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Hijo de shinobi por kaoryciel147

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Notas del capitulo:

Hola!!!!!!!!! Bueno no fue exactamente el día que dije que iba actualizar pero sí muy cercano, asi que aquí tiene, quise presentarles un capitulo larguito y sin fallas. Igual si ven alguna salteada de mano me dicen. 

A leer!!!!!!!!!! la inspiración en el narusasu esta de nuevo, se siente bien. Y bueno el titulo del capitulo dice todo.

 

Despedirse de su familia no había sido lo más fácil de hacer en la vida. A pesar de que su vida propiamente dicha no había tenido algo fácil. Sin embargo, cuando no tienes nada es fácil seguir sin nada. Pero cuando lo tienes todo es difícil renunciar a todo ello.

Una semana: Una hermosa semana había pasado al lado de Naruto, su hijo y sus compañeros, aun dentro de Konoha había sido magnifico. La mansión Uzumaki los había recibido a todos.

Naruto le confesó, luego de haberlo hecho, que había traído a su amante a ese lugar y que ahora no se lo perdonaba pues se dio cuenta que ese lugar solo le pertenecía a Sasuke, a la familia que formó con él. El azabache simplemente escuchó en silencio la relación que tuvo Naruto con aquel chiquillo. Seguramente su esposo esperaba alguna reacción negativa en Sasuke, pero lo cierto era que solo obtuvo un par de bromas burlonas por haber estado con un chico tan joven.

—Yo entiendo, Naruto. Entiendo que quisieras buscar lo que yo no podía darte.

Aquel susurro suave y acariciador Naruto escuchó.

—Pero sin duda, si te atrevas a engañarme mientras estoy de misión vas a sentir cuanto queman las llamas de Amaterasu.

Su esposo solo rio divertido y evidentemente le abrazó.

Dormir en brazos de Naruto, del verdadero Naruto fue algo muy peculiar. Se sintió avergonzado a parte pero cuando pasaba de ello, una infinita paz le rodeaba. Era como encontrar algo que siempre creyó perdido. Desde que su familia murió, no había podido dormir con la paz que ahora podía junto a Naruto y junto a su pequeño hijo.

Otro dato interesante que notaron en aquella semana fue cuando el pequeño Akira sintió enormes deseos de explorar su nuevo hogar y correteó por los pasillos siendo perseguido por Sasuke,  tropezó y cayó haciéndose una herida en la rodilla. Sasuke de inmediato lo tomó en sus brazos y con solo sentir deseos de calmar su dolor el chacra de Kurama brotó de sí mismo y le fue dado a su hijo a quien solo le causó cosquillas y curo su herida. Naruto llegó a ellos, corriendo también con el chacra de Kurama activado. Realmente eran uno solo. Sasuke se sintió tranquilo de que Naruto podría darle su chacra al pequeño sin mayor problema.

La mansión Uzumaki estaba lo suficientemente alejada como para que nadie de la aldea viera como era realmente la relación entre ambos. El consejo sabía de su estancia en Konoha pero no tenían idea de cuál era realmente el lazo legal que les unía. Sería toda una sorpresa para ellos.

Por las mañanas desayunaba junto  a Naruto  y este siempre se divertía dándole de comer a Hikaru quien insistía en llamarle papa. Sasuke ya no podía oponerse, pues legalmente era su otro padre. No estaba dentro de sus conceptos, pues siempre concibió una familia formada por un hombre y una mujer con la función de procreación, pero ahora entendía que había más que solo traer hijos al mundo.

Luego de que Naruto marchara a revisar los nuevos tratados que se formaban, los pedidos de las pequeñas aldeas, regresaba por las tardes trayendo todo ese papeleo para que Sasuke le ayudase a terminar mucho más rápido. Por esa semana postergó todo viaje que tuviera que hacer. Luego de que Sasuke marchase él tendría que iniciar con ello, pero no se separaría en ningún momento del pequeño.

Suigetsu y Juugo cuidaban del pequeño de rato en rato luego de regresar de su entrenamiento. Y Sakura les visitaba y de paso le daba una revisión al niño para cuidar  que su alimentación sea la correcta. Por primera vez, Sasuke encontró paz en su aldea natal. Quizás era porque vivía apartado en la mansión de Naruto.

Los días pasaron, tanto Suigetsu como Juugo trataban de hacer cambiar de parecer al azabache para que este aceptase su compañía durante el viaje. Pero él les convencía de lo contrario, pues necesitaba saber que su hijo tendría además de Naruto a Juugo y Suigetsu de cuidadores así como a Sakura a quien ya tenía cierta estima.

Cuando la semana terminó, la realidad fue dura. Tener que dejar esos días de tranquilidad junto a ellos le produjo malestar.

El consejo presidido por Hyuga, parecía no poder contener su emoción porque el traidor vaya y arriesgue su vida por la aldea nuevamente. Aún más jubilosos de saber que el pequeño Uchiha estaría dentro de la aldea, en sus manos. El ultimo Uchiha con sangre Uzumaki. Era como un sueño para ellos.

Sasuke realmente quería hacerlos hervir en Amaterasu.

Aun así, se marchó sin problemas. La despedida en la mansión de los Uzumaki fue  difícil. Pero más lo fue la sorpresa que Sasuke les dio. No partió solo sino  que Obito Uchiha, ya entrenado en esta semana y en un mejor estado, se marchó con él.

La mirada entristecida de Kakashi delató que este ya lo sabía y que a pesar de sus propios sentimientos no podía impedírselo. Su puño apretado contra sus piernas decía cuanto le dolía aquello.

Naruto no supo si sentirse mejor sabiendo que su pareja no estaría solo; sino que otro poderoso Uchiha viajaría su lado. Ya que Obito Uchiha les había causado daño. Esta situación realmente puso a prueba esa oportunidad de redención que Naruto fácilmente daba. Comprendió un poco: es fácil perdonar e insistir en que a alguien le den una segunda oportunidad cuando estás seguro que no te va a afectar; sin embargo, Obito Uchiha había sido quien manipuló a Sasuke en su momento y ahora estaría mucho tiempo con él solo. El rubio comprendió un poco el odio de muchas personas a las que Sasuke hizo daño. O a quien la guerra  había cobrado como víctimas; por supuesto para estas personas no se había logrado la paz, sino un infierno sin fin.

—No puedo llevar a nadie de ustedes o la aldea no lo permitirá. Obito está muerto para ellos y para todo el mundo.

Dejó claro que Obito sería de espía para él. Sus movimientos aun no eran los mejores para el taijutsu pero sin duda su poder ocular sería muy útil para la misión: Después de todo infiltrarse en una nación con un sistema totalmente diferente al suyo, con costumbres no conocidas a totalidad y con una gobernante de la que no tenían ninguna información sería algo duro de lograr, pero como Uchiha que eran, harían realidad todo ello.

Naruto se acercó a Obito. Luego de toda la maquinación anterior no pudo evitar mirarlo con amenaza, con advertencia y a la vez suplica. Si Obito protegiera a Sasuke, por supuesto que este estaría más seguro; pero si era todo lo contrario, Naruto no podía tener paz. No imaginaba una vida sin la esperanza de volver a ver a Sasuke, toda su juventud vivió con esa expectativa, los dioses debían de concederle ello.

—No le pasara nada, Naruto-kun. —Dijo con seguridad en su voz. Naruto no pudo detectar maldad en sus palabras.

El rubio asintió y le tendió la mano. Obito se la estrechó dando acuerdo a sus palabras. Luego Naruto se dirigió a su esposo y le abrazó con fuerza para luego besarle tibiamente. Sasuke le correspondió suavemente aun en frente de todos. A ninguno ya le importó su vergüenza, no iban a verse ni tocarse en quizás mucho tiempo así que se besaron a gusto.

