La casa de los Moore era en Alemania, exactamente a veinte minutos de Múnich en metro ubicada en una ciudad pequeña atiborrada de vegetación. Los chicos tuvieron que cambiar de tren tres veces en el camino para llegar al lugar, luego de esto caminaron uno junto al otro en un silencio relajante a pesar sonrisas de nerviosismo. Las calles se hallaban vacías y a pesar del frio, el sol se asomaba haciendo brillar el cesped y el concreto mojados por la lluvia, una vez frente a la casa Patrick no pudo ocultar su sorpresa. El lugar era cuatro veces mas chico que su hogar, la debilitada vegetación regada por el jardín lo hizo saber que el lugar debía verse hermoso en primavera o verano. Theodore tocó un botón en el comunicador y luego de unos minutos la puertecilla que separaba la calle del jardín se abrió.
-No es realmente grande, pero es la casa en que mamá y papá mas disfrutan vivir-explicó Theo ante la aun sorprendida cara de Pat, el más bajo asintió y continuo el recorrido en silencio, eran un sendero de unos de siete metros el que los separaba de la casa así que no tardaron mucho en llegar y paulatinamente adentrarse en el recinto.
Una joven con sonrisa radiante esperaba a ambos chicos tras el corto pasillo que recorrieron al entrar en la casa. Su cabello castaño se hallaba recogido en una coleta alta, llevaba unos pantalones cortos y una camiseta enorme. Su radiante sonrisa desubicó un poco a Patrick.
-Samantha Moore-murmuró el más bajo recordando alguna reunion de negocios entre sus padre y la familia Moore. En cuestión le costó un poco reconocer a la mujer, esto tomando en cuenta que su impresión de ella era la de una dama elegante con mirada pícara y palabras precisas.
-Papá y mamá llegarán en un rato, si quieren suban a la habitación de Theo y los llamo cuando lleguen. Yo debo organizar unas cosas-sonrió la muchacha casi empujando a los chicos escaleras arriba. Theo guió a Pat hasta su recámara y el más bajo sonrió al estar dentro de la misma, las paredes blancas con un par de posters de equipos de baloncesto, una cama cama sencilla, un escritorio con algunas fotos y unos cuantos estantes atiborrados de libros. Era una habitación bien iluminada y muy organizada, Patrick la sintió cálida e ignorando lo que hiciere Theo, se acercó al escritorio con el fin de ver de cerca las fotografias en éste.
Por su lado, el más alto se debatía entre lo que quería hacer y el nerviosismo de tener a alguien en su habitación, a duras penas permitía que Derek y Fred entraban en ella. Estudió con detenimiento las acciones de Patrick, quien con el fin de no cambiar de lugar las fotografías se había puesto de cuclillas para observarlas. Theo suspiró tranquilo, Pat tenía un don para adivinar lo referente a él y eso lo alegraba en demasía.
- Me gusta ésta -habló de pronto Patrick observando con detalle una fotografía en que se podía apreciar a Theodore, su hermana y sus padres con felicidad tatuada en el rostro, todos en bañador y haciendo una extraña pose grupal en la cual Theo como el mas pequeño de la familia destacaba al frente. Patrick sonreía con nostalgia hacia aquella imagen. Él también hubiera querido verse así en su familia. Por su parte, mordiendose el labio Theodore se situó tras él y tomandolo desprevenido, sentó al ojigris entre sus piernas apoyando su frente entre los acaramelados cabellos del muchacho.
-Soy tan idiota Pat, ¿por qué yo? -murmuró Theo con los ojos cerrados, justo ahora la culpa por sus acciones hirientes contra el ojigris lo tenían con un incesante dolor en el pecho. Quería hacer algo por Pat, quería hacer cualquier cosa por muy estúpida que fuere con el fin de calmar esa sensación. El problema era saber que Pat no era un resentido, el chico lo había recibido sin discutir ni echarle en cara nada y era eso lo que probablemente lo hacía sufrir tanto justo ahora.
