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Hijo de shinobi por kaoryciel147

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Notas del capitulo:

Hola..??????? Si se que no tengo perdón de nadie. Pero sere sincera y simplemente me aleje del fandome de Naruto porque en verdad no sportaba nada del fandome, nada. deje de leer fics y Bueno me enganche con otra serie que adore y aun idoolatro y que sí tuvo un buen final y bueno eso... Pero siempre dije que si empiezo algo lo termino y aquí estoy. Además que todo es gracias a que algunas autoras de fics que me gustan tambien volvieron y por supuesto del cd drama sasunaru que ya s eestreno hace poco, sí ese que tiene los seiyu orginales de Naruto y Sasuke basados en un fanfic sasunaru .. awww

HAce pco termine el fanfic Please dont... y bueno las gans siguieron y estoy escribiendo nuevamente de Naruto ya con buenos animos y sin odiar nada aunque aun es algo dolorso, sobre todo este fic porque es en el universo de naruto. Por otro lado, sí tengo otros fanfics aputno de publicarse de narusasu pero son au y son omegavere. ohh ya los veran y espeor se animen a leerlo.

En fin, espero que los buenos animos sigan y que ustedes aun les guste esta historia. particularmente me gusto este capitulo pues porque.. bueno lenalo y dingame. He aqui el retomo del fanfic!!

Como ya se había hecho costumbre, Sasuke dormía envuelto en los brazos de Naruto junto a Akira, quien aún era muy pequeño como para dormir solo. Sasuke dudaba que incluso siendo más grande le dejara dormir solo. Aunque le costara admitirlo sentía que el lazo que se había formado hacia su hijo era demasiado fuerte y por tanto se había vuelto un padre sobreprotector.  Quizás era ahora que era padre que podía entender todo lo que llevó a su propio padre a querer buscar el dominio Uchiha. A  veces, había pasado por su cabeza pensar en su padre como alguien ambicioso, pero ahora que veía a su hijo dormir en sus brazos y que además sentía los brazos de Naruto a su alrededor (el clon de Naruto) oír a lo lejos las respiraciones de Juugo y Suigetsu, recordar la muerte de Karin... era en ese momento cuando podía entender como se había sentido su padre como para tomar tal decisión. Sin duda había sido la necesidad de proteger a los que quería.

Se imaginaba ¿Cómo habría podido siquiera dormir pensando que la aldea quería destruido a todos los de su clan? ¿Cómo podría vivir con el orgullo hecho pedazos? ¿Qué futuro esperaba a sus hijos y a todos los niños Uchiha? Giraba su vista hacia Akira y sin duda daría lo que fuera por que tuviera una infancia mejor que la que él tuvo. Verle crecer, detallar sus manitos y pies más grandes, sus músculos más fuertes que ya le permitían corretear por toda la casa, subirse encima de Naruto, o más bien treparse  por sus piernas. El solo recordar cómo la tarde anterior Naruto había permitido que Akira trepe por sus piernas, escalándole como si fuera un gran árbol, observar el ceño fruncido del pequeño muy decidido a trepar y llegar sus brazos para que le cargue. Todos esos recuerdos le hacían dibujar una sonrisa pero también estar decidido de que iba a defender ese presente y el futuro que les deparaba... porque ya no estaba dispuesto a caer en la locura de perder a quienes aman, ya había perdido y renunciado a mucho. Solo sería capaz de renunciar a Naruto si creyera que este sería feliz sin él, pero nunca viéndolo morir.

— ¿Qué pasa, Sasu-chan?

Ya ni siquiera le respondió ante aquel mote cariñoso. Solo se dedicó a ver las facciones del rubio. A pesar de que tenía una mirada que a veces podía hacer derretir de miedo o excitación a cualquiera, Naruto tenía aun unos cuantos gentos infantiles que daban gracia y ternura, como en ese instante,  que se sobaba los ojos de sueño. Sonrió, pues le daba  más gracia recordar que era un clon y aun así tenía todo de Naruto: esa forma de bostezar, el retorcerse buscando comodidad, esas manos que a veces bajaban demasiado a la cadera de Sasuke, o esa mirada entre adormilada y cariñosa que le dedicaba al pequeño pelirrojo que dormía entre ellos.

—Teme, pensé que ahora que Akira-chan dormía completo nosotros también lo haríamos. Hahhh- bostezo nuevamente poniéndose de lado.

Sintió una de las manos bronceadas de Naruto tan callosa sobre su rostro acariciándolo con un cuidado que nunca pensó merecer.

—Ya dobe no me toques de manera tan cursi— comentó para romper ese momento tan íntimo que se había formado.

—Pero si tu iniciaste mirándome de esa manera...— dibujó un puchero en su rostro el rubio—mohh… no tengas miedo de decirme lo que se te pasa por la cabeza, teme... o... ¿es algo relacionado a nuestro matrimonio?— preguntó algo cohibido.

Sasuke giró hacia el frente, por lo que ambos quedaron mirando hacia las tejas del techo

—No, dobe, aun no me acostumbro a la idea pero no voy a dejarte plantado... – “Al menos eso espero”— Solo pensaba en mi padre, en que no debí juzgarlo. Era un crío y solo quería su cariño para mí, pero ahora entiendo su actitud hacia mí, hacia Itachi, hacia querer que seamos perfectos. Creo que me quería…

— ¡Claro que lo hacía! Sasuke-teme, toda tu familia lo hacía y creían en ti. ….No sé si te lo mencione pero nuestras madres eran amigas. —menciono con una risa nerviosa.

— ¿Heh?

Eso sí que no lo había escuchado jamás.

— ¡Sí! ¿Increíble ¿no? Estábamos destinados…

Sasuke no contestó, cerró sus ojos y quiso imaginar un mundo en el que Itachi, sus padres y los padres de Naruto estuvieran vivos; seguro hubiera sido divertido ver a su estricto padre recibir a un niño tan travieso como Naruto en su casa. Sonrió levemente ante la imagen, pero el leve movimiento de su hijo le sacó de su ensoñación. Nuevamente sonrió. A pesar de las desgracias, parecía que por fin podría devolverle el favor a los que se habían sacrificado por ellos.

Ambos no mencionaron nada más. Se concentraron en la pequeña persona que dormía entre ellos y cuando sintieron que era seguro que dormía de nuevo, ambos cayeron dormidos también.

A muchos kilómetros de ahí, el verdadero Naruto suspiró, mientras sus ojos se abrían. Era algo frustrante que una parte suya estuviera durmiendo con su pareja y él solo pudiera ver las estrellas solo. Sentía a través de su clon el calor corporal de Sasuke, sus cabellos negros haciéndole cosquillas en el mentón, así también el cabellito suavecito rojo de Akira en sus manos, como su leve respirar  y su cuerpito cálido junto al suyo. Pero abría los ojos y solo las estrellas y una luna menguante eran sus compañeras. Dentro de un par de semanas podría disfrutar de la compañía de ambos verdaderamente, dentro de poco, al menos por un par de días,  ambos serían suyos. Al menos hasta que Sasuke se fuera de misión.

