Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

La cocina verde por Naghi Tan

[Reviews - 42]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Resumen Onceavo Drabble: Lo más extraño era, que cada vez que se encontraba con Sanji ambos iniciaran una pelea, hasta que un día se dio cuenta de que lo hacía porque se sentía atraído hacia el cocinero.

Universo: AU, Donde Zoro es un hombre casado y no le dice nada a Sanji de su esposa y dos hijos, este descubre el engaño y con el orgullo que le caracteriza, se marcha sin decir adiós...

Número de palabras: 1310

Comunidades: Retos a la carta y Reto diario.

Número y Nombre del reto: 028. Posesivo

Categoría: R

Notas de Naghi: Iniciamos con el smut, aunque la verdad soy mala con el lemon, creo que debo de practicar más, así que solo habrá lime… hay Angst, no puedo vivir sin escribir angst, lo siento tanto. Sanji tiene la apariencia antes del Time Skipe, cuando tenga la apariencia después del Time Skipe avisaré, aunque ustedes solitos creo que se podrán dar cuenta.

 

 

Parte 1 de 5

 

 

 

 

“¿Cómo puedo decirte que estaba

Equivocado?

¿Cómo puedo decirte que estaba

Equivocado?

 

Cuando soy

El hombre más orgulloso que alguna vez

Nació”

—Stand on the horizon— Franz Ferdinand

 

 

 

 

Cada vez que Zoro se encontraba con Sanji, era inevitable que ambos terminaran en la cama, primero iniciarían con una pelea por simples cosas vánales, para después arremeter con el cuerpo y decir con ello las palabras que no podían salir de sus bocas.

Zoro sin pensarlo mucho se sentía pleno al arremeter con fuerza entre las piernas del rubio, el vaivén de caderas y el movimiento constante era lo que más le hacía estar en éxtasis, besos y caricias eran lo que más había antes del orgasmo, apretones y retortijones eran el aviso de que su amante estaba por correrse. En esos momentos, cuando las mejillas de Sanji se teñían de rojo y un gemido alto salía de entre sus labios, deseaba con mucha fuerza haber conocido antes al hombre, antes de que cometiera el error de casarse con su amiga de la infancia Kuina, antes de tener a sus dos hijos. 

Sanji había sido incorporado al grupo de los mugiwara —como Luffy había nombrado a aquel extraño grupo de amigos— hace poco más de un año, él que lo había presentado había sido Ace, el hermano mayor de Luffy, quien con una sonrisa había declarado que si no fuera porque ya estaba con Marco, indudablemente saldría con Sanji.

Zoro tuvo que reconocer que Ace tenía un poco de razón, Sanji era la clase de hombre que se veía demasiado bien con un traje —cosa que llevaba puesto en ese momento— y esas largas e interminables piernas invitaban al placer, en el momento en qué pensó aquello negó rápidamente, él ya era un hombre casado.

Pero por esas fechas tenía demasiados problemas con Kuina, ella había dado a luz a su segundo hijo y había asumido un papel demasiado dócil ante Zoro, cosa que a él no le gustaba para nada, se había enamorado de la mujer que antes era, una a la cual no le gustaba ser tratada como menos, que exigía ser tratada como su igual, pero al parecer había cambiado y demasiado, ya no era la persona de la cual había estado enamorado.

Los fines de semana eran las fechas donde todos se reunían para saber de la vida de sus amigos y relajarse de la vida familiar de las cuales unos pocos se habían salvado, solo Luffy, Sanji y Chopper eran los afortunados al estar solteros y no estar atados a una vida que exigía demasiado de ellos, pero Zoro se había dado cuenta que Luffy estaba comportándose extraño alado de Sanji, quizás fuera porque era un cocinero, dueño de su propio restaurante y eso haya llamado la atención de su capitán.

Lo más extraño era, que cada vez que se encontraba con Sanji ambos iniciaran una pelea, hasta que un día se dio cuenta de que lo hacía porque se sentía atraído hacia el cocinero, le atraía la sonrisa radiante que mostraba cada vez que hablaba de su negocio, la sonrisa que mostraba al hablar de donde se había criado, la pasión que demostraba cuando cocinaba para ellos y el brillo que radiaba cuando se le preguntaba si era feliz. Sanji era consciente de que casi todos sus amigos estaban casados, más por alguna razón, Zoro no le había dicho que ya tenía esposa y dos hijos.

