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Hijo de shinobi por kaoryciel147

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Notas del capitulo:

Hola!! sí me demore mucho pero intentare ponerme al día con los capitulos que debí subir. Pero bueno el tiempo de examenes ha hecho que mis musas aprezcan con buena inspiración, por cierto que me escribi uno para el cumple de naru pero no lo llegue sufrir porque es super angst pero creo que lo hare de todas maneras es lindo en mi opinión. Bueno ya me diran y quiero escribir uno para halloween haber que tal me sale. Bueno, les dejo cone ste capi que en lo particular me gusto mucho. Me dicen que tal y si ya estoy en kishidrogas o como es!!!!!

Capitulo 5: ¿Cuándo se ama a un amigo?

Los límites entre la amistad y lo que Naruto buscaba con otros hombres era claro para la sociedad ninja. Los amigos eran lazos irrompibles, compañeros, partes de un mismo todo para llevar a cabo una misión. Había historias sobre grandiosas amistades que habían llevado a la  victoria o a formarse como uno solo. Sin embargo, los amigos no estaban para casarse y formar una familia... el matrimonio era una institución en la cual se tenía como fin ser el pilar de la sociedad y de la nueva generación. Quizás por ello los grandes clanes que por lo general eran muy conservadores  se comenzaban a extinguir….

La generación de Naruto era más libre: No vivía atado a reglas que iban contra su voluntad, ellos buscaban y veían a la pareja de convivencia de otra manera, echando los ojos a sus amigos y amigas. Yendo en contra de tradiciones, una de las más aplicadas era la de casarse entre personas del mismo clan para mantener la pureza de sangre. Por lo que muchos sabían la mayoría de padres de los compañeros de Naruto eran familiares antes de casarse, sus propios padres, Kushina y Minato eran entre los pocos que se casaron por verdadero amor.

A pesar de que ninguno, aparte de Naruto, aparentemente, compartía los gustos de este, le apoyaban incondicionalmente al igual que a Kakashi aunque ninguno supiera en quien tenía interés el ahora Hokague.

Se encontraban a un solo paso de institucionalizar la unión de dos shinobi  o dos kunoichi... para así llevar un registro más exacto de las parejas de ese tipo. Sin embargo, las buenas intenciones no alejaban los murmullos de los pobladores más tradicionales. Podría ser su actual Hokague y el héroe del mundo ninja, pero eso no evitaba que entre los bares, y mercados la población cuchicheara por la reciente relación del héroe con un chico de una casa de citas. Al mismo tiempo que todas las miradas estaban sobre su Hokague para averiguar quién era el hombre que le impulsaba a tal causa.

Los cuchicheos son difíciles de comprobar e identificar a sus autores, pero eso era algo que no le importaba demasiado a Naruto, tenía la admiración limpia y pura de sus compañeros y de los más pequeños y eso era mucho más valioso. Sin embargo, lo que sí le preocupaba era la creciente arrogancia de los shinobis de su aldea. Sus amigos,  su maestro y él fueron los que vencieron, los que salvaron, pero eso parecía no importarle al innumerable montón de shinobi y kunoichi que se vanagloriaban en lo ancho y largo de la nación de fuego y en las otras grandes naciones. Esto traía más tensión  en las ya de por sí tensas relaciones entre todos.

La arrogancia es un mal bastante contagioso: este comportamiento dejó de ser solo propio de los de Konoha para expandirse a las otras aldeas contra los shinobi que nunca participaron en la gran guerra por ser de pequeñas aldeas.

Ambos problemas podrían parecer menores, pero cuando ya habían pasado años de la guerra y las aldeas comenzaban a verse las unas a las otras para ver quien ganó más con el resultado de la guerra, no era nada favorable.

Sin embargo no era el momento para ocuparse de esos temas aunque debería,  ahora debía encarar a Sasuke: quería escuchar de sus propios labios a lo que tuvo que enfrentarse cuando finalmente fue vencido y tomó un lugar que le atribuyeron cuando volvió a la aldea. Cuando nuevamente iba a presenciar el camino que Naruto había escogido para el mundo shinobi.

Sasuke se limitó a contarle de manera simple y objetiva algunos de los ataques que había sufrido. A cuantos había asesinado para que la paz se siguiese manteniendo. Y el porqué no le había contado nada al respecto.

“Tú eres quien lleva las esperanzas de la gente. Yo soy quien va limpiar el camino para que nada lo perturbe” Esas simples palabras salieron de forma fría y seria de los labios del azabache.

Había habido intentos de complot a los meses de acabada la guerra. Algunos asuntos personales, venganza contra Sasuke Uchiha, de los cuales tuvo que encargarse en silencio. Otros  casos eran ataques contra la misma Konoha o la alianza que recién se comenzaba a formar. Las 5 naciones después de la gran guerra quedaron empobrecidas y débiles militarmente así como moralmente, por lo que pequeños grupos trataron de aprovechar la situación. Sin embargo, Sasuke y otro grupo de shinobi se había echado esta carga a la espalda. ¿Por qué no podía sacar totalmente a Sasuke de la oscuridad? En  estos últimos años había cargado con la oscuridad de la aldea.

—No fui solo yo, Naruto. Éramos todos los ambus de las cinco grandes naciones. Tu eres la cara, yo soy la sombra… somos la sombra. He perdido la cuenta de cuantas veces planearon intentar asesinarte a ti y a los otros kages.  Intentan aprovecharse del libre tránsito….

Naruto escuchó pacientemente cada palabra de Sasuke, entendía la situación. Kurama se lo había advertido. Nunca quiso que Sasuke se encargase  de ello, pero  prácticamente desde el día uno, Sasuke decidió encargarse finalmente de los servicios secretos. Los otros kages estuvieron de acuerdo, pues como imagen pública faltaba mucho que limpiar en el azabache. Hoy, incluso, no había totalidad acuerdo en aceptarlo. Los señores feudales también apoyaron ello, ya que un Uchiha era el mejor para encargarse de ello, sin embargo debía reportarse a Naruto pues un Uchiha en los servicios secretos también podría ser peligroso. Aún así tenían plena confianza en Naruto. Después de todo Sasuke dijo “Si dudan de mi, Naruto me asesinará si ve que hago algo sospechoso” En ese momento el rubio solo pudo asentir firmemente en que lo haría.

— ¿Ataques personales ´tebayo?

— Los  venía venir. Por mucho que oficialmente estuviese exonerado de culpas...es otra historia entre la población.

—Eso creo ´tebayo.

Después de todo, el hecho de que oficialmente ocupase un cargo y fuese exonerado no hacía olvidar a nadie las personas que había asesinado sin cuidado.

—Por eso rechacé a Karin tantas veces...hasta que…

En aquel momento parecía que Sasuke le iba a contar algo secreto sobre su relación con su difunta esposa, pero con una extraña sonrisa ladeada negó levemente. No entendía que significado tenía esa mueca.

Cuando Sasuke llegó a  la aldea, se encargó de intentar establecer buenas relaciones entre este y los demás de su generación, pero no era fácil. Este siempre detestaba o hacía algún  mal visto a cualquiera a excepción de su propio equipo y con el tiempo a Sakura y Kakashi. Simplemente, Sasuke se sentía más a gusto trabajando tras una máscara con ayuda de Taka y otros ambu que ocultaban su identidad y emociones.

Fue inesperado: un día simplemente, Sasuke le dijo sorpresivamente “Karin está embarazada”

Las ideas se aclararon repentinamente. No había que pensar demasiado, si Sasuke venía intempestivamente y le gritaba a la cara o más bien murmuraba con un rostro pálido casi enfermizo que Karin está embarazada, solo significaba que ese embarazo estaba ligado a él. Lo entendió rápidamente, por lo que solo sonrió, en respuesta el rostro sorprendido, pálido, y demacrado del joven que poco a poco se llenó de su color natural, blanca, fino, pero con un toque de vida. Nunca entendió porque parecía buscar su aprobación.  Al día siguiente todo fue diferente, Sasuke había crecido al menos unos tres años y se trataba  de comportar como todo un adulto.

