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Nadie puede saberlo por Bubble Tea

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Notas del fanfic:

IMPORTANTE: La verdad recomiendo leerlo en facebook porque aquí tuve que editar los chats de kaokao y pierden toda su gracia -.-, ya que la página no soporta los códigos.. De igual forma se etnieden si lo leen aquí... Pero bueno, aquí  para ir a la publicación directa en facebook *click*

Notas del capitulo:

IMPORTANTE: La verdad recomiendo leerlo en facebook porque aquí tuve que editar los chats de kaokao y pierden toda su gracia -.-, ya que la página no soporta los códigos.. De igual forma se etnieden si lo leen aquí... Pero bueno, aquí  para ir a la publicación directa en facebook *click*

 

 

[KaoKao - Conversación con  KeyZorritodeJalea]
K: Guapo ‘3’
J- Buedos  ñhiiiias  u.u
K- ¿Con mocos otra vez? ‘ㅂ’
J-  Ne~ (T__T)
K- Yo te curaré amor :3
J- ¿Esta noche en el departamento?
K- ¿Podrás quedarte a dormir?
J- ^-^
K- ‘ ㅂ’
[.]

Jinki escaneó la pantalla de su teléfono táctil antes de cambiar la configuración y activar el otro chip, el normal y suspiró con pesar antes de comenzar con su ajetreado día de trabajo. Estar enfermo no era una excusa para faltar a pesar de estar en una de las mejores posiciones de la empresa.

Su mañana estuvo repleta de reuniones, papeleos y estornudos, por lo que ver a su esposa en su oficina al mediodía le hizo notar que aún faltaba mucho para acabar la jornada.

-Buen día amor-

-Buenos días… Hola baby~-Canturreó antes de acariciar la pancita notablemente redonda de la chica. Cuando Sunyoung intentó besarle, se apartó rápidamente.-No quiero contagiarte.-Se excusó antes de retomar su camino hacia el escritorio.-Podría enfermarte a ti y al bebé.-

-No pasará nada Jinki… ¿Por qué no me has despertado en la mañana? Podría haberte hecho el desayuno… Que esté de ocho meses no implica que sea inválida ¿lo sabes? Estoy harta de repetírtelo.-

-Luna ¿has venido sólo para eso a mi oficina?-

-No… He venido a saludar a tu padre para agradecerle por un obsequio para el bebé, y recordarte que esta tarde tenemos la ecografía ¿podrás venir?-

-Sí… Podré ir pero luego e eso regresaré a la oficina, supongo que duermo aquí hoy…-

-Oh… Intentaré cocinarte algo que puedas calentar aquí luego entonces.-

-Me parece maravilloso.-

-S…Sí, me retiro, nos vemos en el médico… A las cuatro Jinki no lo olvides.-

-Jamás olvido algo para mi hijo…-

-Y tú esposa…-

Fingió no escuchar lo último que dijo la menor y evitó verla, clavando sus ojos en los papeles para que la chica comprendiese que era momento de irse.
Al quedar solo, el morocho se observó en el reflejo de su gran ventanal y se acarició los gruesos labios con dos de sus dígitos mientras se mecía lentamente en su silla. Era contador en una fábrica de accesorios, realmente tenía una vida tranquila y poco apasionante… Hasta que tres años atrás conoció en un viaje de negocios a España una persona más que especial para él; el verdadero amor de su vida… Pero había un inconveniente: que fuese un el,

Con gran pesar, Jinki había ocultado toda su vida su homosexualidad y había aceptado las presiones de su familia y la sociedad al salir con la chica que estaba tan profundamente enamorado de él, hasta el punto de casarse aunque siquiera la soportase, pero de aquella forma mantenía a todos contentos a su alrededor… Pero no a sí mismo.
Regresando al viaje a Europa, allí su grupo de viaje se conoció con otros turistas coreanos que utilizarían el mismo traductor, y entre todas esas personas Kim Kibum llegó a su vida; un chico que era fotógrafo y había sufrido las mismas consecuencias que él: no recibía apoyo con sus ‘preferencias’.  