…………………

Cada paso que daba dolía como si tres mil kunai fueran clavados una y otra vez en sus piernas. No iba a soltar algún gemido ni mucho menos. Se portaría como el shinobi que volvería a ser para seguir con sus pasos ayudado por Kakashi, quien parecía bastante entusiasmado por ayudarle a caminar, pese a que Sakura, quien ya estaba en activo como medinin estaba perfectamente calificada para soportar el peso de un hombre como Obito.

Finalmente se decidió dar un descanso para que Obito pudiera tomar un poco de agua, ya que este mínimo de movimientos le dolía y le recargaba como si hubiese empezado a entrenar.

Por otro lado aunque sus piernas aún estaban algo entumecidas, sus reflejos con las manos y su visión estaban en perfectas condiciones, además que cada vez sentía que estos brazos serían capaz de cargar lo que fuera.

Las piernas eran lo que más le estaba costando en reponer sus movimientos originales, pero sin duda había mejorado a niveles olímpicos. En solo un mes logró caminar teniendo que apoyarse pero podía hacerlo. En una semana aproximadamente ya no le sería necesario el apoyo. Y la verdad era que quizás ya no lo necesitaba. Orochimaru le miraba como si supiera ello. Bueno, era el medico que llevaba su tratamiento así que evidentemente sí que sabía que él ya no necesitaba apoyarse en Kakashi, pero sentirlo a su lado era algo que quería seguir disfrutando ya que era el único momento en que este bajaba sus defensas. Pues la mayor parte de día, estaba a la defensiva, ocupado o con Yamato.

—Kakashi ¿no te causa problemas el ayudarme a caminar con tu...?- le costaba decirlo, realmente le costaba admitir que Kakashi este saliendo con alguien.

— ¿A Yamato? No te preocupes, él entiende que sigues siendo mi amigo. Siempre voy a serlo. Así que tu solo concéntrate en recuperarte.

Sus ojos le transmitían ánimo e impulso. Kakashi era símbolo de vida por alguna razón. Quizás era que era su símbolo de vida. No estaba bien aferrarse a una persona, eso lo tenía claro. Y había aprendido su lección, pero ahora mismo quería estrenar la sensibilidad completa en sus manos para tocar su rostro, sus cabellos blancos. Al notar esa sensación nueva solo pudo poner su mano sobre su cabeza, queriendo retroceder.

— ¿Estas bien?— Le preguntó el peliblanco con un semblante preocupado.

—No te preocupes, estoy perfectamente. Sabes, creo que ya es hora de intentar caminar solo. _ sonrió, intentando que fuera una sonrisa agradable para Kakashi—Soy un Uchiha después de todo, sigo teniendo mi orgullo.

—Evidentemente tu recuperación vino con tu ego, Uchiha- bromeó.

Se sintió ligero, como antes, como cuando eran niños. Y ese sentimiento ya no fue desagradable. Al parecer todo mejoraría entre ellos o... se complicaría sin remedio.

Así que Obito Uchiha  anunció a los médicos presentes, Orochimaru, Shizune y Sakura que intentaría caminar por sí solo.

Los tres asintieron. Sakura Y Shizune estaban al pendiente de cualquier movimiento, de que este pudiera caerse en cualquier momento. Pero no, Obito olvido cualquier punzada en sus pies o piernas para concentrarse en avanzar, en seguir; pensó en sus deberes, en lo que podría proteger, en que Rin le miraría orgullosa, pero sobre todo pensó en que Kakashi le observaba emocionado (muy a su manera) a un lado suyo. Eso le hizo sostenerse y llegar hasta el final de los tres metros, no paró, sino que  siguió hasta el metro 10 del gran salón de rehabilitación que habían adaptado en los laboratorios subterráneos nuevos. Al final del tramo estaba agitado pero bastante conforme consigo mismo. Su sangre Uchiha comenzaba a correr a toda prisa por todo su cuerpo, se sentía capaz de todo nuevamente, pero esta vez en el camino correcto.

…………………..

— ¿Qué pasa, Sakura?

Sai interrumpía entere los pensamientos de su amiga y compañera de misiones. Y es que la veía tan perdida que pensó que era mejor interrumpir pues había leído entre su montón de libros sobre psicología humana que debía de interrumpir una persona muy pensativa pue esta quizás estaba preocupada por algo y necesitaba confiárselo a alguien.

— ¿Estas preocupada?

—Sai...-expreso con sorpresa- creo que cada vez mejoras en ver las emociones de las personas.

Sai sonrió levemente un poco orgulloso de sí mismo. Apreciaba mucho a Sakura era casi como una hermana; aunque nadie pudiera llenar el vacío de su hermano Shin, Sakura era alguien muy apreciada por quien pelearía a muerte. Al menos así sentía de imaginarse a la muchacha en una situación así. Pero no había ninguna especie de deseo.

—Es solo que sabes… necesito hacer algo por los chicos.

— ¿Por Sasuke y Naruto?

La chica asintió

—Veras… Yo no hice nada por el matrimonio de Sasuke-kun y Karin... aún estaba algo... bueno aun no atravesaba mi obsesión por Sasuke-kun del todo. Aun así tuvieron una boda bastante elegante. No tengo idea de quien la preparo, no fue pomposa pero fue elegante.- torció un poco el gesto- Ahh… bueno no es correcto guardar resentimiento por ella; además que nos dio al precioso Akira-chan. Y ahora si quiero hacer algo por su matrimonio. Quiero expresarles mi deseo de que sean felices de alguna manera tangible. Pero no sé qué hacer. Naruto tiene miedo de ser demasiado atosigante con una unión muy pomposa y que Sasuke-kun termine negándose a firmar- rio divertida de imaginárselo—Así que cree que simplemente se reunirán a firmar en secreto. Y ese es el problema, Sai, quiero hacer algo por ellos pero que nadie se entere… ya sabes que nadie debe de enterarse.

—Umm- Sai pensaba en aquello pero aun ahora no podía imaginar dos hombres casándose— ¿Pero no era solo un contrato? Solo un acuerdo para que Naruto-san se quede con Akira-chan en caso de que Sasuke muera.

Sakura resopló exasperada para después reír bastante.

—Sai… Sai... ¿Es que no te has dado cuenta cuanto se aman?—pregunto con un tonillo un tanto amenazante. Nunca permitiría de ahora en adelante que alguien ofendiera el lazo de sus amigos.

—Por supuesto que sí… creo que hasta yo me he dado cuenta de ello

—Aunque ellos lo nieguen, estos es especial para ellos. Quizás es muy repentino para Sasuke y se ha visto llevado por las circunstancias a unirse a Naruto de forma imprevista como una especie de seguro. Pero estoy completamente segura como que me llamo Sakura Haruno que ellos dos realmente quieren casarse. Realmente les emociona todo esto aunque no lo admitan. Así que muévete y ayúdame a preparar algo.

