51. Fin.
La habitación en que estaban ya no la compartían, pero eso no evitaba que estuviesen poniendose su uniforme de gala juntos en ella. No se veían hace dos semanas, corto periodo de vacaciones común en Suiza durante la Semana Santa. Durante ese tiempo, Patrick estuvo en casa de sus abuelos y para darse un cambio real, fue a la peluquería.
-Tu cabello está bastante corto... no esperaba este cambio...
-¿No te gusta?-preguntó el ojigris alarmado. La risa de Theodore endulzó sus oidos y el abrazo que le dio por detrás borró sus dudas.
-Me encanta-susurró el castaño en su oido mientras bailaban torpemente una canción inexistente. El cabello de Patrick era corto, cortisimo para como estuvo en los años pasados, su rostro se veía menos afeminado ahora, si bien se podía apreciar una forma más redonda y un aire infantil en el mismo. En el último año había crecido siete centímetros más, Theo había crecido cuatro. De todas formas, el más bajo seguía siendo Patrick. Su piel de porcelana seguía igual, tampoco es como si hubiera pasado tanto tiempo. Observó su reflejo en el espejo y sonrió a Theo, quien hizo contacto visual con él por medio de aquel objeto.
-Los abuelos dijeron que con gusto nos dejaran vivir con ellos-sonrió afectuoso Pat mientras organizaba el nudo de su corbata-están muy felices de que no debamos separarnos por la universidad.
-¿Y tus padres? -preguntó Theo mirando las manos de Patrick que ahora organizaban con detalle su atuendo-¿han dicho algo últimamente?
Patrick tuvo una fuerte pelea con sus padres seis meses atrás, cuando se negó rotundamente al matrimonio que tenía impuesto con Amanda Lake, se atrevió incluso a llegar a una oficina de registros para cambiar su apellido al de sus abuelos. Sus padres se lo impidieron teniendo en sus manos la custodia de Patrick y por ende el veredicto final al ser el chico menor de edad aún. Desde esa vez, su relación era más distante de lo que jamás fue.
-Dijeron que vendrían hoy... no quieren perderse mi grado-murmuró el chico deteniendo su trabajo en el traje de Theo, el más alto besó su frente y le sonrió con cariño. Patrick se dejó hacer tranquilamente hasta que la puerta de la habitación fue abierta estrepitosamente.
-Si buenas-se burló Fred entrando con una sonrisa de oreja a oreja y su uniforme de gala totalmente desaliñado -deben bajar ya par de tortolos, si no lo hacen mucha gente se hará ideas de lo que podrían estar haciendo.
Las cejas de Fred se alzaron sugerentes y Theo se alejó prudentemente de Patrick rojo como un tomate mientras buscaba respirar tras haberse atrangantado con su saliva.
-Lamentamos entrar tan de repente -se disculpó entonces Derek arreglando el uniforme de su amigo con fastidio para luego casi gritarle al oido:-... te voy a matar maldito estúpido, las mujeres de la limpieza se esfuerzan mucho planchando nuestros uniformes cómo para que vengas a portarlo de una forma tan vergonzosa. Eres un jodido estúpido que no tendrá futuro. No podras casarte ni tener hijos si sigues con esta horrible costumbre de andar como un vago...
-Ya estamos listos-sonrió abiertamente Patrick, Derek y Fred le sonrieron en respuesta y se apegaron a él encantados por su sonrisa angelical. los amigos de Theodore se habían hecho sus amigos desde hace mucho, ambos fueron bastante comprensivos respecto a su relación con Theodore y luego de una tarde hablando con Pat, se habían pegado a él como chicle, argumentando que Theodore no podía monopolizar a alguien tan entretenido y 'lindo'. Patrick ya no pasaba el tiempo con Edward a pesar de que mantenían conversaciones sin pelear y se juntaban en las fiestas familiares, no se sentía capaz de perdonarlo sabiendo que no había arreglado absolutamente nada con Gwen, es más, el rubio pretendía que lo que ocurrió con el pelinegro nunca pasó y eso enfurecia demasiado a Patrick, aún más que sus palabras burlescas aquella navidad en que hablaron.
Luego de que Derek arreglara el uniforme y el cabello de Fred, los cuatros salieron de la habitación y se dirigieron entre bromas y risas al auditorio principal de la escuela, aun no tenían la toga y el birrete y si no se apuraban sería problemático conseguirlos.
Luego de eso y de un afectivo abrazo entre Adrian y Patrick, en donde el maestro le deseó lo mejor en su vida a Pat, inició la ceremonia. El ojogris pudo ver a sus padres sentados junto a sus hermanos, su primo y los padres de Edward. También ubicó a Amanda, quien con un gesto de incomodidad se hallaba junto a uno de sus hermanos. Más cerca a donde él se encontraba, y cuchicheando con los padres y la hermana de Theodore, se hallaban sus abuelos, quienes al ver que los observaba le sonrieron batiendo su brazo para saludarlo. El chico sonrió y volvió la vista al frente.
