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Bienvenido A Mi Tienda por Demon Witch

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Notas del capitulo:

Hola a todos!!! Este capítulo de hoy se lo dedico a “Marce”, que me dejo un lindo comentario y a las demás lectoras igual, espero lo disfruten…

Ya saben los personajes no me pertenecen y esta es una parodia muy alocada, espero sacarles una sonrisa.

Y disculpen que no lo subiera el miércoles, ya que aquí en mi país ya es Jueves…

Nos leemos el miércoles, sin falta!!

D. W...

 


Capítulo 3: Undertaker, un terapista de parejas.


El mundo de los dioses de la muerte, un lugar situado en ningún lugar conocido por el hombre; tan misterioso y sinestro el hogar de esos shinigamis…


Solo tenemos la noción que es un lugar en entre el cielo y la Tierra. Pero en fin eso no es relevante ahora, sino que en la incomprensible edificación de la “Biblioteca de los Muertos”, los dioses de la muerte se encontraban todos ocupados en sus asuntos; había mucho revuelo de una forma ordenada claramente, ya que el jefe William T. Spears así lo consideraba.


-Santo Cielo, un dios de la muerte no puede ser más ofendido con los estúpidos comentarios en Facebook, por parte de esa criatura tan horripilante, ¡maldito demonio!-decía con discreción y aquel semblante frío el jefe William que terminaba su trabajo mientras actualizaba su estado en Facebook.


El comentario del demonio ese que era su gran rival, enemigo a muerte, su mayor anhelo por asesinar, decía así:


“Qué vergüenza por parte de los shinigamis, pensé que todos eran serios en su trabajo; pero ver al señor Grell, me da una sensación que deben estar faltos de personal, como tener ese extraño travesti que me acosa; y lo increíble tuve que poner una orden de restricción a ese horripilante ser; mi pobre pareja sigue tan mal después de su visita.”- comentario de estado del Facebook y twitter del mayordomo_oscuro.com


Tenía indignado al pobre William ya que él tuvo que ir a ese estúpido juicio para defender el honor de ese idiota, aparte de enviarle personalmente una canasta de frutas con regalos al demonio por ofenderlo a él y a su pareja en su viaje de vacaciones a las “Islas Caimán”, que de pura casualidad estaba Grell segando un alma en el mismo recinto vacacional.


Claro que William sabía que no era casualidad sino que ese tonto shinigami rojo perseguía y acosaba al demonio, que se había cansado de eso y lo demando. ¿Increíble verdad?


-Ah es un horror que después de enviar esa estúpida canasta de frutas, también tuviera que darle una disculpa al hijo de Lucifer y acompañarlo  en la  cena de ensayo de Bodas de su primo hermano-decía William muy molesto con un aura de asesinar a  todos esos seres.


 


 


 


En cambio por los pasillos el bailotear de unas caderas que se movían de forma sensual, era los pasos del taconeo irritante de aquel personaje rojizo que llevaba el corazón roto por la demanda a su persona; ni siquiera el viejo shinigami legendario pudo con él, su visita aquel entretenido personaje no le ayudo, aunque le arremetieran con dureza encima de un ataúd.


-Ah del único que me gustaría ser arremetido contra una pared o lo que sea es de ¡¡¡Sebas-chan!!!-dijo el shinigami rojo con ese pito de voz que molestaba a cualquiera.-Aunque, sería más delicioso viniendo de mi Will-chan-dijo con un extraño bailoteo erótico que asustaba a los otros dioses de la muerte de verlo.


-Qué nunca han visto a una dama excitarse de pensar en hacerlo salvajemente con su jefe, par de chismosos, entrometidos-gritaba eufórico el shinigami a los dioses de la muerte que susurraban entre si las tonteras que decía Grell, y se iban corriendo para no contradecir su extraña bipolaridad y gustos.


Así era señoras y señores, damas y caballeros; el shinigami Grell Sutcliff, estaba perdido entre el dilema de ¿Quién es mejor amante?


Su Sebas-chan que salía con ese mocoso idiota, que le había robado la oportunidad de tener un hijo con él. O su jefe sensual y frío; como le gustaba su William malhumorado.


