Hoy es 18 de Julio.
Es un día bastante frío a pesar de que el sol relucía en el cielo con una intensidad sorprendente. Aún era invierno después de todo.
Hoy, es mi cumpleaños, pensaba Taemin mientras observaba detenidamente la calle desde la ventana de su habitación. Juntos, su madre y su mejor amigo, Jonghyun, lo convencieron de llevarlo al circo ese día. No se cómo ni cuándo acepté, ni siquiera me gusta el circo. Se quejó en silencio.
Aún era temprano, normalmente el castaño tenía el gusto de despertar antes que su madre, levantarse e ir a preparar desayuno para ambos, pero tanto ella como él sabían que a Taemin le gustaba holgazanear el día de su cumpleaños, así que el joven nada más se sentó a esperar que la mujer despertara y preparara el pastel con 20 velitas encendidas, como era costumbre.
De pronto, vio como cierto joven de morena cabellera y baja estatura para su edad caminaba en dirección a su casa, aproximándose a la reja principal y abriéndola sin ningún pudor. Violación de morada, pensó Taemin.
Sin embargo, aquel pensamiento se desvaneció de su mente al ver que cierta mujer de tez clara y hermoso, largo cabello negro abría la puerta.
La reacción de Taemin fue de inmediatamente entrar al baño e ir a darse una ducha. Normalmente el pasaba la mañana de su cumpleaños sólo con su madre, pero si ahora su amigo Jonghyun venía de visita al menos debía estar presentable, ¿No?
Abrió el agua de la ducha y empezó a desvestirse lentamente. Esperó a que el agua se templara, pensando en lo que haría ese día y en las cosas que su amigo ingeniaría para evitar aburrírse como ostra. Rió ante aquel último pensamiento.
Había amarrado su largo cabello castaño para evitar que este se empapara. Ya que era muy largo y tomaba tiempo en lavarse, para no hacer esperar a su madre ni a su amigo y sin más rodeos, se introdujo en la ducha.
Cuando terminó, salió de esta con una toalla amarrada a su cintura, buscó entre sus cajones ropa interior limpia y posteriormente empezó a hurgar en su clóset por un conjunto que ponerse. Finalmente se decidió por una camiseta blanca con un notorio estampado y un par de jeans oscuros que resaltaban sus delgadas piernas.
A continuación procedió a desarmar su improvisada coleta. Fue al baño y empezó a peinar su larga cabellera que le llegaba a la altura del hombro, para después volver a hacer otra coleta con ella, pero esta vez más ordenada.
Justo en ese momento, alguien tocó la puerta de su habitación. -¿Taeminnie?- Se oyó llamar una masculina voz la cual el castaño inmediatamente reconoció. –Adelante- respondió este aún en el baño. Oyó el rechinar de la puerta al abrirse y dos pares de pasos. -1… 2… 3- Su madre murmuró al mismo tiempo que este salía de su baño. Y en un abrir y cerrar de ojos, empezaron a corear, -Cumpleaños felíz, te deseamos a ti, felíz cumpleaños Taeminnie, que los cumplas felíz.- Al oír aquello Taemin no pudo evitar soltar una sonrisa. Allí se hallaban su madre y su amigo Jonghyun, el cual cargaba el pastel con 20 velitas encendidas. - ¡Woohoo, Taemin! – gritó innecesariamente este con entusiasmo. –Vamos, pide un deseo.-
Taemin se acercó a él y como este le dijo cerró sus ojos y empezó a pensar en un deseo.
-Ay pero Taemin que deseos más sucios tienes.- bromeó Jongyun en el momento que este cerró los ojos. -Aburrete, ¿Si?- rió Taemin.
-Me aburro y me canso, este pastel no es necesariamente ligero.- lo apresuró.
-Está bien, está bien.- Taemin cerró sus ojos nuevamente, ¿Qué podría desear? Después de darle vueltas a varios deseos se decidió.
Quiero un cambio en mi vida, pensó y sin más preámbulos, sopló sus velitas.
Taemin tenía una vida tranquila, iba a la universidad, estudiaba informática, tenía un trabajo de medio tiempo como empacador en un súper mercado, pero algo le faltaba, algo que no sabía que era y anhelaba encontrar.
¿Una pareja quizás?
Él no lo sabía.