 Aunque debía admitir que no comprendía en qué momento habían bebido lo suficiente ambos para acabar teniendo una noche de pasión en Barcelona, que sería la telonera a muchos encuentros luego en su país natal.
Pero no solamente su matrimonio (en aquél momento de dos años) estaba en medio, también la novia del chico de brillosos cabellos dorados. Era una realidad que el menor por tres años era un chico fashionista que no intentaba ocultar de igual manera sus inclinaciones, ya que tenía una muchacha a su lado de tapadera y respaldo, además de ser endemoniadamente atractivo.
Los encuentros casuales y el sexo para complacer sus infelices vidas no fue suficiente y luego de unos meses comenzaron a  aparecer sentimientos que florecieron en algo más pasional y romántico. Se amaban, no lo dudaron. Y los resortes  de la cama se relajaron  ya que algunas de las noches de pasión en aquél hotel de media muerte lejos de los distritos donde vivían los utilizaban para tener distintas citas, dentro de esas cuatro paredes. La imaginación los ayudaba para que no fuesen sólo cenas caseras pero precalentadas y películas, a veces encontraban un nuevo pasatiempo que continuaban por semanas y estuvieron a punto de comprar  la habitación para poder pintarla como querían y crear su propio hogar, pero el dueño del hotel les ofreció en una zona un poco mejor a las afueras de Seúl un pequeño departamento de dos ambientes, era obvio que ese hombre sabía negociar con amantes en casos como el de ellos.

Luego de ‘mudarse’ e intentar dormir al menos la mitad de los días de la semana juntos allí, sin levantar sospechas en sus diferentes parejas y así se habían manejado hasta fines del año pasado… Pero junto al cumpleaños número treinta y dos de Jinki, llegó un sorpresivo embarazo por parte de Sunyoung. Ambos habían acordado que sólo tendrían relaciones con sus mujeres en los mes-aniversarios para  que no pensasen que algo había cambiado, ya que desde siempre en sus relaciones con esas chicas había pocos encuentros íntimos debido al rechazo que tenían con ello. Durante enero le costó muchísimo convencer a Kibum de que se había cuidado, y aunque fue difícil volvieron a unirse con ese fuerte vínculo de ambos, sintiendo que estaban destinados.

Todo había vuelto a la misma rutina, y no habían tenido mayores percances, era increíble para ellos la relación que llevaban ya que jamás discutían, si se celaban eran por otros hombres y no por sus parejas  e incluso Kibum había sido quien escogió el nombre del bebé: Taemin. A Jinki le había encantado y sin mucho esfuerzo logró convencer a su esposa de que lo utilizaran.
Onew, como era llamado por parte de su amante,  estaba más relajado cuando regresó a su oficina luego de la cita con el médico; su hijito se encontraba en perfecto estado y para su suerte  su esposa debía hacer reposo así que la dejó en su hogar antes de poder internarse en el trabajo… Además de que vería luego a su querido Key. Pero grata fue su sorpresa cuando el fotógrafo se hizo presente en su oficina, tomándole una foto con un fuerte flash para que dejase de ver los papeles.

-Kim ssi, ni siquiera he notado que ha pedido entrar…-

-Tranquilo conejito, tu secretaria no está… Debía traer las copias de las fotos para esa sesión de fotos en la conferencia que me has contratado la semana pasada, y ya que estaba por aquí~ podía esperarte hasta que puedas irte.-Mientras hablaba, el menor dejó la cámara sobre el sofá y se acercó hasta el castaño, sentándose en su regazo antes de dejar un corto besito en la punta de su nariz.-No pareces tan enfermito, mentiroso. ¿Querías mimos extras acaso? –

-No es eso ~~ bueno, sí..-Bromeó el mayor antes de acariciar la diminuta cintura del contrario, robándole un corto beso de sus labios.-Ya podemos irnos si lo deseas…-

-Claro que sí, te haré una cena especial para ese resfriado… Aunque tu voz así de nasal y grave es tan sexy, que podría terminar cenándote yo a ti.-

-¡K..Kibum!-Balbuceó Jinki intentando no atragantarse con su propia saliva y a continuación volvió a unir sus  gruesos belfos con los del fotógrafo en un hambriento beso gracias a todo el tiempo apartados, sumándole algunas caricias con sus traviesas manos antes de prepararse ambos para irse, cerrando su oficina tranquilamente y luego cada uno abordó su propio coche, dirigiéndose a un mismo destino oculto; su verdadero hogar.

Lo que no esperaban, era que aquél día luego de la dichosa ecografía Luna le decidiera regresar a la oficina de su esposo para pedirle que cenara con ella, pero en su lugar se encontró con la amorosa escena repleta de  tiernos apodos, besos y caricias que siquiera en la secundaria había presenciado desde de Jinki, por lo que se ocultó con su gran panza para poder seguirles hasta el departamento tan alejado de su ámbito regular.



[KaoKao - Conversación con  KeyZorritodeJalea]
J: Me siento mucho mejor, gracias por los mimos de anoche~*-*

K: Hoy me has dicho un delicioso buenos días ^^

J: Ya te extraño T___T

K: Y yo a ti mi guapetón T__T

J: ¡Me he olvidado de enseñarte la ecografía de Taebaby!

