50. Solución de problemas.
Todos los presentes intercambiaban miradas incómodas, nadie sabía realmente qué decir cuando Adrian había sacado a relucir el adulto responsable que debía representar como maestro de la mayoría de los presentes.
-¿Y bien? -preguntó dirigiendo su mirada a Patrick.
-No me quería quedar aquí -habló tenso el ojigris, su ceño fruncido no se despegaba de Edward así que Theodore tomó su mano con disimulo. Adrian dirigió su mirada cansada al chico y al ver su mano entrelazada con la del castaño, suspiró con una sonrisa casi imperceptible. Aquel escape no había sido tan malo si Patrick había conseguido algo que quería con tanto ahínco.
-¿Puedo saber por qué? -preguntó obteniendo toda la atención de Pat, quien palideció mordiendose el labio. Theodore, ignorando a todos los que los rodeaban acercó sus labios al oido de Pat hasta casi rozarlo.
-Está bien si no lo dices Pat, todo está bien-susurró para paulatinamente sonreirle, Pat negó con un puchero infantil. Derek y Fred se miraron entre sí con sorpresa, ambos tenían muchas preguntas que hacerle a su castaño amigo.
-No quería que Noah me drogara -dijo dolido, su primo sintió una punzada de culpabilidad en el pecho, fuera de contexto el tema de las drogas de Patrick sonaba bastante más cruel de lo que ya era-no de nuevo...
-¿Drogas? -preguntó el maestro observando atónito a Noah, el chico suspiró resignado y asintió.
-Patrick es... medicado desde la noche del 27 hasta el treinta de noviembre todos los años desde... hace mucho.
En ese momento nadie habló, Theodore no tenía idea de ello y sin importarle demasiado si lo cuestionaban los presentes o no, abrazó a Pat. El ojigris a pesar de la sorpresa se aferró a él obteniendo la tranquilidad que su abatida alma requería. Se sentía realmente incómodo con tanto público sabiendo cosas tan pruvadas de él.
-Sabes que lo hacen por tu bien-soltó de pronto Edward con un peligroso filo en la voz. Patrick dirigió su vista a él y se echó a reir con amargura.
-Es mentira! -chilló el ojigris contra el pecho de Theo, todos veían a la pareja sin saber qué pensar-una droga que te deja quieto y hace que tus memorias mas crueles fluyan repetitivamente en tu mente, año tras año durante tres días no sirve para nada mas que seguir atormentandote! Tú no lo entiendes y jamás lo entenderás!
Un sollozo y un par de ojos grises algo irritados asomándose entre los brazos de theo le advirtieron a Adrian que debía dar por visto el tema. La vida privada de Patrick debía respetarse.
-Bien... no vamos a entrar mas en eso, ¿por qué le pediste a Theodore ser tu complice? -siguió el maestro con el interrogatorio.
-l no me cuestionaria-dijo Patrick sin alejarse del pecho del castaño.
-Puedo ver el motivo -se burló pacificador el maestro, y el par de chicos se sonrojaron hasta las orejas-no les ocurrió nada y eso es suficiente para mí, de todas formas hablarán mañana con el director por haber salido de la escuela sin permiso.
-Bien-suspiraron ambos con resignación.
-Ahora-el mayor suspiró señalando con la mirada a Gwen, quien se ocultaba detrás de Patrick y Theodore -danos tu versión de lo que ha ocurrido Gwen. Creo que mas de una persona aquí desea saberla.
-... Inicialmente yo tampoco sabía nada-comenzó mientras hacía pucheros y abrazaba sus piernas sobre la cama, en ese momento Luka se acercó a él y lo abrazó-cuando nos habiamos reunido aquí recien ellos se fueron, cuando salí de la habitación, fue porque me contactó Charlie, mi... amiga-dudó el menor-ella fue quien descubrió que Patrick estaba en Italia, hablé por teléfono con él y le prometí que no diría nada, luego nos mensajeamos un poco, me mantuvo informado de lo que estuvo haciendo y luego... pasó lo de la cafetería...
Nadie tomó la palabra después de eso, pasó la media noche cuando en silencio Gwen salió del cuarto, a él lo siguió Luka y el resto de invasores del cuarto. Adrian tuvo que llevarse a ratras a Noah, quien se negaba a dejar a su primo junto al castaño.
