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Hijo de shinobi por kaoryciel147

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Notas del capitulo: Hola!!!! Espero que les guste este nuevo capitulo y bueno nos venimos con un girillo al final. Como aclaré tambien habrá obikaka, porque de verdad me parece super tragica y hermosa esta pareja. Espero poder desarrollarla como quiero. Nos vemos!!
Capitulo dos: No me importa que te guste enredarte con otros hombres.
Increíblemente no definiría lo que acaba de experimentar o más bien conocer, digamos que se lo veía venir; ¿quién era él para juzgar a su maestro por amar a otro hombre? si realmente él estaba dispuesto a dar su vida por otro que tenía ya una familia. Aun con todo ello, fue un poco “chocante” ver aquel ligero beso superficial entre su maestro, ahora Hokage, y aquel que había iniciado la guerra, para luego arrepentirse, quien ahora estaba confinado en secreto en la torre del Hokage, en una habitación donde recibía ayuda médica, pero también aportaba al desarrollo de la ciencia con lo que había aprendido de zetsu y Madara durante sus años de cautiverio. Realmente estaba muy débil, por lo que era casi seguro no poder hacer daño; a lo sumo podía movilizarse lentamente y su aspecto era mitad cuerpo real y cuerpo hecho a base de lo que quedo de las células Hashirama; sin embargo, eso no parecía asustar o cohibir a que Kakashi le mostrase su amor, un amor que aparentemente había retenido por años, aun sabiendo que el otro amaba a Rin.
—Naruto-san…
Obito había agarrado la costumbre de llamarlo así, con aquella voz entre apagada y firme, como mostrándole respeto pero a la vez el cansancio en el que le había sumido la guerra. —Supongo que viniste a incitar que hiciésemos las averiguaciones correspondientes sobre el ataque recientemente sufrido hacia Sasuke y su familia.
¿Acaso hoy debían romperle muchas más veces el corazón? ¡Por supuesto que sabía que Sasuke tenía familia propia! Pero no tenían porque recalcárselo todo el día. Simplemente asintió sin muchos ánimos en respuesta.
— No te preocupes, las averiguaciones ya se han iniciado. Sakura me informó ha detalle pero no pareces muy a gusto con lo que acabas de...
—No se confunda, sensei, no me importa que Obito Uchiha sea su…amante… solo que es su deber estar a atento a lo que pasa en la aldea.
Realmente no loe gustaba usar ese tono de voz ante alguien que sido su maestro, pero en aquel momento no pudo evitar que su voz sonase de esa manera. Siempre se arrepentía de los pequeños momentos en que un mal carácter salía relucir de su persona.
—Lo siento, Naruto, no todos tenemos las misma energías que tú.
El tono de disculpa de su maestro le mostró lo agotado que estaba emocionalmente.
—Naruto ¿Cuándo se lo dirás a Sasuke?
Aquel maldito Uchiha había notado sus sentimientos por Sasuke hace mucho, por ello mismo los había utilizado para manipularlos tantas veces ¡Si parecía que todos lo sabían o suponían que tenía una enferma obsesión por Sasuke menos él! No respondió al cuestionamiento, solo soltó un suspiro cansado y comenzó desbaratarse los cabellos.
—Muchacho, debes entender que no todos quieren a los Uchiha como ustedes — afirmó Obito con parsimonia viendo hacia Naruto y luego hacia Kakashi.
En aquel momento se sintió bastante fuera de lugar. Por supuesto que aquellas palabras eran destinadas hacia él pero no pudo evitar notar que también era una discusión interna y secreta de la pareja.
—Pero ello no es excusa para que nos ataquen. No te preocupes, Naruto, vamos a proteger a Sasuke y a su familia tanto como podamos; pero no olvides que él tiene el poder de Idra..
—Aún así ‘tebayo
—Sasuke, Karin, su hijo y su equipo son de Konoha y sabes que tienes mi palabra de protegerlos; además ese muchacho debería estar agradecido que cuenta con la protección del “protector de la alianza” — sonrió dándolo un doble sentido a ello.