K: ¿Qué tal si tomamos un café por gangnam? Tengo una sesión en la quinta avenida en la tarde.

J: ¿Con modelos o modelaaaaaas?

K: Conejito…

J: Sólo pregunto.

K: Models ‘ㅂ’

J: English …

K:… os

J: Oh…

K: Tú eres mucho más guapo que todos ellos.

J: Hm…

K: Jinx, babe… T_T

J: Hmmm.

K: …

J: Hmmmmmmmm.

K: No comprendo ¿cuándo entenderás que me encanta ver tus pectorales rebotando en una pseudo cámara lenta como en una buena porno cuando me haces el amor?

J: KIBUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUM T///T
K: Kkkk lo logré, te amo~ *3*

J: También te amo^-^  

K: Te enviaré un mensaje con la dirección del café y la hora en un rato entonces, ahora debo trabajar.

J: Igual yo T^T

 [.]


Pero el café jamás llegó, ya que una llamada de urgencia en el hospital le informó que su hijo estaba a punto de nacer. No comprendía bien por qué ya que desde el 10 de diciembre se había calculado que aún faltaba poco más de un mes, pero cuando le explicó la enfermera que se trataba debido a un ataque hacia su esposa dejando a ambos en estado crítico., enarcó ambas cejas, dejando el trabajo como estaba y se corrió hacia la clínica privada con la cual habían tratado todo el embarazo.

El calor de julio le acariciaba el cuerpo, haciendo que sus poros desprendieran lentamente pequeñas gotas por toda su anatomía, pero lo único que podía hacer era darle largas caladas al cigarro mientras pensaba las palabras del médico apenas llegó al lugar:  Luna había sido asaltada y una daga fue clavada sobre su notable pancita aquella tarde a una calle de su departamento luego del mediodía, cuando la menor al parecer decidió salir a caminar. Por suerte habían salvado a ambos, pero el niño debió ser sacado casi un mes antes y ahora se encontraba en una incubadora. El castaño por suerte estuvo presente en el momento de la cesárea por unos momentos mientras eran salvados ambos individuos pero rápido le despojaron de su hijo para hacerle unos cuantos chequeos y su esposa estaría dormida por los calmantes por unas horas, así que allí se encontraba,  fumando aquél pitillo blanco mientras sus padres y sus suegros le llamaban cada dos minutos, avisándole que en unas irían luego del trabajo o apenas pudiesen desprender del  mismo.

Kibum apareció unos segundos después y le abrazó fuertemente, escuchando sus explicaciones antes de besarle sus labios y le invitó a dejar el cigarro para entrar nuevamente e ir a averiguar sobre el pequeño Taemin. Después de todo Key también consideraba al niño como su hijo; juntos con Jinki habían leído libros de paternidad (y maternidad), habían hecho compras para el bebé y el rubio era quien le recordaba algunos truquitos que debía cumplir su esposa para mejor crecimiento del niño.
Por supuesto,  ambos andaban apartados y lo presentó frente a los médicos como su primo; y el doctor de cabecera le anunció que el niño no necesitaría incubadora y podría estar con su madre apenas despertase la misma, pero si lo deseaban, podían verlo y llevarlo al cuarto. Ambos se higienizaron antes de estar vestidos con las batas, barbijos y guantes y saludaron  al bebé con un dulce cántico antes de quedarse en la habitación junto  a Taemin, ignorando a la durmiente mujer. Pero Key tuvo que irse antes de que la misma abriese sus ojos o los familiares aparecieran y el padre de Jinki reconociera al fotógrafo que tanto había trabajado últimamente para su empresa.


Al quedar a solas con su hijo, Onew decidió que haría lo imposible para que ese hermoso y diminuto niño fuese feliz. No lo soltó de sus brazos en ningún momento y acarició de tanto en tanto los tiernos cachetes que tenía su hijo y suspiró cuando notó movimientos en la cama.

-¿J… Jinki?-

-Sunyoung…-

-¿Có… Qué tienes ahí?-

-¿’Qué’? Dirás quién, es mi bello hijo Taemin…-Notó como la chica de baja estatura se reincorporaba demasiado rápido y por la mueca que hizo supuso que le habían dolido las nuevas cicatrices en su cuerpo.-¿Qué haces? Te abrirás las heridas.-

-¿Cómo es que está vivo?-

-¿De qué hablas? Debe ser la anestesia, recuéstate mujer.-

-Pero me apuñalé en medio del abdomen…-Ante aquellas palabras dio un paso hacia atrás, cubriendo a su bebé contra su torso, escuchándola con atención.