—Sobre eso, creo que podríamos hacer algo. Aunque tendríamos que consultar con un reo.

— ¿Takeo-kun?

Sai asintió ante la respuesta sintiendo un ligero encogimiento en sus entrañas ante la mención de él.

—Cierto. No hay nada que Takeo-kun no haga por Sai ¿no?

El tono de Sakura era divertido y por alguna razón hizo que Sai sintiese un poco de vergüenza.

—No lo digas de esa manera.

—Ahhh que mal... los chicos guapos solo se consiguen otros chicos guapos, voy a quedarme solterona para toda la vida ¡shannaro esto es terrible!

Ambos rieron ante tal comentario y se dispusieron a ir a las celdas de Konoha donde aún mantenían a Takeo.

Sakura y Sai se encargarían de preparar una ceremonia sencilla pero agradable para que el sol y la luna firmasen su contrato. Además de que les darían una inesperada sorpresa.

…………………………………………………….

— ¡No vas a ir vestido así!-

La voz chillona de Sakura retumbó por toda la estancia. Era la habitación de Sasuke Uchiha. En otras circunstancias, podría malinterpretarse que la muchacha estuviera ahí. Pero ahora ella en lo único que podía pensar era en que no iba a permitir bajo ningún concepto que Sasuke se vistiera como cualquier día para ir a casarse con su mejor amigo. Como que era la kunoichi más fuerte de la aldea, por honor y orgullo no dejaría Sasuke traspasar las puertas de su habitación en aquellas ropas.

—Sakura—rechino sus dientes el azabache- estas tentando tu suerte.

Y la peli rosa lo sabía. Evidentemente nunca habían sido muy cercanos pero cada vez ella ingresaba dentro del círculo de personas que Sasuke consideraba cercanas. Pero de ahí a permitir que le gritara... Sakura realmente seguro deseaba morir de seguir así.

—Oh no... no voy a asustarme, Sasuke-kun... no y no… no te olvides que también fui entrenada por una sannin.. Así que vas a ponerte algo hermoso para casarte con Naruto… óyeme…. No es como si quisiera delatar a Naruto pero él se mandó a hacer un traje especial para hoy. Es decir ¿puedes imaginar a Naruto teniendo ese cuidado?

Sasuke trago saliva. Realmente imaginárselo así de ilusionado le daba ternura, aunque también pánico.

—Oh vaya las chicas aún no han terminado de cambiarse.

Suigetsu ingresaba a la habitación de su compañero con Akira en brazos quien traía un dinosaurio de peluche con el cual golpeaba insistentemente a Suigetsu

—Tu hijo salió igual de violento y sanguinario que sus padres.

El pequeño Akira ya casi llegaba a los dos años así que había crecido lo suficiente para llamarle,  y pedir a Suigetsu que lo baje. Este lo hizo con un puchero mientras Akira le daba un beso en la frente para luego aun con dinosaurio en la mano correr con lo que podía, a veces pareciendo que iba a caer con sus mechones húmedos por su reciente baño, hacia su padre azabache.

— ¡Mama!

Sakura río ante el mohín en la boca de Sasuke

—Akira... soy papa, oto-chan…tu mama es Karin y ella no está, pero vive aquí – señalo su corazón el corazón de su hijo

Akira sonrió pareciendo que entendía poco a apoco. Sasuke no desistía de mencionar a su hijo quien era su madre y quien era cada quien en su vida.

— ¡Yo soy!- se señaló así mismo Sasuke.

—¿Mam..?

Sasuke negó levemente y empezó a  pronunciar las palabras lentamente.

—pa…pa

—Pa…p...papi

Sasuke le sonrió, al menos ya comenzaba a entender su hijo como debía de llamarlo. Tampoco iba a  exigirle que fuera formal como Fugaku lo hacía con él en llamarle “padre”.

El azabache lo mantuvo sentado en sus brazos siendo observado ahora por Suigetsu y Juugo. Sakura se había sumergido en las pertenencias que había traído buscando un atuendo que se viera bien para la ocasión. No iba a permitir que el dinero que logro sacarle a Naruto para el ambiente de la casona Uzumaki sea desperdiciado ni mucho menos que su amigo rubio se sintiera ridículo por haberse mandado a ser un traje para el día.

—Sasuke-san ¿Por qué no se pone el traje ceremonial de los Uchiha? ¿No lo trajo para ello?

Juugo sintió que quizá no debió abrir la boca ante los ojos emocionados de Sakura y la mirada con el sharingan de Sasuke.

—Así que también te estabas esmerando, Sasuke-kun— rio enternecida.

—Deja de mirarme así, Sakura me asqueas.

Ella ya no se inmutaba ante sus palabras fuertes. A estas alturas estaba más que acostumbrada. Pero lo que importaba era que había logrado su cometido.

—Entonces no tengo nada que hacer. Espero conocer el famoso traje ceremonial Uchiha- sonrió ella.

Se acercó a Sasuke y puso una mano en su hombro a pesar de la diferencia de alturas, Sasuke sintió que ella cada vez se hacía digna de su amistad.

—Se bueno con Naruto y póntelo. Sé que no vas usar el traje matrimonial de los Uchiha porque eso le pertenece a Karin, pero que este le pertenezca a Naruto y a la familia que van a formar.- su mirada se desvió ante el niño pelirrojo que jugaba con su peluche aun sentado en brazos de su padre.

Sasuke suspiró y le dedico una media sonrisa. La peli rosa supo que hoy se uniría un amor verdadero.

Sakura salió por la ventana y saltó de teja en teja, dirigiéndose a la colina de la cara de los kages para preparar la sorpresa hacia sus amigos. Le había dado órdenes expresas a Naruto de adónde dirigirse después de la ceremonia y más le valía cumplirlas o sino conocería lo que era su verdadera fuerza.

— ¿Por qué siempre los ninjas acostumbramos a salir por la ventana? Digo no tenía de quienes escapar. —comento sin pensar Suigetsu

—Solo cállate.

Sasuke suspiró y exhaló rápidamente viendo la caja donde estaba el traje ceremonial de su familia. Bien, nunca lo había utilizado, la primera vez iba a ser en los eventos especiales con su familia pero nunca se ha dado; así que quizás sería un buen momento para empezar con la tradición. Realmente no había pensado en ello, quizás en usar alguna yukata más o menos formal pero luego recordó cuando vio a Itachi utilizarlo cuando celebraron su graduación de la academia en una ceremonia Uchiha. Cada vez que un Uchiha nacía se alistaba cuáles serían los diseños personales que tendría ya que todos cumplían con ciertas características generales. Neko-obasan se lo había enviado cuando llegó a la edad en que oficialmente podría ser considerado líder del clan al ser el único.

—Vamos, princesa, vístete y no hagas esperar al novio que debe estar desesperado por la noche de bodas aunque ya te haya comido lo suficiente. —bromeó Suigetsu.

—Juugo, haz que se calle o no respondo por quemarlos con amaterasu

—Claro, Sasuke-sama—respondió con respeto.