-Me gusta tu sonrisa-murmuró Pat suspirando mientras se tragaba su vergüenza-la primera vez que te vi sonreir fue en la cafetería mientras ligabas con una chica de último año.
Theo se sonrojó y Patrick se dignó a girarse para tener al otro viendole a los ojos, ser rio un poco y continuó:-como sabrás, sonreir ya no es una de mis cualidades, por eso ver cómo le regalabas una sonrisa tan cálida a la gente sin siquiera esforzarte me hacía querer verte más, me preguntaba ¿llegará a sonreirme así? Hubo una chica también mayor que tú a quien sonreías de una forma tan especial-suspiró el menor melancólico -tus ojos parecían brillar mientras aquel gesto amable estaba presente en tu rostro... ese día tuve ganas de llorar, me había enamorado de sonrisas que no eran para mí, de palabras dulces dirigidas a las chicas con un fin menos acaramelado del que aparentaban... soy consciente de tus acciones, aún me duele recordar lo que dijiste después de 'aquella' fiesta, pero también tengo totalmente claro que tú eres cómo una medicina esencial para mí - Patrick mantenía el contacto visual reposando sus brazos en los hombros del mayor-hay cosas de mi infancia que no quiero recordar pero que siempre están ahí, de algún modo pasar el tiempo junto a tí me hace olvidar, me hace verlos como un espectador y no cómo quien lo vivió. Desde que las cosas entre nosotros se hicieron tan distintas, eres lo más importante para mí, de algún modo u otro te hiciste indispensable para mi vida.
z99;Te elegí a tí por tu sonrisa, por tus palabras y tratos amables, por tus brazos rodeandome cuando es hora de dormir, por tus ojos y por la envidia que tengo de que expreses emociones sinceras sin problema, tambien, y aunque no lo creas, porque eres impaciente, hablas con la verdad y odias no encajar, porque te culpas por tus decisiones, te molestan mis notas altas y que la gente se acerque a mí. Tantos defectos y cualidades en una sola persona me abruman, tantas cosas lógicas que hacen que tú seas tú, haces que me emocione, que quiera llorar, que sonría sin forzarme a ello. Gracias a todo lo que eres volví a sentir una infinidad de sensaciones aflorando de mi pecho ¿te parece una razón suficiente para quererte y perdonarte por emcima de todo?
El rostro de Theodore estaba colorado mientras Patrick le sonreía con calidez, su corazón latía como loco y su mente se hallaba en blanco, el mas bajo parecía brillar a sus ojos. Liberó el aire que no sabía que estaba conteniendo y rompió el contacto visual, sintió una lágrima deslizarse por su mejilla y sin pensarlo mucho besó a Patrick. Tomó su cintura con una mano mientrad enredaba la otra en los finos cabellos del chico, éste por su ladose abrazó a su cuello respondiendo emocionado al beso. El tiempo que duraron entregados a aquel acto los hizo liberarse de pesos innecesarios y cadenas oxidadas, para cuando concluyeron, se abrazaron sin despegarse hasta que un golpe en la puerta y un vago "llegaron" de Samantha los hizo separarse casi puchereando.
El encuentro con los padres de Theodore no fue tan dramático como el ojiverde se lo esperaba, sólo fue cuestión de decir las cosas claras y sus padres en seguida abrazaron a los chicos como señal de su aprobación. Sí, hubo preguntas incómodas pero tambien chistes aligerando el ambiente y una amena conversación. La familia de Theodore era en definitiva el sueño ideal de Patrick por eso, ser recibido tan rápidamente como parte de ella lo mantuvo alegre y expresivo hasta que llegó la hora de partir, donde tras algunas reprimendas por aquella escapada de la escuela ambos chicos partieron en un tren nocturno rumbo a Suiza, específicamente Berna, donde Patrick descubrió, tras una llamada, se hallaban sus abuelos paternos.
Era el medio díacuando se encontraron con la pareja.