Por supuesto Kakashi también sabía bien sobre sus sentimientos, todos lo sabían a excepción del propio Uchiha en cuestión. Y ya no importaba, pues una relación entre ellos era más que imposible. Nunca había escuchado una opinión al respecto sobre las relaciones del mismo sexo de Sasuke, pero por lo tradicionalista que era no había que indagar demasiado. De igual manera, la mente del Uchiha estaba en proteger a su familia, después de todo parecía que aquel regalo de Karin había terminado por sacar todas las tinieblas de su corazón, además de darle un objetivo que no tuvo antes, un bello y puro objetivo como el de era proteger a quien amas.
La conversación entre el hokage, su amante y su alumno se desvío hacia otros temas o más bien la desvió sub alumno pues este no quería seguir sintiendo aquel desagradable sentimiento que mandaba espinazos a todo su cuerpo, casi como una enfermedad, como una enfermedad que había cargado mudo y sin quejas durante estos años con Sasuke de nuevo a su lado. Era como aquel dicho “tan cerca y tan lejos a la vez” Sasuke ahora estaba muy cerca de Naruto; sin embargo, por duro que suene, era lo real… Sasuke nunca sería suyo. O quizás eso era lo que pensaba el protector de la paz en aquel tiempo.


Sus años viviendo solo de niño y luego viviendo con Orochimaru quien no era precisamente un ejemplo de paternidad le habían formado en algunas actividades dignas de buen padre como poder mantener una gran casa limpia, poder atender heridas y necesidades básicas de Karin además de cocinar bastante bien; por otro lado, le hacía un total inexperto en saber cómo responder en todo ese sentimiento que si podría compararlo serían como los tomates: hermoso de vista, pero ácidos a la vez y que sin embargo le gustaban; así se sentía cada vez que debía cargar a su hijo, ello y una sensación de vacío, como si de repente le hubiesen quitado el suelo debajo de sus pies.
Subió con los alimentos hacia su habitación: ahí sentada en la cama y acomodada con un gran almohadón estaba Karin con los cabellos aún húmedos del baño que Sasuke le había ayudado a dar. Nunca pensó realmente ayudar a alguien, pero esa mujer era indispensable para su hijo ahora, así que no había más que hacer. El bebe estaba amantándose de su madre como si la vida terminara en unos segundos, por lo que un miedo a que se atorase o algo parecido sucediese le embargaba cada cierto tanto. Finalmente el pequeño terminó su ración de leche, y se quedó dormido después de dejar de succionar. Karin acomodó a su hijo que estaba muy bien vestidito, sobre su hombro, con la pancita hacia abajo, para luego darle un par de golpes suaves en su espalda. Minutos después Sasuke era quien lo cargaba y lo trasladaba a su cuna. El bebé se quedo quieto durmiendo, soltando cada cierto tiempo suspiros que hacían que aquella sensación parecida al sentimiento por sus tomates creciera y que el agujero mental debajo de sus pies se hiciera más amplio. Un poco desorientado frene a su sentimientos… los sentimientos positivos no eran especialidad en alguien que ha vivido lo oscuro, quien pensó que nunca hallaría una fuerte luz que lo trajera y lo mantuviera en la cordura correcta frente a sus responsabilidades como shinobi.
La comida fue tendida en las manos de la pelirroja, quien emocionada pero aún con ojeras aceptó la comida, deshaciéndose en elogios que no eran escuchados pues su marido solo podía quedarse deslumbrado admirando hasta los pequeños espasmos propios de un recién nacido. Aquella imagen hizo feliz a Karin, porque realmente amaba a Sasuke y no solo quería estar con él, le hubiese gustado protegerle pero ya que Sasuke era más fuerte que ella, al menos le había regalado una enorme alegría. Cuando se enteró de su embarazo, se sintió feliz, ganadora, pero de pronto todo dio una vuelta al platearse que Sasuke pudiera volverse en su contra e intentar que…
No hablaban demasiado, solo intercambiaban palabras sobre el niño, sus necesidades y dudas y las próximas consultas medicas de madre e hijo que eran sumamente importantes para la recuperación de la mujer que parecía mejor que una normal kunoichi, después de todo la sangre Uzumaki corría por sus venas y ahora por las de su hijo. Aquella “herencia “ combinada preocupaba a Sasuke, un miedo que se escondía pero le mantenía alerta, haciendo maduro aquel rostro que aun debería ser juvenil y algo redondeado. En solo una semana parecía haber ganado un par de años, igual que la mujer pelirroja: Una vida les pertenecía, por lo que ambos estaban decididos a proteger esta pequeña vida hasta el fin…. un sentimiento muy enraizado.

