7. De cómo el callado parece una madre si hay un incentivo y arrogante si lo retan sin sentido.
-Un chico…- repitió Pat mientras observaba a un nervioso Gwen-… Cómo carajos pasó Ed?
- Ni yo lo sé- rió el chico desordenándole el cabello al ojiazul, quien se sonrojó al instante- igual es muy tierno…
-Cállate!- masculló el más bajo de los tres golpeando a Edward con fuerza.
-Eres una caja de sorpresas Gwen- rió sobándose el brazo, el menor golpeaba demasiado fuerte.
-Bien, como sea- dijo Pat restándole importancia, miró con seriedad a su amigo quien ahora comía una manzana frente a él- necesito ayuda.
-¿Con qué?- dijo Ed, en ese momento Amanda Lake llegó a la mesa en que él y los otros dos se hallaban.
-Patrick-dijo sonriendo, este la miró enseguida con ¿incomodidad?- ya que iremos juntos a la fiesta por tú paga, te necesito presentable; en cuanto salgas de clases ve a la salida del internado, sé puntual.
Dicho esto la chica se fue y el ojigris dejó caer su cabeza con un ruido sordo sobre la meza, suspiró pesadamente
-¿Qué fue eso Pat? ¿Tú en una fiesta?- rió Ed ajeno a la historia pero divertido con la situación.
-La paga por un trabajo- dijo Pat tomando la gelatina de su amigo.
-Ya veo… Gwen… ¿por qué estás tan callado? Ni siquiera haz comido- dijo entonces el rubio, sorprendiendo al ojiazul y haciéndole sonrojar.
-lo siento- se disculpó en seguida. Ed rió y despeinó su cabello de nuevo- soy alérgico a la carne y al arroz… además soy ajeno a su conversación, debo permanecer en silencio…
-¿Te dan alergia el pudín o la papa?- preguntó Pat con serenidad exterior pero realmente preocupado en su interior, el pelinegro negó con la cabeza y Pat le extendió su bandeja donde había pudín de chocolate y vainilla, papas fritas, puré de papa y papas al horno- entonces come.
Tomó la bandeja del menor y se comió los alimentos que contenía sin rechistar, el ojiazul inicialmente sorprendido sonrió en cuanto reaccionó, tiempo seguido empezó a comer lo que el otro le había dado.
-“gracias mami”-agudizó la voz Edward casi riendo, Patrick por su lado le pateó la pierna haciendo a su amigo gemir de dolor.
Luego del almuerzo Ed acompañó a Gwen a su clase prometiéndole verse después de clases y cenar juntos, el pequeño sonrió y se ganó la anonadada mirada de todos sobre sí-contando a Ed-, el pequeño tenía un hechizo en su sonrisa.
Por otro lado Patrick llegó a su salón temprano, ganándose la mirada de todas las chicas de la clase, una valiente decidió acercarse y sostuvo la mirada del más bajo –solo pasaba a una chica de su clase- por unos segundos.
- ¿Es cierto que iras con Lake a la fiesta de viernes, Rockbell?- dijo con frialdad, en ese momento la agudizada audición de Theo lo hizo observar con interés al de “cabellos dulces” quien suspiró aburrido.
-¿Por qué debería responder?- dijo con más frialdad de la que deseaba. Theo rió un poco, ganándose la mirada del ojigris, notando en esos ojos el color verdoso a unas micras de la pupila en la parte superior e inferior.
- Porque es imposible- se mofó- pero alguien lo oyó en la cafetería y…
- Si, iré con ella ¿feliz? O quieres mi curriculum vitae para saber si soy apto para ir a una fiesta… entiende que no soy un “asocial” o un “nerd” por naturaleza, si quisiera tendría a todos aquí sirviéndome- dijo con la arrogancia que un grupo casi nulo de personas (nadie allí) conocía de él, incluso sonrió menospreciando a la chica- soy un Rockbell después de todo, eso debes recordarlo Anais Dalton…
Dicho esto, el chico fue a su asiento-junto a Theodore- y se puso los audífonos mientras comía una barra de chocolate, todos en la clase aun lo miraban pero él fue indiferente y permaneció con los audífonos aun cuando el maestro de historia entró al aula y organizó la clase.
***
- Eres bueno siguiendo órdenes- rió Amanda despeinando a un distraído Patrick.
- No es difícil-contestó mientras reorganizaba su cabello en la coleta-¿Cuál es el plan?
-Peluquería, ropa y cena-dijo la chica tomándolo de la mano y corriendo a la parada para los autos de los estudiantes, allí un Mercedes Benz clase SLK negro los esperaba.
-Eres menor…- dijo Patrick esforzándose para no babear por el auto.
-Sí, pero sé que tú ya puedes conducir, obtuviste el permiso hace tres meses- dijo la chica arrastrando al otro hacia el auto, él suspiró fingiendo resignación y con emoción entró al auto.
-¿Quién te lo dijo?- preguntó encendiendo el vehículo.
-Hey! Aunque mi familia no haga parte de “los 7” igual tenemos dinero, además nuestros padres son muy amigos- dijo la chica abrochándose el cinturón, un recuerdo rápido e incómodo dominó los pensamientos de Patrick.
-…tu ganas… ¿A dónde vamos?- preguntó el chico suspirando, luego de eso fue guiado hacia una peluquería muy pintoresca en la calle Bahnhofstrasse cercana al lago, la chica lo guió entre la aglomeración de personas de la entrada hasta que estuvieron frente a una chica pelirroja con un brillante color carmesí en los labios que contrastaba a la perfección con su pelo.
-Oh! Pero si es Amy! Que grata sorpresa- dijo la mujer besando ambas mejillas de la rubia y mirando con detalle a Patrick- Hummm… ¿quién es el peliteñido?
- Se llama Patrick, venimos a que lo transformes- dijo Amanda riendo entre dientes, ella creía lo mismo sobre el cabello de Pat.
-Mi cabello no está teñido-dijo el chico exasperado mientras sacaba un paquete de galletas de su bolsillo-así nací.
-amor es obvio que es…- tocó el cabello del chico con una sonrisa de ironía para luego abrir los ojos sorprendida- wow! ¿Tienes alguna foto de cuando eras más chico?
El ojigris asintió y buscó una imagen en su celular, en cuanto encontró la foto se la mostró a las dos chicas, la peluquera se emocionó y sus ojos brillaron reafirmando lo dicho.
-será un placer volverte un príncipe- dijo dando una pequeña reverencia mientras sonreía de oreja a oreja.