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Cuando suenan las campanas. por AylaMckee

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Notas del fanfic:

Hola hola hola!!! XD 

Este es mi primer fanfic así que perdonarme los errores. Espero que os guste mucho y disfrutéis leyéndolo que eso es la función principal del Fanfic. 

Los derchos de death note no me pertenecen, pertenecen al asombroso Tsugumi Oba. 

Dejarme vuestros Review :3

 

Notas del capitulo:

Holas!!! :3

Aquí teneis el primer capítulo del Fanfic. Disfrutarlo tanto como yo escribirlo.

Hasta luego XD

Las gotas de lluvia se deslizaban por su rostro y le empañaban la vista. Las gotas caían rítmicamente, se escurrían por el tejado y caían por el canalón. Casi quince años llevaba viviendo en Wammy’s House y aún no se cansaba de mirar mismo paisaje. Dio un largo suspiro y sacó la lengua para saborear las gotas de lluvia. A veces, tenía la sensación de que alguien estaba buscándola. Sobre todo cuando llovía.

- ¡Babú! ¿¡Donde cojones te metes!?- dijo un chico rubio asomándose por una ventana.

- Vamos entra, puedes resfriarte.- dijo otro pelirrojo más cariñosamente. Babú entró por la misma ventana. El chico pelirrojo la envolvió en una toalla y la acompañó hasta su habitación. 

- Voy a pasarme el Outlast.- dijo él en cuanto llegaron a la habitación.

- ¿No te lo pasaste hace dos meses?- dijo ella secándose el pelo. 

- Es que me cansé del GTA.- dijo encogiéndose de hombros. Cerró la puerta y Babú se cambió de ropa y empezó a repasar sus apuntes. La lluvia repiqueteaba en la ventana, cuando escuchó que tocaban a su puerta. Se levantó y la abrió. 

- ¿Me dejas los apuntes de hoy?- dijo un chico de cabello moreno, piel pálida y unos ojos escalofriantes, que si te fijabas bien, parecían rojos. Andaba encorvado y sus manos estaban normalmente manchadas de mermelada.  Ni su rostro ni su voz parecían trasmitir emoción alguna. A Babú le daba mala espina. Matt y Mello tampoco parecían fiarse de él. Ella se escogió de hombros y se los dio. 

- Muchas gracias, Vainilla- le dedicó una sonrisa escalofriante, según Babú.

- No tardes, que yo también debo repasarlos.- Él la miró directamente a los ojos y ella apartó la mirada rápidamente.

- ¿Por qué Roger te llamó Vainilla?- dijo volviendo a su expresión habitual.

- Cuando llegué, la matrona dijo que olía a vainilla.- dijo esperando a que se fuera ya de una vez. “¿A qué venía tanta charla?” pensaba

- No lo dudo... seguro que aún hueles así.- A Babú le invadió terror. Él se fue y ella cerró rápidamente la puerta. Su corazón latía a mil.- Friki…- 

- Mello, despierta. ¡Mello!.- le dijo al chico rubio zarandeándolo.

- Parece que no reacciona.- dijo el pelirrojo. Los dos amigos se miraron maliciosamente.

- ¡Rubia! ¡Qué se comen tu chocolate! -dijeron entre risas.

- ¡Joder! ¡Que soy un tío! ¡Es que no tengo derecho a tener un hermoso pelo! ¿¡Por qué no me dejáis dormir?¡ ¡Quien se atreva a tocar mi chocolate, LO MATO! - dijo Mello levantándose de repente. Estaba terriblemente enojado. Babú y Matt se partieron de risa y después de que Mello se cambiara fueron al comedor.

Babú se encontraba molesta. Después del descanso necesitaba los apuntes y aún no se los había traído, además, le revolvía el estómago pensar en que tendría que volverlo a ver. Se quitó la chaqueta y se secó las manos en el uniforme. Estaba furiosa por cómo se sentía, tenía miedo, pero era irracional. No le había hecho nada, sólo porque pareciera un psicópata no tenía que ser mala persona. Ahora que lo pensaba había sido amable con ella y nunca había dado problemas, en cambio ella, casi siempre quedaba castigada. Miró el reloj y frunció el ceño. “Este tío tarda demasiado, encima que no ha venido las dos primeras horas.” Pensó.

- Vainilla, esto es tuyo.- dijo una voz detrás suya.