Poco después le conto con una mirada sincera que no eran pareja, que solo había sucedido intempestivamente, incluso no recordaba detalles de lo sucedido. Sucedió cuando descansaba de una especial misión, una que le había costado mucha energía emocional, que nunca quiso contarle, pero además fue justo cuando no estaba en la aldea. Ironías de la vida.

— ¿Karin y tu no eran novios antes?

El aludido negó levemente, bastante relajado. Por lo menos parecía que escuchar el nombre de su esposa ya no le causaba tanta alteración como hace poco. Quizás era el lugar dónde se encontraban, lejos de ser shinobi, lejos de sus responsabilidades.

— No quiero dejarte todo a ti, Naruto, es solo que...- suspiro pesadamente- No creo que seas ingenuo, no después de todo. Pero, a veces eres demasiado optimista.

— ¿Creíste que no podría soportar que, después de todo,  las personas no comprendan lo que costo la paz?

—Es que es tu paz...la de Konoha, pero nuestra paz no es la paz de otros. Como sea, según Sakura no solo debemos preocuparnos por las otras grandes aldeas. Hay algo extraño, que va más allá de una rencilla personal conmigo.

Ahora entendía porque estuvo tan preocupado los meses de embarazo de Karin, sin quererse separar de ella, queriendo vigilancia a cada momento. Por lo que,  cuando falló fue como si su pesadilla se cumpliese...uno de sus tantos enemigos pudo penetrar su seguridad,  quitársela, lo mismo sentía podía pasar con su hijo. Ambos eran poderosos físicamente, pero eso no les impedía que las personas a su alrededor solo fueran shinobis o kunoichis normales, aun cuando ellos los quisieran.

Ninguno lo advirtió pero sus cuerpos se juntaron en un abrazo que ninguno supo quien comenzó. El azabache se negaba así mismo que hubiese sido, pero no podía negar la tremenda necesidad que había tenido de sentir los brazos de Naruto a su alrededor. Era bastante vergonzoso saber eso, darse cuenta de lo bien que encajaban su cuerpo contra el del otro, la calma y calidez que le traía estar de esa forma con el rubio. No podía creerlo, pero ambos se perdieron en el tibio calor que les embargaba por unas buenas horas. Ambos con los ojos cerrados, Naruto trasmitiéndole con ese gesto que no estaba solo, que no habría nadie que pudiera hacer daño a Akira. Sasuke queriendo obligar a su cuerpo a portarse con dignidad y rechazar el contacto que se había alargado, pero simplemente no pudo hacerlo, así que simplemente se quedó dormido, perfecta y completamente dormido sin remordimientos, sin culpa, sin miedo.

“Kurama, ¿no crees que se ve perfecto así?”

“Por supuesto, porque no habla”, se burló el biju. “¡Deberías dejarlo aquí para que se congele!”

“¿Por qué lo odias?”

“¿Debo recordarte lo que intento hacernos?” Naruto calló unos minutos “Y no es solo eso. Es otro humano que nos quiso usar de herramientas, qué más da eso ha pasado de Uchiha, Senju y Uzumaki. Pero lo que más me fastidia es que no puedas dejar de mantenerlo en tus sentimientos. Si pareciera que cada vez ocupa un lugar mayor…dame un descanso”

Sin responder ante tal petición, levantó a Sasuke en sus brazos. No sería fácil, pero estaba en buena forma; Sasuke pesaba lo ideal que debía pesar un hombre de su edad, un ninja tan eficaz y mortal. Sin embargo en aquellos momentos no había rastros del asesino sin piedad que había llegado a ser. Solo era un joven de cabellos oscuros y fino rostro durmiendo apaciblemente.

 

Gracias a su transportación pudo llevarlo de aquel modo hasta la habitación de este. Lo dejó ahí, en su futon, durmiendo. Se despeinó un poco los cabellos, atormentado por sus sentimientos, por sus deseos frustrados, pero se permitió simplemente acostarse a su lado. No importaba lo que pensase Sasuke mañana, solo por hoy se dejaría abandonar junto al calor del cuerpo que deseaba. Metió sus manos por su cintura, se encontró con que tenía una bastante formada para ser hombre y le encanto.

La imagen que proyectaban podía ser enternecedora para algunos. Repudiable para otros, pues eran dos jóvenes varones compartiendo un futon personal, uno abrazando al otro con protección, deseo y amor. Y el otro dejándose hacer con tranquilidad.

Sakura los encontró de aquella manera a la mañana siguiente, soltó un suspiro tranquilo, mientras cargaba a su sobrino, Akira, aun con la felicidad de amiga que sentía, también se preocupaba si aquella relación no funcionaba. Sasuke sí necesitaba de alguien después de tantos años de soledad, pero quizá era una sola necesidad egoísta; no deseaba que Naruto sufriera, quería que este fuera correspondido con todo lo que este exigía. Siempre noto  aunque nunca quiso aceptarlo la conexión especial, que solo ellos podían entenderse; sin embargo, nunca pudo controlar sus sentimientos bien, pero ahora que había recuperado a sus amigos y un cierto respeto de Sasuke, definitivamente no lo echaría a perder, sería la amiga y compañera que ellos necesitaban.

Sin detenerse a más, se acercó a ellos y los despertó. Naruto no despertaba, pero Sasuke lo hizo al instante cuando su bebe comenzó a llamarle entre quejidos inconexos.

Este despertó confuso, su rostro se confundió más cuando sintió y noto que la mano de su mejor amigo estaba en su cintura de una forma bastante comprometedora. Observó amenazante a Sakura pero la sonrisa condescendiente de ella, pareció calmarlo. Así que se limitó a tomar a su hijo en brazos e indicarle a ella que despertara a Naruto.

Aquel día, Naruto acompañó a Sasuke junto con Sakura a observar a los niños que el azabache tenía a su cargo. Para ambos amigos fue bastante sorprendente observar como este había mejorado en su trato a los niños, al seguir los consejos de la kunoichi. La peli rosa se sintió orgullosa de al fin haberle enseñado algo a Sasuke, y más que nada porque este tuviera éxito.

Aunque, el azabache lo negara, aparentemente era un maestro ideal. Era serio, lo suficiente para que los niños lo respetasen; era atractivo, lo suficiente para llamar la atención de las niñas y algunos niños en admiración; y gracias a  los consejos de Sakura se había vuelto un poco más paciente por lo que los niños comenzaban a confiar en este. Su desempeño era muy bueno como maestro, había logrado encaminar a su grupo de forma correcta.

Los tres jóvenes regresaron a casa del azabache, era casi como un sueño estar los tres juntos. Sakura solo podía sonreír. Entre esta y Naruto hacían caras graciosas a Akira quien les respondía con sonrisas a los juegos de estos. Sasuke sonreía débilmente, sin querer dejar ir  sus sentimientos del todo. Con su  hijo podía dejarse ir, pero consigo mismo  era demasiado estricto aún.

Cuando una semana hubo pasado, en la noche, los tres compañeros planeaban el movimiento a seguir con respecto a diversos temas.

Sobre las reuniones de los Kages, que al parecer las otras aldeas a excepción de Suna comenzaban a exigir sus biju, pero para Naruto no había compañero para estos, no iba a entregar a los biju a personas que fuesen a usarlo como armas o a encerrarlos con miedo. Gaara y Shikaku habían logrado un buen balance por lo que había cedido dejar a este al cuidado de Gaara, pero no sucedía lo mismo con las otras aldeas ninguno de sus enviados convencía a Naruto para dejar ir asus amigos que le habían confiado su  seguridad y con los cuales podía comunicarse en cualquier momento. Debido a esto, algunos de otros pueblos murmuraban que bastaba ya del supremo gobierno de Konoha, sin valorar que fue justamente miembros de Konoha quienes dieron fin a la guerra.