El director inició con el protocolo, habló sobre el presente, el pasado y el futuro, habló también del orgullo que sentía por ser quien le entregase los diplomas a otra promoción de su escuela. Luego de ello, y a diferencia de los años pasados, pidió un minuto de silencio, la razón no era la nostalgia por los estudiantes que se iban, ya fuera por ello. Un estudiante se había suicidado dos meses antes, un estudiante que en palabras de su mejor amigo no había podido soportar la presión bajo la que se hallaba, nadie sabía exactamente qué lo presionaba, bueno, había una persona que lo sabía, pero ya se había graduado y nadie les habría asociado a causa de la diferencia de edad y "estatus" que poseían cuando ambas personas estaban en la escuela. A pesar de su ignorancia, Patrick se hizo una idea de la razón de aquel suicidio y un temblor de culpa lo sacudió por un momento. No podia se eso... ¿o sí?
Cuando los diplomas fueron entregados y la ceremonia se dio por concluida, todos los estudiantes se reunieron con sus familias en la zona verde fuera del auditorio.
-Estamos tan orgullosos de tí -abrazaron los
Birdwhistle a su nieto. El chico se aferró con emoción a sus abuelos, una sonrisa de oreja a oreja adornaba sus labios cuando se separaron. A su lado Theodore hablaba emocionado con sus padres y su hermana quienes lo molestaban y reían con él. Alguien aclarandose la garganta a su espalda llamó la atención de Patrick, quien al encontrarse con las sonrisas incómodas de sus padres volvió a una expresión neutral para observarlos.
-Felicitaciones Patrick-dijo la mujer sintiendose dolida por la expresión seria de su hijo-e... estamos muy orgullosos de tí...
-Gracias -respondió el menor sin verla a la cara.
-... tus abuelos me dijeron que vivirás con ellos en Inglaterra... tus exámenes de admisión para la universidad tuvieron muy buenos resultados eh? -dijo entonces su padre, el chico incapaz de hablarle asintió con un suspiro.
La conversación no se alargó mucho, luego de recibir un abrazo por parte de sus progenitores y uno por cada hermano que tenía, estos se despidieron incómodos y se alejaron. Luego de esto fue el turno de Noah, quien abrazó a su primo casi ahogandolo.
-... Me ahogas... -rio Patrick en el oido de su primo.
-Prometeme que me visitarás al menos una vez al mes-lloriqueo el mayor, Patrick rio de nuevo y alejandose del mayor asintió con una sonrisa dulce adornando sus labios-bien. Debo irme ya, felicitaciones Pat.
Luego de que el chico se fuera, Patrick sonrió alegre, al mirar atrás encontró a sus abuelos de nuevo hablando con los padres de Theodore, al mirar a su derecha encontró al chico sonriendole con los brazos abiertos para él.
-¿Estás feliz? -preguntó el más alto.
-Mucho -se aferró a él Patrick.
Ambos sonrieron y tomando sus manos, se unieron a la conversación que tenían sus familiares.
Ahora solo había una pregunta en la mente de ambos ¿cuanto tiempo estarían juntos?
.
.
.
***Diez años después ***
-PATRICK ROCKBELL LEVANTATE DE UNA VEZ!!! -gritó Theodore exasperado arrancandole las cobijas al ojigris, quien pretendía seguir durmiendo.
-Cinco minutos más-balbuceó el más bajo buscando las cobijas con los ojos cerrados. Theodore suspiró agotado y acorraló al más bajo contra la cama, beso sus claviculas, su cuello y subió hasta los labios del otro sintiendo cómo este enredaba sus dedos en su castaño cabello y correspondía al beso. Cuando a ambos les faltó el aire, Theo acercó sus labios al oido de Patrick y mordisqueando su lóbulo susurró:-¿te levantaras ahora?
-¿Tengo otra opción? -se burló el chico cuando Theo se levantó un poco y lo vio a los ojos.
-Nop, tenemos una reunión en tres horas y sé que tardaras una en el baño-sonrió el mayor rozando su nariz con Pat.
-¿Y por qué es esta reunión? -dijo pícaro el más bajo.
-Dimelo tú, yo no soy el que la organizó -sonrió el otro jugando con el cabello de Pat.
-PAPÁS SALGAN YA! -se oyó una voz infantil a través de la puerta, Theodore se echó a reir-HOY CONOCERÉ A MI NUEVA HERMANA Y NO QUIERO QUE LLEGUEN TARDE POR ELLA!
Los mayores se levantaron entre risas y abrieron la puerta para encontrarse con un malhumorado rubio de diez años que hacía pucheros mientras permanecía cruzado de brazos. Patrick se echó a reir con la imágen que el menor les daba y sin darle vueltas al asunto alzó al niño con emoción. Éste no aguantó mucho y le sonrió al ojigris que lo alzaba felíz.
