26 solo CALLATE! No quiero recordar eso…
No es como si hubiese muchos cambios en las acciones del mayor puesto que, a diario lo máximo a lo que llegaba era a besar al pelinegro hasta dejarlo sin aire, como quien dice, nada.
Ambos caminaban en silencio hacia la cafetería, la petición del rubio había tomado desprevenido a Gwen pero él había aceptado en seguida pensando en el hecho de que en la fiesta podrían tener un avance.
-… Gwen-dijo dudoso Edward, el pelinegro (junto a su constante sonrojo de nerviosismo al estar junto al mayor) dio un saltito y sonrió nervioso incitando al otro a continuar-¿siempre se mantienen tan… rodeados de chicas?
-¿de qué hablas?-preguntó el chiquillo confuso.
-Luka y tú-agregó el mayor con un suspiro.
-Pues… ahora que lo dices…-dudó el ojiazul pensando que en efecto, en cuanto Luka y él se dirigían a su aula, las niñas de su curso o incluso las de otras clases más avanzadas siempre los rodeaban y les regalaban almuerzos caseros (que quien sabe de dónde los sacaban), dulces, regalos e incluso hacían o les explicaban los deberes de materias o temas que no entendían-en efecto… Es algo que siempre ha ocurrido cuando estoy con Luk… no, espera, eso es mentira, eso ocurre desde siempre.
El chico se vio sorprendido de su descubrimiento y Edward notó que era totalmente indiferente al tema de que se le acercaran.
-Otra duda Gwen-dijo el mayor haciendo al chico detenerse y mirarlo a los ojos, sonrió ante el creciente sonrojo del menor-¿Qué hiciste cuando estábamos comprometidos y cuando lo cancelaron?
El chico abrió los ojos como platos y se sonrojó hasta el cuello, no pudo sostener mucho tiempo la mirada seria del otro así que rio nervioso, miró al suelo y en un rápido movimiento se posicionó en cuclillas y escondió la cara en el hueco creado con sus brazos sus rodillas y su pecho.
-N… No quiero decirlo-casi gritó sobresaltando a Ed y haciendo que muchas de sus fans que pasaban por ahí rieran enternecidas-Es vergonzoso…
-Vamos Gwen, venga no seas tímido-rio Ed buscando en vano levantar el rostro del menor quien se negaba a hablar-No es como si hubieras hecho algo realmente malo o vergonzoso… por favor!
-… En… En la noche- murmuró el chiquillo.
-¿Qué dijiste?-preguntó Ed al no haber entendido nada.
-Que te lo diré mas tarde imbécil ya deja de molestar-gritó el ojiazul con el ceño fruncido, la cara roja y habiéndose levantado abruptamente para señalar al otro, el rubio a su vez se echó a reír en el suelo. Gwen dudó un poco de lo que había hecho pero la molesta risa lo hizo fulminar con la mirada al chico en el suelo y salir a correr avergonzado y golpeándose mentalmente por dos únicas y especificas razones, primera, LE HABIA DICHO IMBÉCIL A EDWARD! y la segunda pero no menos importante: tendría una muy incómoda charla respecto a su estúpido ego de niño pequeño que le hizo alardear toda su vida de su amada prometida. Tal vez… moriría de vergüenza.
*** Flash Back ***
Sus padres se encontraban en las sala de estar con una sonrisa de complicidad, el niño los miró expectante y permaneció en silencio hasta que su madre lo abrazó con ¿Orgullo? Y le habló de su compromiso con alguien de una de las “7 familias”. Luego de eso el chico entró en una etapa de negación por al menos dos semanas que al final fue transformándose en un extraño orgullo de supremacía. En la escuela –puesto que era uno de los niños “lindos” amados por todos- regó la noticia por las abundantes noticias de las niñas (y los niños), a quienes respondía con la cabeza en alto y diciendo “lo siento, estoy comprometido” o algo por el estilo
Duró un buen tiempo así hasta que conoció a una chica a sus 12 años que le pareció realmente atractiva, por ende salió con la mayor – porque se llevaban 3 años exactos- hasta que se hartó de ella porque si bien era linda y él se había convertido en la envidia de sus compañeros de clase, la chica era una completa idiota que después de casi haber tenido sexo se había vuelto empalagosa y bastante pesada, sin contar que a cada que lo llamaba o le escribía era para hablarle de verse aquí o allá para tirar, cosa que después de casi haber estado con ella simplemente le parecía algo repugnante, eso del sudor excesivo y los gritos desesperados de aquella chica por querer ser penetrada aun cuando él no sabía ni que era una erección y mucho menos la tenía prácticamente lo habían traumatizado por ello el acto nunca se completó y terminó con ella.
Finalmente unos meses más tarde sus padres se reunieron con él en la sala de estar de nuevo y le contaron sobre la confusión que hubo respecto al compromiso, en donde ambas partes juraban que el otro del otro era una chica, le hablaron de que obviamente se había cancelado y finalmente le enseñaron una fotografía del chico que creían era una chica. El chico se encontraba bastante irritado para ese momento, más en cuanto vio la fotografía del sonriente y relajado rubio, las hormonas e ilógicas emociones empezaron a trabajar dejándole quieto como una estatua embobado con la fotografía. Con aquella simple imagen el pequeño tuvo que empezar a “acoplarse” a las exigencias de un cuerpo hormonal masculino.
Pero esto tan solo era un resumen poco específico tras su vida al conocer que se casaría años atrás…
*** Fin Flash Back ***
-Gwen…-llamaba Luka a su amigo, quien tenía la vista perdida y la mente en otro mundo desde que había dado inicio la clase, ahora que el profesor había salido por una reunión anunciada por el altavoz era hora de abordar las preocupaciones del pelinegro- Gwen!... (No me dejaste opción amigo kukuku…) MIRA GWEN, ES EDWARD SIN CAMISA!
-¡¿DONDE?!-gritó el más alto mirando a lado y lado con una sonrisa de ilusión, más las fuertes carcajadas de sus compañeros de clase lo hicieron querer cavar un hoyo y ocultarse en él de la vergüenza que tenía.
-jajaja… eres un idiota…-balbuceó Luka intentando acallar sus carcajadas-p… por qué estás en las nubes desde que viniste, ¿pasó algo con Edward?
-si…-murmuró el ojiazul apesadumbrado enterrando la cabeza en su cuaderno para luego girarse y observar desde esa posición a su amigo-¿por qué hay un chupón en tu cuello?
El castaño claro lo cubrió instintivamente sonrojándose hasta el cuello mientras Gwen soltaba una pequeña carcajada.
-E… Eso no te incumbe-masculló-ahora al punto ¿Qué pasó con Edward?
-Quiere saber lo que yo hacía cuando aún estábamos comprometidos…- dijo el ojiazul sonrojándose en el proceso y frunciendo el ceño cuando su amigo sonrió divertido.
-Te compadezco, eso será… ¿vergonzoso tal vez?-sonrió el enano recordando bastantes anécdotas del pasado de su amigo.
-Deja de recordar- dijo Gwen con una mirada gélida.
-es imposible jajaja… recuerdas cuando entraste al aula con el aparat...
-NO TE ATREVAS- gritó el pelinegro tapándole la boca a su amigo completamente sonrojado.
No sabía cómo demonios le contaría al mayor su vergonzosa vida.