—Está bien, está bien, pero... ¿Porque no te lo pones de una vez? ¿Piensas hacerle esperar?

El azabache vio a través de la ventana, sin duda el color del cielo le recordaba que ya debería estar listo.

Sin pensárselo demasiado se retiró al vestidor y comenzó a quitarse la ropa con la que planeaba ir antes de que Sakura interviniera.

Luego de muchos lazos, dobleces y demás, el Uchiha estaba listo, pero levemente sonrojado.

—Sasuke-sama, se ve muy bien.

Los ojos abiertos de Juugo le indicaban que era cierto, a pesar de su ego fue elevado con aquellas palabras y mirada, no podía evitar sentirse nervioso.

—Sasuke, si ese idiota no se  casa contigo me ofrezco. Te ves mejor que cuando te casaste con Karin... pero oye ¿Por qué todos los Uchiha gustan de vestir con trajes que les marca la cintura y parecen faldones?

Su pregunta no era una broma ni burla parecía una duda existencial.

Suigetsu recibió un golpe con el peluche de dinosaurio de Akira quien ya había empezado a jugar con otros de sus juguetes que habían sido traídos indiferente a que su papi estaba punto de unirse a otra persona que no era su madre.

………………………..

Naruto había dado demasiadas vueltas durante los últimos minutos, por lo cual tuvo bastante mareados a Kakashi, Yamato y Obito quien solo sonreía ante el nerviosismos del chico.

—Sensei, estoy seguro que se arrepintió... estoy más que seguro.

Se encontraba en el templo Uzumaki que había sido reconstruido, ahí mismo llegaría un sacerdote shinto que celebraría una ceremonia de lealtad y unión, de ahí en uno de los salones de la mansión firmarían la unión. Para Naruto era más que suficiente.

Por lo que ahora mismo estaba arrepentido de haber aceptado dar una leve decoración en flores y velas al salón… quizás Sasuke se había enterado y había decidido dar marcha atrás.

—No te preocupes, Naruto-kun, sabes que las novias siempre se hacen esperar y con lo que él cuida su cabello pues...

— ¡Sai!

Sakura y Sai acababan de llegar, serían los testigos de la pareja, la primera pareja de dos hombres que se unía en Konoha.

Kakashi se encontraba vestido con su traje de Hokage. Según la tradición de Konoha ante la unión de personajes reconocidos, de clanes importantes el Hokage debería estar presente. Así sea que un juez  o sacerdote propio del clan fuera el que los case. Ante la unión civil de dos ninjas de Konoha  importantes el hokage debía de estar presente. Este era el caso y él mismo haciendo uso de su autoridad, los casaría, él ya tenía el poder para hacerlo pero eso no significaba que siempre lo haría... pero eran sus dos alumnos. Así que sin duda no se perdería usar su poder en este caso.

—Calma Naruto... ya va a llegar.

Los presentes querían reír, más cuando el sacerdote shinto llegó al templo con su pequeño comité de asistentes. Este había jurado no revelar ante nadie este secreto.

—Entonces procedamos…

Naruto estaba a punto de desmayarse. Quizás debió de vestirse con su chándal normal o con un traje formal de jounin o con su traje de protocolo como protector. Pero no tenía que haber rebuscado entre los trajes formales de los Uzumaki y mandarse a hacer uno.

Ahora mismo se sentía tan estúpido por traer puesto los pantalones pálidos y amplios amarrados hacia delante de color crema, así como la camiseta de corte de yukata que le llegaba has la cintura también amarrado con el mismo obi el cual no se apreciaba largo, también crema, por la abertura  se mostraba una remera totalmente negra que le llegaba hasta el cuello dándole sobriedad. Todo ello a juego con el haori-chaqueta de cuero color del pelaje del kyubi con detalle negros por los bodes sin mangas por las cuales salían las mangas de la yukata, lo traía sin atar, abierto y le llegaba hasta medio muslo. Su cabello estaba levemente alborotado pues lo tenía corto desde hace ya algunos años. El juego completo le daba un aire diferente a Naruto a seriedad, pero el contraste con la chaqueta-haori le daba ese toque que señalaba “Naruto Uzumaki”, y claro el escudo de su familia orgullosamente bordado en la parte trasera. Era la formalidad y el salvajismo propio de la parte activa, del yin y yan personificados en Naruto. Se veía realmente capaz de construir y destruir mundos con su aliento.

Estaba a punto de gritar cuando varios pasos se escucharon llegar. Todos habían llegado evidentemente saltando por los tejados. Y entonces supuso que Sasuke sin duda se había puesto lo primero que encontró.

Pero grande fue su sorpresa cuando las puertas del templo fueron corridas por Juugo y Suigetsu quienes sonreían y vestían yukatas masculinas negras, el pequeño Akira estaba siendo cargado por Jugo quien lo traía en sus hombros. El niño venía vestido con una yukata y unos pantalones plisados color dorado que hacían juego con su color de cabello, y detrás de ellos Sasuke Uchiha ingresaba con paso firme como si por dentro no se estuviera sintiendo avergonzado por haber llegado tarde casi como la broma de Suigetsu “No te preocupes, Sasuke, la novia siempre llega tarde”, chasqueo la lengua fastidiado. Pero Naruto solo podía devorarlo con una mirada emocionada enternecida y posesiva.

Sasuke vestía los pantalones negros pegados a su cuerpo tradicional de su clan, la túnica de cuello alto que le llegaba hasta por debajo de las rodillas, un obi amarrado hacia delante de color plateado marcaba su cintura levemente, las cintas del obi llegaban hasta la mitad del faldón por lo que casi se veía sugerente. Las mangas eran largas y de gran abertura, traía puesto también el haori de la familia Uchiha , del líder del clan Uchiha, el cual llegaba hasta casi el suelo pues era uno estilo ceremonial sin mangas; cada tela  se apreciaba fina, sin duda seda; el conjunto ensanchaba los hombros en un corte que se hacía  a nivel de la cintura más angosto por lo cual daba una sensación de enmarcársela más, para el lado final que casi llegaba a los suelos se hacía más ancha;  era de color negro  aún más oscuro pero con un toque de brillo por el mismo material que era la seda, con los bordados del pai pai a cada lado del haori y en la espalda, tenía detalles en plata como la luna en los bordes, en el cuello plegado del haori; y por supuesto traía puesto las getas ceremoniales color negro con detalles en plata.

Naruto siempre había pensado que los colores oscuros eran los que mejor le asentaban a su rostro de piel blanca pero cremosa, y sin duda notó que esos pequeños toques plateados también le favorecían. Sin duda estaba enfrente de su luna, su noche con luna llena y estrellada. Sasuke se veía imponente como el ninja legendario que era, pero hermoso solo comparable al dios tsukuyomi (diosa de la luna). Su piel no traía retoque alguno pero parecía que los saltos con los que habían llegado no le había siquiera despeinado o ensuciado alguna parte del traje. Sus cabellos y esos encantadores mechones negros aun enmarcaban su rostro, sus labios se veían rosados, su rostro sin gotas de sudor, en su cuello tenía una cadena que recién había notado, una parecida se la había visto a Itachi y comprendió, estaba ahí ante el líder del clan Uchiha y formaría una familia con este. Sasuke se había vestido como lo que era, para mostrarle que con todo él era con quien se unía. Su luna se lo estaba tomando totalmente en serio. Así como él también.