-¿Estas emocionado?-preguntó Pat mientras bajaba las escaleras rumbo al comedor con Theodore pisandole los talones.
-Por supuesto que sí -sonrió el niño-tuvimos que esperar muchisisisimo para que nos dijeran que sí tendría una hermanita!
Los mayores rieron y junto al niño se ubicaron a la mesa, frente a cada uno había un plato con sus nombres, en cada plato había lo típico que cada uno comía, en el plato de Theodore había cereal de frutas con leche; en el de Patrick una infinidad de caramelos chocolates y ponqués junto a un vaso de leche también con su nombre; finalmente, en el plato del niño, había huevos revueltos y dos tostadas con mantequilla, había una porción de fruta a un lado y jugo de naranja al otro, en sus manos se hallaba una taza de café con leche.
-Deberían crecer-se burló el niño cómo cada mañana lo hacía, tomó un sorbo de su café y les sacó la lengua-mi nueva hermana los verá raro por desayunar como niños.
-heeey! No seas tan malo Harry -se quejaron los adultos riendo, el niño sonrió de oreja a oreja y los tres desayunaron entre risas y cuentos graciosos.
Como habían discutido desde que se levantaron, ese día los tres se dirigieron al punto de encuentro en que los habían citado para conocer a la nueva integrante de la familia, una mujer regordeta de semblante serio junto a una niña de piel pálida los esperaban en un gran salón lleno de sillas de plastico vacías.
Los ojos de Patrick se conectaron con los de la niña y ambos sonrieron al tiempo.
-Mamá Parker -dijo la pequeña a la mujer, esta asintió -¿ellos serán mi familia?
La mujer asintió de nuevo y la nena fijó su mirada en los tres personajes que tenía en frente.
-¿Dos papás? -preguntó de nuevo, Patrick y Theodore intercambiaron miradas recordando que el pequeño Harry había preguntado lo mismo cuatro años atrás cuando lo adoptaron.
-Sí Natalia -sonrió la mujer-tendrás dos papás.
La niña hizo un puchero y luego se acercó al trío a dos metros de ella.
-¿Por qué son dos papás? -preguntó inocente, Patrick sonrió y junto a Theo se agachó.
-Porque nos queremos mucho mucho -dijo el ojigris, la niña asintió.
-Y... ¿estaremos juntos siempre? -preguntó entonces, Patrick asintió y la niña sonrió en seguida-mi nombre es Natalia y tengo cinco años, me gustan mucho los dulces... ¿les gustan los dulces? -Patrick asintió sonriendo-bien, porque aquí no me dejan comer nada de dulces! Es horrible ¿no creen? Uno tiene que comer dulces para ser feliz! También me gustan los autos! Me encantan... pero en el orfanato no me dejaban jugar con ellos.
-En casa tenemos una pista de autos enorme! -intervino Harry mirando a la niña con ilusión, esta sonrió con emoción al niño-a papi Patrick casi no le gustan los autos pero papá Theodore los ama! Siempre juega conmigo en las noches, ahora jugaremos los tres!
-Suena perfecto! -sonrió la niña, luego de eso, ambos infantes se sumieron en una charla animada sobre gustos y juegos, sobre cómo era vivir con Patrick y Theodore y lo divertido que era cuando los tíos o los abuelos iban de visita. Patrick y Theodore se abrazaron viendo alegres a los niños y luego vieron a la mujer que venía hacia ellos.
-Les deseo una vida feliz familia, espero ser quien los visite en la revisión -habló la mujer con una leve sonrisa mientras les entregaba a los hombres una carpeta-el expediente de la niña es este.
.
.
.
Habían pasado tres meses desde que eran una familia de cuatro, la familia se hallaba de vacaciones, estaban en Italia y mientras los niños jugaban en el mar con más niños, Patrick y Theodore los observaban alegres.
-¿Esto es real? -preguntó de pronto Patrick, Theodore abrió los ojos con sorpresa y luego soltó una risita.
-¿Qué cosa? -preguntó entrelazando sus dedos con los de Pat-¿nuestra familia?
-eso y aquel 'Nuestro', todo es tan perfecto que parece un sueño-recostó su cabeza en el hombro de Theo.
-y es como un sueño, creo que ninguno de los dos se esperaba esto Pat, pero aquí estamos y es un hecho que no va a cambiar.
-¿Nunca?
-Nunca.
-¿Me amas?
-Te amo.
-Yo tambien te amo-sonrió Patrick y sellaron aquella conversación con un beso, uno tan lleno de fuegos artificiales como aquel primer beso que se dieron en la escuela, tan dulce como el amor que se tenían el uno por el otro, tan significativo como la silenciosa y nunca expresada promesa que se hicieron en el cumpleaños número 16 de Patrick.
La promesa de estar juntos hasta el final de sus días.
Fin.