Había encontrado una pista que realmente no le agradaba pero debía compartirla de inmediato con Sasuke aunque fuera bastante tarde, cerca ya de las tres de la madrugada. Kurama insistía que en realidad era una excusa para verlo. No iba admitirlo pero había parte de ello. Se había escapado de sus amigos que habían decidido que era buena idea disfrutar de su juventud y soltería mientras la tuvieran, pues después de ver a Sasuke de padre muchos temían que aquella época ya había llegado a ellos.
Por lo menos, el cargo de protector de la paz le servía de excusa para rechazar a muchas chicas que le insinuaban que también estaban en la “época”. No importaba, la última vez que intento acostarse con una mujer no pudo hacerlo, cada vez que la tocaba sentía un asco por sí mismo que no toleraba. Lo único que su cuerpo buscaba era el cuerpo de un igual, de otro hombre, más delgado y estilizado pero hombre al fin y al cabo. Había salones de acompañantes masculinos donde se decía que había chicos muy hermosos, pero no se atrevía a ir; sin embargo, había intentado ir a un salón para mujeres transformada en mujer acompañado de Sakura pero lo que necesitaba no era ser tocado, era tocar y hacer suyo a Sasuke. Este sentimiento de deseo comenzaba a trastornarlo. Temía cometer una locura en el momento menos esperado.
Como se dice, cuando presionas demasiado un globo de agua este puede explotar: su cuerpo estaba reprimiendo cada sensación que le despertaba el joven padre, pero eso no podría ser así por mucho tiempo. A menso que haya un rechazo definitivo, con palabras salidas de la propia boca del azabache. Solo ello podría hacer que sus sentimientos dieran marcha atrás.

Al fin llegó a la mansión Uchiha, al costado de la mansión vivían Juugo y Suigetsu, pero al parecer y por lo que podía detectar ambos dormían hoy dentro de la mansión seguramente por órdenes de Sasuke. Había una barrera alrededor, echa por Karin.
Al encontrar el templo Uzumaki habían estado averiguando sobre técnicas él y la muchacha pues era parte del pasado y esta técnica era una de ellas. Si la atravesaba era probable que ella lo sintiera y la despertara. Tanta era la preocupación de ambos padres que incluso débil ella había vuelto a hacer la barrera que había estado baja hace unos días por su debilitamiento después del parto y la herida que le hicieron sus casi asesinos.
Se paro sobre una rama, sobre la barrera e intento observar la ventana donde dormía la pareja. La ventana estaba abierta, un poco entreabierta, si se tiene una barrera, no había necesidad de cerrar ventanas, suponía. Lo cuestión es que vio algo lo suficientemente impactante para él que le hizo perder el equilibrio y atravesar la barrera sin quererlo; lo que causó que la mujer se separa de los brazos de su marido, quien la envolvía de forma protectora, para después avisarle con la mirada que alguien había ingresado a la mansión.
— Permanece aquí con Akira
Invocó a una de sus serpientes y le ordenó quedarse vigilando a su esposa e hijo. La serpiente se enrolló alrededor de la cama donde ambos estaban recostados y permaneció alerta. Sasuke se lanzó de la ventana y cayó hacia el suelo de forma impecable, y es entonces que sintió a su contraparte, a aquel que era todo lo opuesto y a la vez su complemento, el único ser que podía completarlo, pero que él se resistía pensar de aquella forma a totalidad.
— ¿Qué demonios te sucede para ingresar así?- preguntó elevando su voz. Se encontraba bastante enfurecido.
— Pensé que tú y ella solo eran padres de Akira-chan…
Se sintió confundido pues la voz de Naruto tenía un tono que nunca había escuchado.
— ¿Qué quieres?-preguntó
— Solo permanece con tu mujer y tu hijo, bésala…— su tonó se volvía más alterado a cada palabra— hazle el amor de nuevo y embarázala de nuevo y luego…luego… ¡Pídele a tu estúpido amigo que...!
