La génesis de todo
Seúl, Corea del Sur, siglo XXI
Invierno del 2013
El reloj principal marcaban las doce, junto con aquella melodía del pájaro sin vida, anunciando la media noche. Un frio gélido azota la ciudad y una capa de nieve la ha cubierto por completo, algunos ancianos murmuran que podría tratarse del día más frio de la historia, la luna brillaba en todo su esplendor, tanto así que los copos de nieve resplandecían con lucidez.
El viento era cortante, se podía escuchar su sonido cuando pasaba cerca a tus oídos, las casas parecían locomotoras de vapor, cuyas chimeneas desprendían ese humo grisáceo y sofocante.
Parecía que no habría mañana cálido y acogedor, todos metidos dentro de sus mazmorras llamadas hogares, tratándose de refugiar, ni un alma por las calles, ni el sonido de los neumáticos de los autos chillar por la carretera, la ciudad reflejaba ese extraño páramo fantasmal, frio y desolador.
A lo lejos se podía escuchar un sonido disonante, que cada vez se podía sentir cerca… cada vez más cerca…, era la entrada triunfal de los rayos, que golpeaban con fuerza los suelos congelados de la ciudad.
-Lo que me faltaba…- murmuraba un joven al volante.
Aquel dueño de la frase, era Kyungsoo… Do Kyungsoo, que iba en su auto un Mini Cooper, manejando a una velocidad no más de cien kilómetros por hora, ante sus ojos pudo divisar la espantosa tormenta, frunció los labios en señal de pesar, aunque por unos segundos sintió que las piernas le flaqueaban...
-Vamos Kyungsoo, ya pronto llegaremos a casa – decía aquella expresión para darse valor.
Hundió su pie en el pedal del acelerador, y cambio a segunda con la palanca de cambios. Su mente divagaba en maldecir su mala suerte de estar en medio de una tormenta o en haber perdido su cita con Luhan, el chico más popular de su escuela.
Movió su cabeza en señal de negación, tratando de concentrarse en la autopista, lo que menos quería era terminar su pésimo día en el hospital. Tan pronto como vio a lo lejos, su casa, suspiro en señal de alivio, aparco cerca y bajo rápidamente para dirigirse hacia la puerta. Mientras buscaba sus llaves, escucho claramente una voz llamándolo…
-Kyungsoo…-
Era una voz cálida y triste pero a la vez sombría, Kyungsoo se quedó inmóvil, mientras su cerebro trataba de procesar lo que acaba de escuchar, pero solo pudo oír el sonido de su corazón golpeando contra su pecho, pensó que le estaría dando taquicardia.
El sonido de la puerta al abrirse le hizo dar un grito ahogado…
-¿Kyungsoo? ¿Qué haces afuera? – era Suho su pequeño hermano.
-Yo…- respondió con la garganta aun seca.
-Pasa te enfermaras – su hermano lo jalo hacia dentro de la casa.
La casa de los Do, no era ni muy grande ni muy pequeña, tenía un aspecto de residencia añeja, que se encontraba en el fin del mundo como diría el hijo mayor de los Do; para llegar a ella, debes pasar por una larga carretera cubierta de una niebla densa, que le daba ese toque aterrador…
-¿Por qué estas callado? ¿Sucedió algo con tu cita? – dijo Suho colocándole una toalla a su hermano sobre su cabeza.
-No… de hecho no pude ir… - respondía Kyungsoo mientras se secaba un poco el cabello.
-¿dejaste plantada a Xiao Luhan? – exclamaba una sorprendido Suho.
-Pues… algo así… - sonrió inocentemente.
-¡Diablos! Lay me matara… -
-Pero no fue mi culpa, la tormenta arruino mis planes, pero mañana en la escuela me disculpare, lo prometo… - decía mientras juntaba las manos en señal de súplica.
-Más te vale Kyungsoo, no quiero tener problemas con Lay –
-Cambiando un poco de tema, antes de entrar a casa, me pasó algo extraño…- decía Kyungsoo pensativo.
-¿Qué sucedió? –
-Escuche la voz de alguien, llamándome, pero dudo mucho que alguien este por estos lares a estas horas de la noche…-
-¿estás seguro? ¿No será tu imaginación? –
-No, Suho, estoy seguro, no creo que sea esquizofrénico para escuchar voces…-
-Mmmm, tal vez sea el sonido del viento, ya sabes, como le tienes miedo a las tormentas, de seguro te hizo alucinar lo que me acabas de contar-
-Tal vez… - murmuro Kyungsoo.