Pero ese shinigami, en su extraña mundo de fantasía que tenía él y su jefe candente como solía pensar, tenían algo así como una relación amorosa, y que el demonio era su amante secreto en una extraña comedia romántica que él decía transcurría su vida.


Actualizaba su estado en Facebook  y dejaba mensajes acosadores al demonio de mayordomo; y en eso mientras miraba su Iphone5 encontró una página que habla sobre las relaciones de parejas para shinigamis, por el experto doctor  “Funeral del Amor”, peculiar seudónimo para un doctor. ¿No creen?


En eso una legítima sonrisa del gato de Alicia en el país de las maravillas surco su rostro, y en eso le comento con cinismo:


-Mi Willie-chan y yo somos una pareja fuerte pero aquí dice que el Doc. te puede ayudar a cambiar la rutina sexual-decía con una agudizada voz pervertida el shinigami pensando en su jefe que claramente piensa todo lo contrario a ese personaje.


En cambio William T. Spears estornudaba tremendamente, mientras terminaba de archivar unos papeles y se sorprendió demasiado ya que los shinigamis no suelen enfermarse.


 


Pobre Will, lo que le esperaba….


 


 


 


 


 


 


En cambio en la tienda de Undertaker se llevaba muchas cosas extrañas, ¿o qué pienso ya son normales en ese loco shinigami o no?


-Vamos querida, ¿déjame ver qué ocultas ahí?-decía seductor el shinigami que le lamía la oreja con sensualidad a una sirvienta muy precoz.


-Hay….Se….ñor….Señor Undertaker-decía avergonzada y ruborizada mientras un poco de sangre salía de su nariz; la sirvienta de los Phantomhive; ya que ese albino la sedujera tan sencillamente con un roce.


Y en eso la tomo de la cintura; y tomo con delicadeza su mentón, haciéndola voltearse para verle al flequillo de su cabello de ese color blanco platinado que traía loca a sus “Fans girls  amor yaoi”.


Se alejó el flequillo y le dejo ver a la miope sirvienta de la familia Phantomhive sus penetrantes ojos verdes amarillentos que la hicieron desangrarse de gran manera al ver ese rostro tan cerca de ella y la pobre balbuceaba estupideces entendibles ni para el demonio y menos un shinigami.


-Lo ve querido Conde y así se seduce a una mujerzuela-decía el albino con son de burla, al pequeño azulino que miraba con asombro todo y tomaba nota en un cuaderno todo lo aprendido en su clase de “Cómo seducir mujerzuelas”, -no le pregunten a la autora por qué ese niño lleva esa clase extracurricular-


-Bueno Conde solo la mirada “Mata mujerzuelas” es lo único que necesita, usted tiene lindos ojos así que eso será sencillo-decía con picardía el mayor, mientras en movimientos felinos toma al Conde de la cintura y le lame lascivamente la oreja;  dejando un sonrojo y uno pequeño suspiro al menor que se separa abruptamente de él.


-Undertaker, sé que eres muy seductor pero por favor profesor no se pase con su alumno; además lea mi estado tengo una relación-decía orgulloso el conde y le mostraba su celular aclarándole el hecho.


-Pero el señor mayordomo no tiene que darse cuenta, después de todo él lo va devorar al finalizar el contracto no entiendo por qué no puede disfrutar de una pequeña reunión sexual de forma casual-decía el shinigami, mientras subía el cuerpo de la sirvienta que se había desmayado por haberse desangrado tantas veces en las dos horas de lección del conde Phantomhive.


-Aunque sea tentador,  Undertaker no gracias, firme un contrato con ese demonio que me impide tener sexo con otro que no sea él, parece que su estúpido sello trae letras pequeñas, ahora sé que eran tantos garabatos alrededor de la estrella invertida-decía Ciel que se quitaba el parche y le mostraba su ojo con detalle.


-Vaya que ese demonio es egoísta, que mala suerte conde le hubiera enseñado mucho-decía coqueto el shinigami que lo tomo de nuevo de la cintura mientras sus escurridizas manos se iban directo a ese trasero firme y pequeño de gran sazón que traía loco a todos los seres sobrenaturales.


