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This is our day, darling. por Han Rae Ri

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Notas del capitulo: AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAH

Es que no pude... ;^;
Lo iba a hacer a las 11:55 y eso, pero me apagaron el internet y ¿Cómo lo subo? ;^^; Ya después, porque andaba deprimida por ciertas cosas pero me decidí a subirlo. Es el último, es inédito y eso
Si Jonghyun hubiera sabido que una sonrisa le robaría el aliento en aquella cena de la compañía hace tres horas, tendría por seguro el inventar una excusa para no ir.
Con disimulo miró hacia el fondo de la mesa al único ser humano que llevaba ese rubio claro entre el mar de cabezas castañas. Por un momento sintió el alivio de no ser el tarado solitario que se teñía el cabello de colores estrambóticos.

Sekyung le tomó la mano izquierda, sonriéndole con amor y una dulzura inocente en esos ojos bellamente maquillados. Una sonrisa que por desgracia –y quizá alivio- no obtuvo el mismo efecto que con el chico de mirada seductora y labios rosados que trataba de no ser obvio cuando le regresaba las miradas intensas.
Sorbió un poco de la copa de líquido rojo y trató de seguir normal, pretendiendo no tener interés en el chico interesante que jugaba aburrido con su celular.

-Bien, parece que el verdadero motivo de nuestra celebración anda bajo de ánimo esta noche. Kibum ssi, ¿Qué tal si le ponemos ambiente a esta fiesta? –Habló el presidente de la compañía, y Jonghyun por primera vez en los 47 minutos que llevaba en ese lugar, sonrió sincero, ya que, conocía el nombre del chico bonito.


~**~


Sekyung era de esas chicas inteligentes, amables pero no tontas, que conseguía lo que se proponía y Jonghyun estaría mintiendo si negara el haber estado cautivado por su personalidad dulce y segura desde el momento en que se conocieron por culpa de un documento no enviado.
Jonghyun quedó apenado cuando un “qué bonita eres” se le escapó de los labios; la chica le miró desconcertada, y aun así, quedaron para tomar un café en el descanso.

Llevaban apenas 4 meses juntos y ambos sabían que habían elegido bien a la persona que les tomaba la mano cuando daban sus caminatas espontáneas por las calles del centro.
Claro, no todas las cosas son para siempre y eso fue lo que el mayor se dijo así mismo para no sentirse un mierda al descubrir que sentía cosas inexplicables hacia Kibum rubio bonito, como había decidido llamarlo en su mente.

-Debes decirle –aconsejó Jinki desde la consola de videojuegos, moviendo sus dedos en el mando con una habilidad digna de un genio. El combo le salió perfecto, e hizo su gesto de victoria, tal como lo haría Minho si ganara su equipo favorito.

-No es fácil. Puede que ella sea lo mejor de mi vida. Solamente estoy confundido. –el moreno bajó los pies de la mesa, costumbre que Sekyung le había inculcado y luego miró hacia su mejor amigo casi hermano tomarse el último sorbo de cerveza de una vez.

-Me estás diciendo que… estás enamorado de ambos. –Jinki pausó el juego y se llevó a la boca más de cuatro bocadillos de azúcar. –eso es imposible.

-Si te digo es porque así es. El otro día hable con Kibum y, no sé, no dejo de pensar en su linda sonrisa.

-Vaya, mi primer amigo homosexual. Esto es un momento importante –un vaso asesino aterrizó en la cabeza del castaño, recibiendo burlas de Jonghyun por no poder esquivarlo, echándose a sermonearlo de que él no era gay, que solamente le gustaba Kibum por ser tan… bonito. -¿Y eso no te vuelve gay? Digo, te gusta un chico.
Jonghyun tomó una cerveza para relajarse y le miró.

-¿Soy gay? –Jinki asintió veloz. Jonghyun suspiró resignado. –soy gay entonces.


~**~


Kibum iba del escritorio del jefe hacia el propio, haciendo el papeleo y organizando que todos los documentos estuvieran en orden, pues el pedido de la semana no podía salir mal por ninguna circunstancia.

-Hola –un par de carpetas volaron de sus manos cuando el sonido masculino de Jonghyun le saludó a sus espaldas. Se tomó un momento para calmar a su espantado corazón y volteó a verlo con esa mirada penetrante que tanto mataba al platinado.

-No me asustes así. Un día me dará un infarto y moriré por tu culpa. –Jonghyun ayudó a recoger las carpetas y antes de entregarlas a sus manos, le sonrió como venía haciendo desde hace una semana.

-No podría matar algo tan bonito como tú –palabras dulces, mejillas sonrojadas.

Kibum se cubrió el rostro con una carpeta roja, que indiscutiblemente le arrancó un par de buenas carcajadas al mayor. Se veía tan adorable a pesar de tener 22 años recién cumplidos.