-Luna, estás delirando…-

-¿Delirar?-La mujer se abrazó hacia sí misma (tal vez por el dolor) antes de continuar.- Estoy más que segura de que no ha sido una alucinación cómo te besabas con ese chico rubio ayer.. ¿Q..Quién?-Sintió sus piernas temblar mientras un frío cosquilleo bastante incómodo le recorría, pero contuvo la postura por el niño en sus brazos.

-No sé de qué hablas mujer.-

-Lo sabes bien… Sabía que no me amabas, creí que era alguna prostituta o algo de eso que te había enamorado y que por eso la ocultabas. Pero luego de verte hablar de aquella manera con ese chico, cóm… Cómo lo mirabas… Si quiera cuando me has propuesto matrimonio me has hablado con tanta dulzura… Pero no sólo eso, mientras yo me tomé el trabajo de pinchar tus condones para poder recuperar tu cariño con un hijo, tú estabas muy ocupado con ese… Tipo.-

-Espera, espera… Que tú has hecho ¡¿Qué?!-Se dejó caer en el sofá detrás de sí intentando no elevar la voz o despertaría a Taemin.-Estás loca, avisaré que te encierres… Querer matar a tu hijo…-

-Adelante, asqueroso marica ¿y que todos se enteren de lo que ocultas? Já, no me hagas reír Jinki.-

-No lo dirías… Te encuentras perdidamente enamorada de mí, no te atreverías a arruinarme la vida; más de lo que  ya lo has hecho-

-Lamentablemente, tienes razón. Hasta ayer en la mañana soportaba tu rechazo y frialdad en aumento, aunque cuidaras del bebé mi plan no había funcionado; y podía esperar hasta el día que te arrepintieras y me pidieras perdón para envejecer juntos… Pero ahora que sé que eres un asqueroso gay me siento sucia por el simple hecho de haber tomado tu mano.-

-Sunyoung…-La puerta se abrió de par en par y los dos matrimonios adultos entraron con grandes obsequios y radiantes sonrisas para conocer a su primer nieto…







-Entonces ¿si divido de un lado, al pasar al otro es multiplicación?-

-Así es Sungminnie ¿quieres un poco más de refresco?-

-¡Ne~  por favor profesor~!-

-De acuerdo, por mientras has los otros dos ejercicios ¿hmm?- Jinki suspiró acomodándose el negro cabello algo largo hacia atrás y se dirigió a la diminuta cocina contigua antes de morderse apenas los labios y le sirvió el brebaje a su alumnito de  tierna sonrisa antes de escuchar torpes pacitos detrás de sí.

-Appaji~~ appaji~~ -

-Ow ~ buenas tardes Taeminnie ¿ha estado rica la siesta?-Tomó a su hijo de tres años en brazos mientras éste se desperezaba de la manera más tierna que jamás había visto antes de besarle su frente.-Debo llevarle esto a Sungmin ¿me acompañas o  te quedarás jugando en la pieza de appa?-

-Hmm ¡Taemin saludará!-Cuando el niño de corte de cabello carre alzó nuevamente ambas manitas al aire, suspiró sonriente tomando el frío vaso de jugo antes de regresar a su sala de estar.

-¿Profesor nim si cam… ¡Ah! Hola Taemin~ no te he visto la semana pasada~- Cuando el niño se reincorporó del cojín dónde se encontraba sentado y acarició las mejillas de su hijo; Jinki dejó escapar una corta risa antes de entregarle la bebida a Sungmin y luego meció al medio dormido niño entre sus brazos mientras se sentaba frente a su alumno para terminar la clase particular, después de todo su madre llegaría a buscarlo en cualquier momento.