—No necesitas negociar, Naruto. No te atrevas a ser un blandengue como el primero e ir a dejar a los bijus.

—No es ser un blandengue ´tebayo. Es solo que ninguno sería un buen compañero. Sasuke, Sakura-chan,  los biju tienen sentimientos y necesitan sentirse como compañeros no como armas. Cuando sientan ellos mismos que tienen un compañero, quizás...pero por ahora están a gusto sin que nadie los moleste.

— Ya sabes que por mi destruíamos a los biju...

—Sasuke…

Ambos se dedicaron una mirada de reproche. Hasta que al final el azabache resopló diciendo un simple…

—Continua

El siguiente tema fue un poco incomodo para los presentes pues se trataba de la unión que trataba de introducir su maestro y Hokage en la sociedad, ya había sido aprobada por los señores feudales así que no había mucho que impedir.

—Sabes que lo que pienso al respecto.

Aquellas palabras dibujaron una decadencia en las facciones del rubio; Sakura las identificó de inmediato y quiso contrarrestarlas por lo que cambio de tema rápido pero aquello los puso más incómodos pues se trataba de la relación que sostenían secretamente Obito y Kakashi. De nuevo su puntos de vista cambiaron, simplemente coincidan en que su maestro merecía ser feliz, después de todo era uno de los gestores de la paz.

Los tres sentían cariño por Kakashi aunque ninguno lo dijera, fue en ello y otras trivialidad en lo que terminaron hablando. Bueno, más bien Sakura y Naruto.

Y ahí noto el joven azabache algo muy simple que prefiero guardarse, Sakura sonreía demasiado a Naruto, como ya no lo hacía hacia él. Si mal no recordaba, la muchacha en algún punto había dejado de amarlo ¿Entonces la chica amaría y escogería a Naruto? Por alguna razón se sintió amenazado: su corazón, su mente, sus sentidos se afinaron como si estuviese en una misión. Su cuerpo reaccionando a la amenaza, como si un kunai estuviese dirigido a su cuerpo, de ese modo su cuerpo se tensó y preparó. Pero finalmente no sucedió nada. Pasaron los minutos, no pudo evitar sentirse fuera de lugar entre ellos: Ellos dos tenían mucho en común; ellos dos conversaban y sus conversaciones, risas y sonrisas se complementaban como podían. Si mal no recordaba Naruto amaba a la muchacha, algo que nunca entendió. El amor entre sus padres nunca supo que tan verdadero  era  “¿Ellos dos se casarían no?” Cuando Naruto dejara sus juegos con otros hombres y quisiese una familia... seguramente lo harían. A diferencia de sí mismo, estaba seguro que Naruto siempre soñó con tener una compañera y muchos hijos. Estaba seguro que se esforzaría por ser un buen padre; pensar en ello le trajo una terrible desazón.

Sakura siempre estuvo tras de él pero ahora era bastante obvio que la muchacha había dejado de verlo como un partido posible. Como amiga le ayudaba, como compañera de lucha sabía que era confiable en lo que hacía aunque no se lo reconociera abiertamente; sin embargo nadie impedía que al fin Naruto se hiciera con la atención de la chica. Por alguna razón comenzó a desear que la chica siguiera esperanzada en él... no precisamente porque hubiera posibilidad de corresponderle; aunque... la verdadera razón tampoco estaba apta para confesarla. ¿Cuánta inseguridad había ido adquiriendo en estos meses? ¿Inseguridad con respecto a qué?

Quizás la respuesta estaba en el brillo de  los ojos del rubio, un brillo que según él no debería tener ¿Acaso realmente estaba aceptando que probablemente Naruto siente o sintió algo hacia él?  Le daba la percepción que este le deseaba pero para él lo que hacía Naruto con otros hombres y lo que seguramente deseaba con él era solo juegos, lo mismo que muchos ninjas hacían con otros de su mismo sexo para destensarse para no asustar a quien sería su esposa. No le encontraba más razón que eso. Debía intentar dejar de tener que recurrir a Naruto, después de todo Sakura al fin había dejado de ser una muchacha inmadura para ser una mujer adulta, seguramente muy pronto también buscaría un marido y ese iba a ser Naruto con seguridad.

 

Mientras sus meditaciones iban y venían, Naruto lo observaba detalladamente y se daba cuenta que era inútil. Sasuke era su castigo, su karma  si eso existía, era la pesada presión en su pecho, era su pago por su vida...quizás... Sasuke era esa persona que no obtendría, era su sufrimiento, su alegría, era aquel que le hacía pagar las culpas que seguramente había cometido. Pensaba que todos hemos cometido algún error y que hay alguien que nos hace pagar, ese sin duda era Uchiha Sasuke con sus sentimientos a medias, con su amistad, con sus miradas de pedir ayuda de forma indirecta, con su forma de dejarle abrazar durante toda la noche, solo para aclarar sus límites de amigo al día siguiente. Así como la carga de su maestro fue Orochimaru, Sasuke era suya ¿algo tan malo había hecho para no ser correspondido pero tampoco rechazado del todo?

Por mucho que tratara de hundir sus sentimientos y quemarlos ardiendo en la pasión que le brindaba el amor de keisuke, no podía más que amar aun más y desear a Sasuke a la mañana siguiente. Solo quería tenerlo, sentirlo. Por más que intentaba olvidarlo, ser feliz y solo cumplir como amigo no podía… se desesperaba.  Todo en su interior bullía de furia, de frustración de fastidio y de celos.  Quizás en algún momento Sasuke, así como era, buscara una madre para su hijo. Pero por supuesto que importaban los sentimientos de Naruto Uzumaki, por lo menos  no para el  Uchiha ¿Qué no había sido lo suficientemente obvio? Si no había admitido sus sentimientos cuando este se lo pregunto fue por temor…no por sí mismo sino por Sasuke. Mientras a Sasuke aun le quedase duda de estos, su rechazo no sería total, al menos así el Uchiha podía engancharse a sí mismo; así como él lo hacía para no tener un rechazo rotundo. Era como un paliativo.

Toda su vida, había sido rechazado; había aguantado hasta que al fin obtuvo el reconocimiento de todos incluso del propio Sasuke, pero no le era suficiente y por alguna razón que quizá debe ser la edad ya estaba harto de ser quien soportase. Todo el estrés combinado con sus deseos frustrados le debilitaban, fluctuaban de una forma desconocida como si en cualquier momento esta sonrisa que ahora esbozaba mientras hablaba con Sakura desapareciera para cometer una locura que enterraría su amistad y la confianza de este. Y ahora lo notaba, Naruto notaba claramente su comportamiento estaba coqueteando con Sakura pero no porque ella le interesase sino porque realmente esperaba ver una reacción en Sasuke... ¿pero cómo podría interpretar esa ceja casi fruncida?

Finalmente sus sentimientos a punto de estallar fueron tranquilizados por unos pasitos inseguros que se acercaban a él: Akira finalmente se atrevía a caminar sin la ayuda de su padre y solo para ir dónde Naruto. Aquella borró sus sentimientos oscuros para dar paso a unos realmente satisfactorios.

Animó a Akira, quien con una sonrisa adorable alzó sus brazos hacia él, término llegando y prácticamente aventándose a sus brazos. Lo cargó con alegría.

—Akira heredó la inteligencia de los Uzumaki no hay duda ´tebayo

Rió ante la mueca de Sasuke.

Decidió finalmente llevarse cargando al pequeño a los jardines para hacerle caminar un poco más. Realmente su cariño por el niño nacía solo, no sentía algún tipo de resentimiento a pesar de que el niño físicamente guardara una armonía perfecta entre Uchiha y Uzumaki como el cabello rojo vivo tan característicos de ellos, pero su cabello comenzaba crecer de forma al  de Sasuke pero un poco más lacio, su rostro presentaba una nariz pequeña y labios delgados, de piel pálida y unos enormes ojos negros rasgados. Era un niño muy bonito, parecido a Sasuke pero aun era temprano para declarar algo definitivo.