-¿Y? –Jonghyun alzó las cejas.

-¿Qué cosa?

-¿Te quedarás ahí parado o me invitarás a salir? –El moreno palideció. -¿Qué? ¿Te crees que no me fijo de la manera en que me miras? – Jonghyun solamente quería que la tierra lo tragara. –pero, ¿sabes? Me gusta que el que me mire seas tú. –y dejando un beso en su mejilla, corrió a encerrarse en su oficina, suspirando por la osada acción de la que no se iba a arrepentir.


**

-¿Tienes tiempo luego de almorzar? Mamá quiere que…-Jonghyun la tomó en brazos y la besó con alegría -¿Pasa algo? Andas demasiado raro…

-¿No puedo besarte sin razón alguna? –Sekyung golpeó su hombro suavemente y se dejó hacer entre los musculosos brazos de Jjong por un rato más.

-¿Irás? –El mayor asintió –estupendo. Le diré a mamá que prepare tu plato favorito.


~**~


-Hyung, ¿de verdad te gusta? –Kibum salió del probador con una nueva camiseta, viéndose en el espejo de cuerpo completo de nuevo.

-Sí. –respondió contento con su nueva prenda.

-Pero, ¿si sabes que su novia trabaja un piso debajo del tuyo? –Taemin le pasó un par de accesorios, aburrido de estar comprando por más de dos horas.

-¿Me estás llamando zorra? –Se indignó el rubio, llevándose una mano para cubrir su boca exageradamente abierta. El menor negó divertido del drama que su hyung hacía. Se acomodó la chaqueta roja y le negó.

-No dije eso.

-Pero piensas que lo soy.

-Tiene novia y aun así quieres intentar algo con él ¿Qué te dice eso?

-Que soy una zorra. Gracias por asignarme el adjetivo, Taem.


**

-Shin Sekyung ¿cierto?

Kibum la miró de arriba abajo, aceptando que, la chica tenía estilo, era preciosa y ocupaba un buen puesto en la compañía. Si fuera heterosexual, intentaría algo con ella y no con el hombre moreno de músculos sabrosos que tenía por novio.

-¿Kim…? Lo siento, soy mala con los nombres –Kibum sonrió y mirándole por última vez, se encaminó hacia el elevador.


**


-Oh por Dios; Taemin, ella es bellísima. –Chilló Kibum en el baño de su propia oficina. Al teléfono, se encontraba el castaño, fastidiado de haber escuchado eso por 16º vez en la conversación.

-Ya sé eso. Ahora, ¿los dejarás en paz?

-No lo sé. Es una competencia fuerte, pero… Jjong lo vale demasiado. ¿Tan maldita me vería si hiciera que Jonghyun se enamorara de mí?

-Sí; para empezar deja de referirte a ti como sustantivo femenino. Y si tan linda es la chica, podría ofrecerle un hombro de apoyo si ese tal Jonghyun la llega a dejar. –Kibum carcajeó un poco en la línea, ya que su Taemin era lo más bonito del planeta y el ser masculino no le quedaba para nada.

-De acuerdo, yo con Jonghyun y tú con la chica.



~**~


Kim Kibum siempre había sido un chico correcto. Tenía la mentalidad suficiente para identificar lo bueno de lo malo; muchas personas eran atraídas hacia él de forma natural por esa personalidad tan hermosa y extraordinaria que tenía, sin contar su belleza que era la envidia de muchos.

Era inteligente para identificar cuando algo no estaba bien en su vida, pero esa cosa llamada Jonghyun estaba tan impregnada en su interior que a veces le costaba realizar la buena acción de seguir adelante y perderlo de vista. Pero no iba a mentirle a su razón y mucho menos a su corazón. Jonghyun le gustaba demasiado y ese era el motivo suficiente para entender que, las cosas que hacía para tenerlo a su lado eran buenas; era algo así como un presentimiento, de que ese chico de ojos de cachorro y cuerpo de ensueño era el ideal.


~**~



El moreno no quiso salir de su cama durante cuatro horas. Haber estado pensando en las posibilidades sobre su destino le freía la cabeza. Estaba totalmente seguro de que esas cosas que sentía eran por ambas personas. Tanto Sekyung como Kibum jugaban un papel importante en su mente, y el solo hecho de quedarse pensando en ambos era evidencia de que sí, podía estar enamorado de dos personas.

Pero, Sekyung no competía contra Kibum
Y Kibum no podía compararse contra Sekyung.
Por instantes pensaba que lo mejor era quedarse con la castaña, ya que fue la primera en robar su corazón y Kibum… él solo sonrió una vez para robarle el aliento y el alma. Y mierda, no podía simplemente elegir uno solo.