El grito enfurecido mas el aura rojiza que rodeaba Naruto le hizo poner en guardia pero esta concentración se perdió al escuchar el llanto de su hijo. Se comunicó con su serpiente y entendió que solo se había asustado al sentir un chacra que rompía con la armonía del pacifico lugar.
— Naruto, idiota, acabas de asustar a mi hijo… ¿Qué quieres?
Podría ser una persona importante, el rubio, por lo tanto trataba de mantenerse en calma, pero sentir a su hijo con miedo, realmente le sacaba lo peor de sí.

Al escuchar a Sasuke preocuparse por su hijo, Naruto se tranquilizó lo suficiente como para que su voz saliese más o menos normal y no en aquel patético tono de celos y reclamo ¿quién era él para prohibirle a Sasuke besar a su esposa? El solo saber que en unos minutos más pudo haberlos encontrado en una situación más intensa su estomago se revolvió, además de que algo en su interior reclamaba el que se quedase quieto sin reclamar nada. Sin embargo, sentía como si fuera su derecho reclamarle, pero aquello era algo absurdo… No tenía derechos sobre Sasuke, solo eran amigos.
— A pesar de estar conectado contigo no entiendo que quieres, Naruto.
El aludido comprendió que el azabache quería usar aquel vínculo que tenían para comprenderlo, ello de alguna manera le hizo sonreír.
— Solo tenía que confesarte algo que ya no soporto más…no puedo más con esto. No soy digno de ser el padrino de tu hijo, tu puro hijo.
El rostro pálido le mostraba no entender a qué se refería, pero cualquier contestación fue interrumpida por los subordinados de este que se presentaban preocupados. Con sus ojos rojizos les ordenó ir donde Karin y cuidarla. Ambos aceptaron pero dedicaron una mirada preocupada y curiosa al rostro demacrado de Naruto. Sasuke tampoco entendía el porqué de sus palabras.
— Explícate.
—Sasuke, yo…
—Habla de una buena vez
El tono implacable del azabache fue suficiente para que el rubio aprendiese en ese instante a controlar sus sentimientos por este, el deseo, el amor, las ganas de abrazarle y besarle, tocar su cuerpo y estrecharlo contra el suyo, querer oler sus cabellos y …todo ello, todo quedaría encerrado en lo profundo de su ser.
—Nada…—su voz no le salió tan ordinaria como quería— quería mostrarte una pista sobre el grupo que ataco a tu familia, pero creo que es mejor que te lo enseñe mañana.
—No, vamos de una vez.
Sin duda aquellas palabras sí que llamaron la tención del joven padre.
— Lo siento pero me están esperando.
El azabache pareció sorprendido y realmente quiso que le cuestionara, que se molestara o se resintiera, pero pareció tan bizarramente comprensivo que quiso golpearlo.
— Bien, después de todo quiero calamar a Akira y Karin. Pero, sin duda, mañana debes mostrármelo.
Y lo comprendió, pero no solo comprendió ese hecho sino que entendió que siempre sería un segundo o tercero en la vida del azabache. Nunca sería prioritario, nunca sería más que un estúpido amigo de quien te puedes aprovechar, nunca recibiría el agradecimiento o el tipo de agradecimiento que quería de este.
En vez de llorar o querer lamentarse quiso desquitarse, en aquel momento estuvo más que seguro que si no salía corriendo como hizo, iba usar su fuerza mítica si era necesario para someterlo, golpearlo hasta el cansancio y obligarle a que le corresponda: Era su otra mitad, su ying, su oscuridad, su tierra, su contraparte ¿Por qué no se daba cuenta? ¿O era él quien estaba enloqueciendo? Quizás era así y tener a ese zorro demente ya le había contagiado, porque definitivamente aquellos pensamientos posesivos no deberían ser del todo suyo, era algo que sentía más allá de su propia razón. Debía consultar con Kurama y los otros bijus porque esta sensación oscura tan real, llena de rabia y celos… ¡no podía ser del todo suya! … esas dementes ganas de hacer suyo a Sasuke no podía ser solo su razón quebrada, había algo más.
