Resumen Octavo Drabble: Por una decisión unilateral, Sanji se había arrojado a un túnel de gusano, despidiéndose de su pareja y haciéndole prometer que le buscaría por todas partes.
Universo: Alter Universe (Universo Alterno), donde Zoro es un viajero del espacio y el tiempo y está en búsqueda de Sanji, a quien encuentra en un mundo lleno de caos y con la edad de siete años.
Número de palabras: 676
Comunidades: Retos a la carta y Reto diario.
Número y Nombre del reto: 5. Codicia
Categoría: PG-13
Notas de Autor: Este drabble, en verdad lo pienso demasiado para volverlo long fic, no dejo final ni nada de eso, porque es uno de los que más quiero ver publicados, más sinceramente, siento que es muy arriesgado, es Angst, smut, fluff, apocalíptico y contiene ciencia ficción, cosa que comúnmente en el Fandom de One Piece no veo… de echo no he visto. Me da miedo lanzarme porque no sé si la idea es algo fresca… aun así, la amo demasiado (a todos mis proyectos los amo con todo el corazón) como para verla en una esquina, acumulando polvo…
“Sé que hice mal
Dejando tu corazón roto
¿Es eso lo que hacen los
Diablos?
Te llevó tanto tiempo
Donde solo los tontos han
Ido.
Ahí envié al ángel
En ti.”
—Love me again—John Newman
Doscientos años habían pasado y su búsqueda aún seguía, le había prometido a su pareja encontrarle y así lo haría. Zoro, con apariencia de un joven de veinticinco años, figura atlética, piel canela y cicatrices en su cuerpo, había estado buscando aunque fuese una pequeña pista de lo que sería su pareja.
Lo habían separado de Sanji una vez que el último se había enterado de algo que no debía y la cacería había iniciado, ambos viajaban entre mundos, universos enteros, por el tiempo, en el tiempo y habían hecho camino por todas partes, se habían conocido así mismos en una línea del tiempo donde eran piratas, en muchas líneas se habían encontrado a sus yo siempre juntos, hasta que la situación no pudo más y Sanji tuvo que separarse de Zoro.
Por una decisión unilateral, Sanji se había arrojado a un túnel de gusano, despidiéndose de su pareja y haciéndole prometer que le buscaría por todas partes, molesto, Zoro casi se había negado a seguir con el viaje, pero era más importante encontrar al rubio antes que sus perseguidores.
Fue así que en sus viajes se dio cuenta que antes de que él llegase a algún lugar, alguien llegaba y destruía todo, tenía amigos viajeros quienes se unieron en su búsqueda, no lo dejarían solo. Pero en una de sus búsquedas se habían enterado de que los Sanji´s de mundos alternos, paralelos y demás estaban siendo casados, un marcador se había colocado en televisiones y relojes del tiempo, uno donde podían ver el número de muertes del rubio, llevaban más de mil y seguían en aumento.
Hasta que se dio el anunció de que ya no existía ninguno fue que Zoro se negó a dejar la búsqueda, algo le decía que su Sanji seguía con vida y se lo confirmó una carta, dándole la ubicación y lo que se encontraría al llegar al Universo en el que iría.
Y si al leer la carta fue grande su sorpresa, más grande lo fue verlo con sus propios ojos, estaba en un mundo forrado completamente de metal, todo era gris y la vida parecía no existir en ese lugar, si no fuera por las cámaras de oxigeno que estaban en buen estado, pensaría que era una trampa, más no lo era, lo confirmó al ver a una figura rubia diminuta, era Sanji, pero aparentemente tenía siete años.
La carta le había explicado que un túnel de gusano era inestable, podía hacer cualquier cosa con el cuerpo humano, Sanji pudo morir, envejecer, renacer, disminuir de edad y demás, eso era una ruleta rusa y lo que seguro pasó es que había rejuvenecido o muerto y renacido en este mundo tan hostil.
Zoro no estaba solo, lo acompañaban sus nakama y el capitán de un barco galáctico, tenía que cuidar de un niño y sabía que no sería sencillo tratar de no forzar al pequeño en sentir lo mismo que sentía por él, el problema era si había otro Zoro en ese mundo, porque si lo había no era su Sanji.
—¿Existe alguien como yo?—preguntó, sin fijarse si hablaban el mismo idioma.
—No—el rubio negó—, todas las personas que viven aquí no son como nosotros.
Un estruendo les llamó la atención, hasta que Zoro abrió su único ojo sano, los cazadores aún estaban en búsqueda de más Sanji´s o de restos de él, eso era malo, muy malo, porque habían localizado al auténtico y venían por su cuerpo.
Zoro no esperó a que reaccionaran, salió corriendo mientras cargaba al pequeño, no podía pelear teniendo a Sanji en sus brazos, pero podía correr, la dirección del barco fue lo que no sabía, pero eran minimaneces.
“El amor
Es algo que
Muere
Se pudre,
Pero sirve de abono
A uno nuevo,
De ahí se piensa
Que el amor es
Inmortal”
—Pär Lagerkvist—