¿Tan malo sería salir con los dos al mismo tiempo?

Jonghyun, eres un asno. Por supuesto que sí.


Esto freía más y más su cerebro. Sabía que tenía un gran problema cuando debía de recurrir al experto en esas cosas psicológicas y sentimentales.

Tomó su chaqueta junto con las llaves de su auto y su billetera, recordando que debía pasar por dos cervezas o quizá ocho, porque juraba, las iba a necesitar.


~**~


-Vaya, vaya. Y yo que pensé que jamás pisarías mi casa después de la patada en los huevos que te di cuando jugamos en mi consola. –la sonrisa socarrona del menor irritaba al moreno, pero esto era necesario se repetía a cada 3 segundos.

-Deja tu arrogancia a un lado Choi; hay un asunto que debes resolver –le entregó el six pack de cervezas y cogió el suyo, entrando como si fuera su propio departamento.



-Suéltalo. –Ordenó Choi luego de acomodarse en su perfecto sillón reclinable digno de un gamer adicto a los gráficos bien diseñados y maniático de los puntajes altos en cada nivel. Le dio un sorbo a su cerveza dejando que el líquido le refrescara la garganta y seguido, posó sus enormes ojos chocolates sobre la cara de confusión de su amigo.

-Me gusta alguien más –Minho no se movió ni se alertó. Tomando un nuevo trago, le indicó con la mano a que continuara –y, tú sabes que mi novia es Sekyung.

-Kyung la perfecta. La chica con la que te quieres casar y viajar por toda Asia. Ajá.

-Bueno, eso. Ella me encanta y te puedo asegurar que la quiero mucho. Pero –bajó la cabeza, apenado de confesar lo siguiente –está este chico que no lleva mucho tiempo trabajando en la oficina y…

-Te vuelve loco.

-Exacto –apremió el mayor- es simplemente perfecto, listo, y sumamente sensual.

-Wow, eres gay –se burló el alto. Jonghyun le pegó en el brazo levemente enfadado. No era precisamente eso lo que esperaba escuchar. –Ya, lo siento, pero… solo quiero asegurarme de algo.

-Dime.

-¿Me ves de una manera atractiva o seguimos siendo solo amigos? –Las carcajadas que le siguieron a los 4 segundos de silencio se hicieron irritables en el interior de Jonghyun.

-Vete a la mierda Choi. Jamás me fijaría en alguien como tú. No eres mi tipo y mucho menos te deseo de esa manera –las mejillas del moreno se tornaron rojas. No era normal que su amigo le saltara con semejantes barbaridades.

-Lo sé cariño. Si fueras mi pareja, ten por seguro que te dejo el culo partido –un par de maldiciones y “eres un jodido hijo de perra” culminó el momento de las bromas. En una rapidez que no sorprendió a Jonghyun, Minho se puso serio. –Bien, tú piensas que te gustan ambas personas.

-Sí, no tiene nada de malo. ¿Verdad? Solamente es convivir con ambos y elegir por medio de ciertas características quien es al que quiero más.

-Y jugarás con ese chico y con Kyung hasta que lo descubras. ¿Es que crees posible que puedas estar enamorado de dos personas a la vez? –Jonghyun asintió –eres un completo idiota. La respuesta es demasiado clara.

-Entonces aconséjeme sensei.

-Quédate con el chico –Jonghyun estuvo a punto de replicar –Porque, si de verdad quisieras a Sekyung como dices, entonces no te hubieras fijado en alguien más. La primera es historia, tu mejor opción es el segundo.


~**~


Jonghyun le dio muchas vueltas a las palabras de su amigo mientras masticaba la carne que la madre de Sekyung le había servido.

-Y Jjong, cariño, ¿Qué tal está yendo el trabajo? –La señora dejó el mandil por un momento para sentarse a la mesa junto a su hija y al moreno.

-Lo normal. Ya sabe –la señora le miró intrigada. Era la primera vez que el chico le evadía la mirada y se comportaba nervioso.

-Mamá, Jjong sabe lo que hace; no por nada es de los mejores en la oficina. –La mujer acarició los largos cabellos de su hija y sonrió.

-Pero, hay mejores. Por ejemplo, ese chico SunWoo. …l sí que sabe moverse en terreno bueno. –las mejillas de Sekyung se colorearon de la vergüenza. Era tan típico de su madre el comparar a las personas y sobre todo si se trataba de Jonghyun.


La cena fue igual de siempre y con un beso, Jonghyun se despidió.



~**~


Verlo otro día en la oficina le estaba jodiendo. Sekyung era importante, pero ese chico, ese chico que descansaba “inocentemente” sobre su escritorio era una de las cosas más perfectas que había visto.