“Patético, solo tenga que decirte que si sientes que es tuyo, entonces debes tomar lo que es tuyo y ya” Naruto no contesto, lo consultaría ante todos después. “Ahora te vas con tus amigos a intentar cogerte a una chica. Esto será bueno, ver tu cara de repulsión mientras la tocas porque definitivamente no puedes reemplazar a un hombre por una mujer”
“¿Quién te dice que será por una mujer?
Kurama entendió que definitivamente hoy algo en su contenedor cambiaba, estaba decidido a dejar de “guardarse” para Sasuke, lo comprobó cuando diviso la casa del actual Hokage y este le dio la bienvenida para luego juntos marchar hacia un salón donde fueron recibidos por muchachos jóvenes bastante hermosos y vestidos con kimonos costosos. ¿Hasta dónde sería capaz de enterrar al Uchiha su contenedor? ¿Solo el deseo físico? No comentó nada, pues a pesar de ser un demonio consideraba que aquella era una falta hacia sí mismo. Pero dejo a Naruto solo.
Y en un salón privado, luego de unas buenas copas de sake, Naruto ingresaba su miembro en el cuerpo de un muchachito azabache de cabellos largos y mechones al rostro, de una piel envidiablemente fina y un rostro refinado digno de una cortesana de alto rango, después de todo se volvía el amante del “Protector de la paz”
— ¿Sabes guardar secretos’ tebayo?
— Por supuesto, es mi trabajo. — contestó con detenimiento pues era obvio que sentía dolor a pesar de sus piernas estaban bastante abiertas para el mayor.
— Entonces olvida como te llamaré esta noche.
El chico aun con sus piernas alrededor de las caderas morenas, subió sus manos hasta las mejillas marcadas para besarle suavemente.
— Hoy seré quien usted quiera, hoy pondré las muecas que quiera… ¿demandante, sumiso?
—Sumiso…aunque él es demandante, bueno...no lo sé... te quiero sumiso...Sasuke…
El aludido abrió un poco los ojos pues aquel nombre resonaba a lo largo y ancho de las cinco naciones incluso en las casas de citas; sin embargo, guardo profesional silencio y comenzó a gemir al ritmo de las embestidas de su señor. Se aferró con necesidad a Naruto y este sonrió complacido mientras embestía cada vez mas fuerte repitiendo sonoramente el nombre de “Sasuke” soñando e intentando pensar que aquel aroma se parecía al de los cabellos de Sasuke, que aquellas formas eran las de él, al menos era hombre, un hombre delgado, al menos en ese muchacho podía alucinar con que sí era Sasuke.
— ¿Es tu primera vez?
— Sí, señor…—le contestó entreabriendo los ojos.
— Dime Naruto. …l me llamaría Naruto
— ¿…l también sería virgen, señor?
— De este lado sí ´tebayo
— Entones imagine que soy él, que es él quien le aprieta, quien se aferra a usted con necesidad, que es quien desea y pide por más, quien abre mas sus piernas para usted.
El ser aún más deseado fue lo que buscaba el muchacho con ganas de lograrse ser el favorito de tal hombre de renombre. Podría ser su primera vez follando pero estaba lo suficientemente instruido en el arte de seducir, confundir y crear realidades placenteras para un señor solitario o dolido. Naruto lo tomo de la cintura y lo sentó sobre él. En toda la noche no paro de tomarlo de muchas maneras, con todas sus energías…
A la mañana siguiente y con un dolor de cabeza temió por el muchacho, pues realmente había descargado toda su frustración sexual con este, haciendo cosas que nunca pensó pedirlas a alguien o hacerlas a alguien...entre la bruma de los inciensos, el sake, el cuerpo elástico y elegante del muchacho y sus eróticos gemidos se perdió y poco a poco la imagen de Sasuke abrazando y besando a su mujer con el bebe entre ambos, se disolvió o por lo menos quedo bastante bien guardado en su inconsciente.
Esa noche fue la primera vez que tuvo relaciones sexuales con otro hombre, pero no había arrepentimientos, solo tal vez el de haber lastimado a su amante. Lo cual se resolvió cuando estirando las sabanas lo vio dormir bastante bien y de forma bastante estética y erótica, sin duda era parte del entrenamiento, pues el cuerpo que probo era virgen pero la mente del chico definitivamente no lo era. Hasta el sexo oral que le dio fue magnífico, además de la forma en cómo se movía cuando le dejo tener el control o de cómo le apretaba intencionalmente también; sabía que cada gemido, acción, abrazo, beso o mimo había sido estudiado por el chico y solo aplicado a él como pudo serlo para cualquier otro, pero no le importaba ahora...lo escogería como su favorito, pues quería vivir su sexualidad pero tampoco quería follarse a cualquiera.