-Bueno… es hora de ir a dormir… - decía el pequeño Do estirándose.
-Si tienes razón, es muy tarde y mañana hay escuela, buenas noches Suho…-
-Buenas noches Soo – su hermano le sonrió.
Kyungsoo subió a su recamara, tratando de confiar en la respuesta de su hermano, con respecto a aquella voz, pero muy en el fondo de él, sabía que era real, alguien le había llamado, pero no tenía ni idea de quién podría haber sido…
Se colocó su pijama de pororo, algo distintivo en el, era una característica propia de su personalidad entre infantil y su apariencia de hombre maduro, se miró al espejo y galante de su vanidad sonrió con picardía…
-Sigues siendo guapo Kyungsoo – se alaba mientras se miraba.
Se cepillaba los dientes, mientras escuchaba “Set fire in the rain” de Adele, a volumen moderado, cerrando los ojos para disfrutar dicha melodía y letra de aquella canción que le gustaba tanto.
Al abrir los ojos lentamente para verse en el espejo, se quedó en shock, había una sombra tras las cortinas, podía sentir su mirada penetrar por sobre ellas e ir directamente a impregnarse en sus ojos, el aliento se le esfumo por completo, su garganta experimentaba una sequedad y el corazón le latía lentamente…
Cerró los ojos con el afán de que al abrirlo, no hubiera nadie. Y así fue, dio un suspiro de alivio, trato de tranquilizarse, eran muchas emociones recorriendo a mil, por todo su cuerpo, mentalmente se gritaba que lo que había sucedido segundos antes era parte de su imaginación. Se puso de pie con la poca fuerza que le quedaba y cerró las ventanas con seguro. Cuando se cercioró que todas estaban bien cerradas se metió a la cama, abrazando su peluche de Pororo, cerró los ojos bruscamente, para conciliar el sueño aunque sin lugar a dudas, esta noche no era una noche cualquiera…
Al otro lado de la ciudad yacía sobre el sofá, un joven cuya apariencia denotaba no exceder los dieciséis años, se encontraba leyendo una revista de carros, mientras esperaba a que regresara a casa su compañero de toda una vida…
A penas escucho el sonido de la puerta crujir, cerro dicha revista, se puso de pie y se dirigió hacia la entrada principal…
-Jongin – decía con una voz molesta.
-¿aun estas despierto? – decía el otro joven mientras se sacaba el abrigo.
-¿Dónde estabas? –
-No es educado, responder con una pregunta –
-Déjate de juegos y dime dónde has estado, son más de la media noche-
-Sehun, eres mi novio no mi mamá, estuve observando… -
-¿a quién? –
-Digamos que lo encontré… - decía Jongin mientras caminaba hacia el sofá para sentarse.
-¿Lo dices enserio? – exclamó Sehun sorprendido.
-Si –
-¿Cómo estás tan seguro? –
-Porque sé que es el –
-Entonces al fin apareció, tardo muchos siglos…–
-Te lo dije, era cuestión de esperar – decía Jongin mientras abrazaba a su novio.
-Por el sonido de tu voz, no cabe duda que es el…
-Siempre será el, siempre – respondía Jongin mientras besaba el cuello de Sehun.
El sol aún se mantenía oculto pero las manijas de reloj seguían su recorrido, el viento azotaba de una lado a otro, sin lugar a dudas otro día frio se esperaba, como era de esperarse el hijo menor de los Do, caminaba pausadamente hasta la habitación de su hermano…, el singular sonido ¡Toc! ¡Toc!, fue lo que retumbo por toda la casa…
- Soo, ya despierta, llegaremos tarde – decía el pequeño Do.
Al no encontrar respuesta alguna de su hermano, decidió abrir la puerta, tomo el pomo y giro lentamente.
-¿Soo? –
Asomo la cabeza tras abrir la puerta. Y vio sobre la cama un bulto inerte, frunció el ceño, y camino hasta el borde de la cama.
-Kyungsoo despierta – decía moviendo a su hermano tras las cobijas.
-Llegaremos tarde – esta vez su tono de voz de elevo un poco.