Sakura por un momento quiso girar su cabeza pero se ordenó mirarlos; ver el amor en su contacto le hizo sonreír y lamentar que el azabache tuviera que irse a una misión. Sus amigos merecían más que una semana de felicidad.

Sasuke cargó por última vez al pequeño que ahora le llamaba “papi” y luego se lo entregó a Naruto, quien lo sostuvo con firmeza. Obito utilizó su poder ocular para marcharse y esperar por Sasuke en el bosque de la muerte. Mientras que Sasuke salió de la mansión Uzumaki junto a sus amigos, luego marchó por la puerta principal para que todo Konoha viera que se marchaba. Escuchó a su alrededor miles de cuchicheos, miradas indiscretas, pero se concentró en la mirada de su hijo y de Naruto. Cuando las puertas de Konoha se cerraron tras de él, inició a saltar por sobre las ramas de los árboles, perdiéndose en la espesura del bosque a los ojos de los vigilantes de Konoha.

Viajar con el poder ocular de Obito era sin duda mucho más fácil, pero no podían utilizarlo con largas distancias pues este aún no estaba recuperado del todo. Así que lo utilizaron a medio camino para llegar al puerto.

Llegaron al puerto, donde deberían embarcarse para poder cruzar el mar y llegar al País de la Primavera. Evidentemente ambos tuvieron que usar un henge, eran figuras demasiado conocidas por el mundo; así mismo ocultaron lo mejor posible sus chakras. Gracias  al control que poseían sobre este no les fue difícil, ambos habían asesinado personas sin que siquiera estas los notaran. Aunque eso ya no les enorgulleciera.

Una vez llegaron al país de la primavera, Sasuke sintió la nostalgia del pasado. Realmente habían pasado muchos años; eso fue lo que se percató y de cuanto había cambiado el mismo por dentro y por fuera. Un niño se marchó de este país junto a Kakashi, Sakura y Naruto; y en ese momento regresaba un hombre con una venganza en mente, pero también con la necesidad de prevenir que todo le fuera arrebatado. Iba a vengar a quien le amo, e iba a proteger a quien él amaba.

 

 

Ese lugar  había sido una de sus primeras aventuras junto al equipo 7, una difícil como usualmente parecía el destino querer otorgarles. Sin embargo, en aquel entonces era muy inocente todavía, muy ingenuo y no entendía nada  sobre sí mismo ni sobre su clan. Estaba cegado por los celos hacia su hermano que no era capaz de ver el amor de Itachi en cada una de sus acciones. Sin embargo, dentro de todos esos viles sentimientos, el rubio siempre estuvo como su compañero aun en sus peleas infantiles, siempre Naruto había brillado para él. Y sin darse cuenta, él cada vez solo tuvo ojos para él.

Aun dentro del barco se avistó las tierras prometidas: Parecía muy prospero, las personas que estaban  en el barco a su alrededor eran de diferentes regiones, cada quien con su particular forma de vestir y hablar. De algunas personas reconocía sus dejos, ya que gracias a Orochimaru había viajado más de lo que cualquier ninja de Konoha siquiera soñó. Internamente agradeció ello. A pesar de que fue por pensamientos egoístas, crecer al lado de Orochimaru, para bien o para mal le había enseñado demasiado. Tenía quizás una visión un poco más amplia. Así como conocimientos de otras costumbres.

— ¿Has estado aquí antes no es así?

Sasuke asintió, le devolvió la mirada. Estaba atento a las acciones de Obito, pero sobre todo había una sensación extraña al respecto. Simplemente podía saber con claridad que Obito no le iba a traicionar, que las palabras que le dijo aquella reunión fueron sinceras.

Recordó cómo es que había acordado con Obito que este le acompañe.

Flashback

Obito en aquel momento estaba a punto de culminar su tratamiento para poder caminar y utilizar sus poderes. Este tenía una mirada bastante seria en sus ojos, sus facciones estaban marcadas por cicatrices de las cirugías, pero había algo a través de él que demostraba que el odio con el que había cargado por años ya no estaba presente, sino que una determinación era la que lo movía.

— ¿De qué quieres hablar?

Sasuke recién comprendió que realmente ambos tenían mucho en común desde el comienzo. Una conexión hizo con su pariente lejano. La marca de los Uchiha, del sufrimiento de su clan estaba en la mirada de este. Sin embargo, Sasuke pudo notar que así como él mismo, había encontrado una pequeña luz dentro de mucha oscuridad. ¿Esa luz sería su maestro? Por algún motivo, el joven azabache sintió que así era.

—Sasuke-kun, cuando te dije la verdad sobre nuestro clan no lo hice para que supieras la verdad, sino para poder utilizarte, condensar todo ese odio. Los Uchiha somos muy dados a cargar con odio. ¿No lo crees?

—Habla rápido. —le frenó. No quería empatizar con más personas. Aún existía un freno, como alguien dentro de sí que le advertía que se estaba dejando llevar. Naruto era diferente, este literalmente había entregado su vida por él en muchos aspectos; por lo que su ser estaba casi seguro que podía confiar en él. Sin embargo, con otras personas era más costoso.

El mayor sonrió ante lo cortante que era su pariente menor.

—Te has vuelto alguien fuerte.

El joven Uchiha no entendió. Sin embargo solo le devolvió la mirada expectante.

—Es decir, no me refiero a tus poderes: siempre has tenido el potencial para ser el Uchiha más fuerte de la historia. Pero es ahora, cuando te veo que creo que eres fuerte porque tienes que proteger.

— ¿Qué insinúas?

Por supuesto que entendió el mensaje: Naruto se lo había dejado muy en claro desde hace mucho. Él mismo se dio cuenta, que cuando se está solo, no aprecias ni tu propia vida, al menos así es en los de su clan. Pero cuando se tiene alguien importante, se puede lograr mover montañas si es necesario o destruir dioses si se requiere. Lo que no comprendía es que quería lograr en él, el otro Uchiha.

—Sé que no nos conocemos. Soy para ti un extraño a pesar de que tenemos el mismo apellido y de alguna manera la misma maldición.

—No nos compares…

—No lo hago. Solo quiero presentarte mis respetos. No tengo motivo en la vida más que tú y Naruto

— ¿Qué quieres decir?

Aquellas palabras si le sorprendieron sobretodo porque no fueron dichas con malicia o intención de ganárselo, sino con aparente sinceridad.

—Ustedes son el futuro de que el mundo puede ser mejor. Quiero ayudarles. De alguna forma pagare por haberte encaminado…

—Obito, tú tomaste tus decisiones y yo las mías. No me encaminaste a nada. —respondió serio. No le gustaba recordar cuan frágil era en verdad. Tanto como para que un desconocido le hundiera en la oscuridad.

—Al final de cuentas uno toma sus propias decisiones. Lo sé. Sin embargo, ahora quiero proteger lo que queda de mi clan y es eres tú y Akira. Sé que vas a irte a buscar al culpable de la muerte de tu difunta esposa. Así como estoy seguro de que comprendes que será más difícil que eso. Estoy seguro que te toparas con una verdad desagradable. La paz es difícil de hallar para todos, por eso voy a acompañarte. Mis poderes te serán útiles.

—No necesito de ti. —respondió seco.

—Hazlo por Uzumaki-san, tendrá más tranquilidad. Y tú mismo sabes que necesitaras otras manos. —Ofreció nuevamente.