Y mierda que lo tenía jodido, porque en tan solo 5 minutos se proyectó una gigantesca película sobre su vida como pareja y hasta los ridículos sobrenombres que se darían.

-Bum Bum… -susurró sin percatarse que estaba de vuelta en la realidad.

-¿Eh? –Kibum alzó la cabeza y se encontró el rostro confundido del chico guapo.

-Ah, no… es sólo –nervios –no vayas a creer que quiero llamarte así –MALDITA SEA, REACCIONA – es la forma, la forma en que suena mi corazón cada vez que te veo.
Y el premio a la mejor idiotez del mundo iba para….

-Vaya, que directo –y aunque las palabras no eran las correctas, surtieron un hermoso efecto. Un perfecto sonrojo.



~**~


-¡Ya sé a quién quiero! –Gritó Jonghyun contra la puerta de Jinki. El mayor le miró molesto al cederle el paso y pensó que su amigo siempre había sido así de raro.

-Lo siento, apoyo a una causa de retrasados mentales –se excusó con su vecino que había presenciado el griterío y el golpeteo. -¿Entonces? –Jonghyun tomó un cojín y se aferró a él tanto como le fue posible. Jinki se dio el tiempo de tomar asiento, pero la ansiedad de Jonghyun no lo tenía tranquilo del todo.

-Es Kibum… tiene que ser él. –Jinki le miró – Es lo correcto.



~**~


Sekyung tenía esa mirada confundida como cada vez que le cambiaban las órdenes en el trabajo; Jonghyun había estado jugando con la pajilla de su bebida luego de haber soltado lo que según ella, era alguna clase de broma.

-¿Cómo?

El moreno no quería ser directo como siempre era, porque se trataba de la chica con la que alguna vez pensó casarse y ahora, tenerla de frente para decirle que le gustaba otro, no podía ser una buena noticia. Pero tampoco era bueno jugar con ambos y a su mente solo venían imágenes de Kibum y sus perfectos ojos, sus perfectos labios y sus perfectas… nalgas.

-No me hagas repetirlo. –Se tapó con ambas manos y esperó que mágicamente la chica le entendiera esa desesperación que emanaba por sus duros músculos. No debió llevar una camiseta de manga corta.

-No, es que… me cambias por un chico. Y… no pensabas decírmelo. –Jonghyun levantó la cabeza. –No es una pregunta. En serio no lo pensaste ¿Cierto? –el moreno quería pegarse con algo, que algún camión apareciera de la nada y…


¡Por favor que lo matara en ese momento, Sekyung había empezado a llorar!


-Kyunnie, no llores, no llores. –Nada era más coherente que eso.

La chica se levantó con la mano en la boca, tomó su bolso y luego de un momento difícil para buscar su cartera, asentó dos billetes, pagando su cuenta.

-Lo entiendo. Después de todo, no me amabas tanto como para evitar poner tus ojos en otra persona –era el peor. El más mierda de la ciudad y aun así no quería decirle que todo había sido una broma, porque creía necesario todo esto; porque Kibum valía cada lágrima que Sekyung derramara, aunque sonara perturbador.

-¿Amigos? –Preguntó inocente.

-Ni eso. Hoy mismo pediré mi traslado a Japón. No quiero tenerlos cerca. –Con un adiós Jonghyun caminó hasta la salida y disimuló el tropezón con la banqueta, todo porque como la mamá de Jonghyun le dijo, las mujeres tratarían de seguir viéndose orgullosas.


Terminó su bebida y cerró los ojos, pensando que lo primero que haría en una semana sería besar a Kibum.
Porque al menos, debía “guardar luto” por esa relación.


~**~


-Bum Bum –El rubio dio la vuelta sonriendo, porque solo había una persona que le llamaba con ese estúpido sobrenombre.

-Mande.

-¿Ya es buen tiempo para invitarte a salir? –Kibum le miró a los ojos, sintiendo que algo podría salir mal, ya que sería el amante, sabiendo que el chico que le estaba acariciando debajo de la playera tenía novia.

-¿Qué hay de Sekyung ssi?

-He terminado con ella hace un tiempo. Descubrí que si puse los ojos en alguien más es porque no la amaba tanto como a la segunda.

-Oh, entonces yo soy la segunda persona ¿Cierto? –Jonghyun asintió.

-¿Hay algún problema? –Y así recibió un beso por respuesta, porque Kibum no quería perder tiempo al hablar de la moral y estupideces de la sociedad. Solamente se dejó acorralar entre su cuerpo y la superficie de su escritorio, solamente rogando que no se burlara de su ropa interior y que nadie entrara a dejarle un paquete.


-Te amo.
Notas finales: No sé si exista un tal SunWoo pero en fin, espero les haya gustado y eso!

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