La luz que entraba por la ventana era suficiente para ver los pequeños párrafos en letra cursiva de su libro.
“Se dispuso a huir de ahí, lo único que deseaba era correr de esa pequeña y sucia celda, hacia la libertad donde su madre y su querida hermanita lo estarían esperando, pero todo intento fue en vano ya que en realidad no podía salir de allí y mucho menos debería hacerlo, se lo debía al gran joven que había ganado su atención por completo antes de que lo encarcelaran.”
Baekhyun se sentía triste por aquel pobre joven de su libro que no pasaba nada más que penurias y desgracias, pero al mismo tiempo sentía envidia, una profunda envidia pues el joven tenía todo lo que él quería pero le era imposible obtener, una hermosa familia que pasara lo que pasara lo estaría esperando en casa con una hermosa sonrisa en la cara, excitantes aventuras tras cada paso que daba y por supuesto la bella damisela que lo acompañara en su día a día y que a pesar de todo lo malo que le quisieran hacer sus antagonistas, él sería fuerte y lucharía contra todo por ella y luego tendrían una hermosa vida juntos llena de felicidad, compañía y amor.
Eso era exactamente lo que Baekhyun quería pero le era imposible tener, era solo cosa de mirar a su alrededor y darse cuenta de un detalle muy importante, esto era la realidad, donde a cada minuto alguien es asaltado, alguien muere, y el “felices por siempre” es algo que solo se les cuenta a los niños para tratar de darles algo de esperanza en lo que en el futuro será un cruel mundo donde todo lo que vale es dinero y que tan poderoso este te puede hacer.
Baekhyun prefirió dejar de leer, era bastante entrada la noche y debería de estar durmiendo hace mucho pero no podía y se había decidido por aquel libro que le había regalado uno de sus amigos para su cumpleaños, sabiendo lo mucho que le gustaban a él.
Por más que intentaba el sueño no llegaba a él y arriesgándose al casi seguro regaño de su madre que tenía el sueño muy liviano, bajo hasta el living de su casa, aunque sin saber realmente porque lo hacía si era exactamente lo mismo que estar en su pieza, soledad.
Los anteriores pensamientos volvieron a su mente, aquel protagonista tan fuerte del que sentía envidia, con muchos amigos a su favor, no es como si el no tuviera amigos de hecho tenia bastantes pero aun así se sentía muy solo, por un tiempo pensó que tal vez tendría depresión pero esa idea era estúpida. ¿Por qué tendría semejante enfermedad si a él nunca le había pasado nada? Su vida es una que mucha gente a deseado y envidiado hasta no decir basta, pero aun así, no lograba entender porque se sentía tan solo, añadiendo además su maldita autoestima que lo más probable es que aquello para el no existiese o se encontrase bajo tierra, realmente no entendía nada de sí mismo, pero tal vez era mejor y siempre terminaba pensando que lo mejor sería olvidarlo todo y con ese pensamiento por fin se quedó dormido en el cómodo sillón de su gran casa.