-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.Akihiko -.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.
Mi madre jamas se habia interesado por notar mis cambios de actitud. Ni siquiera de semblante. Incluso la madre de Hiroki notaria cosas que mis madre jamas. Llegamos a la enorme casa de Sumi-sensei. Era gigantesca, más que a casa a la que suele llevarme cuando va por mi.
Salio a recibirnos el mismo. No haia nadie más en su casa salvo un poequeño niño de 6 años que jugaba en el jardín de la casa. Sentia la mirada de sensei sobre mi en ese momento.
- Akihiko porque no vas a jugar. El es mi hijo Keiichi – me dijo con su sonrisa sacarrona mientras señalaba al niño.
- .....- nisiquiera podia responder en ese momento. Solo di la vuelta y me dirigi hacia el lado contrario.
Sensei me habia echo aquellas cosas y ahora en presencia de mi madre me decia que aquel niño era su hijo. Soy joven tengo 14 años pero puedo entender las cosas. Jamas senti una atraccion siquiera por sensei que sobrepasara la admiración que sentia por el. Pero el enterarme de esta forma que tenia un hijo me molesto demasiado.
Las horas pasaron, mis ojos estaban inchados por el llanto. No queria que nadie me viera en ese estado por lo que decidi entrar en la casa para lavarme la cara en algun baño. Comence a bsucar y a abrir puerta por puerta buscando un baño.
Creo que este no era mi día pues paso una cosa tras otra en cuestion de horas. Al abrir aquella puerta, que era entrada a un cuarto, pude ver a mi madre teniendo relaciones con Sensei. Cerre la puerta inmediatamente; sentia asco y repulsión. Ella era mi madre y el era o fue alguna vez aquel a quein consideraba un amigo cercano. Est no podia pasarme a mi.
Sali hacia el patio. Estaban pasando demasiadas cosas en muy poco tiempo. ¿Se lo teni que decir a mi padre? ¿Que era lo correcto? ¿Que deberia pensar?
En ese momento escuche claramente como si una cubeta o algo pesado callera al agua. Voltee a todos lados y solo atine a un amplio pero no muy profundo pozo de agua. Mire bien y estaba aquel niño intentando desesperadamente salir de aquel lugar.
Olvide por un segundo todo lo que habia visto, no sabia nadar así que tome una soga que encontre tirada y la lance al niño, este la tomo con fuerza y comence a jalarlo hasta sacarlo de ese lugar. Lo utimo que necesitaba era ver a un niño morir ahogado.
Al salir comenzo a llorar por escasos segundos para despues esbozar una amplia sonrisa
- Gracias... - dijo mientras secaba sus lagrimas
- No hay de que... - respondi cortante mientras me daba la vuelta y comenzaba a caminar. El me detuvo jalando mi sueter
- ¿cual es tu nombre? - pregunto efusivo – yo soy Sumi Keiichi – dijo jalando mi suerte respetidas veces.
- Sueltame....- le ordene en tono frio – Soy Usami Akihiko
- ¿Usami Akihiko ? - pregunto.
- Si -
- Podemos ser amigos – mas que pregunta fue afirmación.
- no... - le respondi y al ver a mi madre salir de la casa me fuisin despedirme de aquel niño ni del sensei solo queria ir a casa y alejarme de este horrible lugar que solo me hacia pensar en cosas malas.
Tenia una libreta llega de apuntes sobre historias que desearia escribir. Pero esa noche comence a escribir una historia de verdad. Las letras simplemente salieron de mi cabeza formando palabras, oraciones, parafos. Esta era una forma en la que podia dejar salir todo aquello que me atormentaba. Sabia que nadie venia a este cuarto avandonado por lo que no temia en dejar mi libreta. Nadie podria leer lo que escribi.
Los días pasaron y comence a negarme de ir con sensei, mi padre no era muy insistente pues jamas le tuvo confianza a aquel escritor, pero mi madre aseguraba que era una groseria y falta de educación declinar todas las invitaciones de su “amigo.
Despues de pensar algun tiempo las cosas llegue a la conclusión de que jamas amaria a nadie ni permitiria que nadie más me lastimara. Más bien, el amor no existe.
A pesar de todo, en una ocación mi madre logro hacer que fuera con sensei. En la casa habitual el me acorralo. Aun me perturba su presencia y me paraliza. Aun me asusta estar cerca de el. Mi voz no puede salir, intento gritar pero no puedo. De nuevo paso. No pude defenderme. Incluso ver su rostro me paraliza.
Ya no era un niño ya tenia 15 años. Logre convencer a mi padre de evitar que Sumi sensei me llevara de nuevo. Mi padre acepto mi demanda y literalmente corrio a aquel hombre de la casa desterrandolo de toda amistad con la familia Usami, cosa que mi madre desaprovo.
Mis padres comenzaron a pelear más y más, mi padre le entrego un sobre amarillo a mi madre y dijo que el tenia prueba suficientes para demostrar que ella lo engañaba con sensei. Mi padre podia ser una persona muy directa a veces. Mi madre lo nego todo y de alguna forma ambos decidieron que se mantendria juntos mientras yo llegaba a la adultes.
Mi padre para evitar insidentes me cambio de escuela. No era algo que me molestara mucho. Solo deseaba no volver a ver a sensei. Cada vez que pensaba en el me asustaba.
Los días pasan y llego el tiempo de examenes La maestra nos sento por numero de lista. No era muy dificil pasar la escuela. Habia aprendido muchas cosas. Aunque realmente me era molesto terminar el examen primero que los demás por lo que comence a escribir sobre la banca. No se de quien sea esta banca pero escribi hasta quedarme sin espacio y luego me aburri esperando a que el tiempo pasara y que todos pudieramos entregar la prueba.
Regresamos cada quien a nuestros respectivos lugares. Llego la hora de la salida. Un día menos, me disponia a salir cuando un compañero de cabellos oscuros me llamo.
- Tu eres Usami ¿verdad? - me pregunto, sus ojos estaban vidriosos y parecia tener intenciones de llorar
- Si... - respodi cortante.
- Esa historia que escribirste en mi banca, ha sido la mejor que e leido en mi vida. - dijo muy efusivo, que molesto – mi nombre es Takahiro Takahashi.
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