Cuando Sasuke llegó hasta él le dedicó una sonrisa provocativa a la que Sasuke contestó con una igual. Sasuke y Naruto se tomaron de las manos para caminar hasta el sacerdote shinto que inició la ceremonia

Por el lado del azabache, ya no se avergonzó de haber mandado a traer el traje que debía de utilizar ni portar la cadena que le señalaba como líder del clan, pues eso es lo que era. Pues ahora que detallaba a Naruto este se veía tan poderoso como el sol que resplandecía. Casi parecía que el poder del Kyuibi estaba fuera pues el haori anaranjado le  denotaba como su naturaleza explosiva. Además que orgullosamente también portaba el símbolo de líder del clan Uzumaki en su espalda. Hoy el clan Uzumaki y Uchiha quedaban nuevamente unidos pero esta vez por la unión de los líderes.

La ceremonia dio inicio, Sasuke y Naruto estaban sentados frente a frente intercambiando copas de sake juramentándose lealtad y unión hasta el fin de sus días. Era casi como la juramentación de dos compañeros de un mismo escuadrón; sin embargo en los ritos shinto las ceremonias eran muy parecidas. En una ceremonia de compañeros o de señor y servidor era una juramentación de aportes de un talento para compensar al otro, y lo que juramentaban Sasuke y Naruto era algo que ya eran, dos fuerzas que unidas son invencibles. Las tres copas fueron compartidas, ambos sellaron el pergamino con su juramente con un poco de su sangre y tanto Uchiha como Uzumaki habían quedado enlazados en un juramente de palabra y sangre.

Después de recibir las bendiciones en nombre de los dioses por parte del sacerdote, ambos se pusieron de pie y se marcharon del templo junto a todos sus invitados hacia el salón principal de la  mansión Uzumaki. El clan Uzumaki vivía en el lado opuesto del barrio Uchiha, distanciado de la aldea por lo que no había nadie a los alrededores.

Dentro, Naruto y Sasuke se pusieron de rodillas nuevamente lado a lado, sus invitados alrededor, Kakashi al frente de ellos. Se procedió a comenzar  con explicar todas las responsabilidades y derechos que ahora como pareja tenían ante la sociedad de Konoha. La pregunta de rigor se hizo y ambos, sin duda alguna, dieron su sí. Kakashi los nombro esposos luego de las respectivas firmas y Naruto no pudo contenerse más por lo que se abalanzó sobre Sasuke para robarle un beso enfrente de sus más cercanos.

Ambos recibieron el respectivo abrazo de Sakura y ella aprovecho para recordarle a Naruto de que vayan a la cabeza de los kages.

Se había preparado una pequeña merienda luego del brindis por lo que todos pasaron a sentarse para comer.

Naruto estaba al lado de su ahora esposo y no podía creerlo. Se suponía que como tradición deberían de intercambiar regalos aparte de los anillos que ya lo habían  hecho. El rubio observo la mano de Sasuke en el cual su anular destellaba una argolla sencilla de plata al igual que la suya propia. Estar sentados ambos en el centro de la mesa como la pareja formal que ahora era parecía casi irreal para ambos.

Pronto Akira se soltó de los brazos Juugo y quiso cobijarse entre sus ahora padres, pues con el matrimonio Naruto había adoptado a Akira como un segundo tutor. Este quiso comer en medio de ellos y Naruto no pudo negarle nada, admiró su bonito traje y sus cabellos rojizos; supo que tendría que protegerlo mucho porque sería tan bonito como Sasuke.

La celebración terminó y todos vieron necesario marcharse para dejar a la nueva pareja en la casona Uzumaki. Sasuke ya estaba listo para arropar a su hijo  y dormirse con él, pero Sakura se acercó a él

—Por hoy deja que nosotros nos encarguemos de Akira-chan.

—Por supuesto que no- renegó Sasuke.

—Naruto te quiere solo para él por hoy- dijo ella sonrojada.

Sasuke entendió a qué se refería y no pudo evitar sonrojare también.

—Se supone que Juugo y Suigetsu vivirán conmigo incluso aquí- balbuceo lo que causó ternura a Sakura. Se sentía entusiasmada de que Sasuke fuera capaz de mostrar tantos sentimientos.

—Hoy no, princesa, hoy nos quedaremos con Akira y Sakura-san en la mansión Uchiha.

Naruto se acercó y con una confianza que antes no tenía envolvió a Sasuke por los hombros.

—No te preocupes, Sasuke. Dejare tres clones míos para que los protejan.

—Nosotros también lo haremos- anunciaron Obito  y Kakashi.

El azabache sabía que si seguían hablando se sonrojaría aún más. Sin embargo en las miradas de todos veía la seguridad de que sangrarían antes de dejar que algo malo le pase a su hijo, por lo que con reticencia dejo ir a su bebe en brazos de Sakura.

Todos se marcharon. Los esposos habían quedado solos.

—Ven´tebayo

Naruto tomó su mano y ambos llegaron a  los tejados.

—Sakura-chan, me pidió que fuéramos a la cabeza de los kages y como di mi palabra iremos; luego…voy a entretenerme toda la noche devorándote lentamente.

Sasuke en respuesta tomo su mano y lo insto a  empezar a saltar de tejado en tejado aun con los pesados y costosos trajes que tenían. Ambos con una sonrisa dibujada en sus rostros.

Llegaron, se sentaron y esperaron a que algo sucediera.

Pensaron que nada pasaría hasta que una gran ave de tinta que seguramente era de Sai se elevó en los cielos regando una preciosa escarcha que poco a poco empezó a estallar en brillos en el cielo. Las pequeñas explosiones seguían al ave de tinta que surcaba el cielo, sin embargo el brillo de estos eran de una unión entre el plateado y el dorado recitando la unión del sol y la luna.

Muchos se preguntaron qué era lo que se había celebrado, ninguno supo que Naruto y Sasuke se besaban bajo el brillo de los fuegos artificiales.

—Sé que en unos días vamos a separarnos... por eso quisiera que usaras una de estas.

Naruto saco una cadena de cuero negro que tenía un colgante en forma de un triángulo redondeando hacia abajo. Estaba vacío, parecía que había espacio para aguardar foto.

 —Yo tengo esta y no me preguntes como conseguí una foto tuya

Naruto usaba el mismo diseño de collar pero en el relicario había una foto de Sasuke.

El azabache rio…todos estos detalles nunca los espero recibir menos de su rival.

—Entonces dame una de tu carota.-estiro la mano.

Naruto le tendió una de su mejores fotos, Sasuke la observa hizo un sonrisita y la metió dentro.