Lo pensó. Ser individualista no le había traído nada bueno en el pasado, por lo que acepto la oferta de Obito con ciertas reservas. ¿Sería capaz este de traicionarle? No lo creía. La ventaja de haber caminado en la oscuridad era la capacidad de sentir cuando otra persona estaba en el camino oscuro. Obito era un antiguo caminante del sendero oscuro pero ya no más, al igual que él. Sin embargo, ambos tendrían ese nexo innegable con todos esos pecados.

Fin de flashback

Ni bien desembarcaron, ambos se dirigieron a las zonas más alejadas, rastreando silenciosamente, según los datos brindados por Sakura y Sai. Al parecer la seguridad se había agudizado de lo que había sido antes, pues habían muchos guardias que tenían el símbolo real dando vueltas por la plaza central. Decidieron alejarse lo más pronto posible. Primero planearon visitar por la noche las aldeas separadas y por supuesto el mercado negro, para terminar en el castillo de la princesa de la nieve.

Las coordenadas eran claras. Sin embargo, cuando Sasuke y Obito llegaron a la pequeña aldea que les había sido descrita no encontraron nada con vida.

 Ante sus ojos solo había un desastre en medio de todo: escombros y cenizas, lo que fue una vez una aldea había desaparecido por completo. Pequeños vestigios, como trozos inconfundibles de la madera con que se construyeran casas, quemados, con ese olor amargo por todo el aire. Un humo blanco salía de este, dándoles a pensar que ya había pasado sus buenos días. Tanto Sasuke como Obito se cubrieron la nariz con sus capas, era demasiado familiar el aroma a muerte como para seguir sintiéndolo.

 Ya que si bien sus ojos solo notaron esa montaña de casa quemadas y destruidas, sus narices, en ese almizcle fatal, encontraron una fragancia también conocida que les dio la bienvenida, haciendo que  ambos sintieran como si un escalofrío les recorriera. Era la putrefacción de la carne quemada. Sus estómagos estaban ya endurecidos ante ello, de todas maneras sus poderes tenían que ver con el fuego. Y en el caso de Sasuke con el fuego infernal. Aun así, un escozor en sus ojos les pico a ambos. Una impotencia no propia de ellos les recorrió.

Sin decir palabra alguna empezaron a verificar con sus manos enguantadas. Levantaron algunos restos de casas; ante ellos, pedazos de seres humanos calcinados, les dio la segunda bienvenida.

Como una cicatriz que nunca se iría: Ellos siempre serían ex pobladores de las sombras. Aun así con su frialdad absoluta siguieron inspeccionando, intentando que todos esos días en la luz no les obstruyera el trabajo. Como nunca, el amor de sus amigos fue lejano. Sintieron como si aquello solo hubiera sido un agradable sueño, y ese cuadro ante ellos fuera su realidad, su despertar.

¿Cómo era posible que tal masacre pudiera pasar desapercibida para todo el mundo pero sobre todo para la gente del país entero? No eran demasiados kilómetros lejanos.

Volviendo sus sentidos en orden, sintieron una presencia, no muy fuerte, pero lo suficiente para que ambos con rapidez se dirigieran ante esta.

Obito tomó del hombro a Sasuke, quien dejo que le transportase para poder sujetar sin contemplación a la persona que descubrieron. Eran un joven de cabellos castaños sujetos en una cola larga, joven y con el terror dibujado en el rostro, pero con la determinación en sus ojos de no rogar por su vida.

—No voy a rogar por piedad.

Sasuke miro a Obito, quien aún cubierto su rostro por la capa se acercó ante el joven. Utilizó su poder ocular y observó a través de su conciencia.

—No es el responsable—susurró.

El azabache lo entendió: El chico era un sobreviviente de esa masacre, alguien como él mismo. Poder sentir a tantas personas muertas cerca de él siempre le traían a su mente las sensaciones de aquella fatídica noche; por unos segundos su piel se erizaba ante el frío que aquella noche sintió, un frío que congelo parte de su alma y su capacidad de empatizar con otras personas.

—No somos de aquí. Hemos venido a investigar fuera del país. ¿Quién les hizo esto?

Los ojos del muchacho repentinamente se abrieron, sus ojos mostraron un brillo de esperanza. A ellos, que siempre los habían visto con terror, alguien les dedicó una mirada de esperanza. Fue una sensación extraña para ambos. La sensación gélida que sintió dio un paso hacia atrás. No podía creer que alguien creyera que era un salvador cuando sus manos solo habían traído destrucción.

— ¿Vienen del gobierno de las cinco grandes? Pensé que nunca llegarían….

Lagrimas empezaron a caer de sus ojos. Su edad quedó descubierta ante aquellas lágrimas. El joven Uchiha se sintió un poco sin rumbo. Él era bueno para las venganzas no para consolar a la gente. Eso era algo propio de Naruto, de alguien que puede empatizar fácilmente con otros, que tiene las palabras precisas para lograr que las lágrimas se vuelvan mirada de esperanza y confianza.

— ¿Quien ha hecho esto?—preguntó intentando modular su voz, su rostro aún estaba medianamente cubierto.

—Ha sido la princesa…—susurró entre lágrimas. —Hubo un altercado en el mercado negro y pensaron que fue nuestra gente.

Las manos de Sasuke temblaron levemente. Nuevamente era causante de que justos pagaran por las errores de otros. Eso nunca cambiaría ¿no? Sakura y Sai habían actuado en busca de ayudarle a él, pero no habían prevenido que algo así sucediera ¿Dónde estaba la paz por la que lucharon? No existía para la gente de ese lugar, no para los muertos reducidos a cenizas.

Obito se dio cuenta del estado del menor así pues se acercó a ante el joven chico.

—Somos aliados de Naruto Uzumaki ¿Conoces su nombre?

La sonrisa del muchacho se hizo aún más grande. Pareciera que le hubieran asegurado que al fin obtendría por todo aquello que había luchado. El nombre del rubio casi siempre llenaba de esperanza a los otros, sobre todo porque era reconocido como un héroe.

—Siempre supe que vendría algún día a ayudarnos…

Un sonido a lo lejano despertó al Uchiha menor, por lo que se puso de pie a la defensiva, activo su sharingan, pero no fue ese poder el que le hizo saber que el enemigo estaba cerca. Era una sensación extraña: pudo sentir la maldad en el corazón de aquellos guerreros. Se sorprendió pues esa era un poder de Naruto. Estaba seguro que no podía sentirlo tan bien como este, pero ahí estaba.

—Debemos irnos.

—Síganme. —les pidió el muchacho con una mirada más confortada. Al parecer habían ganado su confianza. Sin embargo, ambos pelinegros estaban atentos a todos los movimientos del lugar.

El muchacho se puso de pie para luego empezar moverse hacia el bosque más cercano. Sasuke y Obito le siguieron luego de dedicarse un asentimiento. Debía ir lo más pronto posible. No podían permitir que notaran su presencia en el país, menos después de lo visto.

No sabían cuánto poder era el que tenía la princesa. Sobre todo por qué estaba siendo tan radical en su forma de gobernar. Nada justificaba lo que sus ojos habían visto.

……………………………………………………

 

Dos meses, su tolerancia había llegado a su límite. Pero lo peor era que no solo la de él, sino que también la de los miembros del consejo de Konoha. Maldecía el momento en que permitió en que Hiashi Hyuga se convirtiera en el nuevo anciano del consejo. Hiashi y su patriotismo con Konoha le estaban colmando la cabeza.

