¿Y si papa tenía razón?
¿Y si nada dura para siempre?
¿Me darías el beso de las buenas noches?
¿Para así poder recordarte?
-Mello-. Susurre al verlo sacar una maleta debajo de su cama, me levante y me posicione a su lado. Al parecer el no había notado mi presenciar ya que la voltear al verme soltó una maldición.
-Lo… yo… lo siento-. Comenzó a decir, mis ojos se abrieron de par en par por la disculpa, el sonrió-. No era mi intención despertarte.
-No te preocupes-. Le sonreí.
Se acerco a mí y me abrazo, le devolví el gesto.
Sentí como Mello comenzaba a retorcerse un poco, lo mire y varias lagrimas surcaban sus mejillas.
-¿Qué te ocurre?
Te mantendré congelado en el tiempo
Como hacen las fotografías
y si cierro mis ojos
¿Seguiría pensando en la paciencia?
Comencé a patear todo a mí alrededor, golpe la puerta varias veces, la pared tenía unas pequeñas grietas, ahora las lágrimas también salían de mis ojos.
-Matt-. Susurro Mello.
-¡No! ¡No lo hagas!-. Grite.
-Matt, tengo que.
-No, tú no tienes porque-. Respondí, sentía mis nudillos arder pero seguí golpeado la pared.
-¡¿Podrías detenerte?!
Me detuve y mire mis manos, estaba rojas, la sangre me recorría los dedos, Mello las tomo y negó con la cabeza mientras soltaba una pequeña risa.
-Normalmente yo soy el impulsivo y tu el pacifico.
-Suéltame.
-Déjame, por favor.
Quédate conmigo, no desaparezcas
a decir la verdad, te necesito aquí
tengo miedo, apenas puedo respirar
necesito que tus palabras me reconforten
di buenas noches, ¿dirías buenas noches?
-Matt…-. Volvió a decir, paso el trapo húmedo por mis heridas y yo solté un pequeño bufido.
-Calla-. El dolor de mis heridas no se comparaba nada con él sentía mi corazón esos momentos.
Termino de enrollar las vendas y se sentó a mi lado.
-Matt, tu sabes cual importante es Elle para mí.
-¿Yo no te importo?-. Pregunte, sabia la respuesta pero quería oírla.
Aunque sea una última vez.
-Matty-. Me atrajo a sus brazos y me abrazo-. Te quiero, sabes que nadie podría superarte, mi pequeño cachorro, te quiero y no sabes lo que es para mí el separarme de ti.
-Entonces no lo hagas-. Dije un tanto exasperado, el me sonrió tiernamente, no podía mentirle así, tenía que decirle ahora-. ¿Por lo menos sabes que Elle te quería de sucesor?
Se separo de mí y me observo.
¿Y si papa tenía razón?
¿Y yo sabía todas las respuestas?
pero podrían darme el mundo
y no me importaría
si las puertas se abren y te convierten en un ángel
con lagrimas en mis ojos, te guardaría tu lugar en la mesa.
-No importa, Matt-. Quería parecer calmado pero lo conocía también que sabía que estaba enojado.
-Perdóname, pero Elle me hizo jurar que no diría nada.
-No te preocupes, de todas formas me iré.
-¡Basta! ¡Deja de decirlo tan fácilmente!-. Grite, le di un empujón y cayó en la cama-. ¡Idiota! ¡No entiendes que cada vez que lo dices acabas con un pedazo de mí! ¡No entiendes que sin ti mi mundo se abra acabado una vez más!
Su expresión delataba incredulidad.
-Olvídalo-. Me recosté en la cama de manera que veía hacia la pared, de repente sentí a la cama hundirse y unos brazos envolverme.
-Matt, ¿es enserio?-. Susurro en mi oído, sentí que mis mejillas se tornaban rojas.
-No, Mello, te lo he dicho de broma-. Respondí sarcásticamente.
-Matty, ¿Puedes voltear?
-Puedes irte-. Dije, sentí el movimiento de la cama y escuche unos pasos.
Las lágrimas volvieron a aparecer y los sollozos no tardaron en hacerse presentes.
-¡Ves no quieres que me vaya!-. Grito una voz, me volteé boca arriba y sentí unos manos aprisionar mis brazos, de un momento para otro tenia a Mello encima mío.
-¡Suéltame!
-En serio, ¿quieres que lo haga?-. Su boca está muy cerca de la mía un solo movimiento…
Quédate conmigo, no desaparezcas
a decir la verdad, te necesito aquí
tengo miedo, apenas puedo respirar
necesito que tus palabras me reconforten
di buenas noches, ¿dirías buenas noches?
-Volveré por ti-. Dije mientras depositaba un beso en sus labios, las lágrimas descendían por mis mejillas.
Me vestí lentamente y guarde mis cosas, deje una nota en la mesa con solo dos palabras podría ser nada pero significaban mucho.
-Buenas noches, Matty-. Volvía a depositar un beso más pero esta vez en su frente.
Y me marche.
Pero con un hermoso recuerdo en mente.