Tus celos
Llegamos a Fairy Tail, Mira paso por enfrente nuestro con una bandeja llena de comida y a pesar de que habíamos comido pocas horas atrás nuestros estómagos se pusieron de acuerdo para rugir juntos.
— ¡Tengo hambre! —Gritaste.
Te perdí de vista por un momento y antes de que pudiera encontrarte de nuevo Juvia había agarrado mi brazo y me arrastraba a su mesa.
— ¡Gray-sama! ¡Juvia lo extraño tanto! —Suspiré, pelear contra ella era agotador y pude divisar que en la mesa de la maga de agua había comida.
— ¡Stripper! —Gritaste desde una mesa en la otra punta. Te mire sin decir nada, te quedaste callado, bajaste la mirada con un notorio sonrojo en tus mejillas, ¿qué fue eso? Sonreí.
— ¿Qué quieres, afeminado?
Sonreíste, pude notarlo, alzaste un plato en tu mano y lo señalaste. —Comida. Ven.
Juvia me soltó sin decir nada y camine hasta sentarme frente tuyo, extendí mi mano esperando mi plato, rozaste mis dedos cuando me lo pasaste y tus orbes jades se clavaron en la mesa. —Quédate aquí, ¿si?
Asentí, tenía una torpe sonrisa en mi rostro aunque tú no la viste. ¿Esos eran tus celos, Natsu?
Algo que jamás te diré: me encantan tus celos, Natsu. Me encantan.