-Undertaker si lo tocas te irá  muy mal-decía el niño quien no se inmutaba ahora de que tuviera al shinigami tan cerca.


-Por qué dice e…..-decía el shinigami sorprendido perdiendo la picardía por confusión, ya que fue interrumpido, y una corriente eléctrica de mil volteos recorrió su mano a todo su cuerpo al tocar ese lindo traserito. El shinigami quedo negro, más negro que el propio demonio de mayordomo, su cabello platinado, ya no lo es y esa sonrisa tonta quedo tiesa en su rostro.


-Te lo dije Undertaker, Sebastián ahora compra ropa interior con sistema de comando que al ser otro que no sea yo o él que la toque; le da una ligera descarga al ser que me toque; no tengo idea de dónde saca todo esos aparatos, es mucho peor en el frente y lo más escalofriante es el código de desactivación lo tiene él, así que como él me baña y cambia solo él puede quitarlo, te lo dije pero no hiciste caso-decía el niñito que veía a otro futuro amante de una aventura retorcerse de las quemaduras de la electrizante caricia.


-Ji ji ji ji ji….Conde ese demonio suyo si qué es posesivo, digno rival mayordomo-kun, pero algún día le quitare a el Conde aunque muera quemado de nuevo; ¿qué tiene que hacer uno para acostarse con ese mocoso? ¿Por qué me odias escritora qué te hice? Ji ji ji ji-decía el shinigami en medio de confusiones, mientras se ponía de pie y le gritaba incoherencias a la pared de su lado como si ahí estuviera una chica de baja estatura de cabello azabache escribiendo en una laptop lo sucedido.


-Deja de alucinar Undertaker, y sigue con esta locura de parodia, qué faltan aún esos estúpidos shinigamis; y quiero ver a Sebby ya para que me quite este calzón eléctrico, y me haga el amor ya que tú no sirves para nada; anda Merin muévete y despierta mujerzuela miope que desea en secreto a mi Sebastián y apúrate ya Seb está afuera esperándonos-decía el Ciel enojado mientras con sus pobres bracitos arrastraba a la desangrada mujer de cabello rojizo que le guiñaba con un tic nervioso y coqueto a Undertaker.


Este la miraba con horror era  como ver a la niña de la película del  exorcista seducirte, excepto que esa no iba manchada de sangre y con anteojos grandes.


En cambio Undertaker los dejo en la puerta; el mayordomo tenía una sonrisa de oreja a oreja de ver quemado a ese shinigami pervertido, aunque en primer lugar lo puso como cuidado de que ese demonio de Fausto no le tocará, se alegró de subir la carga mil veces más de lo que estaba antes ya que la descarga  antes era incomoda pero no mortal como ahora.


El carruaje del conde partía con el atardecer y el pobre de nuestro amigo de Undertaker, le sacaba su contrato de trabajo a la nada. Dónde el asegura esta la escritora y le reclamaba.


-Señorita Witch, nosotros no acordamos que me iba electrocutar en el tercer capítulo, pensé que lo habíamos hablado bien en esa noche en Roma, ja para nada le sirve a uno seducir escritoras primerizas para que escriban un buen lemon de ti y ese mocoso-decía enojado Undertaker mientras se cambia de ropa por un traje no quemado y se limpiaba su largo cabello plateado.


En eso una extraña carta en un cuervo se hizo presente en la tienda de Undertaker, este singular ave,  entro por la ventana sorprendiendo al viejo shinigami. Abrió la carta con aburrimiento, mientras tomaba té y unas galletitas de perro.


“Señor Undertaker:


Soy la señorita Witch, más le vale shinigami de cuarta seguir con el trabajo aún nos queda no más de cuatro capítulos para terminar esta parodia, trabaje bueno para nada y saque sonrisas a mis lindas lectoras.