Acarició los cabellos del muchacho, y sintiendo un poco de ternura por reconocer que era bastante joven, se inclino para besarle. Pronto el chico se destapo y le atrajo, piel con piel chocaron y así empezar los juegos de seducción. Mas ninguno de los amantes oyó el escándalo que se originaba detrás de aquel salón echo para la recreación sexual, las puertas de estas fueron abiertas y una persona se quedó ahí parada.
-Na…ru…to

El chico comprendió que la persona que había fingido ser a pedido del señor que lo había tomado era aquel adulto, mayor en algunos años a él, pero con un rostro bastante serio y no con las facciones aun redondeadas de adolescente que él presentaba; era bello y refinado pero no tanto como él o así lo vio. Su señor se separó de él para luego girar la mirada muy despacio, entrecerrando los ojos y deseando inútilmente que aquella voz tan conocida no fuera de su amado.
— No es lo que…
— Supuse por el decorado barato que era un intento de ser una casa de citas de lujo para hombre importantes, pero no pensé que en vez de putas tuvieran putos.
El tono de voz era frío, pero más alá de eso, no pudo discernir que sentía Sasuke. Por un momento quiso creer que le celaría, que se portaría como alguien dañado, resentido, que echaría correr, pero aquellas acciones pateticas no las haría Sasuke pues era alguien que se enorgullecía por guardar la calma.
— Solo vístete, te espero. El mapache con cejas vino a visitarte. Además tú debes dirigir la búsqueda de la pista de la que me hablaste. Estoy demasiado ocupado para hacerte de niñera. Estúpido Kakashi…
Fue lo último que le dijo para luego cerrar la puerta. Se pregunto si alguna vez había visitado una casa de citas antes: no habían estado juntos durante su adolescencia sí que quizá, incluso para Sasuke, su sexualidad podría ser una oscura curiosidad o tal vez fue obligado por alguno de sus compañeros.
Después de unos minutos escuchó el grito de Sasuke
— ¡Apúrate o entro yo mismo y te saco desnudo sin importarme que sea el jodido protector de la paz!
Sonrió melancólico, la paz que aquella noche de pasión le había conseguido había acabado como si con una aguja rompieran su burbuja de placer. El chico de cabellos oscuros que ahora notaba no eran azabache sino de un castaño muy oscuro, se acercó y con un atención que sabía no encontraría en nadie le ayudó a vestirse. La necesidad de estos muchachos, a pesar de ser protegidos para ser tratados como humanos, en lo que se podía, era que el cuidado que podían en atender a su cliente igual que las chicas que trabajaban en estos lugares podía ser mejor que el de una esposa o una pareja sea femenina o masculina.
Cuando salió, algunos empleados le llevaban pan a Sasuke y Suigetsu, cuando estos lo observaron se pusieron de pie y en silencio salieron de la casona. Naruto agradeció el servicio y dejo una buena paga por todo, especificando que quería a chico como su favorito. Lo último que escuchó fue risas y felicitaciones, al menos hacía a alguien feliz.

Quiso conversar con Sasuke, no podía creer que este simplemente no dijera nada al respeto, así que paro en seco y Sasuke pareció entender el porqué con solo observar u rostro. Por ello mismo, este ideó a Juugo y Suigetsu seguir con el camino y dejarlos solos.
—Sasuke...
— No, Naruto….
El rubio sintió pánico al escucharlo, algunas veces se planteo la situación de recibir un rechazo asqueado…
— No me importa que te enredes con otros hombres. Es decir es tu problema y vida. Solo no olvides cuál es tu responsabilidad y todo lo que hicimos por obtener esta falsa paz.