 

 

Había algo cálido cada vez que veía como Naruto demostraba su cariño abiertamente a Akira; no sabía explicar que era, pero realmente sentía muy bien aunque su rostro no lo exteriorizara. Ahora mismo Naruto sin siquiera pedirle permiso, usaba sus clones como seguridad por si el niño daba un pasito en falso y caía. Sin embargo, su hijo demostraba su fortaleza sin rendirse, yendo paso a paso a los brazos del rubio. Sonrió levemente, sintiendo aquella sensación de bienestar expandirse por su cuerpo.

—Sasuke-kun…

Sakura le llamo con aquella voz que a veces sonaba juguetona, confianzuda; realmente la chica le había perdido un poco de respeto, pero la toleraba pues le debía favores.

—No tienes porque ponerte celoso.

Iba a explicar claramente que no sentía nada por ella, pero lo que dijo a continuación le dejó sin poder siquiera mirarla de frente.

—Naruto es tuyo, siempre lo ha sido.  Así como tú le perteneces...solo hace falta que yo los golpee hasta que acepten- dijo con una sonrisita extraña y una pequeña lengua afuera.

No pudo replicarle nada porque realmente no sabía que palabras usar en su defensa. Solo que las palabras de ella revoloteaban sin cesar en su cabeza queriendo encontrarle un sentido que no fuera el evidente.

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Naruto finalmente tenía  que marcharse, así que decidió junto a Sakura hacerlo en un par de días más era demasiado tiempo encargándole todo sus deberes a un clon. Seguramente Kakashi lo había descubierto y estaban planeando castigos para su antiguo alumno. Porque a pesar de que el rubio fuera ya un adulto, su maestro seguía siendo su maestro.

Sakura también se marchaba, puesto que habían acordado  que la muchacha junto a Sai realizaran investigaciones en la aldea oculta entre la nieve, o más bien lo que fue pues ahora se llamaba la aldea de la primera.

El pelinegro se sentía bastante fastidiado por no poder investigar él mismo o no poder enviar a Suigetsu o Juugo, increíble que las consideraba persona de confianza.

Aunque tampoco admitiera ello: Suigetsu y Juugo eran personas importantes en su vida y en la de su hijo. No comprendía que los llevaba ser tan fieles a  él desde antes que Akira naciera y Karin muriera. Incluso no entendía como la muchacha pudo darle un hijo cuando la había tratado de tal manera. Dejó de importarle con el tiempo la compañía de estos. Se suponía que era Naruto quien atraía personas, pero por alguna razón él también lo hacía. Aunque no entendiera del todo, sabía detectar que Juugo y Suigetsu eran incapaces de traicionarle. Y aunque se lo guardara, también los consideraba importantes por lo que dado el caso los protegería también.

 

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—Finalmente lo has conseguido

Naruto y Sasuke habían terminado alejándose, caminando silenciosamente por el sendero que marcaba un río hasta llegar a su fuente de origen, un lago aledaño a la gran catarata. Se suponía que solo iban a intercambiar un par de palabras antes de que Naruto se marchase , pero terminaron sin decir nada. Ambos entendían que no se habían dicho todo en la mesa.

Sasuke, a vista de Naruto se veía misteriosamente decaído. Había amanecido de aquella manera y su estado emocional era diferente a como se había comportado días anteriores .  O ello pensó hasta que este alzó su mirada hacia él; aquel rostro de joven confundido que hacía muchos años no veían le impacto y asusto en partes iguales.

— ¿Sasuke?

— No importa lo que digan... más te vale no darles nada…

El rubio comprendió que Sasuke hablaba sobre  la presión que comenzaba a ejercer las otras naciones sobre Konoha. Su garganta se bloqueo un momento, no dándole tiempo a contestar. Porque el azabache había notado en la conversación grupal anterior que no era una palabrería menor, en verdad las otras regiones querían devuelta a los  bijus.

— Me detuviste aquel día, perdí y acepte ayudarte, pero realmente no lo hice solo porque perdí contra ti….sino porque realmente quería observar en qué pensaban tú y mi hermano. Y ahora comienzo a darme cuenta que no lo vale del todo. Así que simplemente las demás naciones deberían agachar la cabeza ante Konoha y seguir su ejemplo. No te atrevas a devolverles los bijus….pude haberlos mantenido bajo mi control hasta lo último... pude llevarme a toda esa maldita gente conmigo a la muerte.

—Pero yo no iba a permitir que murieses... ni nadie… no eran culpables.

Y fue cuando noto que las sandalias de Sasuke estaban retiradas de sus pies y este los tenía sumergidos en el agua del riachuelo, como si estas pequeñas corrientes no fueran nada para derribarlo.

— Yo sí lo era. Ocultaste al mundo que estuve a punto de asesinarlos…  

No supo si su voz salió con tono de reproche o no.

—No eras tú... sé que comprendiste algo en aquel momento... al fin pudimos mostrarnos como éramos

—...A golpes…

—Sí

Sasuke salió de las aguas con las piernas mojadas, se sentó en la hierba de al lado. No entendía como repentinamente Sasuke quería recordar aquellos momentos. Su amigo era realmente cambiante o era que quizás estaba decepcionado. Lo cual le hacía sentirse peor, no lograba mostrarle la paz que hubiese querido para Sasuke. Ahora se daba cuenta desde el día uno de la alianza que Sasuke se había echado a sus espaldas toda la carga sucia de esa paz por él y ahora notaba en sus ojos ojerosos que para sí mismo no había habido paz; seguramente tuvo la ilusión de que serviría para obtener eso que no podía imaginar.

— No es tu culpa, idiota. Nunca me respondía si eres muy ambicioso o muy ingenuo.

— ¿A que te refieres?

De nuevo aquella sonrisilla rara, misteriosa que le daba un escalofrío por todo el cuerpo.

— Que no puedes tenerme a mí y todos en un mismo saco. Algún día vas a comprenderlo.

No entendía que tanto abarcaba ese de a “mí” ¿Acaso llegaba a lo que sus sentimientos implicaban?

Se derrumbo sin pensarlo demasiado a un metro detrás de él. Esta conversación se había tornado lo suficientemente perturbadora como para seguir de pie.

—No dudes, Naruto, nunca lo has hecho. Pase lo que pase no lo hagas. Hace mucho que tu vida no te pertenece ¿verdad? La mía nunca me perteneció….nunca ni nunca lo hará…. Pero al menos puedo decidir a quién le va a  pertenecer y eso me lo has otorgado tú…Aunque sigo creyendo que simplemente debiste dejarme morir... debiste asesinarme, créeme no te hubiese odiado en el otro mundo. Fuiste mejor...por muy poco pero...

Naruto gateo hasta posarse a su lado, su mirada debió ser diferente pues la absurda sonrisa de Sasuke se borró de su rostro para remplazarla por una tensión que apreció en todo su cuerpo. ¿Era temor? ¿Advertencia? Quizás estuvo bien que se sintiera intimidado pues el golpe que le soltó fue uno bastante fuerte, pero que extrañamente no obtuvo respuesta.

—Oh vamos, Sasuke, tú no sirves para ser humilde ni dar agradecimiento. Te dejé con vida porque se lo prometí a tu hermano y porque me lo prometí a mí mismo. Quizás sí soy ambicioso, lo seguiré siendo. Así que déjate de desear tu muerte porque tienes razón tu vida no es tuya es de tu hijo y mía porque te deje vivir. Y me alegro... cada vez que veo la sonrisa de Akira me alegro de haberte dejado vivir ´tebayo.

