> Perspectiva de Miyagi <
El verlo sobre esa cama mirando el vacío,sabiendo que la luz en sus ojos desapareció me hace pensar ¿algún día volverá a ser feliz? Cuando entro a la habitación sonríe un poco; pero eso no es suficiente.
- Miyagi...- él estira su mano hacia mí y rápidamente la tomo con suavidad,esta tan fría. Sin vida.
- ¿Como estás?- le preguntó. Esa pregunta aunque es estúpida,es importante pues nos hace ilusionar sobre una cura que no existe.
- Siento que me estoy recuperando- dice lentamente ¿ven lo que digo? Puede sonar falso viendo su aspecto,pero el optimismo y la esperanza es lo único que nos queda.
- Eso es bueno...- aprieto mis labios al darme cuenta de que en la última palabra pudo sonar el dolor que sentía. Me acerqué a besarlo y ni el calor de mis labios hizo que los suyos volvieran a ser los que eran.
Ya no era el mismo.
Su pelo casi rapado,su piel de un color pálido enfermizo,el oscuro de sus ojos sin brillo; todo eso simplemente te hacía pensar.
- No estés triste Miyagi- dijo Shinobu- siempre me siento bien...
A pesar de las operaciones,sin importar las veces de quimioterapia que vomitaste con dolor ¿aún dices estar bien? Tanto dolor...y tú siempre intentas hacerme sentir bien.
Es por eso que te amo tanto.
> Perspectiva de Shinobu <
No me siento bien,es más creo que morir es la única salida que me queda. Cuando Miyagi no está siempre suelto algunas lágrimas,tratando de desahogar un poco de mi dolor.
Desearía ser alguien sano,pero ¡oh, destino cruel que haces que mi pobre alma agonize en este horrible dolor llamado cáncer! Me haces pensar que el poco tiempo que pasé con la persona que amo no es suficiente.
¿Cuanto dolor podría causarle? Podría incluso,llevarlo a cometer un horrible suicidio que no sólo me lastimaria a mí sino que lastimaria a todos lo que le conocen.
Veo como pasan las personas fuera de mi habitación,visitando a esos parientes enfermos que luchan por vivir. O por morir sin hacer daño.
Cuando Miyagi me visita una parte de mi se alegra,pero vuelvo a deprimirme cuando noto lo triste que se pone. Le digo que estoy bien,la palabra que a ambos nos reconforta y tranquiliza; pero lo triste es que ese "bien" es un "mal".
Le digo que lo amo casa vez que lo veo ¿me quedan más oportunidades para decirlo? Si pudiera pasaría toda mi vida diciendoselo,demostrandoselo no con palabras sino con acciones.
Un día cuando Miyagi no estaba dejé de sentir mi cuerpo; pedazo por pedazo,hasta que todo se puso oscuro,pero mis ojos no estaban cerrados.
Vi una luz y creí que aún tenía una posibilidad de seguir con vida,me acerqué y vi que todo a mi alrededor estaba de un color blanco. Pronto comenzaron a aparecer nubes rosas,naranjas,de todos los colores del atardecer.
Pero mis lágrimas comenzaron a caer por mi rostro cuando entendí donde estaba y que había pasado conmigo.
- Por favor,no llores...- no era un mensaje para mí,sino para mi amado Miyagi.
Quería que fuera fuerte,que no hiciera alguna estupidez por mi causa. Lo iba a extrañar mucho ¿quien le cocinaria su col? Si realmente me amaba tenía que ser fuerte.
Tenía que ser fuerte por ambos.
> Perspectiva de Miyagi <
Y ahí estaba. El amor de mi vida había muerto a pesar de todas las veces que me dijo "estoy bien",él hace mucho me había prometido que lucharía con todas sus fuerzas para seguir adelante. ¡Él me lo prometió! ¡Las promesas no se rompen! Porque se supone que eso es el amor ¡el amor es mantener las promesas a pesar de todo!