-¡No me dejes! – escucho el grito de su hermano mientras la tomaba de las manos.
-¿de qué hablas? – pregunto Suho, algo asustado y confundido.
Diviso en el rostro de su hermano, emociones sombrías, era una mezcla y desesperación, se percató que una ligera capa de sudor lo bañaba junto con una agitada respiración…
-¿estás bien? – pregunto con preocupación.
-Si… - respondió Kyungsoo mientras su respiración se calmaba.
-¿una pesadilla? –
-Creo que si – dijo mientras se retiraba las cobijas, y se levantaba de la cama.
-¿quieres hablar de ello? –
Kyungsoo lo miro por unos segundos y negó con la cabeza lentamente…
-Ahora no, tal vez, cuando estemos en el auto…. – dijo como restándole importancia.
-Está bien te espero abajo… - dijo el pequeño Do.
Kyungsoo espero a que su hermano saliera, se metió al cuarto de baño, se lavó los dientes, la cara, se dio un baño rápido, se puso unos vaqueros azules, junto con una camisa blanca con puntos negros, se colocó sus botas rápidamente, no tuvo mucho tiempo para peinarse, así que decidió ponerse una gorra negra.
-Adiós Papá, Mamá – murmuro mientras pasaba por un cuadro, donde yacía una foto de una pareja relativamente joven.
Antes de salir, saco del perchero del guardarropa principal, su abrigo negro, se lo puso, y salió…
-Diablos, el clima cada día está peor – exclamo tras correr hacia su auto, donde su hermano estaba sentada en el asiento del copiloto.
-“You’re just like an angel…Your skin makes me cry…” – Escuchó a su hermano cantar.
-¿Creep? – pregunto Kyungsoo enarcando una ceja.
-Es una canción épica de Radiohead – respondió Suho mientras movía la cabeza al ritmo de la canción.
Kyungsoo puso los ojos en blanco, señal de irritabilidad, encendió el auto y procedió a conducir…
“Se comunica a todos los conductores, proveer su manejo, hoy se presentara una tormenta, con una lluvia intensa…”
-Lo que me faltaba, ahora que llego tarde, habrá una tormenta – dijo Kyungsoo ofuscado.
-Así parece… -
-Al menos regresaremos juntos – se escuchó un alivio por parte de Kyungsoo.
-Lo siento, pero hoy pasare la noche en la casa de Lay –
Kyungsoo bajo la velocidad, y miro a su hermano, con todo el horror del mundo…
-¿Qué? –
-Oh, no… no… no me mires así hermanito, le ayudare a estudiar, no haré nada de lo que tu mente pervertida está pensando en este momento-
-Eso espero –
Respondió Kyungsoo mientras estacionaba el auto, en el aparcadero de la escuela…
La famosa escuela elemental de Corea del Sur, donde van los niños ricos de dicha ciudad, las familias más pudientes podían darse el lujo de mandar a sus hijos a dicha escuela, una de estas familias eran los Do, cuyos hijos eran poseedores de una gran belleza y carisma, aunque el menor denotaba madurez y seriedad, todo lo contrario del mayor, que era un tanque de energía, además de ser dueño de una de las sonrisas más bellas que el mundo podía contemplar.
-Suho – a lo lejos se escuchó el grito entusiasmado de un joven que corría en dirección de los hermanos.
-¡Lay! ¡No corras te vas… - demasiado tarde Lay su novio había caído en el pavimento.
-¡Omo! – Suho corrió en su ayuda.
-Lay te dije que no corrieras –
Una voz muy familiar para Kyungsoo, entro en escena. Era Xiao Luhan, el chico más famoso de la escuela, poseedor de una belleza enigmática, una sonrisa sexy, y cuerpo que toda persona quisiera poseer, además de su personalidad, sencilla, y educada, y como bono a todo eso, era el hijo mayor de los Xiao una de las familias más ricas de Corea. Era el primer amor de Kyungsoo, sentía que su corazón revoloteaba de alegría, Luhan lo vio a lo lejos y le dio una sonrisa tímida.
-¿ya no te duele cariño? – miro a su hermano que tocaba delicadamente la cabeza de Lay el hermano menor de Luhan.
-Estoy bien Suho, lo siento –
Ver a su hermano tan enamorado del menor de los Xiao, hizo sentir un sentimiento de envidia a Kyungsoo…
-¡Tú! - vio que Lay se le acerco molesto.