Todas aquellas palabras las había soltado casi sin respirar, sin poder controlar todo ese remolino de sentimientos que ver su estado le producían. No entendía como de a momentos Sasuke era un padre dulce, volvía ser un buen compañero y hasta platicaba con Sakura y con él, y como de repente como golpeado por un brutal recuerdo se desmoronaba, se iba por el odio, por la indiferencia hacia sí mismo y los otros. Quizás era eso, quizás también estaba fastidiado que esas palabras le recordaran que justamente ahora tenía muchos problemas entre manos, más que solo proteger a Sasuke y Akira. Sasuke era su mitad, su complemento, pero también era su otro yo, su freno, la persona que podría dañarlo en todos los sentidos, la persona que llevaba a cuestas la otra mitad del equilibrio pero también la carta de la destrucción... ahora solo estaba dormido, pero como algunos pensaban, era una amenaza latente.

— No olvides, Naruto que tengo la mitad de los poderes del sabio. Y que he llegado a mi límite de ver por otra gente... No me ha dado nada…. Y sí algún o alguna nación piensa ponerles una mano encima a Akira... destruiré lo que mi hermano con tanto esfuerzo mantuvo vivo... No me va importar la vida de nadie. Ni siquiera la tuya. Solo quiero que lo tengas claro.

Sus palabras no solo arrasaban como el viento de tormenta sino que no cabía duda sobre ellas pues en su mirada refulgía el rojo del sharigan infinito y el rinegan en el otro ojo. Simplemente rió, llevado por un maniático sentimiento se dejó sumergir en una risa no sabía si verdadera, falsa o nerviosa.

Antes de que el azabache le cuestionara por algo se lanzó encima de este, tumbándolo bajo su cuerpo. Nunca se había sentido tan seguro de esto. En verdad debía habérsele contagiado algo de la perenne locura de los Uchiha, pues esta valentía era estúpida e irreal. Frenó cualquier movimiento de este con sus piernas y brazo, apretándolo contra el suelo sin piedad. El otro no se defendía del todo ¿En verdad estaba acorralándolo con tanta fuerza? No lo creía, quizás había alguna otra razón por la que se dejase humillar de aquella manera, pues el mismo no entendía como había hecho para tenerlo tan  quieto.

—Hueles bien...

Y si lo anterior no fue poco su boca soltó esas palabras. Eran ciertas y siempre había notado el aroma de Sasuke cada poca vez que lo tuvo cerca, siempre lo pensó pero lógicamente nunca  se las dijo.

—Naruto…

Esto no tenía sentido alguno para ninguno, pero sus cuerpos se quedaron quietos en aquella posición, ¿sorprendidos? ¿Hipnotizados? ¿O solo se mentían a sí mismos?

Cualquiera fuera la respuesta, esto empujó hacer algo a Naruto que no había pensado hacer. Levantó su rostro, hasta enfrentarse a los ojos furiosos y resentidos de Sasuke: obviamente el joven se sentía humillado aunque no hacía mucho para librarse en serio. De alguna manera las palabras amenazantes de Sasuke habían despertado unas ganas irremediables de hacer esto, pero a la vez le habían plantado un miedo y una necesidad.

Estrelló sus labios contra los delgados y rosadas de Sasuke, quitándole la respiración en ello, como si casi quisiera asesinarlo en medio de aquella succión.

Después de que ninguno rechazara el contacto este cambio a uno dulce de parte de Naruto, el azabache solo le seguía el ritmo impuesto. Esto era demasiado inverosímil para ambos. Tanto que ya no se preguntaban si debían continuar o porque no hacían algo para frenar los dulces besos que Naruto le robaba como queriendo buscar algo que Sasuke no dilucidaba.

—Nunca vuelvas a decirme que tendría que elegir... porque sé que es lo que quieres... eres tan orgulloso que me quieres pero no quieres aceptarlo. Aun ello,  quieres saber si soy capaz de mandar a todos los demás al infierno en ´preferencia tuya.

Sus palabras sonaron a reclamo, pero a la vez guardaban un deje de ternura.

— ¿Quieres oírlo no? Los Uchiha en verdad son tan egocéntricos. Nunca podrán amar sino es de una forma en la que se sientan preferidos por sobre todo. Es tu esencia… con ese rostro necesitado, quieres que te diga que voy a dar mi vida mil veces más por ti... Indra…

Ambos despertaron del trance a la mención de aquel nombre.

El azabache alejó al rubio con todas sus fuerzas, levantándose, sacudiéndose del polvo de sus ropas. Había vergüenza y sorpresa en sus facciones que trataba de ocultar con sus mechones en el rostro. En su interior nada era menos confuso, su corazón latiendo a velocidad imparable, que le recordaba cuan vivo estaba;  porque sí el manejaba el infierno y por tanto era la muerte, Naruto siempre le brindaba aquella luz que le recordaba cuan mortal y cuan ser humano aun seguía siendo.

—Lo dejaremos como que fue un momento de… no eras tú era Ashura y yo era Indra…. No sé porque y hay que investigarlo... pero... esto hay que olvidarlo…Ya deberías irte… debes llevar a Sakura...

La expresión entre enfurecida y confusa de Sasuke le recordó también a Naruto que su Sasuke aun guardaba su humanidad, solo que la sacaba en momentos menos pensados como en este: con ese rostro con un leve sonrojo casi imperceptible, le recordaba al Sasuke que trataba de ocultar que se preocupaba por él.  

También estaba confundido por lo que sucedió hace unos minutos. Es decir en parte se sintió el mismo pero en parte no. Sintió tanto poder y a la vez tanas ganas de anteponer su voluntad ala de Sasuke. Tendría que averiguar... cuando le dijo al sabio que ellos no eran ni Ashura ni Indra era en serio... ellos dos vivirían esta vida como Naruto y Sasuke y sus sentimientos eran hacia lo que es Sasuke ahora con todo lo malo y bueno que este fuera. Con todo ello no pudo evitar sonreír.

— ¿Qué demonios?- le gritó ya bastante más furioso.

— Nada... Solo que quizás no fui tan yo, pero era algo que deseaba hacer.

La expresión del azabache fue en verdad merecedora de ver a plenitud. Aprovechando ese momento de desconcierto, se acercó, le jaló del brazo y le atrajo hacia su cuerpo. Y sí. el aroma era tal como su antecesor lo había sentido... tan magnífico, tan hipnotizante… No lo pensó demasiado y dejó que sus deseos guardados salieran a  flote... le besó con toda la pasión y amor que había retenido en nombre de la razón y su amistad.

Parecía ya costumbre el desconcierto de Sasuke pues no le respondía pero tampoco lo alejaba. Dócilmente dejó que Naruto metiera su lengua entre sus labios, que acariciara con este musculo su paladar así como su lengua propia. Naruto tuvo el pase de pasear y saborear la boca de Sasuke. Fue el mismo rubio quien rompió el contacto, juntó sus frentes para alimentarse unos segundos del aliento errático que salía de Sasuke.

Finalmente se alejó unos metros de este y antes de desaparecer con su jutsu de la tele transportación, le guiño un ojo diciéndole “Creme que no será la única vez ‘tebayo”

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¿Pero qué demonios había sucedido hace unos días? Seguía debatiendo esa repuesta esa pregunta sin cesar...una y otra vez sin darle real tregua a sus sentimientos. Prefirió ni siquiera averiguar dentro de sí mismo que había sido esa reacción tan sumisa ante el “ataque” de su amigo. Se aseguraba a sí mismo que no era él mismo, aunque realmente las palabras que ese “yo” dijo eran parte él, en verdad se sentía un poco decepcionado del mundo que acepto y fue obligado a proteger. Aun creía dentro de su corazón que un cambio radical era algo que le faltaba, pero ahora tenía que poner prioridades. Y no estaba dispuesto a como algunos miembros de su clan a sacrificarse o sacrificar a su hijo por encima de cualquier plan que se haga, por cualquier verdad que descubran.

—Ya sé que estas ahí- dijo de improviso, interrumpiendo el hilo de sus pensamientos— clon de Naruto...sal de una maldita vez.