¿Por qué parecía que ellos dos estaban destinados a separarse una y otra vez? Por supuesto que entendía el motivo personal de Sasuke. No sentía celos ni reparos al respecto. El pelinegro le había demostrado que su vínculo y su sentimiento de entrega eran reales y tangibles; tanto como que fueron una familia en todo el sentido por una semana. La mejor semana de su vida, sin riesgo a equivocarse.

Naruto nunca había sentido el calor familiar. Nunca se sintió cobijado por una. Cada día de su vida solo obtuvo el silencio dentro de su hogar; nunca obtuvo un abrazo por sus logros ni una reprimenda real. Por supuesto, su maestro Iruka y el tercero trataron de suplir ese aspecto, pero no era lo mismo que tener a alguien todo el día preocupado por ti, esperándote en casa o anhelando llegar a esta para reunirse contigo.

Hace tantos años, cuando se enteró que Sasuke había perdido a toda su familia, un sentimiento egoísta le hizo sentir un maligno bienestar. No porque le hubiera deseado ello al pelinegro sino porque creyó en la posibilidad de sentirse entendido y que en ese entendimiento pudiera encontrar el cobijo que quiso. Pero por supuesto, era un niño y no hizo las cosas de la manera correcta, no logró acercarse del modo en que verdad quería con Sasuke. Sin embargo, esos errores ya habían sido pagados ¿Por qué no podía tenerlo consigo siempre?

Sasuke le pertenecía, eso era claro. Por supuesto que lo hacía. Pero sabía que tan cierto como ello era que el pelinegro necesitaba cerrar el círculo anterior. Karin se merecía mínimamente ello. Además, para que ambos pudieran mirar a Akira a la cara cuando este sea un adulto, deberían encontrar a quién asesinó a su madre.

Ya no se preguntaba si Sasuke hubiera sido suyo si Karin hubiera estado viva. Quizás sí, pues quería confiar en que simplemente era el destino. Sin embargo parte de este destino era también el tener que separarse.

La misión era secreta para las otras aldeas, solo Konoha conocía que el Uchiha se había marchado. Sin embargo, entendió que el consejo solo quería una excusa para ponerle las manos encima al heredero de los Uchiha y ahora de los Uzumaki, Akira, su hijo.

El pelinegro se había vuelto incontrolable para los miembros del consejo; pero también perder su poder y dinastía no era algo que deseasen. Ya habían cometido el error de intentar eliminar a todos los Uchiha y les había costado muy caro. Aunque quisiesen negarlo, sabían que con el clan Uchiha resguardándolos cualquier invasión del pasado o cualquier guerra hubiera sido fácilmente superado por Konoha. Habían perdido a genios en sus ambiciones. A cuantos futuros poseedores del mangekyo sharingan habían asesinado aquella noche. Sin embargo, aún les quedaba Sasuke, pero este no era predecible. Y su manifiesta antipatía por el gobierno de Konoha era visible. A pesar de que Danzo estaba muerto, los otros dos ancianos y ahora sumados a Hisashi reducía la posibilidad del entendimiento.

Naruto sabía que era como un pedazo de manzana podrida que no dejaba que la aldea entrase en una nueva era a totalidad. No dejaban que su maestro Kakashi decidiera libremente por el futuro. De hecho la disolución de  clases dentro de un clan así como la unión del mismo sexo solo fueron establecidas por decreto supremo del nuevo señor feudal.

Aun así, con todo el poder que Naruto tenía, entendió algo que su maestro le dijo: Los consejeros cumplían su misión. Aunque no quisiese aceptarlo, muchas más veces de la que debería, se encontró enfrentado entre su amor por su familia y a la aldea. Y debía reconocer que su familia gano la partida. No tenía el mismo espíritu sacrificado que su padre o Itachi. Quizás antes que Sasuke correspondiera a sus sentimientos podría, y ni eso. Estuvo dispuesto a morir con Sasuke pues no pudo encontrar la manera de asesinar a Sasuke y vivir en un mundo sin él. No podría. Desde que Sasuke se entregó a él y le correspondió la balanza se había inclinado fuertemente a Sasuke y Akira.

Se arrancó el cabello de desesperación.

— ¡Papa!

Ahí estaba su adoración en pañales. Akira se parecía mucho a Sasuke solo que muy sonriente y encantador. Era una pequeña monada pelirroja de piel tan blanca como su padre biológico, con ojos negros y mejillas sonrosadas.

Alzó a Akira en brazos, este se aferró a su ropa. Su cuerpo tibio siempre le traía mucha paz y tranquilidad.

—Vamos a encontrar a papi. Te lo prometo.

— ¿Papi?

Akira había sufrido mucho los primeros días sin Sasuke. Ya que este no le dejaba solo demasiado tiempo. Pero parecía haberse refugiado en la protección y el afecto de Naruto. Aun así, llamaba a su “papi” en sueños buscando su calor y sus brazos, extrañándole como cualquier niño a esa edad.

—Tú no vas pasar por lo mismo.

Miro con sus ojos color cielo a los negros de Akira. Su pequeño hijo no iba a crecer solo. De ninguna manera permitiría que alguien a quien amaba pasara lo que él y Sasuke pasaron.

“Sabes que en algún momento vas a tener que decidir entre la aldea o yo”

Esas palabras se las había dicho Sasuke hace algún tiempo. En aquel momento su antepasado, el alma de Ashura había reaccionado, pero ahora que  analizaba el problema que tenía enfrente podría ser aquella encrucijada.

Pero la decisión estaba tomada. Quizás era más egoísta que su madre o que su padre o que los padres de Sasuke e Itachi. Simplemente no iba a perder a su hijo ni tampoco a Sasuke. La aldea y el mundo shinobi por supuesto que eran importantes para él, quería crear un mundo en el que fuese posible que más niños fueran felices; pero así como se llamaba Naruto Uzumaki iba a afrontar lo que tuviera para tener ambos. No iba ceder ni elegir. Ya que no perdería a su familia pero necesitaba ese mundo para que estos fueran felices.

Había sido inocente al pensar que la guerra y la paz entre las cinco grandes aldeas había sido suficiente. Su papel de pacificador se había reducido a ser un mero mediador entre las cinco grandes, pero las palabras de Sasuke le habían hecho aterrizar. Por supuesto, aún quedaba mucho odio dentro de muchas personas. La paz de ellos aparentemente no era la paz de todos. Ni siquiera estuvieron enterados de la situación del lejano País de la Primavera.

Y sobre ello, la misión de Sasuke involucró no poder enviar un clon suyo, así también  tener contacto solo por halcones de Sasuke ya que no confiaba en ningún otro medio de comunicación este. No había querido llevar ni un sapo de Naruto ni una babosa de Sakura, diciendo que entorpecería la misión. Obito no podía teletransportarlos tan fácilmente ya que estaba convaleciente, su poder solo sería usado en rutas cortas pero necesarias. Sin embargo, aquellos malditos halcones solo habían llegado hasta dos semanas después de su viaje. De ahí se habían esfumado.

En casi dos meses estos no habían llegado. Quiso investigar, pero hubo dos severas revueltas cerca de la ciudad del señor feudal, una lujosa ciudad, cabe destacar. La casa del señor feudal fue la primera en lamentar la extinción de los Uchiha, ya que eran sus preferidos escoltas. Y aquello era otro tema. Él nuevo señor feudal quiso ver al nuevo heredero de cada clan. Y tuvieron que informarle  que Sasuke Uchiha, último miembro de aquel distinguido clan se había marchado de misión. Naruto comprendió entonces la importancia del clan Uchiha para el señor feudal, pues este mismo anunció que llegaría a Konoha pronto a resolver y verificar que los cambios que había ordenado se hubieran dado; además quería conocer al hijo de Sasuke y que le informasen de qué tipo de misión era está en la que el ultimo Uchiha se había visto involucrado.