La noche en Roma fue excitante, pero mi deseo era con el demonio mayordomo del Conde, si no fuera que estaba ese mocoso azulino que me lo quito antes…


Sabe aún me agrada usted demasiado y lo adoro como los otros personajes pero me vuelve a llamar mujerzuela y lo matare, soy una dama y como dama tráteme como es…


L USTED FUE SOLO DE CONSOLACIÓN


D.W…


Decía la carta de la escritora dejando a un Undertaker molesto, pero resignado aunque las chicas no son lo suyo, se pasó de la raya llamado “mujerzuela” a su escritora en esta parodia, y así que prefirió no molestarla más ya que sabía que ella controlaba todo a su alrededor.


-Lo siento mucho señorita Witch, no es una mujerzuela; pero aun no entiendo que tiene ese demonio de mayordomo del Conde como para que sus seguidoras se desangren con sus novelas-decía Undertaker confundido y  perdonado por la escritora.


Pero ahora un mensaje de texto entro en su buzón de parte de la escritora que decía así:


“Perdonado señor Undertaker, y no es nada personal, es que el demonio es lindo y malvado así me gustan…. J


Ya reconciliado con la autora que lo adora como personaje, el señor Undertaker dio un pequeño “ji ji ji”, mientras esperaba continuar su trabajo con una sonrisa ya que le faltaba algo para terminar el capítulo e irse a descansar tranquilo de las locuras de esta parodia.


 


 


 


 


 


 


 


En cambio por las calles de Londres dos shinigamis se dirigían al lugar más divertido de la historia, seguro ya saben dónde…


-Vamos my Love Will, hazlo por tu princesa de rojo, o sea yo-decía Grell seductoramente, mientras arrastraba del traje bien planchado del dios de la muerte,  y llevaba su guadaña de la muerte en mano y en la otra jalaba del hombro al serio shinigami que quería mandarlo al infierno; pero claro Sebastián era príncipe ahí así que le dijo a su papi demonio “Lucifer”  que creara una ley que prohibiera la entrada de ese ser rojizo e irritante. –Ah me le hacen bullying a mi Grell-san-“pensamientos de la autora”.


-Sutcliff, te he dicho millones de veces desde la Ova de “La historia de Will el shinigami” que no somos novios, ni amantes furtivos y ni mucho menos prometidos, y ni siquiera tengo anillo de bodas, loco maniaco que estas obsesionado con los hombres de cabello azabache-decía enojado William que era jalado con fuerza y arrastrado en el suelo mientras se acercaban al singular lugar de parejas.


-Oh Will ya llegamos, digámosles al Doc. Funeral del Amor que nos enseñe nuevas poses, el Kama Sutra está oxidado-decía con seducción el shinigami carmesí; mientras el otro dios de la muerte se sonroja y no le contesta, mientras observa a otro lugar.


Entraron los dos seres sobrenaturales, uno arrastrado a la fuerza y el otro ilusionado.


-Bienvenidos a mi Tien….Digo al consultorio de conflicto de parejas del Doc. Undertaker, más conocido como doctor Funeral del Amor, en que puedo ayudar a estos tortolos shinigamis ji ji ji ji-decía con burla y risillas discretas el albino, que acomodaba las velas y el sillón de sus pacientes, y su cómoda silla,  dónde escuchaba los dramas y recetaba cosas demasiados fáciles.


-Hola doctor, no sabía que usted un legendario shinigami, fuera doctor de parejas yaoi-decía Grell con ilusión ya que recuerda su primera vez con el atractivo doctor.


-Hola siéntense, bueno eso se debe a un mal contrato con una chica bastante persuasiva, más cuando te secuestran te ponen en la boca y el cuerpo cinta metálica; y te llevan a Roma y te hacen lo mismo que la película “Búsqueda Implacable2”, excepto que no está Liam Nielasen para salvarte la vida ji ji ji-decía Undertaker con risillas y malos recuerdos de eso.


-¡Oh vaya! Will escuchaste, eso deberíamos hacer, que seductor sería que me secuestrarás y me hicieras el amor de manera tortuosa como una película de acción, Will responde-decía enojado el shinigami que mangoneaba al pobre de William.