-Hola Lay – respondió secamente Kyungsoo.
-¿Cómo te atreviste a dejar plantado a mi hermano? ¿Sabes cuantas chicas o chicos quisieran estar en tu lugar? –
-Lay, ese es un asunto entre él y yo, creo que Kyungsoo tuvo sus razones que luego me las dirá ¿Cierto Soo? – Luhan le sonrió un poco mientras trataba de controlar a su hermano que hacia un bufido.
-Si… -
-Entonces las dejare solas, Suho y yo debemos ir a clases – Lay tomo a su novio de la mano, y ambos dijeron adiós con las manos, marchándose.
Tanto Luhan como Kyungsoo caminaban por el pasillo en silencio, este último porque traía la vergüenza de haber dejado a Luhan plantado…
-Mmmm, entonces ¿me dirás tus razones? – dijo Luhan mirando al cielo.
- Una tormenta me atrapo al medio de la noche, trate de llamarte al celular, pero no había señal, así que regrese a casa –
Al recordar esto último, su mente atrajo el recuerdo de aquella persona llamándola, y por ende esto le llevo hasta el sueño que tuvo…
-¿tendrá alguna relación con lo soñé? – murmuro.
-¿uh? ¿de qué sueño hablas? - Dijo Luhan colocándose delante de Kyungsoo.
-Oh, es que tuve un sueño algo extraño –
-¿enserio? Quiero oírlo, cuéntame –
-No recuerdo haber tenido este sueño antes. En el sueño hay un chico que no conozco. Amo a ese chico... Y él me ama también. Pero, al final siempre... El volaba hacia el cielo y yo despertaba de mi sueño. Es raro porque el amor nunca lo he experimentado –
-¿y ese chico como era? Tal vez pueda que sea yo – respondió Luhan sonriendo ampliamente.
-Mmmm, pues ese chico era más alto y era un poco mas bronceado que tu, y tenía el cabello color negro… siento decepcionarte –
-Para nada, tú dijiste que el volaba, eso quiere decir que se iba, lo cual eso no sucederá conmigo, yo nunca te dejare – Luhan tomo de los brazos a Kyungsoo.
-¿Luhan? –
-Si quieres descubrir el amor, no debes hacer tantas preguntas, simplemente hacerlo… -
Luhan cerró la brecha entre ambos labios, el beso fue puro y casto, como cuando das tu primer beso al chico que te gusta en primaria, inexplicablemente, Kyungsoo sintió que pequeñas lágrimas emanaban de sus ojos…
-Lo siento – Luhan se alejó.
-No sé porque estoy llorando… - respondió Kyungsoo mientras sollozaba más.
-Shuu, tranquilo – Luhan abrazo cálidamente a Kyungsoo, como tratando de aliviar el error que él pensaba que había cometido.
POV Kyungsoo.
Realmente al sentir los brazos cálidos de Luhan, me hacían sentir seguro, pero por otro lado sentía un dolor en el pecho, como si alguien muy cercano a mí, hubiese muerto, además no quería hacer sentir mal a Luhan, si no que esas palabras que dijo, me hicieron sentir este dolor…
-Sera mejor ir a clases – escuche decir a Luhan, que por el rostro que reflejaba, sabía que sentía que había hecho algo malo.
-Luhan, lo siento – le dije sinceramente.
-¿Por qué? Tú no tienes la culpa, fui yo quién te beso, creo que me deje llevar por el momento… -
En ese momento lo bese, aunque el dolor no desapareció de mi pecho, pero yo quería a Luhan, o eso pensaba, el beso se tornó más pasional, pero una sensación de que ambos no estábamos solos hizo que abriera los ojos, mi mirada se fijó directamente en una silueta que rápidamente se corrió al pasillo de la izquierda.
-¡Wow! ¿y eso? – escuche decir a Luhan que me miraba sorprendido.
-Es una forma de pedir disculpas – dije sonriendo un poco.
-Entonces tendré que hacerte sentir culpable más a menudo –
-Eso ya no pasara, porque no necesitaras hacer eso para obtener más besos míos – dije con suma picardía.
-¿y me puedes decir porque? –
-Porque serás mi novio – dije con seguridad.
-¿has tomado esa decisión así por así? ¿y si me niego? – dijo Luhan juguetonamente.