El nuevo señor feudal era alguien bastante joven, pero aparentemente muy decidido a verificar con quienes contaba y a restablecer su posición en la tierra del Fuego. Como pacificador tendría que lidiar con él cuando llegase. Ya había fallado en llegar a tiempo en las revueltas cerca  las tierras del señor feudal. Y es que despegarse de Akira era muy difícil, tuvo que dejar clones a su cuidado junto con Juugo y Suigetsu, ya que Sakura debió de acompañarlo. La vida del señor feudal requería ninjas de elite como él y Sakura. Y pensando que atacaban a este, supuso que debería ser una misión peligrosa por lo que no llevo a su hijo.

Cuando enfrentó a la  gente que intentó llegar al palacio del señor feudal se sintió tan pésimo. Era gente muy pobre, no eran ninjas. Cualquier guerrero podría haberlos enfrentado. Hacían mucha alharaca solo por ser alguien importante. Entendió un poco más a Sasuke y su oscuridad. ¿A cuántas personas de ese tipo habrá tenido que matar el azabache por la paz? Y había tenido que guardar ese resentimiento consigo mismo, esa sangre que te marca para siempre. Comprendió también el lazo que le unió a Karin y a los otros Taka, por supuesto ellos habían estado a su lado en esos momentos tan oscuros. Karin fue su compañera sin lugar a dudas. Cuando regreso a Konoha luego de apresar a esa gente, aun con el estómago revuelto, se inclinó ante la tumba de Karin prometiéndole nuevamente que protegería a su familia y que le daría esa paz que alegría que seguramente Karin también soñó darle a Sasuke.

Ella lo amo con seguridad. Y él se comprometía a amarlo aún más y protegerlo de todos incluso de sí mismo de ser necesario.

Sin embargo, aun con los sentimientos revueltos dentro de sí por haber apresado a gente que a penas y podía defenderse, una sensación de miedo le invadió todo su cuerpo. Akira estaba llorando, lo sentía. No era un llanto simple por comida o por un pañal sucio, era un llanto de auténtico miedo. Naruto puso su puño en la tumba de Karin y luego en su pecho, prometiéndole con firmeza que no se preocupara ya que él los protegería por ella. Corrió lo más veloz que pudo, siguió saltando sobre los tejados hasta su mansión. La casona Uzumaki estaba al otro lado de la aldea, pero llego en unos minutos gracias al poder de Kurama.

Lo que vio fue realmente enfurecedor: Suigetsu tenía al niño en sus brazos, se situaba detrás de Juugo quien los protegía usando su lado bestial. Como lo sintió mientras corría,  sus clones habían sido atacados primero y eliminados. Supo entonces por quienes, eran miembros del clan Hyuga liderados por Hiashi.

— ¿Cómo se atreven a poner un pie en mi casa sin mi permiso?

Juugo y Suigetsu eran amigos y compañeros de Sasuke. A pesar que algún día había sentido celos por ellos y su cercanía de Sasuke (Ya que a veces sentía esa posesividad por acaparar solo para él la atención de Sasuke) si estos eran queridos por el pelinegro, él los protegería.

—Naruto-kun—se adelantó Hiashi Hyuga el nuevo líder del consejo.

— ¿Y bien´datebayo?— Simplemente no pudo controlar que su voz saliera casi como un gruñido.

—Vinimos a llevarnos a estos dos sujetos que se están interponiendo en una orden de la aldea. Hace dos días les llegó una citación para llevar a Akira-chan a las instancias del consejo pero no respondieron ante el llamado. Se les ha tratado como parte de la aldea y no han respondido. Es un delito grave.

Naruto apretó sus puños con fuerza. Su trabajo de diplomático le había llevado a intentar usar un poco más la cabeza antes de actuar. Por supuesto nunca sería alguien tan frío a la hora de razonar como Sasuke o su maestro Kakashi, pero al menos intentaba llevar sus planes rápidos que usaba en batalla en su vida, al menos tiene  discurso para todo. Sin embargo, esta persona realmente llevaba el nombre de consejero tatuado y se comportaba como los otros viejos en sus mejores épocas.

—Hiashi-san, ese no es motivo para que uses a miembros de tu clan, ninjas de Konoha para invadir propiedad privada. —Intentó con todas su fuerzas calmarse, pero de solo pensar que quizás se hubiesen llevado al pequeño si él no llegaba a tiempo, sentía que la sangre se le subía a la cabeza.

— ¿Cómo te atreves? El clan Hyuga ha existido antes de que—un miembro del clan Hyuga pareció ofenderse. A Naruto no pudo importarle menos. Hiashi callo al miembro de su clan antes de que siguiera avergonzándolos.

—Lamento ese inconveniente, pero era necesario hacer valer nuestra posición sobre la de estos dos chicos que no quieren entregar a Akira. —El líder de los ojiperla parecía analizarlo a detalle, desde sus expresiones faciales hasta su postura corporal.

—Y por supuesto que no vamos a entregarlo a nadie que no sea Sasuke. —hablo con decisión Suigetsu aun siendo protegido por Juugo.

Naruto dirigió una mirada profunda a Hiashi, sin ningún temor, con total decisión.

—Escuchaste, Hiashi-san. Y será así, este niño es hijo de Uchiha Sasuke. Y lo dejo bajo mi protección.

Escuchar los sollozos de Akira inflamó más su ira dentro de sí. Incluso Kurama parecía encolerizado, sentía que su versión Kurama iba a estallar.

—Es tal y como dice Naruto. No están en posición de llevarse al niño, Hiashi-sama. Yo no autorice esta intervención.

Kakashi, el actual Hokage apareció saltando por la muralla que protegía la mansión. Sakura le siguió. Entonces se pudo ver en los ojos de Hiashi que entendía que más de uno había caído bajo los engaños del Uchiha. Todos los que debían ser autoridades que protegieran la aldea por sobre todos, estaban corrompidos por el influjo del pelinegro: la doctora que dirigía el hospital, el hokage y por sobre todo el pacificador.

—Bien, Naruto-Kun, pero has de saber que las decisiones del consejo y las leyes están por encima del cargo de todos ustedes—anuncio refiriéndose a Kakashi, Naruto y Sakura—Y que una votación de los líderes del clan también lo está. Si se cumple dos meses de que no aparezca ninguna notica del padre será declarado como que está muerto o abandonó a su hijo. Y en cualquier caso el niño debe de ser protegido por la aldea.

Naruto quiso gritarles en la cara su posición de padre y esposo de Sasuke, pero se contuvo pues no era el momento adecuado. Podía sentir la presencia de otras personas de la aldea rodearles. Si subían mucho el tono se armaría un escándalo y un desbalance. Es decir ¿el consejo enfrentado al Hokage y el pacificador? Eso no era nada alentador.

Hiashi llamó a sus ninjas y todos partieron de la residencia Uzumaki. El rubio quería destrozar algo. Pero la voz de Akira llamándole le distrajo lo suficiente para ir por el niño. Suigetsu, con un suspiro de alivio, se lo entrego.

Agradeció con la mirada a Juugo y Suigetsu por cuidar de Akira. Desde ese momento debió de tener aún más cuidado. Realmente los consejeros deseaban a Akira en sus manos: Un Uchiha y Uzumaki y mejor aun siendo solo un bebe podrían criarlo a su antojo y no enfrentar la personalidad de Sasuke.

Después de aquel altercado trato de pasar mayor tiempo posible en la casona o llevar a Akira donde sea que fuera. Como las visitas a los jefes de clan o a la oficina del Hokage.