La seriedad en las palabras de Sasuke le sonó a amenaza seria. Habían sacrificado muchas cosas para que las nuevas generaciones tuvieran una vida mejor, pero por lo último parecía que el sistema no podía sostenerse del todo pacifico. Había recursos porque se elimine el sistema ninja, pero ello podría ser contraproducente. Nada estaba dicho del todo y aun todos ellos cargaban con muchas responsabilidades. …l debía cumplir con muchas promesas y ahora su mente no podía mantenerse en paz por sus sentimientos.
—Pensé que eras una persona tradicionalista ´tebayoo
El aludido entrecerró los ojos y cruzó sus brazos como si se concentrara en algo específico. Este era un tema serio para el protector de la paz, su amigo parecía comprender la necesidad de este de escuchar de su boca palabras aprobativas.
—Es hipócrita creer que las relaciones entre dos hombres o entre dos mujeres no existen. Este arraigado en nuestras costumbres e incluso dentro de algunos clanes lo ven como una muestra de amistad o amor. Pero el matrimonio es como es, hombre y mujer porque es una institución para tener herederos por parte de ambos. Pero si tú quieres creer lo que Kakashi está habilitando no me importa; ni tengo que ponerme en contra y perder mi tiempo. Mientras no perturbe la paz que mi hermano quería para esta aldea y no afecte a mi familia, pueden casarse con quienes quieran.
Y diciendo aquello, dejándole con una mezcla de sentimientos entre alivio, desagrado y ganas de golpearlo, se retiró usando aquella velocidad y sutileza propia y digna de un felino. Como lo pensó, Sasuke tiene sus propias creencias, sus propios códigos morales heredados de su familia, pero lo que más le dolía era su indiferencia con respecto así estaba con alguien más. El alivio vino de que al parecer podrían seguir siendo amigos. Aunque eso no fuera ni cubriera su necesidad básica del pelinegro. Sentía que un día no iba poder soportar más este angustiante sentimiento y se lo terminaría gritando a la cara y no en un momento propicio.

Cuando llegaron a la torre del hokage, se encontró con Gaara por lo que se saludaron fraternalmente y con alivio de haberse vuelto a ver después de tanto tiempo. Antes de partir con Gaara a la sala de reunión, en la que Sasuke tenía derecho a estar pero se negó a estarlo, le dio las coordenadas de donde se encontró rastro de una sustancia venenosa, tan solo unas hojas. Al parecer los sujetos que vinieron a intentar asesinar a Karin estaban siendo muy vigilados, doblemente vigilados para asegurarse de que si no se suicidaban alguien más estaría ahí para asesinarlos y si este no cumplía su labor de asesinato también sería asesinado. Aquello era simplemente increíble y aterrador. Le hacía pensar en poner más clones en protección de Sasuke y su familia, pero sabía que el moreno lo notaria y no estaría para nada agradecido.
Bien decían que el amor es un sentimiento extraño, poco fácil de definir y entender incluso por la personas que han pasado por enamorarse o amar ¿Qué tanta diferencia había entre uno y otro? ¿En verdad existía un solo tipo de amor? ¿O existían diversos tipos? ¿Cuántos entonces? Amaba a Sasuke pero dos sentimientos opuestos nacían y tomaban forma en su interior. Uno era el lujurioso, apasionado, las ganas inmensas de tener a Sasuke consigo, de alejarlo de todos los demás, de quererlo solo para él. También existía aquel soñador que quería un plan de vida junto a él el que no podía vislumbrarse con otra persona; sin embargo también existía aquel que hizo jurar a Sasuke proteger a su hijo y en secreto, también a Karin pues esa mujer le había traído la felicidad y le había dado algo que él nunca podría darle, que logró mucho más que cualquier otra persona.

Los meses habían pasado y el encantador niño pelirrojo era muy vivaz, absorbiendo las energías de sus jóvenes padres, quienes ya tenían muy marcadas las ojeras en sus rostros.
Sasuke tenía una responsabilidad suprema en ser el ying de Naruto, la parte oscura, la sombra, siendo así quien controlaba los servicios secretos y personales, aún sabía que estos no confiaban en él, pero si en su poder. Sin embargo, y fue algo que sorprendió incluso así mismo, dedicaba todo su tiempo libre a su hijo y por ende a su esposa. Además, permitía que Karin trabaje en su convalecencia y en ponerse al día en sus labores abandonadas en el hospital de Konoha, recibiendo constantemente la visita de Sakura quien manejaba el hospital.