Jinki observó a Taemin que volvió a dormirse en sus brazos y sonrió acariciándole el rostro con el dorso de su mano suavemente; pensando en lo difícil que había sido todo desde que la hermosa criatura había llegado al mundo para iluminar sus días: Luna había hecho un escándalo en el hospital, y allí fue cuando sus padres se enteraron de algo que tantos años le costó ocultar, le desheredaron, echaron de la casa y por supuesto, le despidieron de su empleo. Sunyoung se negaba a tener un hijo con ‘genes contaminados’ y renunció a la tenencia de Taemin,  entregándole todo el poder. Por lo que al quedar casi en la calle, Kibum tomó el valor de dejar a su novia diciéndole la verdad y su familia tampoco estuvo muy de acuerdo pero para la suerte de ambos se encontraban lejos en otra ciudad, Daegu, así que lo único que tenían para volver a empezar era el esporádico trabajo de Key como fotógrafo y el pequeño departamento dónde su amor había florecido de una manera tan mágica… Y se habían empeñado en que funcionaría como fuese.
Una pareja de lesbianas que vivían en el edificio frente a ellos se enteraron parte de su historia al hacerse amigos luego de cruzarse varias veces en el mercado de la esquina, y al ser una directora de un instituto de a poco ayudó a Jinki para que diera clases de apoyo a los alumnos que lo necesitaran, ya que a Onew le faltaban las pedagógicas y no podía darle empleo dentro del colegio de forma titular. De igual manera era mucho el trabajo que tenía como profesor de apoyo y las ganancias no eran desorbitantes ni podían darse grandes  lujos como había sido durante toda su vida hasta el momento, pero bastaban para mantenerse. Además de que Kibum  al ser conocido que era gay, a algunas marcas le gustaban las tendencias y demás que imponía ahora la homosexualidad así que le ayudó a conseguir un poco más de trabajos en revistas y desfiles, siendo un sueldo casi fijo cada mes. Sí, habían perdido todos los lujos que tenían pero jamás pasaron hambre y nunca le faltó nada a Taemin, e incluso de tanto en tanto podían darle algún que otro capricho en juguetes o dulces a su hijo, a quien criaban con mucha dedicación y afecto; y de manera recíproca Taemin los adoraba a pesar de notar que él no tuviese mamá y sí dos papás. Ya de más grande le explicarían cosas que ahora no iban al caso.



-¡Pero Appaki! ¡¿Qué tiene de malo que sea extranjera?!-

-¡En que no me fío de ella!-

-¡Ugh! Mi novia no va a tener prohibida la entrada a casa sólo por que tú no la quieres por no ser oriental! ¡Serás gay pero eres un discriminador!-

-¡Eso es todo, Lee Taemin! A tu habitación y no saldrás este fin de semana.-

-¡Eres un hipócrita!-

-¡Sólo me preocupo por tu bien!-

-¡Ahhh! ¡Appaji dile algo!-

-¡Exacto, Jinki dile a mi hijo que tenog razón!-

Onew observaba la bomba a punto de explotar por parte de su hijo adolescente y su, desde hacía unos cuantos años, esposo discutir. Siempre había pensado que su hijo tenía las mismas inclinaciones al ser tan diva y fashionista como Kibum, pero al llegar de trabajar aquella tarde y encontrarse a Taemin junto a una chica de redondos ojos verdes semidesnudos en el sofá, notó que su teoría era errónea. Ah, y él que creía que ese tal Jonghyun, mejor amigo de su bebé,  que tanto observaba a su diva Key era el que conquistaría el corazón de su hijo. Dejó de despabilar cuando ambos rubio y morocho le observaban esperando que diese su veredicto, pero era una realidad que esos dos en realidad se adoraban y pocas veces tenían aquél tipo de discusiones… A veces Taemin abusaba de sus libertades y Kibum lo sobreprotegía de una manera demasiado exagerada… ¿Pero qué iba a hacer él si les adoraba?  

-¿Vamos a España en el verano?- Luego de que su hijo comenzase la secundaria, habían conseguido elevar su nivel económico gracias a lo prestigioso y solicitado que era Kibum, además de que Jinki había fundado un instituto de clases de apoyo que cubría todo Seúl,  y ahora su modesta casa a las afueras del lujoso distrito gangnam era un orgullo para él y su pareja. Además  del menor que sabía ya toda la historia verdadera luego de que cumplió los dieciséis años y exigió saber todo su pasado (Taemin les confesó que pensaba ver adoptado, pero a veces sospechaba ser parecido a ellos, y además agregó que no deseaba conocer a esa supuesta madre que tenía).
Cuando descolocó de aquella manera a su familia y los dos rieron dulcemente antes de acercarse a él, siendo Taemin el primero en hablar con las leves risas.

-Lo siento appaki, te la presentaré cómo se debe y verás que tiene más respeto por nuestra cultura que algunas coreanas, además ha sido criada aquí.-

-Y yo lamento ser tan dramaqueen… Bueno, no lo siento pero intentaré controlarme un poco…-

-Entonces…. ¿Conoceré el famoso lugar dónde sus miradas se encontraron por primera vez y se enamoraron?-Ante la respuesta de su hijo, Jinki abrazó a ambos por la cintura para atraerlos hacia sí y dejó escapar una corta risa.

-Por esas cosas juraba que eras gay, hijito…-

-Igual yo…-

-¡Appaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaas!-

Fin :D

Notas finales:

Espero les gustase!


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