Cuidar de un bebe no fue tan difícil para él. Ya que de igual manera lo hacía junto a Sasuke. Se conocía la rutina de Akira de memoria, sus horarios de comida y de sueño. Así como que gestos indicaban que deseaba jugar o que llantos indicaban que tenía hambre, que estaba aburrido o si quería ser bañado. Era un niño al que realmente le gustaba el baño, disfrutaba mucho jugar con las burbujas de jabón. A Naruto le divierte  bañarlo. Por supuesto aún era un poco difícil hacerlo solo así que Sakura le ayudaba. Ella también le traía la comida hecha. No era tan buena como Sasuke pero era mejor que él en cocinar. Al menos no morirían envenenados. Realmente él era un negado para la cocina a totalidad.

Ya después de dos meses atendiendo a su hijo solo, solo podía suspirar mientras observaba como Sakura hacía jugar al niño con las burbujas, de a momentos recordaba como lo hacía con Sasuke en esa pequeña semana.

Sasuke se vestía tan ligero cuando bañaba a Akira ya que siempre terminaba por mojarse también pues jugaba con su hijo, que Naruto a veces no podía contarse a detallar su piel blanca y sus musculos, sus piernas estaban libres de ropas así también sus brazos y su pecho descubierto. Sasuke le fascinaba demasiado. No podía creer como no se dio cuenta de lo hermoso que era cuando era más joven.

—Dobe, te he dicho que me alcances la maldita esponja.

El azabache sabía que Naruto le devoraba con la mirada, prueba de ello era su sonrojo en sus mejillas. Naruto se la lanzo, el cual Sasuke tomo.

—Mira bien, idiota, y deja de mirarme a mí. Vas a tener que bañar  a Akira tú solo cuando yo me vaya. — Su voz resonó en toda la habitación.

—Teme no hables como si…

—De igual manera... así Sakura te ayude tu eres el padre ¿o no?

—Por supuesto.

Se acercó y se arrodilló al lado del pelinegro, le dio un beso en la mejilla. Sasuke era tierno en su momento de padre perfecto.

—Escucha, debes de lavarle bien el cabello con shampoo. Pero debes de refregarle con esta esponja su cuerpo.

El azabache noto que el otro se encontraba más entretenido jugando con Akira con la espuma, lanzándosela y formando divertidas formas en su cabello que escuchándole. Así que Sasuke tomo una medida drástica y fue la de echarle un balde de agua fría.

— ¡Escucha, dobe!-grito

—Sasuke, no tenías que ser tan malo—se quejó temblando.

Akira rio divertido por la escena y siguió jugando con sus juguetes que flotaban en el agua. Hasta que estornudo y Sasuke se lanzó a terminar de bañar a su hijo

—Ves, no puedes dejarle jugar demasiado sino se enfermara ¿entiendes?

—SI… Sasuke, está bien Ya sé que  el agua debe de estar en la medida correcta ni fría ni caliente. Que usa una esponja especial porque la piel de bebe es delicada: Y que su shampo es especial para no maltratarle los ojos, que debo de tener cuidado cuando lo enjuague.

Sasuke desde su posición pareció sonrojarse más y Naruto rio divertido por la ternura que le causó.

—No te burles— pidió susurrando.

—No lo hago. Me hace feliz tu preocupación.  Pero, confía en mí.  Todos estos días te he visto como bañas a Akira y te he ayudado o al menos mis clones lo han hecho ¿no?

Para Sasuke resultaba muy difícil hacerse a la idea de dejar totalmente solo a su hijo.

—Voy a cuidarle muy bien. Sé que no soy bueno en muchas cosas pero te prometo dar mi mejor esfuerzo.

—Dobe, no se trata de esfuerzo. Es un bebe si tú...

—Lo sé´tebayo

Con una mano tapo la carita del niño para que no le llegara el agua y con una vasija empezó a quitarle los restos de espuma. Sasuke alzó al pequeño para facilitarle la tarea. En silencio le demostró que había aprendido como bañar al menor.

Aquella noche también había podido suspirar al ver a Sasuke hacerle dormir. Su esposo miraba con adoración a su hijo. Y aquel sentimiento le hacía sentir un calor especial en su pecho: era eso lo que le llamaban familia. Naruto al fin comprendió que era una. Después de que ambos se quedaran observando el sueño del niño, Sasuke incluso vigilaba eso, ambos se dieron un beso en la habitación de este. El rubio se sentía perdido, como si anduviera en una piscina de miel.

Una familia, su propia familia, personas que le esperaban en casa, una pequeña persona a quien tenía que cumplir necesidades básicas como bañarle, alimentarle, a quien veía crecer, una pareja que estaba su lado y le regalaba por no cumplir su trabajo pero que también le tendía una mano para hacerlo, quien además era el cuerpo donde desfogaba su pasión en las noches, porque hizo suyo a Sasuke cada noche de aquella perfecta semana. Y por  supuesto incluidos estaban Suigetsu y sus comentarios doble sentido, Juugo y su sabiduría y consentimiento a Akira. Y Sakura que siempre les ayudaba con las consultas médicas y alguno que otro consejo. Nunca había sido tan feliz.

Para que esos recuerdos volvieran a ser realidad iba a enfrentar al consejo. Ahí mientras observaba como Sakura terminaba de bañar a Akira.

— ¿Naruto?

—Sakura-chan, dile a Kakashi-sensei que estoy dispuesto a reunirme con los consejeros de Konoha, los líderes de clan y hacer valer mi derecho sobre Akira. No voy a permitir que se entrometan en mi casa nuevamente. Este lugar solo es para mi familia y mis amigos.

Sakura asintió. Ella también estaba decidida a proteger la familia de sus amigos. Ella no había sido la destinada a darle esa familia. Karin había sido la primera pues le dio  a Akira, ella lo comprendió mejor que Sakura; y ahora era Naruto quien sería la pareja y el padre de Akira, así que por el cariño que sentía por ellos, pasara lo que pasara ella los protegería  con todo lo que tenía.

……..

La mesa de forma ovoide estaba dispuesta para todos los líderes de clan. Estas reuniones normalmente eran formadas por los principales líderes de clan. Históricamente, este tipo de reuniones se formaban para discutir asuntos de alta importancia. Como por ejemplo después de una emergencia, a puertas de una guerra, la defunción de alguien importante, entre otros: decisiones que solo el hokage con el consejo no podían llegar  una solución o no tenían la potestad para hacerlo ya que involucraba a un clan completo. Uno muy recordado fue aquel después de la muerte del cuarto Hokage, dónde también se decidió el destino de los Uchiha.

Los líderes de clan ya no eran los mismos: En nombre del clan Aburame estaba Shino, en el de los Nara se encontraba Shikamaru; en el de los Inuzuka estaba al frente la hermana mayor de Kiba; por el clan Yamanaka se encontraba Ino; a nombre de los Akimichi estaba Chouji. Por los Hyuga, por supuesto estaba Hanabi, con esa mirada tan diferente a la de Hinata, gélida y decidida. Y la única representante del clan Sarutobi, Kurenai.

Naruto llegó flanqueado por Sakura y Sai, estos dos últimos tenían derecho a estar presentes como líder del hospital de Konoha y el líder de los ambu. Naruto llevaba en sus brazos a Akira. Suigetsu no estuvo conforme con ello, pero Juugo le convenció de que no había manera en que Naruto entregase al niño a la aldea. Ambos pudieron comprobar en la mirada de Naruto que este cortaría el brazo de alguien antes que romper su promesa con su pareja.