—Pónmelo

Y ahí en medio del brillo en el cielo que admiraban Naruto puso el collar en el cuello de Sasuke.

—No puedo creer que pensáramos parecido, dobe.

Sasuke saco un par de pulseras una con el pai pia del clan Uchiha y otra con el remolino Uzumaki

Naruto sonrió, y  dejó que Sasuke le pusiera en su muñeca.

Ambos habían intercambiado regalos, así que simplemente se recostaron lado con lado, muy juntos, observaron como el ave de tinta esparcía los juegos artificiales como si fuera una larga cola. Esta esparcía el brillo como si fuera una lluvia estelar, como el resultado de la unión de ambos astros.  Todo el cielo de Konoha quedo con una estela brillante que duraría muchas horas más. Ambos esposos admiraron y agradecieron a su amiga y a Sai por el detalle y la bendición que les habían hecho.

El rubio sin poder esperar más, se tumbó encima de Sasuke para robarle un beso lento.

No le importó en ese momento que alguien pasara, que alguien les viera. Naruto le importó poco; es más, deseó que toda la aldea viera como a punta de besos marcaba la piel del cuello de Sasuke.

Su esposo, su pareja oficial. El rubio solo podía sentirse a gusto con plenitud, así sostenido sobre el pelinegro.

Estaba seguro que amaba con totalidad a Sasuke. Era más que el deseo que ahora sus cuerpos encendían. Era mucho más que tocar su piel con sus manos. Porque el amor no era solo felicidad, era darlo todo. Y esa era la forma de amar de Naruto para con Sasuke. Para con cada beso entregaba todo su cuerpo y toda su alma. Y a la misma manera recibía el alma y el cuerpo de Sasuke, porque ahora que sus ojos se encontraron, que sus manos tocaron la mejilla contraria, bajo la luna protectora, Naruto no pudo más que derramar lágrimas. La sensación era más fuerte que su voluntad así que sus lágrimas cristalinas siguieron cayendo.

—Dobe...

Sasuke entendía la sensación de Naruto. Y no necesitaba esta conexión psíquica con él, simplemente con ver sus ojos azules tenía claro que era lo que temía Naruto.

—Naruto, siempre estuve destinado a ti.

Aquellas palabras en vez de calmar al rubio hicieron que sus lágrimas se hicieran aún más copiosas, pero que a la vez su risa se volviera estruendosa.

—Creo que es momento de que nos vayamos a tu casa, idiota- dijo avergonzado Sasuke.

El rubio tomó a su esposo entre sus brazos con confianza; como lo esperaba recibió un jalón en su cabello rubio. Sin embargo a esas alturas era más costumbre que molestia. Evidentemente estar cargado de esa manera por Naruto era algo indigno como shinobi para Sasuke, pero ya que había cometido demasiadas locuras cursis, dejar que Naruto le cargue  no era algo que dañase demasiado más su dignidad; después de todo, la sonrisa de Naruto era suficiente para calmar cualquier objeción de su orgullo. Su esposo rubio era su sol propio. Y a partir de ese día lo quería para sí mismo y nadie más.  También con Akira... pero nadie más.

Sabía que eso no podría ser, pero por esa noche quería pensar que Naruto sería solo suyo por siempre, que no tenía más deberes con el mundo, que eran simplemente una pareja enamorada que necesitaba unirse para calmar el hambre de sus cuerpos por el otro.

En muy poco tiempo ambos ya estaban sobre el futon matrimonial de la mansión principal Uzumaki.

Naruto entrelazó sus manos y sus bocas se acercaron al mismo tiempo. Los besos iniciaron suaves, querían deleitarse poco a poco. Naruto real no había tocado en tanto tiempo a Sasuke, que ponía toda su fuerza de voluntad en mantenerse paciente para disfrutar correctamente de hacerle el amor a su azabache.

Repentinamente Sasuke apoyó sus manos en la nuca de piel canela, sus besos se tornaron más apasionados, sus lenguas juguetearon al ritmo  acelerado de Sasuke. Este término sentado sobre las piernas del otro, mientras los besos continuaban. Se separaron ligeramente, se sonrieron. Sasuke se iría en un par de días y estas sensaciones solo podrían ser añoradas en sus mentes. Pero era inevitable, tenían deberes y debían de continuar. Porque el amor era así... era la dulzura y la tragedia al mismo momento. Y por ello en aquel momento en  que sus pieles comenzaban a tocarse era como el cielo y el infierno hechos uno...

Sabían que se extrañarían y que ese momento les sería como un castigo, pero no iban a evitar por ello el tocarse con más necesidad.

Naruto deshizo el lazo del obi del azabache, pero no era suficiente para tenerle desnudo. Sasuke también intentó abrirle los ropajes pero se topó con varios impedimentos. Resoplaron.

Cada uno se sentó sobre sus rodillas y por cuenta propia comenzaron a desatarse los nudos de sus ropas. Cuando Naruto quedo con el pecho descubierto y los pantalones sueltos, Sasuke aún seguía con la túnica negra.

—Baja el cierre.

El rubio sabía que Sasuke podía hacerlo solo, pero admitía que aquel gesto fue excitante: estar detrás del azabache mientras dejaba al descubierto su tersa espalda. Sin pedir permiso bajo su boca saboreando con su lengua su piel cremosa. Naruto resopló complacido con la mixtura de sabor y olor.

Bajo con cuidado la ropa, dejando al total descubierto su espalda y pecho. Sasuke giro levemente su cabeza hacia atrás y fue correspondido con un beso apasionado por su pareja oficial. Las manos de Naruto presionaron fuertemente en los hombros de Sasuke, dejando marcas rojizas en su piel. Para el rubio era asombroso la delicadez de la piel de este en contrariedad con la absoluta fuerza de su dueño.

Solo guiado por sus instintos, Naruto hizo que su esposo se recostara bocabajo en el futon matrimonial ya completamente desnudo. Sasuke sintió vergüenza de verse tan expuesto y tan sumiso, pero la presencia de Naruto le abrumó, aun sin ver sus ojos. Sabía el deseo que este sentía por él.

 Las manos de su marido, subieron lentamente desde sus tobillos, pasando por sus piernas torneadas, hasta sus glúteos donde presionaron con fuerza pero sin lastimarlo;  el azabache gimió  y aquel sonido resonó en la habitación a pesar de que el azabache intentó acallarlo posando su boca en el futon.

Su boca estaba llena de su propia saliva. No podría describir lo mucho que deseaba estar más cerca de Sasuke, pero su perfecta figura le asombró, por lo que se limitó a tocarle suavemente, a recorrerle por toda la espalda con las yemas de sus dedos. La piel de Sasuke era un privilegio el tocarle... sus hermosa cintura marcada y su espada amplia, fuerte pero estilizada le invitó a  recorrerla con sus labios y dientes. Tragaba, pasaba, estaba sediento de su esposo, pero quería seguir comprobando con su dedo, recorriendo el cuerpo de su pareja, conociendo cada detalle como el lunar de aquí o el cambio de tonos en la piel de su espalda con la de sus glúteos.