 Era imposible que Naruto o en este caso su clon pudiera esconderle su chakra a él. A estas alturas podría detectar a Naruto desde muy lejos a menos claro que estuviese con un sueño profundo. Vaya que no podía tener un descanso. Justamente ahora estaba preguntándose cómo debía tratar a Naruto la próxima vez que se vieran, pero ni siquiera había decidido, así que opto por lo normal.  

 

Al llamado del joven padre, el clon apareció ante sus ojos. El nerviosismo era evidente en las facciones del clon; sin embargo estas cambiaron a sorpresa cuando pasado los segundos el otro no le recriminada nada; al contrario, se puso de pie, alisó los pliegues de su ropa y le enfrentó con firmeza en sus ojos, peor con una sonrisilla de superioridad en sus labios. ¿Acaso no iba reclamarle el beso que le había robado? Era lo que se preguntaba el clon.

—Se útil y  sírveme para practicar. Ya que eres un clon podré pelear hasta la muerte contra ti…

En respuesta el clon sonrió con ese tipo de sonrisa que deslumbraba a todos, pero que Sasuke sabía era una aceptación a su desafío. A los minutos ya estaban acordando las reglas para la pelea entre ellas no usar ninjutsu avanzado, solo el más básico pero que sería esencialmente taijutsu y uso de armas. Ambos estaban entusiasmados por enfrentarse pero no podían dejarse llevar pues podrían  destruir la aldea entera.

Un golpe a otro, una patada bloqueada. A estas alturas Sasuke ya tenía esparcidos moretones en sus muslos, torso y uno en su rostro. Pero el clon del rubio no estaba en mejor estado. Realmente para  Sasuke era increíble la vitalidad que este podía tener al enfrentarlo, admitía también que la fuerza bruta del otro era superior; sine embargo su cuerpo, su agilidad  que era digna de un felino le regalaba puntos precisos de ataque los cuales aprovechaba a totalidad.

 Junto a los golpes cada carga, cada pensamiento y deseo frustrado se esfumaban; a golpes era como se entendían, como podían conectarse, como se animaban, se reconocían y daban fuerzas. Uno dos tres... golpes de puño bloqueados por Naruto; otro intento y ya tenía Sasuke entre sus brazos parado pero inmovilizado con un abrazo atravesando la garganta, si fueran ambos mortales un solo apretón y Sasuke no estaría más en este mundo. Sin embargo su concentración y sonrisa de victoria se vieron  perturbadas por la respiración del azabache y el insistente susurrar de su nombre de los labios de este;  pero pronto gracia sal distracción de este se libró, volteando la pelea. Finalmente Sasuke quedo encima del torso de Naruto sentado con cada pierna a cada lado. Ambos reían aliviados a al fin: este tipo de peleas amistosas eran lo que necesitaban para sentirse vivos de nuevo.

Dejándose vencer  por el cansancio, pues hace mucho que no peleaba tan intensamente usando solo su cuerpo, el azabache se dejo caer encima del cuerpo del rubio, sin siquiera tomar en consideración la repentina tensión de este. Naruto espero por unos minutos, pero al ver que Sasuke no se alejaba como sería usual, se removió, quitándoselo de encima, mientras fingía que buscaba aire. Ninguno dijo nada, pero finalmente ambos se dejaron caer y cerraron sus ojos; ambos lado a lado tuvieron una muy buena siesta.  Al menos para el azabache, pues el clon solo cerró los ojos, transmitiendo la información a su yo original, escuchando los berridos enfurecidos de este.

Finalmente el azabache  no pudo mandar de regreso al clon y realmente se aburrió de intentar persuadirlo para que dejase de acosarlo, pues para él era innecesario que Naruto dejara un clon que lo siguiese por todos lados, pues ya estaba resignado a que este dejase un clon en las puertas de esta aldea. Y ahora se venía a  dar cuenta cuanto debía al rubio.

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Naruto a lo muy lejano, en Konoha bufaba un poco frustrado de que Sasuke se soltase tanto con su clon y no con él mismo cuando estaba ahí. La última vez que lo visito le pidió practicar juntos pero este le ignoró…A pesar de ser un clon suyo, realmente le daba algo de celos enterarse de manera indirecta. Aunque, todo esto le preocupaba un poco pues Sasuke ni siquiera mencionaba algo de lo que le soltó la otra vez, además volvía a comportarse con su habitual cordialidad de amigos.

Había dejado un clon ahí para vigilar que todo estuviese seguro, pero el clon  no había podido dejar de distraerse, observando cercanamente a  Sasuke o es que era el mismo queriendo saber que hacía, quizás.

 

 

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—Naruto, lograrás que te haga hervir en amaterasu como sigas acosándome.

Dijo al fin harto mientras leía al costado de su hijo las pequeñas redacciones de sus alumnos. Nunca pensó terminar de tutor, pero ya que era algo que debía hacer en forma de pago lo haría lo mejor posible. Era alguien muy orgulloso como para terminar el ciclo con alumnos ineptos, por lo que sin darse cuenta había terminando enseñándoles más de lo acordado a su pequeño grupo de alumnos. Sin embargo aquello no parecía molestarle demasiado a Shibuki.

Aun con su ceño fruncido, Naruto le miraba de aquella manera que le hacía sentir una gama de emociones extrañas que le frustraban de muchas maneras ¿Por qué Naruto le miraba como se mira a aquello que te hace bien? Si solo le había traído dolor. Naruto nunca entendió que no lo necesitaba, aunque siempre lo necesito. Era él mismo que  no se daba cuenta que la sensación de saber que había alguien que no lo abandonaría a pesar de sus múltiples sensaciones la que le mantuvo con algo, aunque sea un mínimo, de humanidad.

La tensión y el ceño fruncido del azabache acabaron, casi como era común, cuando su hijo  salió de su sueño  solo para empezar a gatear todo lo que sus piernitas le daban para llegar hasta el rubio quien de inmediato lo alzo en brazos con una enorme sonrisa; de esas que le sorprendía cuan cálidas podían ser. Sin duda Naruto era un ente opuesto de él...tan lleno de día tan parecido a un día del verano más cálido.  Cuan diferente a como se sentía él tan frío como la luna solitaria….

—Si no te acoso: solo quiero que mi adorable ahijado este bien y jugar con él ’tebayo.

El azabache se relajó después de exhalar un largo suspiro de cansancio. Llevó ambas manos a sus sienes y con un ademán le permitió llevarse a Akira a jugar un rato, advirtiéndole que recién había comido así que no debía ser brusco con el niño.

Juugo y Suigetsu habían salido a dar sus vueltas por la aldea, vigilando que todo estuviera en orden y que no hubiese nada peligroso para ellos. Quizás fuese un poco paranoico investigar la aldea cada tres días pero ello le permitía estar más tranquilo. Sabía que Shibuki sentía atracción hacia él, verdaderamente no entendía porque despertaba tanta atracción ya no solo en mujeres, pero también sabía que ese tipo de sentimientos eran ambivalentes: podían traerle beneficios pero quizás a la larga peligros cuando fuera evidente que no iba a corresponder a  ninguna de sus atenciones.

 

La tarde se hizo noche: Sasuke finalmente había terminado con sus deberes como maestro. La tarde se la había pasado corrigiendo, haciendo su reporte a Shibuki y leyendo un poco. Naruto se había encargado de Akira por completo lo cual le dio un poco de tiempo libre para leer un libro que hace ya meses no podía concluir por el poco tiempo que el primer año le había dejado su hijo. El rubio se encargó hasta de cambiar a  Akira y ponerle ropitas más abrigadoras. El pequeño parecía encantado con Naruto, parecía que ya ni de extrañas a su padre.

Finalmente y con algo de reticencia se dispuso a preparar la cena. La reticencia fue por no saber si servirle comida a Naruto, pero finalmente se decidió por hacerlo aunque no supo porque tanta vergüenza, pues cocinaba de igual manera para sí mismo y para los otros miembros de su grupo.