Todo comenzó poco después de despedirse de sus amigos, había visto que el cocinero era dueño de una motocicleta y le vio montarse sobre ella, ya era más de media noche y el metro había dejado de laborar y al parecer el rubio se había dado cuenta de que Zoro no tenía como irse a su casa.

—¿Quieres un aventón?—Preguntó, mientras se ponía una chamarra para contrarrestar el frío que había en la noche.

—Vivo del otro lado de la ciudad—dijo sin pensarlo, no quería que Sanji se enterara de su esposa, estaba siendo egoísta y quería un poco de aquel hombre del cual en ese momento había caído embelesado.

—Bien—Sanji sacó un cigarro y lo encendió para poco tiempo después darle una larga calada—, mañana tengo que estar en el All Blue a primera hora—exhaló el humo de su cigarro— y no puedo llevarme toda la noche hiendo y viniendo, si quieres, puedes ir a dormir a mi casa.

Eso era lo que quería en ese momento, lo que más anhelaba, pero antes, debía de avisar que no llegaría sino hasta al día siguiente, no quería que Kuina lo esperara despierta, cosa que dudaba, ella últimamente estaba reacia a hablar mucho tiempo con él.

El encuentro carnal fue algo que pensó no sucedería fácilmente, en su momento creyó que Sanji solo amaba a las mujeres, pero una noche, había confesado que no podía tocar de alguna manera sexual a una mujer, le era repugnante pensar en ensuciar la belleza de una dama, por esa razón Ace había hecho aquel comentario, Sanji prefería a los hombres como compañeros sexuales y a las mujeres la veía como algo inalcanzable.  

Zoro era bisexual, el sexo entre hombres era lo que más le gustaba, pero podía establecerse con una mujer, siempre y cuando esta le siguiera el ritmo, cosa que ni Kuina podía conseguir.

Llegaron a la casa del rubio y sin pensarlo mucho, Zoro se abalanzó hacia los labios de este, esa noche descubrió que si bien era bueno en la cocina, Sanji era letal en la cama…

Bueno en la cocina, fenomenal en la cama… y con un cuerpo de infarto, aquello era su muerte.

 

.

 

.

 

.

 

Ahora, en el presente, vio con impotencia como Sanji saludaba con una sonrisa a Kuina y a sus hijos, todo había sido descubierto, y de mala manera, pero como el caballero que Sanji decía ser, nunca mostró un atisbo de odio o enojo.

—Zoro no me había comentado de que había alguien nuevo en el grupo—Kuina comentó sin pensar mucho en las consecuencias de sus palabras, Zoro creyó ver una mueca de dolor proveniente del cocinero, se sentía fatal, nunca había querido hacerle daño a Sanji.

—Creo que estamos en lo mismo—Sanji sonrió—, él nunca había comentado de que tenía una esposa tan hermosa como usted.

Dolor es lo que vio en los ojos azules de su amante, dolor, frustración y un brillo que supo eran lágrimas contenidas.

—Lamento que no pueda hablar mucho tiempo con ustedes—el rubio comenzó a despedirse—, pero tengo que estar en el restaurante en unos pocos minutos.

Kuina le dijo adiós con un beso en la mejilla y Zoro vio como el rubio apretaba sus nudillos ante eso.

—Hasta pronto—fue lo último que escuchó del cocinero.

.

 

.

 

.

 

—Este es Kuroashi no Sanji—Ace lo presentó con alegría—, tiene veintiún años y es dueño del famoso restaurante “All Blue” y no solo eso, ¡es el mejor cocinero en el mundo! Lástima que ando con Marco—fue el lamento del pecoso.

Una figura larga salió de entre las sombras, un hombre delgado, de piel pálida, cabello rubio y ojos azules —el único que se mostraba era el derecho, el izquierdo era cubierto por un mechón largo de cabello— sonrió a los presentes, la ceja era la que había llamado la atención de Zoro, quien no pudo contener una risa, era hilarante conocer a alguien con las cejas en forma de remolino.

—Curly—susurró por lo bajo, siendo escuchado por el rubio, quien solo lanzó una patada a su dirección, dándole a Zoro la sensación de adrenalina ante la fuerte patada del hombre.

—Y es campeón de King Boxin y Sambate—añadió el pecoso.

Zoro sonrió, era algo nuevo, algo que nunca pensó que llegaría, su nuevo rival estaba delante de él.       

 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).