Hiashi Hyuga junto a los otros miembros del consejo, Homura y Koharu, a pesar de la edad que tenían aún se veían bastante firmes en sus razones, sobre todo por la importante respaldo de un Hyuga, el clan más poderoso después de Uzumaki y Uchiha. Kakashi tomo su posición como Hokage sentándose a un lado de todos ellos, se encontraban en una mesa a la cabeza, parte de la mesa donde se encontraban los líderes de clan. Por supuesto, existían muchos más clanes en Konoha, pero su voz y voto no era importante para las decisiones trascendentales de la aldea, ya que sus poderes no eran sobresalientes. Formarían, sus descendientes, parte del montón de ninjas; a no ser, por supuesto, que algún prodigio les diera reconocimiento, como sucedió en el caso de Jiraiya, Orochimaru y Minato Namikaze.

—Bien parece que el joven Uzumaki entró en razón y viene a la reunión a entregar al niño Uchiha.

Naruto apretó a Akira contra su pecho. El pequeño que al principio se encontraba muy entusiasmado por haber “volado” en brazos de su padre de pronto se quedó quieto y serio. Sentía las emociones, la tensión del lugar, pero el calor de su padre le brindó la seguridad de que no era necesario llorar; aun así en su cuerpo también deseó el cuidado de su papi pelinegro.

— ¿Estamos reunidos exactamente para qué?—pidió Shino.

—Me informaron que hablaríamos sobre la llegada del nuevo señor feudal a la aldea—explicó Kurenai.

Hiashi se puso de pie para iniciar la reunión. No podía quitarle ninguno de los tres miembros del consejo los ojos al niño. Era una proeza de la naturaleza: su perfecto pelo rojizo muestra de ser un Uzumaki y sus ojos negros como la noche sin luna muestra de ser un Uchiha. Pudo haber nacido dotado solo para un lado pero la naturaleza había decidido, al parecer, regalarle ambos linajes.

—Por supuesto, Kurenai—hablo Hotaru—Pero hay un asunto que necesitamos resolver, justamente por la llegada del señor feudal.

— ¿A qué se refiere?—expresó Shikamaru

Él tenía un doble cargo como líder de su clan y consejero del Hokage. A pesar de su pregunta estaba más que enterado del porqué Naruto había traído al niño y por supuesto que era lo que deseaban los miembros del consejo.

—El señor feudal pidió conocer al heredero del clan Uchiha, se le explico que Sasuke Uchiha, líder del clan, esta de misión importante; pero dado que no se ha reportado, este niño es nuestro baluarte de mostrar que los Uchiha están con nosotros.

Kakashi sintió un ligero temblor por su columna. La forma en que hablaba de plural hacía referencia a que con Hikaru podía haber muchos más Uchiha en el futuro, pero él no podía evitar sentir miedo de que el secreto de Obito se revelase; asi pues decidió poner también de pie.

—Antes que nada, Hiashi-sama, Hotaru-sama, permítanos informar a ustedes y todos los presentes dos sucesos. Para no tener que dar vueltas en un asunto que ya está zanjado y ocuparnos de los preparativos para recibir al señor feudal.

Hiashi le devolvió una mirada muy furiosa. A pesar de sus ojos blancos, podía sentir que quería destruirlo. El clan Hyuga seguía siendo un clan de muchas tradiciones.

—Es cierto, Kakashi. No hay nada que decir, ese niño será cuidado por mi hija Hinata ya que creo que es la más adecuada para cuidar de un niño. Pues no queremos que se eduque en un orfanato dado las habilidades que puede tener.

—Como líder del clan Hyuga, aseguro que el niño estará totalmente seguro.

—Oigan esperen un segundo—se puso de pie Ino— ¿Por qué hablan como si fuera huérfano? ¿Sasuke-kun está de misión no? Y dejo a cargo a Naruto y Sakura ¿Cuál es el problema? Es solo un bebe. Y estoy seguro que entre Sakura y Naruto lo estarán haciendo bien ya  que fue decisión de Sasuke-kun.

Ino se mostró bastante confundida, al igual que el resto de los miembros presentes. Y es que no era normal llamar a una reunión para decidir el futuro de un bebe. La única vez que sucedió fue cuando murieron los padres de Naruto; finalmente se deicidio dejarlo en el  orfanato y que luego este se mantuviera solo. Con Sasuke casi fue el mismo tema.

—Señorita, no olvidemos las reglas. El padre del niño no se ha hecho presente ni a enviado mensaje alguno a nadie, ni siquiera a sus supuestos amigos o miembros de su equipo. ¿Cómo podemos estar seguros que él no ha desertado nuevamente?

Un sonido de entendimiento corrió en  la sala.

—Sasuke-kun no abandonaría a su hijo bajo ningún motivo.r13; Esta vez fue Sakura quien protesto ante Hiashi Hyuga. Debe estar en una situación en el que corre riesgo la misión, por lo que no puede informarnos.

—No hay seguridad alguna r13;contraatacó Hotaru.

—No encuentro motivo para seguir con la discusión—hablo Shikamaru— ¿Acaso no han tomado ya la decisión? ¿Por qué nos traen a todos?

Los presentes observaron a Shikamaru y la frialdad de sus palabras. Shikamaru, después de todo, era partidario poner un fin rápido a los problemas. No le veía sentido alguno a seguir dando vueltas al asunto si era evidente que los miembros del consejo ya habían decidido el destino del niño.

—Se equivoca. Una vez cometimos el error de dejar a dos huérfanos importantes al abandono. Uzumaki Naruto Y Uchiha Sasuke, si lo hubiéramos tenido bajo supervisión, pero el tercero no lo vio oportuno. Yo opino lo contrario: Akira Uchiha es un huérfano según las leyes de Konoha, pero posiblemente tiene poderes especiales. No voy a permitir que un niño con ese potencial termine en el lado oscuro como su padre. Dentro de los Hyuga encontrara lo estricto, la disciplina pero también la calidez de una madre en mi hija Hinata.

—Hemos decidido votar para ello— Intervino Hotaru—Reconozco que debimos brindarles una familia o un clan adoptivo tanto al señor Uzumaki como al Uchiha.

Shikamaru sonrió amargamente.

—Así que está bien darle una familia a los que tiene futuro; pero no a los simples  pues qué importancia tienen.

—Señor Nara...— intervino esta vez Homura.

—Yo creo que es correcto darle al niño una familia—mencionó Kurenai.

Hotaru y Homura sonrieron. Un niño con las cualidades Uchiha y Uzumaki, criados por los Hyuga sería seguramente la carta del futuro; quien brindaría el respeto y seguridad que Konoha necesitaba.

—Por eso les dijimos que no gastaran saliva innecesariamente ´tebayo—

Naruto se acercó a paso firme con una sonrisa en sus labios ante la mesa de los líderes de clan. Mirando al frente a su sensei, asintió. Kakashi suspiro y entrego unos papeles a los miembros de clan, quienes al principio se molestaron por la poca delicadeza de Kakashi al entregarles tales documentos.

— ¿Qué demonios significa esto?—hablo con asco Hiashi.

El rubio dejo en brazos de Sakura al pequeño. Este empezó a jugar con los cabellos de la chica, mientras ella le hacía caras graciosas para disipar la tensión en el ambiente. Ella podía sentir el corazón del menor un tanto agitado. La doctora sabía que el niño podía sentir las emociones de todos.

—Eso mismo, que Sasuke Uchiha es mi esposo y por tanto yo soy el segundo padre de Akira-chan. Es mi hijo. Así que no tiene que hacer tanto escándalo. El niño está con su familia. No es huérfano.