El rostro de Naruto fue demasiado para su vergüenza pues estaba con unos ojos tan deslumbrantes que le aceleraron un poco el pulso.

—Solo siéntate y come.

Porque sí, señores y señoras, Sasuke Uchiha le había preparado ramen casero a Naruto. Ni siquiera lo pensó demasiado, simplemente creyó correcto alimentarlo por haberse encargado de su hijo, yendo contra su propia vergüenza y fastidio terminó preparando esa comida claro en una versión más saludable. Ni siquiera sabía que le llevaba a ser amable, aun sabiendo los sentimientos del rubio ¿no era darle esperanzas? Y él no le correspondía, solo estaba siendo lo que se llamaba  buen “amigo” y agradecido por su ayuda. Después de todas su experiencias pensó concluyó que demostrar un poco de amabilidad con las personas que daban la vida por él como los miembros dele quipo 7, le podría resultar beneficioso para sí mismo y para su hijo…sin embargo ¿Por qué ramen? Sus manos prepararon prácticamente solas esta comida.

Con todo,  se sentó con Naruto y mientras este aun seguía sorprendido y degustaba el ramen como si fuera lo más delicioso en el planea, él se sentó al lado de su hijo para darle su papilla.

No quiso ni pensar que tipo de imagen darían a cualquier extraño. En verdad no quiso hacerlo, menos sabiendo lo que sentía Naruto hacia él. Pero vamos que el día no podía ser perfecto y por ello en ese instante Suigetsu y Juugo parecieron. Y como Suigetsu es como es y no teme por su vida ni es respetuoso como Juugo dijo:

—Vaya que buen novio eres, Sasuke. ¿Por qué no nos cocinas nuestra comida favorita a nosotros?

Felizmente aun tenía a Juugo quien era sensato, pues tomo a Suigetsu y se lo levo de ahí diciendo:

—Aun nos falta un sector de la aldea.

Simplemente quiso enterrarse en el suelo y no salir. El silencio se hizo largo, eterno, él solo se concentró en darle de comer a su hijo quien le sonreía sin parar.

—Gracias...Sasuke…estuvo delicioso

Cuando ambas miradas chocaron, ambos notaron que el otro estaba tan sonrojado como a sí mismo. El silencio se hizo más tenso. Pero fue roto cuando Akira soltó su primera palabra coherente:

—P…a—pa

Y Sasuke no pudo creer  que su hijo alzara sus brazos hacia Naruto. Los Uchiha eran posesivos y celosos. Iba a matar a Naruto por robarle la primera palabra de su hijo.

—Na...ru…to.

—Espera, Sasuke, no es mi culpa… Akira-chan te adora estoy seguro...

Naruto se lanzó al suelo quedando al lado de Akira-chan lo cargó y le hizo girar hacia su verdadero padre.

El niño también alzó sus brazos hacia Sasuke.

—Pa...a…a..ma…ma..

Aquello los dejó fríos a ambos, sin saber cómo reaccionar. Quisieron pensar que la joven mente de Akira aun no sabía diferenciar que era un “papa” y que era una “mama” pero el niño parecía tan feliz que solo se tranquilizaron y Sasuke recargó a su hijo en su pecho con cuidado y amor. El niño lo abrazó fuertemente, dejándose vencer por el cansancio que le produjo una tarde  de juegos con su padrino.

—...ma...ma

El pelinegro volvió a sentirse culpable por no haber logrado mantener con vida a Karin, sentía que el niño la extrañaba y ese vacío no podría llenarlo.

Sin embargo, y en vez de sentirse culpable se dejo abrazar por Naruto, dejó que su agradable calor lo envolviera tanto a él como a su hijo. Y ambos fueron llevados por la técnica de Naruto  a la habitación de Akira.

En silencio, Sasuke cambió las ropas y pañales de su hijo por unas cómodas pero confortables. Su rostro mostraba cierta frustración pues ese labio semi mordido por sus dientes mostraba que estaba un poco alterado por lo reciente.

Cuando terminó, Naruto hizo otro clon para que se quedase a vigilar al niño, mientras ambos salían, terminando en el tejado de la vivienda.

—Sasuke….

—Me confundió con su madre...o llamo a su madre... No puedo responder….

—Pues yo sí’tebayo

Con aquellas palabras ganó la atención de su amigo y compañero.

—Sakura –chan le dijo a mi yo original que un niño las primeras silabas que puede pronunciar son ma,  pa,  a,  ta, te… no muchas y simplemente nos reconoce de forma alterna como personas adultas que lo protegen. Así que es indiferente que me llame papa o mama y a ti también probablemente llame de ese modo a Suigetsu y Juugo algunas veces.

¿Cuándo Naruto dejó de ser ese mocoso insoportable al que tenía que proteger? ¿Cuándo se volvió todo un hombre confiable?  ¿Cuando se había vuelto su apoyo? Quizás siempre…

Sin darse cuenta de lo que hacía, se aproximó a este y le dio un beso en los labios, uno muy suave, pero tibio, que fue suficiente para que la sorpresa tanto en el real como en el clon se hiciese presente hasta hacerle perder la concentración y desaparecer.

Sasuke cuando se quedó solo, se sujeto la cabeza sintiéndose confundido, traicionado a sí mismo; pero de igual manera no pudo evitar que una ligera sonrisa aflorara. Luego, se dio prisa lleno de preocupación al suponer que su hijo estaba solo. Llegó hasta la habitación de este y se alistó para dormir al lado de la cuna de su hijo.

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Kakashi, Sai y Sakura se habían quedado a la expectativa de saber cómo había reaccionado Sasuke a la explicación que un desesperado Naruto había pedido saber a la joven doctora. Toda la reunión… en realidad todo el día,  se la habían parado escuchando al rubio lanzarse maldiciones. Después de un momento de depresión por algo que tenía que ver con el ramen,  el protector de la alianza les pidió explicaciones sobre porque Akira les llamaba papa y mama, pues aquello parecía turbar a Sasuke.

Y ahora lo observaban totalmente quieto con la mano en la boca tocándose levemente como queriendo guardar la sensación de algo.

— ¡Naruto, maldita sea!

Y Sakura perdió la paciencia,  por lo que le dio un golpe a su amigo distraído.

Naruto rió y aquella sonrisa tenía una carga muy confusa. Simplemente les dijo que Sasuke había reaccionado bien a su manera. Y ellos tuvieron que imaginarse que tan “a su manera” fue.

El rubio dio por zanjado el tema, aduciendo que en una semana más visitaría a Sasuke. Nadie pidió más explicaciones pues tenían que volver a concentrarse en el tema en cuestión: Ir a averiguar a la aldea de la primavera como está su situación pues coincidentemente no había reportes actuales ni de hace tres años. De la aldea de la cascada al menos recibían constantes reportes de sus propios shinobis y los reportes de esta aldea de que se mantenían imparciales, pero de la aldea de la primavera, antigua aldea de la nieve, nada; ni de la princesa que quedó a cargo.

Sakura y Sai se ofrecieron a ir pues había una carga personal en la misión, suponiendo que el veneno con el que asesinaron a  Karin fuese de ahí, que era de donde suponía, Orochimaru, que había venido.

Naruto los transportaría hasta un puerto cercano y de ahí se prepararían para aparentar ser una pareja de esposos aldeanos comunes. Al fin harían relucir sus dotes de espías. Una de las babosas de Sakura se quedaría con Kakashi para mantenerlo informado por si sucedía un percance con ellos. Quedando resuelto, se fijó dentro de tres días se iniciaría.

Cuando el protector de la alianza al fin llegó a su mansión en las afueras de la ciudad y su amante se lanzó sobre él, tuvo que apartarlo con cuidado, alegando que había olvidado algo: una excusa bastante obvia más para un chico que había sido criado en el arte del amor. Naruto, su protector, estaba turbado y eso solo significaba que su amor había recibido una gota de esperanza; que aquel hombre al que amaba al fin se había dignado a darle un poco de su atención. El joven amante se sintió un poco enfurecido, pues él podría darle la mejor noche de sexo a Naruto, pero tan solo un beso de Sasuke podía hacer sentir y despertar a Naruto como una  bebida a un sediento en un desierto.

