12. Y es el único que ni lo nota.
El pelinegro despertó inquieto, aquellos sueños fantasiosos y pasionales que tenía desde que le mostraron la fotografía de Edward unos meses antes- cuando se disolvió el compromiso- lo volverían loco, puesto que su cuerpo se comportaba de una forma que realmente lo había hecho aterrorizarse las primeras veces que ocurrió. Luego de leer sobre el tema en internet, supo que era una reacción normal y aprendió como calmar aquellas “necesidades”. Esta mañana no era la excepción, con cuidado de no despertar a su compañero de cuarto se dirigió al baño y cerró la puerta con llave, tiempo seguido abrió por completo la regadera y sentándose sobre la tapa del retrete masajeó su erección hasta eyacular mientras pensaba en las eróticas imágenes de Edward que con tanto esmero había creado su subconsciente.
Se bañó con agua fría y al salir del pequeño cuarto se encontró con los brillantes (pervertidos) ojos de su compañero de habitación.
-Hola Luka- dijo suspirando con resignación.
-Harás eso a diario? Porque he escuchado que…
-Cállate vocaloid!- gritó el ojiazul sonrojado hasta las orejas.
-Ni soy una chica ni mi pelo es rosado- masculló el ojimiel notoriamente enfadado, Gwen sonrió de lado y entró al vestidor para salir con su uniforme nuevo unos minutos después, Luka le sonrió ahora con sus anteojos puestos y una toalla alrededor de su cuello.
-¿Aun no puedes anudarla solo?- se burló el más bajo soltando el deforme nudo en la corbata del pelinegro y anudándola pulcramente.
-algún dia aprenderé- balbuceó Gwen mirando al suelo. El pelinegro acabó sonriendo con nostalgia, después de todo era una gran coincidencia acabar en la misma escuela y un golpe de suerte en la misma habitación, después de todo no hablaban desde hacía tres años cuando Luka tuvo que ir a vivir un tiempo a Rusia con sus abuelos maternos, Gwen era realmente feliz de haberse encontrado con él como su compañero de habitación, el único problema era que el más bajo había caído más bajo en sus vicios raros, ya que si bien tenia notas perfectas y la apariencia y modales –solo en público- de estudiante, hijo e individuo perfecto; ahora, a diferencia de cuando era un niño y había traumatizado a más de un compañero de clase con sus juegos sangrientos, tenía cierto apego a todo lo referente al sexo, al sexo y… al sexo. Su memoria de niño superdotado le daba el beneficio de poder recordar cada título de películas pornográficas que había visto, sin contar las posiciones, tomas, ángulos de la cámara y sonidos que como los títulos recordaba como si los viera en aquel momento.
Lo gracioso con todo el tema referente era que desde hacía tiempo se veía rodeado por chicas que admiraban su aura de “inocencia” y bien actuado sonrojo cuando se mencionaba algo con respecto a sus relaciones amorosas o en sí cualquier tema que le implicase beneficios con ellas.
En fin, el maldito manipulador seguía igual a los ojos del indefenso Gwen.
***
Salieron de la habitación hablando de trivialidades y riendo casi todo el camino, una que otra persona hacia su recorrido más lento tan solo para ver al par de chiquillos inocentes en su camino a la cafetería. En cuanto salieron del edificio se encontraron con un soñador Patrick, un desinteresado Anthony y otros dos chicos que Gwen dedujo serian amigos de Anthony-Patrick solo era amigo de Ed en aquella escuela- un rubio sonriente apareció por detrás de todos y despeinó el cabello de un sonrojado Gwen .
-Hola Gwen- saludó con su típica amabilidad, Gwen sonrió con timidez.
-H… Hola E… Ed- susurró totalmente nervioso, Luka sonrió divertido y soltó una pequeña carcajada. Gwen lo miró con odio- él es Luka Beckett, mi amigo de infancia y compañero de cuarto…
-Es un gusto Luka- dijo Ed sonriendo con la misma amabilidad con que trataba a Gwen, en ese momento un centenar de ojos de chicos y chicas lo acuchillaron por la espalda, Gwen miró al suelo decaído. Anthony se acercó en ese momento y después de analizar la escena, golpeó con fuerza a un confundido Ed.
-Valla idiota el que te ganaste- le susurró a un estupefacto Gwen, quien se echó a reír unos segundos después.
-Gracias- dijo el chico aun riendo mientras Luka analizaba los mechones azules y rosados del cabello del desconocido, Gwen lo notó y se percató de su falta de educación- él es Anthony Crawford- señaló al susodicho, éste miró con interés a Luka- y… Él es Luka Beckett.
-U… Un placer- dijo Luka extendiendo su mano y sonriendo como idiota con un leve tono rosado en sus mejillas.
-Lo mismo digo- sonrió Anthony con voz seductora y relamiéndose los labios, por otro lado Gwen sonreía anonadado con el rostro enojado de Ed, éste le devolvió la sonrisa en seguida y despeinó su cabello de nuevo al levantarse.
-Esto es adictivo- rió aun revolcando el cabello del ojiazul, el chico sonrió sonrojado más el otro no notó lo que aquel gesto representaba.
***
-Tendrás que confesarte para que se dé cuenta- dijo Luka mirando al chico a través de sus lentes, en ese momento al menos diez chicas se acercaron con aire decidido y un extraño brillo en los ojos.
-Nosotras te apoyaremos, Edward Folks morirá si te rechaza- Gwen se sonrojó ante el coro de chicas, en ese momento se percató de que todos en el aula lo miraban con la misma determinación de aquellas chicas, se maldijo internamente por ser tan obvio con sus sentimientos para todo el mundo menos para quien iban dirigidos.
-Tal parece que tendré que confesarme- le dijo a Luka luego de suspirar y sonreír resignado.