-Entonces Mmmm… escogeré a otro –
-¿otro? ¿Quién competiría con el gran Xiao Luhan? –
Mire alrededor, para ver alguna opción, entonces vi un joven bronceado, caminando lentamente, traía unos vaqueros azules y una camisa azul, traía una gorra negra, y unas zapatillas gastadas…
-A él – Luhan miro en la dirección que señalaba.
-¿Quién es él?-
-No tengo ni idea… - sonreí.
Luhan me sonrió y me abrazo, besando suavemente mi cabeza…
-No competiría con nadie, porque tu amor me pertenece completamente, Do Kyungsoo, como podría negarme a ser tu novio… -
Aquel momento sonreí como nunca lo había hecho, debería estar feliz por este momento que estaba esperando desde que era un joven inexperto, pero mi corazón no se sentía así…
Caminamos hacia el salón tomados de la mano, podía escuchar los murmullos de los estudiantes por los pasillos, pero no estaba prestando atención, ya que a mi mente venia otra vez ese sueño y de aquella voz llamándome, pero ahora tengo a Luhan a mi lado y nada pasara…
-Vaya, la nueva pareja ahora llega tarde – escuche decir al profesor.
-Lo siento profesor – escuche decir a Luhan.
-Tomen asiento, llegaron en el momento preciso, para que escuchen de lo que tratara el trabajo final de todo el semestre –
Me senté junto a Luhan, mientras saludaba a Chanyeol y a Jongdae, mis amigos…
-No tienes ni idea de la IDEOTA que se le ocurrió al profesor – escuche una voz detrás de mí, era Baekhyun mi mejor amigo.
-¿De qué hablas? –
-Lee la pizarra –
“¿Por cuánto tiempo ocultarías tu secreto?”
-Bien, chicos, para el área de tutoría, trabajaremos esto, relaciones sociales, vamos a ver que tan bien se les hace el trabajo de hormiga, la tarea consta en descubrir el mayor secreto que guarda su compañero del lado – Sentí un poco de alivio, ya que me estaba sentando con Luhan, así que no habría problema alguno.
- Pero eso no será fácil, ya que ustedes se sientan por afinidad, esta vez, hare un sorteo –
-¿Qué? – se escuchó en toda la clase.
- No estoy de acuerdo – dije en señal de protesta rotunda.
-¡Vaya! Ya que llego tarde joven Kyungsoo, explícame su negativa –
-Eso sería muy difícil, además descubrir un secreto lleva tiempo, incluso meses –
-Y de eso se trata Kyungsoo, si tu no logras descubrir el secreto de tu compañero, entonces date por reprobado de mi curso y de llevarlo el próximo semestre conmigo – me respondía el profesor mostrándome sus dientes amarillentos.
-Bien, cada uno tomara un papel, dicho papel contiene una figura llamativa, podría ser un cuadrado o un libro, no sé lo que les tocara y lo pegaran en estas columnas, así sabrán cuál es su pareja, bien todos levantar el trasero, y coger un papel rápido –
Luhan me sonrió un poco y se puso de pie, ¿Por qué no protestaba?, eso me molestaba un poco, pero ya que, no tenía otra opción, así que lo comprendía, me puse de pie, mientras rezaba que me tocara, Baekhyun o Chanyeol o Jongdae.
Camine hasta ponerme frente a la pequeña ánfora en forma rectangular, metí mi mano en el orificio de la caja…
-¡Vamos Kyungsoo que sea uno fácil! – susurre mientras sacaba mi mano con dicho papel.
Lo desdoble despacio, y vi una pluma negra impresa en el pequeño pedazo de hoja…
-Una pluma –
-Excelente señor Do, le toca con el señor Kim –
-¿Kim? ¿Jongdae? – el profesor se aguantó un poco la risa.
-No, Kim Jongin – señalo el profesor hacia atrás de mí.
Al escuchar ese nombre, voltee a ver dónde señalaba, y ahí estaba aquel muchacho, que mantenía los ojos cerrados, era aquella que había señalado antes, pero no tenía ni idea de quién era. El abrió lentamente los ojos, mirando directamente hacia a mí, su mirada era tan penetrante, sentí congelarme en ese momento, nunca había sentido tanto miedo por alguien a primera vista…
¿Quién es ese tal Kim Jongin?...
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español