Tu calidez
Alzaste la mirada, yo ya te estaba mirando. Estábamos sentados uno frente al otro pero bastante alejados. — ¿Tienes frío? —Me preguntaste, negué con la cabeza, creí que a veces olvidabas que era un mago de hielo, aquel clima era primavera para mi.
Te levantaste y caminaste hacia mi, te sacaste tus guantes y entre tus manos tomaste las mías. — ¡Estas congelado! —Me gritaste, con cierta sorpresa, con cierto reproche.
—Natsu…—Te iba a explicar que de todas formas el clima no me afectaba sin embargo tus acciones se me adelantaron, te sentaste a mi lado y me abrazaste, podía sentir como el calor de tu cuerpo contrarrestaba el frío del mío haciéndome estremecer. Calle y disfrute de las sensaciones.
Algo que jamás te diré: me encanta tu calidez, Natsu. Me encanta.