Se dio la vuelta y vio un niño. Dio un salto atrás de la impresión. Aún no se acostumbraba a verlo. Near tenía trece años. Tenía un lindo cabello blanco que enmarcaba su rostro. La piel era tan blanca y parecía tan frágil como el papel de seda. Su rostro era delicado e infantil. Sus ojos eran grises e inexpresivos. La camisa del uniforme era una o dos tallas mayor y le daba un aspecto fantasmal. Near, tendió las manos hacia ella para darle sus apuntes. Babú lo observó por unos segundos y los cogió.

- ¿Quién te los ha dado?- dijo comprobando los apuntes llenos de mermelada.

-  Me los dio Beyond esta mañana.- dijo con una voz monótona.

-  No deberías haberlo hecho. Podría haberlos traído él.- dijo aunque la verdad se sintió aliviada.

- Está enfermo.- dijo con la misma impasibilidad.- Buenos días Mihael.-

Mello se asomó al pasillo, que día más aburrido. Todos eran igual. Frunció el ceño bastante molesto al ver a Near, y más aún cuando estaba hablando con su amiga. Dejó de comer una chocolatina y espetó:

-  Odio que me llamen por mi nombre y más aún que lo haga una rata de laboratorio.- dijo, Near lo miró y le sonrió levemente. Mello pudo sentir un ligero escalofrío en su espalda. Ver las sonrisas de Near era algo realmente espeluznante. Casi nunca sonreía, y si lo hacía, eran para él. Seguramente se habrá dado cuenta de que lo ponen nervioso.

- Hasta luego Vainilla… Mihael…- dio la vuelta y desapareció entre la multitud.

- Maldita pelusa.- dijo apretando los puños.

- Si no te ha hecho nada.- dijo Babú, se dio cuenta de la reacción del rubio ante la sonrisa. A ella también le daba mal rollo, pero no lo creía para tanto. Mello entró en la clase bastante enojado y Babú le siguió.  

Después de otras cuatro largas horas, acabaron las clases. Esa mañana no hubo novedades, sin contar que Matt se pasó Outlast. Babú escuchó pacientemente al chico pelirrojo mientras le contaba sus jugadas, Mello comía más chocolate y hacía sus tareas.

-  ¿Hoy no te han castigado Babú? Entonces esta tarde puedes jugar conmigo.- le dijo dándole un suave codazo en el costado. Mello levantó la mirada y miró a Matt de una forma extraña. Babú sonrió para sí.

-  Espera aún, que todavía no ha acabado el día.- dijo Mello burlón.

-  No exageréis, sabéis que normalmente me castigan por una buena causa.- dijo orgullosa.

- Ni que fueras Robin Hood.- siguió Mello.

- ¡Quién fue a hablar, el hijo perdido de Willie Wonka!- dijo molesta. Mello soltó una carcajada, seguido de Matt.

Babú estaba haciendo sus tareas cuando escuchó jaleo afuera. Abrió la puerta y vio a un chico levantando a Near por el cuello de su camisa. Él no hacía nada por defenderse, sinceramente, era inútil porque lo sobrepasaba en fuerza. Linda se acercó a Babú y le suplicó que hiciera algo. Era una chica muy pacífica. Babú le dio unas palmaditas en la cabeza para tranquilizarla y se acercó a los dos niños. Sin mediar palabras, arrancó a Near de las manos del otro niño y se interpuso entre los dos. El niño se asustó y levantó el brazo para protegerse a lo que ella lo sujetó. Entonces apareció un profesor y los mandó al despacho de Roger. Babú suspiró, ahí se acabó su día tranquilo. Roger la castigó en la cocina. Allí, el cocinero la mandó a hacer unos recados al supermercado. Que estaba a unos quince minutos. Pues se les olvidó encargar unos ingredientes y el personal estaba muy ocupado haciendo la cena.

Salió del orfanato, caminó por una calle y se le ocurrió atajar por el bosque. De vuelta volvió a pasar por el atajo. Miró hacia las copas de los árboles y escuchó una risita. Fijó su mirada a un punto de la maleza. De ahí salió Beyond. Esbozaba una sonrisa escalofriante y sus carcajadas le helaron la sangre. Sus ojos taladraron los suyos. Ella cerró fuertemente los puños. Estaba tan aterrorizada que no se atrevía moverse. Él avanzó hasta quedar a dos pasos de ella.

- ¿Qué haces tan sola en el bosque? ¿Vas a ver a tu abuelita?- dijo tomando el papel del lobo feroz.

Notas finales:

¿Qué planea Beyond? ¿Mello estará celoso? ¿Lo sabremos el próximo capítulo? Tal vez... 

Espero que os haya gustado y si queréis matarme que sea rápido y con estilo XD

Espero sus Reviews :3 


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