-Llegamos- dijo tranquilamente la directora cuando por fin habían tocado tierra después de una vuelo de unas horas -Bien, el es Raúl. -La mayor le había presentado a un sujeto que las estaba esperando en el aeropuerto vestido de traje muy al estilo estadounidense- él te llevará hasta la academia, yo llegaré en unas horas- La señora Andrea hablaba distraídamente mientras caminaba y realizaba una cosas en su celular.
-V-vale, pero, ¿donde dejo mis cosas?- la menor se encontraba cargando su mochila mientras seguía a su nueva directora.
-En la academia te está esperando tu compañera de cuarto, su nombre es Aylin Esquivel, como tú, es una estudiante con beca, pero ella llegó hace un año aquí.- llegaron a la calle y entonces la señora tomó el primer taxi libre que vio, subió al mismo y sacando una mano se despidió de la menor.
Elizabeth suspiró pesadamente, acababa de llegar a una ciudad desconocida y la única persona “conocida” se acaba de marchar en un taxi sin dar muchas explicaciones, así que solo subió al coche en donde Raúl, el chofer, ya estaba esperando a la chica, entonces el chofer puso en marcha el automóvil, en dirección a la academia, tardando alrededor de una hora en llegar al destino, y justo como la directora había dicho, en la entrada se encontraba una chica, al parecer de su misma estatura, de una piel lechosa, parecía bastante frágil pero bueno las apariencias engañan, Elizabeth despidió al chofer que al parecer tenía otras cosas que hacer y se dirigió a la chica que se encontraba ahí recargada en uno de los muros de la entrada.
-hola, tu… ¿eres Aylin?- La chica se sobresaltó un poco pues al parecer estaba escuchando música y no se había dado cuenta de la presencia de la pelirroja, entonces se quitó uno de sus audífonos y sonrió
-Si, soy yo, entonces tu debes ser, hmmm Elizabeth ¿cierto?- Aylin seguía sonriendo mientras observaba de arriba abajo a su interlocutora.
-Así es- Elizabeth le sonrió de vuelta a la chica que tenía frente a ella, viéndola de pies a cabeza, la tal Aylin vestía unas bermudas con diseño de camuflaje, una playera entallada sin mangas color blanco, y unos converse negros -Mucho gusto- respondió la pelirroja sin dejar su sonrisa.
-Entonces, me imagino que no te han explicado realmente nada ¿verdad?- la pálida chica parecía divertida con la situación pero Elizabeth no entendía del todo porque.
-Básicamente entré en está escuela solo por resolver un cubo de rubik, así que puedo darme una idea de que las cosas aquí no son como normalmente serían, ¿no? -Elizabeth era muy inteligente, pero no hacía falta serlo para darse cuenta de que eso no era algo muy normal para entrar en un colegio.
Aylin pasó de largo la explicación que la pelirroja le había dado y simplemente comenzó a caminar en dirección a los edificios de la escuela, la chica se puso uno de sus audífonos y se volteo a ver a Elizabeth con una sonrisa.
-Bienvenida a un nuevo mundo- fue todo lo que dijo la chica sin dejar de sonreír, entonces retomó su camino sin prestar atención a nada que no fuera su música.
Elizabeth, en lugar de haber resuelto sus dudas había conseguido agrandarlas, comenzó a observar a su alrededor, y se dio cuenta de que en el patio delantero del colegio estaban muchísimos jóvenes, cada uno tan diferente al anterior, pero a su vez tan similares, o eso es lo que la joven pelirroja creía.
al cabo de un rato de seguir a la chica que la había recibido en la entrada al colegio, se detuvieron frente a una puerta de madera, que extrañamente tenía un cerrojo eléctrico, bastante complicado al parecer de Elizabeth, pero en un pestañeo la chica que la acompañaba había abierto la puerta, entraron en una habitación de buen tamaño como para albergar a 4 personas, la habitación estaba compuesta por una sala, cocina comedor, 2 recamaras, un baño, y una enorme ventana que daba en dirección al lago que se encontraba próximo a los terrenos del colegio.
-Bueno, aquí dormirás a partir de ahora- decía una sonriente Aylin mientras comenzaba a desvestirse sin ningún pudor frente a Elizabeth, quien solo optó por voltearse mientras los tonos de su piel subían poco a poco.
-¿No deberías cambiarte en tu habitación?- preguntó un poco apenada la pelirroja mientras sacaba el cubo de rubik con el cual había entrado en la escuela.
-para empezar, somos chicas, así que no tengo problemas, y segundo, ese es el cubo que resolviste ¿no es así?- Aylin se había quedado en boxers, un top deportivo, y había soltado su negra y lacia cabellera, dejándola caer simplemente sobre sus hombros lo cual la hacía ver bastante llamativa.
-B-bueno tienes razón- respondió Elizabeth un poco intimidada por la falta de pudor de su nueva compañera de habitación.
-Es hora de contarte todo- dijo la pelinegra sentándose en un sillón individual que estaba en la sala indicándole con una sonrisa a Elizabeth que se sentara frente a ella, y esta así lo hizo. -primero, como notaras esta escuela no es común, segundo, si te tocó compartir habitación conmigo, es porque seguramente eres bastante interesante, y tercero, nada de lo que ocurre aquí es lo que se conocería como “normal”- dijo haciendo un gesto de comillas al tiempo que decía la palabra. -bien te explicaré, esta escuela fue fundada hace 10 años, por la directora Andrea, a la que seguramente ya conoces, en ese tiempo, la directora era una científica, que estudió, hasta donde le permitieron, el cerebro humano y su potencial, eso incluye claro está en las habilidades que se obtenían al aprender a controlar el potencial obtenido.- hizo una pausa para tomar aliento y de paso observar cómo reaccionaba Elizabeth ante la información que estaba recibiendo, al ver que la pelirroja no decía nada comenzó a hablar de nuevo. -está escuela la formó después de que la sacarán de la investigación, pues los otros científicos, habían comenzado a experimentar en niños, que eran los sujetos de prueba más adecuados, lo cual a la directora no le molestaba, el problema, fue cuando comenzaron a hacer las pruebas más crueles, los niños habían comenzado a sufrir, y muchos murieron…- la pelinegra cerró los ojos con tristeza, mientras respiraba pausadamente, tratando de controlar el llanto que gritaba por salir y continuó. -ahí fue cuando la directora se opuso, y por salvar a una niña de 9 años de una posible muerte dolorosa, fue despedida, disfrazando ese hecho con una supuesta jubilación, en ese momento, creó esta escuela, para ayudar a los jóvenes con ese potencial latente, a desarrollarlo y controlarlo, y tu, eres uno de esos niños, el cubo que resolviste no es un cubo normal, manda señales indetectables a simple vista, que afectan la percepción del cerebro, las personas capaces de “ignorar” esa señal, son las únicas con el potencial de controlar las habilidades que desarrollan aquí, las cuales poco a poco iras descubriendo, no todos tenemos las mismas habilidades, lo único que todos tenemos en común, es el ser personas sin familia, los restos de la sociedad, los humanos olvidados al final de la fila. la chica terminó de contar todo esto a Elizabeth, quien estaba con un rostro neutro, casi parecía que no había escuchado nada de lo que la pelinegra le había dicho, pero entonces su rostro cambio a una sonrisa, que era lo que menos esperaba la otra chica.