10. de como el dia fue en la escuela y la noche ahora empieza.
Luego de la conversación con Edward, Theodore salió de los dormitorios bastante dubitativo, la curiosidad por el pasado del ojigris había aumentado hasta números alarmantes, pero solo su subconsciente le advertía sobre ello.
-Theo!- canturrearon unas chicas tras él, les sonrió en cuanto se giró y quedó frente a ellas.
-¿Cuándo volverás a turnarte en nuestras habitaciones?- dijo una rubia apegándose al brazo del más alto- es solitario sin ti.
-Volveré- respondió el ojiverde como el personaje serio del cuento, las chicas rieron y él se les unió en seguida- aún no han hecho la revisión en mi habitación pero en cuanto lo hagan todo volverá a ser todo será como la semana pasada.
-Eso es bueno- sonrió otra chica de ojos grises, Theo se distrajo con ellos por un momento pero la chics sonrojada se giró y su pequeño trance terminó.
Habló con las chicas un buen rato, hasta que todas a la par recibieron un mensaje y chillaron de emoción al abrirlo para luego palidecer y mirarse entre sí.
-¿Qué ocurre?-preguntó Theo divertido-¿un fantasma?
-P… Peor- dijo la rubia pasándole su teléfono, un chico sonriente y rodeado de chicas llenaba toda la pantalla, su cabello parecido a muchos caramelos entremezclados resaltaba a la perfección con el atuendo que portaba el muchacho, los brazos perfectos descansaban a los costados del mismo con naturalidad y en sí, la pose demarcaba elegancia y sutileza. Una sensación de malestar estomacal llevó a Theo a pensar que la sonrisa del chico (si bien era perfecta) no era más que una buena actuación, bajó de la imagen a un pequeño texto que le dejó sin habla
“¿Aaron Forest? Pffff… este es Patrick Rockbell,… mándenlo en cadena a los de la escuela, besos.
ATT: Amanda Lake.
Ps: si la noticia sale de la escuela habrá una masacre, no se expongan”
La garganta de Theo se sintió seca y observó un poco más la imagen, en definitiva era Patrick, el cabello y el peculiar color de ojos lo delataban pero ¿Quién era Aaron Forest?
-ES sorpresivo- dijo rompiendo el incómodo silencio.
-Si…- murmuró la rubia, ahora que lo notaba, todos en la cafetería (habían llegado allí mientras hablaban) tenían sus teléfonos en la mano y hablaban en susurros.
Theo se despidió de las chicas y se encaminó a buscar a Edward- a quien encontró en la sala de videojuegos junto a Gwen-. El rubio se encontraba perdido en el mundo de algún juego de asesinos japonés, mientras el pequeño pelinegro dormía en su regazo con un rostro que había hecho a más de un chico de la sala perder la concentración en lo que hacían.
***
-Tiene que ser una broma-masculló Edward observando las fotografías que ahora se repartían por toda la escuela, todos allí tenían al menos una de las copias que algún gracioso había pasado de mano en mano hasta que se regara por todas las instalaciones la gran noticia.
-¿Quién es Aaron?-preguntó Theodore con sumo interés mientras caminaba con el rubio y el pelinegro por el pequeño bosque perteneciente al internado.
-Un seudónimo- suspiró Ed, Gwen miraba atónito las fotos de comparación que también se habían entregado en toda la escuela. Theodore aun confundido incitó a Ed a continuar- Aaron Forest es el Patrick de verano e invierno, su tía lo obligó a entrar a ese mundo desde que tiene diez años y en mi opinión, ya son pocas las probabilidades de salir del mismo.
-¿Qué mundo? Y ¿por qué?- soltó Theo con la chispa del interés encendida y palpable en su mirar.
-Pat es modelo-soltó con amargura Ed, Theo soltó un “Eh?” y observó al rubio en silencio- pues… al principio solo fue para el comercial de comida pero ya que no reía lo suficiente, lo llevaron (obligado por supuesto) a una revista, su tía le explicó y obligó a aprender cómo sonreír con hipocresía- señaló las fotos- el aprendió hasta llegar al punto en que ahora habla con ese gesto… (Me repugna).
-Impresionante- murmuró Theo más para sí mismo que para sus acompañantes.
***
A la hora de la cena se encontró con sus amigos, ellos conversaban sobre todo el revuelo que se había creado por lo de Patrick hasta que el susodicho entró a la cafetería y el silencio reinó, Pat caminaba con un rostro de indiferencia y se detuvo frente a Theo, los ojos de ambos se conectaron por unos segundos que parecieron horas para Theo, el color verdoso de los ojos del más bajo resaltaba más con el nuevo corte de cabello, Theo decidió no analizarlo más. En cuanto bajó la mirada se encontró con “la sonrisa hipócrita”. Palideció y soltó un bufido casi inaudible, no era como si le interesaran mucho esos ojos, solo el pasado importaba ¿o no?
***
-… ¿Cómo pretendes que se lo explique a los medios si TÚ, maldito imprudente tuviste la maravillosa y mágica idea de andar pavoneándote por la zona más concurrida por la población femenina de Zúrich? ¿Crees que es divertido?...
-No estoy riendo- contestó Pat mientras veía a la nada junto al edificio de la cafetería, en cuanto recibió la llamada de su tía corrió fuera de la cafetería.
-NO IMPORTA!- gritó la mujer enojada- ¿SABES QUÉ?!
-¿Qué?...
-YA CALLATE!! (Sobrino idiota)… haré algún arreglo pero tú me pagaras con una venganza cruel de la cual jamás, J-A-M-A-S! te vas a olvidar… JAMAS- dicho esto la mujer colgó el teléfono, Patrick estaba a punto de suspirar pero un mensaje nuevo llegó y una sonrisa de burla casi imperceptible curvó sus labios-
“tía Anabel Hora: 07:43 pm * * * *
Asunto: recuérdalo.
JAMAS”
Este invierno el chico tendría que actuar más de lo necesario, eso lo supo de antemano, pero ¿cuál sería el verdadero castigo?