Cuando la puerta se cerró y sólo quedaron Patrick y Theodore en la habitación, ambos se miraron a los ojos y unieron sus labios en un relajado y afectuoso beso.
-¿Quieres ir a dormir ya? -preguntó Theo recostado sobre la cama con Patrick entre sus brazos.
-No... aun hay una historia que debes saber tú.
Esa noche, Patrick le habló sobre su pasado a Theodore, no lloró, de algún modo contarselo al castaño no dolía, mas bien lo calmaba. Esa noche, Patrick le contó toda su vida a Theo, sus temores de infancia y sus aspiraciones para el futuro. Habló del secuestro y lo que le pasó los años siguientes, le contó sobre su nerviosismo en aquella fiesta a la que fue con Amanda Lake y la identidad de la mujer de quien él lo rescató. Por su parte, Theodore lo escuchó en silencio, le abrazó cuando lo vio débil y para el final del relato apresó a Patrick entre sus brazos protectoramente.
-Gracias-susurró al oido del más bajo y besó su frente y sus mejillas. En ese momento sentía que debía ser lo más acaramelado que su personalidad le permitiera con Patrick, debía mimarlo con sus molestos dulces y con gestos afectuosos y empalagosos. Lo veía como una necesidad, Necesitaba darle todo el afecto que tenía para que así el ojigris le regalara su bella sonrisa más a menudo.
Esa noche, entre besos y caricias, entre retirar esta prenda y aquella otra, fueron hasta el final en un afectuoso encuentro y unión de sus cuerpos. Todo fue lento y significativo, cada roce, cada suspiro, cada estocada, cada sonrisa. Cuando Patrick se quedó dormido, Theodore se encargó de limpiar sus cuerpos, buscar algo comodo para ponerse él y Patrick y finalmente acostarse a dormir.
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El director le dio una charla de reflexión al los chicos en la mañana del lunes, ambos fingieron prestarle atención hasta el final y se disculparon innumerables veces prometiendo no hacerlo de nuevo.
Al salir de la oficina se miraron con sonrisas de complicidad y con sus hombros rozandose, caminaron rumbo a la cafetería para desayunar. Ambos se ubicaron en una mesa cercana al ventanal de la cafetería en cuanto consiguieron sus respectivos desayunos, Patrick tenía frente a él pastelitos y chocolates y Theodore una pila de panqueques rebosantes de miel junto a un plato con cereal de colores con sabor frutal. Los chicos vieron el plato del otro y rieron en un chiste que sólo ellos podrían entender.
-Es un nuevo día -se oyó de pronto a sus espaldas la voz de Fred.
-Por ende todo esta calmado-se sumó Derek.
-Asi qué necesitamos respuestas-hablaron al unísono el par de amigos de Theodore sentandose frente a la pareja con sus respectivas bandejas y sonrisas emocionadas adornando sus rostros. Patrick y Theodore se miraron incómodos y suspiraron, ambos querían disfrutar de su desayudno tranquilamente perp sólo tuvieron quince minutos para esto, por supuesto luego de haber respondido la infinidad de preguntas que hicieron los amigos de Theodore, quienes se mostraron indiferentes ante la inclinación sexual que había tomado su amigo.
Todo marchaba a la perfección, todo estaba bien por fin.
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Era 24 de diciembre y mientras los adultos hablaban de negocios, el rubio bebía una cerveza en el balcón apoyado en el ostentoso barandal, veía el estrellado firmamento y a pesar de que la luna se hallaba oculta, sentía que las estrellas eran suficientes para bañarlo en su luz llena de pureza, se sentía bastante necesitado de ella para aclarar su cabeza justo ahora. Unos pasos se oyeron a su espalda y una sonrisa indescifrable curvó sus labios.
-Creí que no querias hablarme-dijo tras darle un sorbo a su cerveza para tiempo seguido mirar a su derecha, donde apreció al más bajo apoyando su espalda en la baranda.
-Y no quiero hacerlo Edward-suspiró mirándolo a los ojos, su semblante era neutral y Edward se sintió mal por tener frente a él todas las barreras impuestas por el chico-de todas formas, es importante hablar...
-No hay nada que decir-intervino Edward sabiendo hacia qué iba la conversación.