-Ya me esperaba que te gustaran los hombres-habló su abuela cuando después de entrar a una pastelería, ubicarse y hacer su pedido Patrick habló atropelladamente de su relación con Theo. Los menores se sonrojaron y la mujer sonrió -de este chico si me sorprende -señaló a Theo-creí que sería un amante profundo de las mujeres como lo eran su padre y su abuelo.
El castaño tosió incómodo.
-Tienes que ser muy bueno en 'eso' cómo para que un Moore se cambiara de acera-Patrick se sonrojó hasta las orejas, mientras el abuelo y Theo intercambiaban miradas y se atragantaban con su propia saliva, la mujer se echó a reir sin decoro. El pedido llegó a la mesa y los hombres en ella se aclararon la garganta. Patrick y sus abuelos empezaron a devorar los enormes trozos de pastel que habían pedido mientras Theo los veía incrédulo. ¿cómo podian devorar tanta azúcar?
-De todas formas pequeño-habló de pronto el hombre-si tus padres llegan a ponerse en tu contra, te regalamos el Birdwhistle, de algo te servirá el apellido de tus abuelos ¿no?-sonrió el hombre a Patrick, Theodore dejó de comer para observar con duda a Pat.
-Es el apellido original de papá -murmuró el menor en respuesta. Theo asintió sin darle muchas vueltas al asunto, despues Pat le contaría supuso.
***
Al final del día los Birdwhistle los llevaron a la escuela, en el camino Patrick le escribió un mensaje de texto a Gwen, dandole una hora aproximada se su llegada a la escuela, el menor le respondió al poco tiempo con un "ok" acompañado de innumerables caritas de emoción.
Los mayores dejaron a los estudiantes frente a la puerta principal de la escuela, se despidieron y los chicos se adentraron en el lugar sin hablar de nada y casi de la mano dirigiendose hacia los dormitorios masculinos. Nadie les prestaba atención y eso los hizo sentirse más cómodos, ambos entraron a la habitación de Patrick y luego de prender las luces se dejaron caer sobre la cama de Pat exhaustos.
-Gracias Theo-habló primero Patrick con sus ojos cerrados, el castaño tomó su mano entrelazando sus dedos y ambos permanecieron en un confortable silencio.
-¿SABÍAS AL RESPECTO Y NO DIJISTE NADA? -se oyó de pronto la enfurecida voz de Edward desde el pasillo. Patrick y Theodore se miraron con los ojos como platos por el susto que les pegó el grito y poniendose en pie abrieron la puerta de la habitación saliendo al mismo tiempo.
Edward acorralaba a Gwen contra la pared paralela al cuarto del que salieron, el menor tenía sus ojos cristalizados y una marca rojiza en su mejilla izquierda. Patrick abrió los ojos con horror ante aquella escena, girando su rostro a la izquierda pudo ver cómo Adrian, Noah, Derek y Fred llegaban corriendo a la escena. Todo parecía ir en cámara lenta, incluso el brazo de Edward que se impulsaba hacia atrás con el fin de ¿golpear a Gwen?
Theo y Pat se iterpusieron en la escena, el castaño tomó el brazo de Edward y Pat aprovechó para halar a Gwen hacia él y abrazarlo como protección. El rostro de Edward deformado por la ira se enfrentó al creciente enojo que presentaba el de Patrick.
-Eres un animal Edward Folks-espetó con frialdad Patrick mientras sentía cómo el pelinegro se derrumbaba entre sus brazos. Edward fruncía el ceño con su mandibula apretada, se liberó del agarre de Theo y este chasqueando la lengua se paró al lado de Patrick. El silencio reinó entonces, unos cuantos estudiantes veían la escena con interés mientras Edward y Patrick se enfrentaban en una silenciosa pelea.
-Entren a la habitación ahora-se oyó entonces la voz firme de Adrian, Patrick hizo contanto visual con él y liberando el aire que contenía se llevó a Theo y a Gwen con él siendo seguido por los amigos del castaño, un encolerizado Luka, Edward y su primo-ustedes no han visto nada, vallanse de aquí -habló el maestro dispersando al alumnado presente antes de adentrarse en la habitación y cerrar la puerta con pestillo.