No te atrevas a tocarlo perra estúpida. rugia Nicole Nicole la amiga con derechos de kris, levanto la cabeza arrojando su cabello castaño oscuro por encima del hombro y gruñendo hacia a mí.
Sus ojos azules inyectados en sangre y llenos de odio me miraban como sr me atrevería a tocar lo que era suyo; Yo no respondí ni mire a kris. En su lugar, di la vuelta y me dirigí a su camioneta recordándome que hacia esto por sehun.
-Entonces vamos y entren en la camioneta-les grite a los dos antes deslizarme en el asiento del conductor.
Fue muy difícil no enfocarme en el hecho que esta era la primera vez que estaba en la camioneta de kris. Después de las incontables noches que pase tirada en mi techo con él, hablando sobre el día que nos dieran nuestras licencias de conducir y todos los sitios a los que íbamos a ir, justo ahora a los diecisiete años, sentado en su camioneta.
Kris levanto a Nicole y la deposito en la parte de atrás.
-acuéstate a menos que te sientas enferma de nuevo, entonces asegúrate de vomitar por el lado– le espeto al abrir la puerta del conductor.
-‘’baja príncipe está a punto de perder el conocimiento, no le importare que conduzca.
Me aferre con más fuerza al volante.
-no pienso dejar que conduzcas. Ni siquiera vocalizas, así que no puedes conducir. Abrió la boca para discutírmelo pero cambio de idea.
Se limito a mascullar algo que sonaba como una palabrota antes de cerrar de un portazo y dar la vuelta por delante del coche para subir por el otro lado del copiloto. No dijo nada y yo me abstuve de mirarlo de reojo.Sin sehun cerca, kris me ponía nervioso.
-esta noche estoy harto de discutir con mujeres y hombres. Es la única razón por la que te dejo conducir - refunfuñó, esta vez sin arrastrando las palabras. No me sorprendió que me controlase su forma de hablar.
Kris había empezado a emborracharse antes de que la mayoría de los chicos de nuestra edad hubiese probado su primera cerveza. Cuando se tenía una cara como la kris, las chicas mayores te prestaban atención. Había conseguido invitaciones de fiestas mucho antes que el resto de nosotros. Me las arregle para encogerme de mis hombros.
-No tendrías que discutir conmigo si no hubieses bebido tanto. Soltó una risotada cínica.
-eres el chico perfecto ¿verdad, tao? Hace un tiempo eras mucho mas divertido. Antes De que empezaras a besarte con sehun, lo pasábamos bien juntos. Me miro fijamente, a la espera de mi reacción. Sintiendo sus ojos clavados en mí, me costaba concentrarme conducir.
-tú eras mi cómplice. Tao. Sehun era el chico bueno. Pero nosotros éramos los alborotadores ¿Qué ocurrió? ¿Cómo podía contestar a eso? Nadie conocía al niño que robaba chicles de la tienda o que secuestraba y ataba al repartidor de periódicos para quitarle los diarios y bañarnos en pintura azul antes de dejarlos en el porche de las casas.
Nadie conocía al chico saliendo de escondidas de su casa a las dos de las madrugadas para llenar de papel higiénico los jardines de los vecinos o para tirar globos de agua a los coches desde detrás de unos arbustos. Aunque se los contara, nadie creería que había hecho todas esas cosas…..nadie excepto kris. -crecí-replique por fin.
-cambiaste completamente, tao.
-éramos solo unos niños, kris. Si tú y yo nos metíamos en líos y sehun nos sacaba de ellos, pero solo éramos unos niños. Ahora soy diferente. Durante ese momento, no respondió.
Se removió de su asiento y comprendí que su vista ya no estaba fija en mí. Era la primera vez que manteníamos esta conversación. Aunque fuese incomoda, hacía tiempo que la necesitábamos. Sehun siempre había sido un obstáculo para que kris y yo hiciéremos las paces. Una paz que se había quebrado tiempo atrás sin saber por qué. Un día era kris, mi mejor amigo. Al día siguiente era el primo de mi novio.
-echo de menos a ese chico ¿sabes? Era electrizante. Sabía cómo divertirse. Este aburrido chico perfecto que lo sustituyo resulta insoportable. Sus palabras dolían. Quizá porque venían de él o quizá porque comprendía lo que estaba diciendo. No es que no pensara en ese chico.
Le odiaba por recordarme cuando le echaba de menos. Me esforzaba por mantenerlo encerrado. El que alguien deseara que lo liberase hacia que me costase más mantenerlo bajo control.
-prefiero ser un chico bueno a ser un puta borracha que se vomita encima- espete antes de poder detenerme. Me sorprendió una risita ahogada y mire de reojo a kris mientras se arrellana en su asiento y apoyaba su cabeza en el cuero gastado en vez de en el duro cristal de la ventana.
-supongo que no eres perfecto del todo. Sehun nunca insultaría a alguien de esa manera ¿sabe que utilizas la palabra “puta”? Esta vez agarre el volante con tanta fuerza que los nudillos se me pusieron blancos.
Kris intentaba a hacerme enfadar y estaba haciendo un trabajo fantástico. No sabía cómo responder a su topregunta. La verdad era que sehun se habría quedado de piedra si me hubiese oído llamar puta a alguien. Especialmente a la novia de su primo.
-cálmate, tao, no me voy a molestar. Te he guardado el secreto durante años. Me alegra saber que mi tao sigue ahí dentro, escondido en alguna parte detrás de esa fachada perfecta