-Puede ser que la mordaza en su boca y la soga alrededor de su cuerpo no le ayude a contestarle ji ji ji ji, ¿por cierto en qué momento lo amordazo?-pregunto curioso nuestro amigo.


-Oh es cierto-decía avergonzado el shinigami acosador que le quito la mordaza.


-Déjame ir loco maniaco que estas completamente fuera de sí psicópata-decía enojado Will, con un sonrojo de las tonteras embarazosas de esos dos locos.


-Lo ve doctor mi Will, me trata mal por eso le pongo la mordaza y más aún cuando quiera matar a mi Sebas-chan-decía en un mar de lágrimas Grell que se sentaba en el sofá y obligaba a Will a sentarse  a su lado.


-Bueno señor Sutcliff…-dijo el albino pero fue interrumpido por la mano de Grell en desaprobación de su trato.-Señorita, soy una dama y debo ser tratado como tal-decía orgullo el peli-rojo.


-Bueno ji ji ji ji, cómo decía señorita, usted tiene un caso bastante peculiar con su pareja, sé que quiere cambiar su actividad sexual pero debería tomar en cuenta que este joven no le simpatiza usted, no quiere nada con usted y mucho menos es quiere estar amordazado; señorita Grell Sutcliff  usted es un psicópata maniaco lleno de psicosis en un estado de esquizofrenia y aparte es un acosador, violador de Will,  y practica el acoso laboral, así que mi recomendación es deje de acosar a William T. Spears-decía Undertaker con toda la tranquilidad del mundo como si fuera lo más normal del momento.


-No entiendo doctor eso en que ayudará a que mi Will sea mejor amante-decía confundido Grell.


-Muy bien parece que no entiende muy bien, déjelo ser el Seme siempre,  y todo se arregla, tengo un cuarto al lado se los alquilo, y practique para que vea que dejara de ser así y recuerde quítele la mordaza y las cadenas, dele un látigo a él y usted disfrutara de su nuevo pasatiempo favorito el Sadomasoquismo-decía Undertaker resignado, nada haría cambiar el mundo de fantasías de ese shinigami.


-Oh Yes, escuchaste Will, serás el Seme, vamos ven amor hazme ser tuyo-decía ilusionado el shinigami rojo que arrastraba a William.


El pobre Will lloraba a cantaros y le gritaba auxilio a Undertaker que enviaba mensajes de texto.


-William no te pongas así, disfrútalo hazle lo que te hace y puedes usar uno de mis látigos, recuerda eres el jefe, sino jamás te dejara en paz-decía Undertaker dándole ánimos a Will, que después de pensarlo bien cambio de parecer con la idea.


Mientras era arrastrado por el suelo,  y Grell lo llevaba al cuarto de Sadomasoquismo de la tienda; William pensó que enseñándole a Grell algo divertido como él de Seme lo haría dejarlo en paz.


-Tiene razón tal vez así me deje en paz, y puede que lo disfrute, me pregunto si tiene esposas y látigos con púas-decía Will inconscientemente, con ansias de enseñarle a Grell una lección.


Ya desaparecidos los shinigamis, Undertaker salió de la tienda y lo último que escucho fueron gritos de dolor y placer de Grell.


-Parece qué he creado un monstruo del Sadomasoquismo, pobre Grell Sutcliff, no le gustara ser el Uke de nuevo….-decía Undertaker solo en las calles de Londres mientras se colocaba sus auriculares e iba escuchar música; pero antes un grito de placer total bastante perturbador, le decía lo contrario.


-Creo que si seguirá siendo el Uke, y alguien más le gustará su extraña relación como el Seme ji ji ji ji-decía el albino, mientras comía un helado y escuchaba su música favorita.


Esperando a que sus pacientes resolvieran sus diferencias y volver a su hogar ya que aún quedan más pacientes que resolver sus conflictos de parejas.


Después de todo, él no era solamente un enterrador………

Notas finales:

Espero lo hayan disfrutado y haberles sacado una sonrisa ya que eso me hace feliz, merezco un review? Fue divertido?

Por cierto solo faltan 4 capítulos y se termina la parodia!!!

Nos vemos el miercoles!!!

D.W...


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