Estaba llorando.
Quería decirle a Shinobu cuanto lo odiaba por haberme hecho esto,pero no pude. No pude porque me temblaba la voz,porque no quería que pensaran que estaba loco,y porque a pesar de todo aún lo amaba.
Salí corriendo de ahí tratando de mantener la compostura pero no era la única persona llorando. Tal vez porque todos aquí habían perdido a esa persona especial; dolía,mi corazón y mi alma dolían. Lo extrañaba tanto.
Días después en el velatorio,me sentía más desdichado que nunca. Esperaba el momento en el que la mayoría de la gente se fuera para poder acercarme.
Cuando la sala estuvo lo suficientemente vacía me acerqué a su cuerpo sin vida y le susurre al oído:
- ¿quieres casarte conmigo?- no estaba jugando,puse un anillo en su dedo y otro en el mío. Esperaba que su respuesta fuera sí.
Al día siguiente cuando lo estaban enterrando,no supe si era lo correcto ir ¿lloraría frente a miles de personas? Me parecía una mala idea,pero...algo en mi decía que era mi última oportunidad de estar con él,pues después de esto jamás lo volvería a visitar.
Era increíble la cantidad de personas que estaban ahí,todos decían algunas palabras y sé que estaban tristes pero ¡por dios! ¡nunca lo visitaron! ¡nadie aquí tenía idea de cuanto sufre una persona cuando esta enferma!
Cuando preguntaron si alguien más iba a hablar no dude en levantar la mano. Me levanté y me puse frente a todos.
- Shinobu fue la única y última persona a la que estoy seguro de que ame de verdad,nadie puede entender nunca el dolor que sintió,nadie nunca lo visitó; él estaba solo si yo no estaba a su lado,me da asco saber que estan tristes por él cuando en realidad nunca les interesó...
Me marché de ahí rápidamente bajo la mirada estupefacta de todos los que se encontraban tristes y llorosos. Tal vez no fue la mejor actitud para un funeral pero tenía que decir lo que sentía.
Cuando subí al auto pequeños fragmentos de la vida con cáncer de Shinobu pasaban frente a mi.
- Estoy bien Miyagi ¡me siento increíble!- pero luego vomitabas con dolor,y respirabas con dificultad.
- Estoy mejorando de a poco...- la vez que dijiste eso te dio un paro cardíaco y temí perderte.
- La quimioterapia me va a curar- pero no era cierto,cada vez que terminabas esa frase te salía un tumor nuevo en tu hermoso y frágil cuerpo.
- ¡Estaremos juntos para siempre!- pero entonces moriste,y me dejaste solo.
Cuando entré a mi departamento,saqué unas cuantas botellas de alcohol y empecé a beberlas con rapidez; me sentía tan vacío.
A pesar de que no caí en el alcoholismo,si comencé a fumar. Más de lo normal.
Ya no fumaba por placer, fumaba para matarme. Me perdía en el complicado laberinto del sufrimiento,pensaba en mi futuro muerto.
Pensar en el futuro era lo único que me mantenía vivo en el presente,lloraba todos los días cuando estaba solo ¿cuando tiempo tenía que esperar para morir?
Un día mis pulmones comenzaron a fallar,no podía respirar,llamé a una ambulancia. Mientras llegaban mi vista se oscureció,al fin iba a poder morir...
Aparecí en un lugar completamente blanco,se formaron a mi alrededor unas cuantas nubes con los colores del atardecer. Pude ver a lo lejos una pequeña figura que corría hacia mí. Supe quien era y también fui corriendo hacía él.
Cuando Shinobu estuvo frente a mi nos pudimos besar como antes de que estuviera enfermo. Nuestras bocas chocaban de una forma casi mágica,el pasó sus brazos alrededor de mi cuello y yo puse mis manos en su cintura.
- Te extrañé tanto- le dije mientras lo besaba.
- Yo también.
Y desde esa vez,puedo decirle cada día: Te amo.