— ¿Usted cree que vamos a aceptar esta estupidez?—grito Homura mientras Hiashi parecía totalmente atónito pero asqueado al mismo tiempo.

Toda la estancia se llenó de intensión evidente. Algunos de los líderes parecían no entender, otros parecían visiblemente incómodos.

—No es ninguna estupidez. Fueron avisados que se legalizó la unión entre dos hombres o mujeres con todos los derechos de por medio por el señor feudal. Dos ciudadanos de Konoha se han casado: Sasuke Uchiha y Uzumaki Naruto.  Por tanto, Naruto ha adoptado legamente a Akira como su hijo. Pueden revisar las copias de sus  registros. Y del templo Uzumaki.

— ¿Cómo se atrevió a cometer semejante atrocidad con el cargo que pondera? Se nota que la falta de una familia les afecto a ambos ¿El señor Uchiha se atrevió a hacerlo con solo un año de muerta su esposa? Realmente era evidente que ambos tenían esos gustos raros.

Todos los jóvenes líderes estaban boquiabiertos. Mucho habían especulado sobre los gustos de Naruto y también sobre esa extraña manía de perseguir a Sasuke. Pero ni en sus más locos sueños se imaginaron verlos casados, por lo menos no a Sasuke haciéndolo. Aunque en la mente de algunos pensaban que quizás era solo manipular a Naruto como siempre lo había hecho. Lamentablemente el punto débil y manipulable de Naruto siempre había sido: Sasuke Uchiha. Y esa era la prueba. Sasuke podía deshacer y hacer lo que quisiera con el rubio. ¿Un pacificador estaba bien siendo de esa manera?

—No es ninguna atrocidad. El señor feudal estará en unos días, puede reclamarle a él si desea—intervino Kakashi

— ¡Tu! ¿Cómo pudiste ser quien permitiera este daño a una institución tan sagrada? Pero claro si también tienes esos gustos desviados.

Kakashi estaba realmente a punto de explotar. Pero era mejor manteniendo la paciencia por fuera, aunque por dentro este maldiciendo a cada consejero.

—No es ningún gusto desviado. Yo amo a Sasuke y es mi pareja ante toda Konoha. Y Akira es mi hijo, así que creo que aquí acabó la discusión al respecto. Akira está conmigo, su padre, en su casa como debe de estar.

Hiashi no dijo nada más. Ante todo, era un hombre que mantenía la compostura. No había pensado realmente que salieran con ese tipo de jugada. Había pensado en usar a su hija mayor como cuidadora de Akira y a la larga forzar una unión con Uzumaki para tener una dinastía más larga, pero todo se vio finalmente truncado. De alguna manera admiró esa terquedad de ambos chicos por escaparse de sus planes; por otro lado no podía permitir tamaña burla.

Ino y Chouji repentinamente rieron y se acercaron a Naruto

—Pues felicidades—gritaron ambos entusiasmados con sinceridad.

Realmente Naruto era el ninja número uno en sorprender a la gente, al parecer de ambos chicos.

—Ahora sí eres la envidia de toda Konoha. Conseguiste a Sasuke. Con todo y Akira era uno de los más deseados—comento picara la rubia.

—Jovencitos, aun debemos proseguir con los siguientes temas.

Todos tomaron sus posiciones nuevamente. Hotaru y Homura respiraban cansinos y sus ánimos se habían apagado; maquinaban constantemente como podían derrotar esos impedimentos. Cada vez sentían que su posición era desventajosa y que la modernidad les aplazaba. El nuevo señor feudal y sus medidas destruían siglos de tradición. No se confiaban mucho de este.

Akira se portó bien en toda la reunión, manteniéndose en el regazo de Naruto o de Sakura.

Todos escucharon los planes y el protocolo para recibir al nuevo señor feudal; además de todos los registros que se necesitaban para mostrárselo, cuánto  dinero se invertiría, cuanto pondría cada clan. Por supuesto, como siempre, el Hyuga sería el que pagara más debido a su extensión y los bienes que poseía. Los temas que también se discutieron fueron el acatamiento de las dos leyes del señor feudal: la unión del mismo sexo y la disolución  de las castas dentro de un clan.

—Nosotros no tenemos ningún problema con ninguno de eso temas. No existen castas dentro de nuestro clan. Y por supuesto cada quien puede formar una familia con quien desee—hablaron al mismo tiempo Ion, Chouji y Shikamaru.

El clan Aburame asintió unes tampoco tenía mayor problema. Kurenai era solo ella y su hijo, así que tampoco hubo problema. El único aparentemente estancado era el clan Hyuga. Sin embargo, Hanabi dijo que estaba trabajando en ello; ella misma explicaría al señor feudal el porqué  de la demora.

— ¿Entonces van a permitir que el concepto de familia cambie? Eso pondrá en peligro las técnicas de sus ancestros—exclamo Hotaru.

—Pero es una ley del señor feudal.

Ante ello, los miembros del conejo estaban en una disyuntiva. Si bien había facciones que consideraban la emancipación del señor feudal, ellos respetaban la tradición de mantenerse fieles; sin embargo, acatar unas leyes así… Solo los dioses sabían que más novedades y propuestas traerían en sus manos el joven señor.

—Ese también es un tema importante. En otras aldeas se habla de una emancipación. Como Hokage creo que es conveniente que escuchemos al señor feudal.

La mayoría estuvo de acuerdo.

La reunión terminó de forma intranquila. Nuevamente con todos sintiéndose que había un tira y afloja entre Naruto, Kakachi, Sakura contra los miembros del consejo y los Hyuga.

Aun con todo ello, Naruto, después de ello se marchó relajadamente a su hogar, específicamente al patio, desde donde se podía observar  la luna. Akira le comenzó a jalar la ropa. Naruto lo atrajo a su pecho y le recostó para que mirase el cielo. Akira alzó sus brazos entusiasmado como si pudiera tocar la luna y las estrellas.

—Si lo sé, tu papi se parece ¿no lo crees? Yo no pudo estar sin mi luna—suspiro.

Un problema había sido resuelto. Seguramente, al día siguiente toda la aldea sabría de su unión con Sasuke. Tendría que enfrentar muchas miradas de odio, acusándolo de aberración, otras curiosas; pero no le importaba pues finalmente había sido reconocido como pareja oficial de Sasuke: había hecho valer sus derechos como marido de Sasuke y padre de Akira.

 

 

Notas finales:

¿Que les pareció? Pues ese era el misterio de platica entre Sasuke y Obito. No es facil relacionarse para ellos pero creo que pueden llegar a entenderse aunque sea un poco. 

Naruto finalmente hizo público su matrimonio con Sasuke, nuevamente Konoha hipocrita se hara presente. Lode la lujosa ciudad feudal pues lo sque de ese relleno en el que te cuentan un Naruto paralelo..la verdad me gusto y termino bien, como siempre ellos dos juntos. SUpongo que si el señor feudal quiere seguridad pues evidentemente contrataría los mejores, los Uchiha y por tanto serían una de los clanes más adinerados seguidos por los Hyuga.

Creo que Konoha se hubiera evitado muchas guerras si hubiese tenido un mejor tratoa los Uchiha y a sus ninja en general.

Comentenme sus opiniones al respecto y del capitulo ..nos estamos leyendo!!! y por cierto, no tiene nada que ver ( en serio nada) pero alguien a visto la serie Hannibal..solo ue necesito llorar con alguien. Y por otro lado, alguien ha visto el anime Donten ni waru??? Lo recomiendo, es hermoso, tanto subtexto!!! y otra visión de los ninjas, de los reales ninja, aprendí mucho que significaba ser uno..realmente era eliminar tu personalidad y corazón.


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