-Si que lo hay-sonrió el menor con un deje de fastidio en sus facciones -sé cómo eres Edward, sé lo que dices para conseguir a alguien. Con la única persona que eres o eras un ángel soy yo, para tí el resto de personas son basura y ambos estamos al tanto de ello ¿no es así Folks?
-No sé a qué te refieres Rockbell-habló Edward con una sonrisa tonta adornando sus labios-¿insinuas algo respeto a ese chico?
-Dormiste con él -afirmó con cautela, la sonrisa de Edward se ensancho y sus ojos brillaron -¿qué tal fue la mentira esta vez? ¿le dijiste que ya me habías superado? ¿qué te ayudara a lograrlo? No, esas ya las haz usado mucho, tal ve...
-Callate-dijo Edward con un mal sabor en la boca.
-Ya sé qué le dijiste -sonrió entonces el más bajo para luego fingir la voz y ciertos movimientos sobreactuados representando al rubio-"dame esta noche, estoy casi seguro de lo que siento, por fav...
Edward agarró del cuello de la camisa a Patrick y éste dejo de hablar para echarse a reír. Edward lo soltó.
-Callate de una vez-escupió Edward mientras Patrick lo retaba con una fría sonrisa.
-Él no era un reto para el gran Edward-comenzó a hablar Patrick-¿por qué lo hiciste? ¿en serio te llegó a gustar?
-Sabes que no podría gustarme-suspiró exasperado el más alto, ahora se apoyaba en la baranda de nuevo con una dolida expresión de cansancio.
-Me encantaría que lo hiciera-se quejó Patrick.
-Pero no lo hace, eso no va a cambiar-espetó Edward casi con enojo-te amo a tí desde hace mucho tiempo y nada lo va a cambiar.
-Deja de ser tan masoquista y terco Edward Folks, se supone que ibas a olvidar esto -hizo un ademán de la situación entre ambos con sus manos -por eso no he intervenido en ninguno de tus amorios por más enfermos y despreciables que me parezcan. ¿en serio no sientes nada por ese chico? ¿siquiera culpa Edward? ¿tan poco corazón tienes?
-Contigo no...
-No se trata de mí -chilló casi en suplica-sé que conmigo nunca harías aquellos despreciables actos, siempre fuiste la persona mas dulce del mundo, nunca lo haz dejado de ser! Pero ¿por qué alguien cómo él no merece que lo trates así? ¿está mal que él te ame? ¿qué es lo que te impide dejar esa barrera estúpida y ver que alguien te ama incondicionalmente?
-Él no eres tú -suspiró Edward viendo al más bajo a los ojos -él no estuvo conmigo incondicionalmente en el pasado, él no me necesitó a su lado como apoyo...
-Pero a diferencia de mí y de todo el mundo, él es el único que aun cree en tí, en esa mentira de imagen que le das a conocer a todos-interrumpió el ojigris- No te pido que lo ames, no te pido que salgas con él, solo quiero que te disculpes, que tengas el valor de decirle que tus palabras fueron falsas esa noche en que estuvieron juntos, que lo libres de tí ya que no quieres nada con él. Porque él aun piensa que al menos un pedacito de tí lo quiere. Tú no quieres nada con él, así que corta con esto y dale fin de raíz, porque quedarte callado y mantenerle la ilusión hará que ninguno avance-había una sensación molesta dentro de Edward, por supuesto la ocultó perfectamente mientras mantenía una expresion neutral-Él deberá casarse en dos años y si no haces nada, ¿qué podemos esperar de su matrimonio? Si tú quieres seguir siendo un infeliz, allá tú pero él no lo merece y ambos lo sabemos.
Patrick sostuvo la mirada de Edward un rato más y con una negación decidió irse de allí sin decir más.
Cuando el rubio se quedó sólo analizó con detalle la botella que tenía medio vacía en sus manos y con enojo la lanzó al suelo haciendo que se rompiera en pedazos. Luego de eso entró a la fiesta ubicando rápidamente a Patrick, quien hablaba con su primo animadamente de algún tema que poco o nada le interesaba. Se acercó a su oido.
-No me nace disculparme, así que no lo haré -susurró y oyó la risa molesta de Patrick.
-eres un cobarde Edward. Sé que te arrepentiras de tus estupideces.