 

Sai dio el alcance a su amigo en el departamento de este,  Kakashi le sugirió que lo   encontraría ahí y no en su mansión de las afueras.

Su amigo le recibió con una sonrisa y le invito a pasar, mostrándole el descuidado hogar que tenía.

—Quizás por esto el Uchiha no te hace caso.

Aquellas simples palabras lograron hacer sonrojar al otro.

—Cállate, Sai.

Sin más que agregar Sai le acercó lo que le había pedido: El libro bingo que portó Sasuke y que había dejado atrás junto con su carrera de Ambu. Naruto abrió el libro y se sorprendió de ver que casi todos ellos estaban tachados, lo peor era que no eran criminales; muchos eran conglomerados de pequeñas aldeas que se oponían a la unión. No juzgó a su amigo, sino más bien sintió prisa en querer verlo. Quería comprobar que ahora estaba ahí en la aldea de la cascada cuidando de su hijo, preparando su siguiente clase para los niños a los que atemorizaba. Se sintió de alguna manera defraudado porque este no le confiara sus misiones y a la vez porque le haya menospreciado en no contarle que la paz que crearon realmente traía mucho conflicto para algunos  que muchas veces terminaban solucionando de esta manera. Sasuke seguía cargando con el peso de lo oscuro y de la muerte. Agradeció aun más a su lejana prima por haberle dado una luz a su vida y otorgarle una oportunidad de dejar su deber. A la vez sintió que quera estar a su lado y darle esa verdadera paz que siempre quiso para Sasuke, que soñó y prometió dársela con el mundo que construyeran entre todos. Se le olvido que solo cinco naciones participaron en la guerra y que esa paz era solo para esas 5 naciones.

 

 

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— ¿Como sabías que Naruto estaría ahí?

Kakashi se encontraba releyendo una de sus obras favoritas el Icha icha. Muchos podrían pensar que dados sus reales gustos, su carácter no tendría por qué estar leyendo, pero la verdad es que esta obra tenía más que su pervertida historia. Había una “historia” detrás del por qué estarlo leyendo.

Al escuchar la voz de su amigo se giró levemente hacia él, para responderle:

—Solo que ese rostro es porque Naruto ha recibido una  esperanza en ser correspondido, por tanto siendo como es sentirá que traiciona a Sasuke si vuelve a acostarse con otro.

Su rostro se volvió para continuar leyendo, puesto que estaba en uno de sus sillones al lado de la cama donde reposaba  Obito.

—Confío en que mis estudiantes sepan encontrar el camino mejor y más rápido de cómo lo encontramos nosotros.

Lo último lo soltó sin pensarlo demasiado y sin ninguna intención especial, solo era lo que deseaba. Que a pesar del dolor en sus vidas, esos dos niños (porque para él eran niños)n encontraran la felicidad o al menos algo que se le pareciera.

—Kakashi...sabes que yo...

Kakashi se paró rápidamente dejando ver su cuerpo debajo de las mantas en las que se había envuelto para leer. Llevaba ropa bastante cómoda y suelta pues estaba en su hogar después de una larga jornada en la torre. Pero lo extraño es que en vez de sentirlo más cálido con Obito a su lado lo sentía más lejano y más agreste.

—Voy a salir… el hokague también debe relajarse un poco ¿no crees?- le guiño un ojo como bromeaba de vez en cuando con sus alumnos o Guy, para que negarlo, su mejor amigo.

— ¿Adónde?

El tono de voz de su amigo se vlvió un poco más grave pero no quizo darle alguna importancia.

—Umm... no lo sé pero quiero estirar mis músculos un poco...quizás acepte una de las locas carreras de Guy.

—O una invitación de ese joven ¿cómo se llama? Yamato.

El tono de reproche de Obito no paso desapercibido por Kakashi pero no quiso comprenderlo pues no entendía porque le reprocharía el salir con Yamato en vez de Guy.

— Es un buen chico…aunque de chico ya no tenga nada. No lo conociste, porque ya habías “muerto” pero tiene unos ideales muy firmes, me ayudaron a no...

— Basta... lo conozco... te mantenía vigilado...sabes...siempre…lo hice sin entender porque…

—Porque querías venganza, por eso…..bueno da igual ya…

Obito sintió una frustración tremenda cuando sus instintos querían hacerle levantar de la litera  e irse sobre Kakashi, encontrándose en que estaba inmóvil de piernas. Su frustración duró hasta que se dio cuenta lo que estaba pensando y que aquello no concordaba con que supuestamente quisiese morir: el pensamiento de posesividad sobre una persona era un pensamiento de vivos, de personas que se aferran a la vida y a la personan que aman… y notarlo fue peor porque se suponía que seguía amando a su antigua compañera.

— Obito, lamento haberte forzado a corresponderme…mis...bueno eso… Fue inmaduro de mi parte forzarte a aceptar mis sentimientos. Tienes razón no es digno a la memoria de Rin. Sobre todo porque la amas y se supone que yo fui un amigo.

Obito de sintió dolido, pero aquel rostro incompleto no mostro ninguna sensación, solo asintió con simpleza.

De repente Kakashi sonrió.

—Aun así: no te dejare morir, se que Rin quiere que vivas y seas feliz o por lo menos te des cuenta del resultado de tu decisión. Así como Naruto quiere mostrarle un mundo mejor sin muerte a Sasuke también quiero hacerlo…por lo menos hacer lo posible.

—No tiene porque….

—Somos amigos……soy tu amigo no lo olvides, Obito.

Y Obito nunca odio más la palabra “amigos” sobre todo salido de los labios de Kakashi. Cuando a lo lejos escuchó la voz de Yamato su cuerpo se lleno de un sentimiento que nunca había conocido a plenitud ni siquiera cuando Rin sonreía a Kakashi…celos….y los celos son demasiado fuertes y dolorosos para un Uchiha, Pero en su estado solo pudo golpear la pared. Se sentía tan lamentable, tan mediocre, como nunca. Quizás era mejor tragarse aquellos sentimientos de deseo hacia su compañero, por la memoria de su amada Rin y por el bien de Kakashi, este merecía un hombre completo.

 

 

Notas finales:

Me dio mucha pena por Obito, peor vamoa a dalre la oprtunidad a Yamato porque  de evrdad que en ña saga de kakashi ambu esta pareja se ganó mi corazon pero n todo esta perdido para Obito.....por otro lado entramos en la zona de misterios. Este fics no debría pasar los 25 capitulos lo digo por mi otro fic super largo. Bueno vamos viendo...por cierto que termine de escribri mi fic omegaverse de naruto ...sigo en duda de si publicarlo, bueno a quien le hace daño un poco de mpreg no??

Volviendo al fic sí!! ya estoy mal pero ens erio se escribió solo y el beso de Sasuke creo que fue algo muy espontaneo de parte de él,. algo que salió del fondo de sí, que se dejo libre por todos los detalles que ha tenido naruto y porque se siente más relajado lejos de todo lo que involucra mantener a salvo una aldea que no le aprecia para nada. Y lo del niño, pues sí es cierto un niño habal esas palbras y comienza a llamar alas persoans segun estas le indican y segun como se les va reforzando. Ya me diran!! y alguien recuerda la pelicula de Naruto y la princesa de la nieve????? la uncia pelicula de Naruto con sasuke de pequeños.

Por cierto ya saben que naruto sera de 1.80 de adulto?? al mensoa si soltaron con respectoa a The last!!!!! nos va dejar pequeño a Sasu a menos que est sea mucho más alto.... quien sabe y comenzo la cuenta regresiva del manga!!! Nos vemos, espeor que pronto, creo que sí peor veremos, voy a esforzarme mucho porn  escribir los capitulos antes que la inspiración se vaya lejos


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