—Naruto… ¿Qué demonios haces?

A pesar de no haber comenzado a tocar de verdad, la voz de Sasuke salía como quejido.

—No te des la vuelta ´tebayo

Sasuke iba a quejare pero pronto sintió el cuerpo pesado de Naruto encima suyo, sintió claramente su pecho musculoso y marcado, sus piernas metiéndose entre las suyas, su boca jugando en su nuca, su aliento, su sudor y su miembro presionado sobre sus nalgas. No pudo evitar soltar otro de esos vergonzosos quejidos que tanto gustaban al rubio.

—Déjate de juegos…

Naruto rio, pero se amoldo perfectamente sobre el cuerpo de su amante en aquella posición.

—Todo tú eres mío ´tebayo

Le abrazó así como estaban y supo que aquellas palabras tenían más que un significado carnal. Pues eran plenamente ciertas. Cada vez que se sentían tan cerca ambos comprobaban de que el mito de que una vez fueron un solo ser se hacía realidad.

Succiono la piel y repartió un par de mordidas sobre la espalda de Sasuke a tiempo que su cadera se movía por lo cual su miembro se apretaba y masturbaba contra los glúteos de su esposo. Sasuke quien solo podía arañar el futon gemía. ¿En qué momento se le ocurrió empezar a ser tocado de esta manera? Naruto no le dejo voltear y era quien tenía todo el control. El rubio le tocaba y marcaba tanto como quería.

—Te amo….mi esposo…

Sasuke se sonrojo aún más si aquello era posible. Su rostro le ardía mucho más que el resto de su cuerpo. Sintió como el otro separaba sus piernas y por tanto sus glúteos eran separados uno del otro. Nunca había estado tan expuesto. Los besos de su marido bajaron lentamente con seguridad enrojeciendo su piel hasta los glúteos.

— ¡No, Naruto!

—Déjame tocarte cuanto quiera vas a irte pronto…´tebayo

El azabache  gimió nuevamente. Sus jadeos ya eran imparables, y solo podía seguir arañando el futon e intentando levantarse, pero Naruto le tenía bien apresado por  las caderas.

Sintió la lengua de Naruto en aquel lugar. Sasuke quiso golpear a su marido por ello.

— ¿Cómo demonios se te ocurre hacer algo así? Tú estás demente, rubio idiota y pervertido

Esta vez sí había logrado librarse del otro. O quizás Naruto lo había permitido pues su mirada y su sonrisa estremecieron a Sasuke. Se sintió abochornado, perdido pero sediento de las caricias de Naruto.

—Mi esposo— como si lo anunciara ante la aldea entera, su firmeza y el amor con que lo decía detuvo cualquier otra queja.

Naruto se acercó a Sasuke y sus bocas se encontraron. Ambos con los ojos entrecerrados se dejaron caer sobre el futon, pero esta vez Sasuke podía observar las miradas y gestos de Naruto mientras le acaricia y besa. El azabache  abrió las piernas y su marido se acomodó entre ellas con familiaridad.

Una caricia en su mejilla, ambos tenían  lágrimas retenidas. Fue increíble que después de todo puedan estar de esa manera tan íntima.

—Dime que me amas, Sasuke

Sasuke giró su rostro pero tomo fuerza y aparto sus inquietudes. Ese día,  Naruto necesitaba saber con sus propias palabras sus sentimientos

—Te amo, dobe.

Sus bocas volvieron a encontrar al igual que sus lenguas, mientras las manos de Naruto bajan y se pierden por la cintura de su amado. Después son los dedos de Naruto los que ingresan en Sasuke, quien solo resopla por el pequeño dolor que aún le produce. Las caricias no paran, Naruto le tiene a su total merced. Y por esa noche, Sasuke dejó que este hiciera lo que desee con su cuerpo, después de todo confiaba plenamente en Naruto y a la vez deseaba demostrarle que era suyo.

Se unieron y Sasuke no sintió dolor alguno. Su cuerpo estaba demasiado ansioso por Naruto, así que solo pudo solar un largo quejido de placer cuando Naruto fue entrando poco a poco en él. Se abrazó con fuerza a la espalda y al cuello bronceado, mientras el rubio le apretó la cadera con una mano, mientras levantaba su pierna derecha con la otra. Sus miradas se conectaron por lo que irrefrenablemente tuvieron que besarse.

Esa noche fue especial pues sus nombres y sus almas se habían unido en  la ceremonia y lo reafirmaron al unir sus cuerpos.

Los movimientos se hicieron cada vez más fuerte, Sasuke dejo salir por sus labios todo el placer que el otro le ofrecía, todo el amor que sobre su cuerpo era entregado a través de besos y caricias.

Apretó los cabellos de Naruto cuando gimió por última vez para correrse entre ambos. Naruto siguió con sus movimientos observando el hermoso espectáculo que era ver el rostro lleno de placer de su amigo, esposo y amante.

Jadeo con fuerza cuando el cuerpo de Sasuke le apretó tan fuerte que no pudo evitar correrse dentro de este. Terminó y como era costumbre, sus frentes se juntaron mientras ambos resoplaban. Sus labios se juntaron en un contacto suave.

Sasuke en un acto inesperado, empujó a Naruto y antes de que este pudiera quejarse, Sasuke se posó encima de él con las piernas bien afianzadas a cada lado de su cadera, meneando sus caderas para que sus miembros se toquen. Sasuke movió sus cabellos a un lado, bajo su mano por todo su cuerpo sudoroso y mordió su labio inferior mientras seguía con el movimiento. Solo ese acto sensual fue suficiente para que Naruto se sintiera deseoso de más.

— ¿No me dijiste que me devorarías toda lo noche?

Le susurró con voz grave y deseosa, Sasuke. Naruto rio tomándoselo como un reto. El azabache poso sus labios sobre los suyos y un nuevo beso inició así como las manos de ambos comenzaron a acariciarse con posesividad.

—También voy  a demostrarte que eres mío, Naruto.

Justo después de ello, Sasuke mordió su cuello para luego besar su manzana. Sus ojos se encontraron y las caricias desesperadas dieron inicio. Esa noche sería una muy larga donde una y otra vez unirían sus cuerpos reafirmando así todos sus sentimientos.

 

 

Despertó, buscó a Sasuke entre sus brazos como recordaba que finalizaron la jornada de ayer. No lo encontró, pero su futon a un estaba cálido. Seguramente recién se había levantado. El pelinegro era alguien demasiado pulcro como para soportar más de un par de horas todos los flujos que en su cuerpo se habían secado.

Naruto no podía creer cuanto deseaba a su mejor amigo. Vale que de pequeño le pareció muy mono y de cierta manera, tierno, a pesar de lo fastidioso y engreído que era, todo un señorito de un alto clan de Konoha. Quizás desde aquella época ya le gustaba un poquito el azabache. Ahora no podía sino desearlo y amarlo con tanta intensidad que le parecía irreal que se hayan agarrado a golpes hace años.