Las dos caras del ninjutsu y de toda la realidad ninja, viajaban lado a lado hacia una cumbre, si bien era la fecha acordada en que se supone todas las naciones se pondrían al día las una y las otras y se discutiría temas de importancia social internacional, el azabache no estaba para nada feliz en dejar a su familia dos días seguidos, por lo que el rubio le anunció que le cubriría si quería marcharse antes, lo cual agradeció internamente, pero aún así temía y ese temor no le dejaba para nada prestar atención a la plática coloquial que quería sostener el rubio. Continuamente estaba comunicándose con su clon en la casona Uchiha, el cual vigilaba que todo estuviese como se debía. No había habido ningún ataque y su hijo estaba cerca de cumplir el año de vida, aún así no podía dejar su paranoia hasta descubrir quien osó ponerles una mano encima a su esposa y su hijo.
Había muchos ambu vigilando la casona Uchiha, pero para Sasuke no era suficiente. Kakashi también viajaba con ellos, pero unos metros más adelante. Solo Sakura y su equipo se habían quedado cuidando de Karin y de Akira, pues todos los demás no eran confiables para el azabache. Sabía que era su responsabilidad ir al esa cumbre, pues era su parte de carga que recibió de ser la reencarnación de Idra, pero aún así no podía dejar de espantarse y aterrorizarse si algo le pasaba a Akira. Sentía una especie de ahogo de solo imaginar alguno de esos escenarios.
— Sasuke, todo va salir bien’ tebayo
—He pensado en retirarme…
Para cualquiera que escuchara algo así de repentino era sobresaltante, sin embargo Naruto no disminuyó la velocidad a la que iban.
— Pero no lo haré, es mi responsabilidad.
—Quien diría que Karin lograría aquello que todas las mujeres de Konoha y otras naciones han querido: que tú des todo por ella incluso tu vida como shinobi
—En todo este tiempo he aprendido que no tiene nada de glorioso ser shinobi. Pero tengo una responsabilidad mayor a la de ser shinobi. Sin embargo Karin y mi hijo también son mi responsabilidad.
Su seriedad era absoluta, ambos parecían concentrarse demasiado en aquellas palabras que iban soltando.
—Y los amas…
Naruto no escuchó una refutación, ni ningún comentario sarcástico. A pesar de poder contentar su libido con aquel chico que le servía en la casa de citas, no había manera de contentar su mente obsesionada con su compañero.
No notó que el rostro del azabache rápidamente cambiaba, se trastornaba, desfigurando aquellas perfectas y elogiadas facciones. Terminó parando en seco repentinamente. Es entonces que por su propio clon la respuesta vino en forma de llantos, los llantos de Sakura, quien tenía en sus brazos a una mujer pelirroja bastante conocida. Giró su cabeza pero desde el instante que vio aquella imagen supo lo que vería: un Sasuke sin cordura y con el Susano preparado para asesinar. No pudo decir nada, Sasuke utilizando su velocidad corrió lo más pronto posible. Naruto le siguió, pues quería estar a la distancia correcta para usar su técnica de transportación. Llegado al punto de comunicarse mentalmente con Sasuke y este pareció entender, quito el Susano de su cuerpo, para que Naruto le tomara del brazo, quien antes dejó un clon para que avisara de lo ocurrido a Kakashi. Se tele transportaron y él solo pudo sentirse confundido, aún ello debía ser el sostén de Sasuke pues el chico, increíblemente, estaba reteniendo lagrimas…
Notas finales: Bueno, aclarando algunos detalles: Obito se encuentra sin poder tener total movildiad y esta al cuidado directo de Sakura y Shizune. Además de lo que habla Sasuke en un el Japonde Edo se le conoció "el camino de la juventud" era un tipo de relación entre hombres que cimentaba las relaciones de amistad, cobinadas con amor. Pero como bien dice, el matrimonio es otra cosa, siempre había sido visto como un enlace para tener descendientes y herederos. El mismo por ello se caso con Karin, aunque ahora le tenga cariño por darle un hijo. Y sí, Karin ha sido atacada por alguien aun con toda la guardia que tenía encima, ya veremos como termina y como es que pudieron atacarla.

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