza que la levanto para mí y dirigí mi lanzamiento hacia Lucy que se corrió a un lado dejando que la pelota pegará en la arena. La pelirroja y yo chocamos manos y tu gruñiste mientras la rubia te perdía perdón.
— ¡Hagamos una competencia para ver quién nada más rápido! —Me gritaste mientras me señalabas acusadoramente, me encogí de hombros, te seguí hasta el mar. — ¡Aquellas rocas de allá serán nuestra meta! —Asentí con la cabeza y nos tiramos a nadar, cuando llegue a las rocas sacudí mi cabello e instintivamente te busque con la mirada pero no estabas a la vista.
— ¿Natsu? —Me estaba preocupando. — ¡Natsu!
Escuche un quejido del otro lado de la enorme piedra que era la meta, me dirigí hacia allí y te vi agarrando tu pie, tenías un pedazo de vidrio enterrado en la planta y la sangre se deslizaba cayendo de a poco.
— ¿Cómo demonios te hiciste eso? —Te pregunté enojado, realmente enojado.
— ¿Cómo voy a saber? ¡Estaba en el agua! —Me gritaste, hice una mueca y me senté a tu lado tratando de no resbalarme.
—Dame tu pie, te ayudaré con eso
Mientras intentaba sacarte el vidrio una pequeña risa se coló entre sus quejidos, alcé mi mirada para verte, tú sonreíste.
—Te gane… —Me dijiste.
—Eres un idiota…
—Y tu un lento…
— ¿Quieres pelea cabeza de flama? —Gruñí, haciéndote reír, echaste tu cabeza hacia atrás haciendo que los rayos del sol hicieran brillar el agua que corría por tu torso bronceado.
Algo que jamás te diré: me encanta tu competitividad, Natsu. Me encanta.