Se levantó. Como supuso, Sasuke estaba frente al espejo viéndose, traía una esponja en su mano y parecía querer detallar que partes de su cuerpo requerían aún más limpieza. Pues sus cabellos húmedos delataban que ya había tomado un riguroso baño.

Sin pensarlo demasiado, el rubio se abalanzó sobre su esposo, abrazándolo por la espalda.

— ¡Idiota!—grito sonrojado Sasuke intentado librarse, pero los fuertes brazos de Naruto no se lo permitieron, así que simplemente suspiró y relajo los hombros.

—Has arruinado mi baño, usuratonkanshi.

El ligero puchero que hizo con sus labios el azabache no pudo ser resistido por Naruto que tomo su mejilla y la inclino para poder besarle en los labios… Sus lenguas se enfrentaron en la boca del azabache hasta que ambos se sintieron satisfechos por el momento.

— ¡Baka!— le regañó Sasuke.

—Eres tan hermoso, Sasuke—susurró.

Sasuke miro hacia el espejo, la vergüenza le azoró demasiado. Su cuerpo estaba totalmente marcado, tenía moretones hasta entre sus piernas. Y Naruto le abrazaba tan posesivamente.

— ¿No pudiste controlarte un poco? ¿Que se supone que deba de usar? ¿Una túnica como las de Suna?—gruño el azabache.

Naruto rio ante aquel gesto pues era cierto, realmente casi se había vuelto una bestia sobre Sasuke. Aunque aquello no había sido realmente solo cosa de él.

— ¿Así? Pues yo creo que realmente los Uchiha están relacionados a los gatos, solo eso explica porque afilaste tus uñas en mi espalda.

El pelinegro se sonrojó nuevamente. Se libró de los brazos de Naruto y fue a ver la espalda de este.

— ¿Porque no te curó Kurama?

El rubio pareció dudar pues realmente ya debería estar medianamente curado hasta de las últimas marcas que le hizo Sasuke en la última vez que lo hicieron hace unas pocas horas.

—No importa.

Se acercó a Sasuke beso su mejilla y luego beso sus labios. El otro quiso separarse pero una energía le mantuvo ahí quieto permitiendo que Naruto le embargue con toda su presencia y sus besos. Cerró los ojos sintiéndose como un jovencito, respondió a los besos y pronto las manos de Naruto ya estaban en su cintura. Sin embargo cuando los entreabrió se asustó: la energía de kurama fluctuaba a través de Naruto sin contención.

El rubio también parecía sorprendido pero no soltó a Sasuke. Su energía no estaba siendo limitada ni cambiada como en la cuarta guerra. Era cierto que Sasuke tenía su marca pero aun así no debería ser suficiente. Aun así ambos se mantuvieron quietos observando cómo así como la energía de Kurama curaba las marcas de Naruto, lo hacía con las que estaban en el cuerpo de Sasuke.

Ambos se observaron sin comprender porque no afectaba ello al azabache y aún más porque la energía de Kurama curaba el cuerpo de Sasuke como si fuera el de Naruto.

“Ni crean que voy a desperdiciar otra vez mi energía en sus arranques pasionales. Me importa poco que sean almas gemelas o toda esa mierda sentimental”, gruñó Kurama en posición de medicación.

“Kurama. ¿Qué sucedió?

Kurama abrió los ojos y como lo esperó, Sasuke también aparecía junto a Naruto sin necesidad de usar su sharingan.

—“Así que es cierto eh.”- murmuró Kurama.

Naruto y Sasuke notaron que los tres estaban perfectamente sincronizados, como si realmente fuera un solo ser.

“Originalmente ambos eran solo un ser… Un ser que dividió la energía ninja y los poderes totales en dos, en el bien y mal, luz y oscuridad, yin y yan”-

Kurama realmente parecía fastidiado.

“¿Por qué tenía que ser un hombre? Y un Uchiha… maldición”

“¿A qué te refieres bola de pelos?”- le pico Sasuke

“Maldito mocoso. Bueno que esto podría pasárselo a sus descendientes de sangre a su rencarnación, Naruto, es decir quien contenga su espíritu así como Naruto contiene el espíritu de sus maestros y tú los tuyos. Pero creo que podría haberlo compartido con su pareja. Pero supongo que nunca de la misma manera que contigo.

Sasuke sonrió

“ahhn significa que puedo controlarte si quiero”

“Malnacido Uchiha... ¿Naruto en serio?”

El rubio río alegre de que Sasuke fuera realmente suyo por completo.

“¿Es debido a que nos casamos?”

El kyubi removió sus colas y se apoyó en  su brazo.

“Es debido a su juramento ante el templo Uzumaki. Los papeles que ustedes firmen me tienen sin cuidado, pero sobre todo es debido a que lo juraron con una real voluntad  y con un pacto de sangre. Y que...

“¿Qué más?”

“¡Y que no paran de fornicar como animales! Ahora lárguense de aquí”

Ambos jóvenes se sonrojaron, pero para Naruto era divertido ver histérico a Kurama. Ahora estaba más que complacido de que podían usar sus poderes para proteger a Sasuke aun inconscientemente.

Sasuke parecía pensativo.

—Me preguntó si tú también podrías…

Naruto sonrió e intentó visualizarse con el sharingan o invocar a Susano pero no sucedió.

—Quizás… aun no me siento listo, pero cuando vuelva de mi viaje juraremos nuestros votos ante el templo Uchiha. Lo prometo, dobe.

El rubio no sintió más tristeza ante no poder ser viceversa pero simplemente se abalanzó sobre el otro para iniciar a besarse  lentamente. Sin embargo una idea cruzo la mente de Naruto inesperadamente: Se separó de Sasuke y sacándose un poco de sangre de su dedo, hizo el signo de invocación de las serpientes de Sasuke que siempre había visto hacer. Esta apreció frente a ellos afuera de la mansión. Ambos abrieron la boca sorprendidos. Ello quería decir demasiado. Sin embargo, tendrían que averiguar cuantos de sus poderes podían ser  usados por el otro y hasta cuanta distancia debían de estar el uno con el otro.

Terminaron con la invocación. Y luego de muchos besos ambos se alistaron para ir con Hikari.

 

Una semana llena de recuerdos familiares y de pareja quedó marcada en la mente de ellos. Dos meses después Naruto no tuvo ninguna noticia de su esposo. Por lo que debía hacer validar su matrimonio ante todo Konoha y la nación entera por la custodia de Hikari Uchiha Uzumaki; ello  debía de ser su prioridad a pesar de que se moría por ir en busca de alguna pista de Sasuke

 

Notas finales:

Debo avisar que por motivos de salud van a operarme peor es una operación sencilla. En cualquier caso si todo sale bien estare en mas o menos quince días. Y bueno visiten mi facebook kaoryciel para saber como va todo sobre este fic... siempre anuncio cuando inicie a escribir nuevo capi o como voy con la historia o los animos. 

Nos estamos leyendo espero me dejen sus comentarios para saber que tal les pareció este capitulo!!


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