Sex or Love?
Capítulo 2: ¿El juego... Inica?
-… ¿Se conocen?-
Ante aquella simple interrogante final, sentí un alud en mi corazón, y casi como si se me hubiese detenido por completo…
¿Conocerlo?...
¿¡Conocerlo!? ¡Pero si no es ni más ni menos que la razón por lo que “lo nuestro” se terminó JinKi!
¿Recuerdan? Que les dije, que “lo nuestro” no duró mucho… pues aquí tienen la razón del porqué.
Estábamos en nuestro momento más “feliz”, y pues era tanto el grado de confianza que nos teníamos el uno al otro, que ambos decidimos salir por separado con nuestros amigos que no teníamos en común…
Pero quizás él hizo mal en confiar de esa manera tan “ciega” en mí, en esa maldita noche de alcohol le fui infiel…
Me arrepentí, luego de ello, pero ya era tarde, encontraba y encuentro aún vergonzoso el decir “lo siento” y nuestro “amor” del que tanto presumíamos, se esfumó de aquella misma manera en que llegó, “de la nada, de un momento a otro”.
-Key comienzas a preocuparme, ¿¡Estás bien!? ¿¡Qué demonios te sucede!? ¡Contéstame! ¿¡Se conocen!?-
Miré nuevamente a JinKi fugazmente, pues en mis ojos, comenzaban a aglomerarse unas malditas lágrimas, por culpa de lo que acababa de recordar…
-Aish…- Suspiró molesto –JongHyun… ¿se conocen de algún lado?-
Oí que le preguntó ahora cansino al cara de perro… y en ese momento reaccioné y le miré de inmediato totalmente asustado, gritándole prácticamente con la mirada que no dijera nada. Él me miró dubitativo al principio, pero luego sonrió de lado, con malicia… ¡MIERDA! ¡NO! ¡No se lo digas por favor!
-Le estabas preguntando a él, que te conteste él…-
Habló con sorna “JongHyun” a lo que yo por un momento tuve el impulso de tirármele encima y agradecerle “enormemente” por ello, pero era imposible, ¿qué clase de persona pensará que soy? Ya suficiente tengo con la imagen que se llevó de mí, “la primera vez” esta es mi oportunidad para remendar aquello, y hacerle cambiar de opinión respecto a mí.
-¿Qué? ¿Pero que tiene, que tanto cuesta responder? Es un pregunta muy sencilla… ¿Bummie me dirás…?-
Me sacó nuevamente de mis pensamientos, a lo que encontrándome en un apuro, estaba por decir algo, con el corazón a punto de salírseme por la garganta, pero como nunca, la campana sonó y nunca en mi vida estuve tan agradecido de que sonara.
-¡Ya debo irme! ¡Llegaré tarde a la clase!-
Recogí mis cosas con suma prisa, con mis manos temblorosas, y me retiré de allí.
-¡BUMMIE!-
Gritó desesperado JinKi, pero simplemente seguí camino al aula, hasta que escuché a lo lejos ya un “¿Y bien? ¿Me dirás o no Jong?” en ese momento, cerré mis ojos con fuerza y avancé aún más rápido, rogando porque optara por callarse, pero en eso de que “huía” choqué con alguien, y ambos caímos al suelo.
-¡Ay! ¡Fíjate por dónde vas imbécil!-
Fui capaz de observar que el dueño de aquellas palabras dirigidas a mí, provenían de muchachito, joven, con el cabello castaño, con una especie de corte hongo, pero más a la moda.
-¡Tengo prisa, adiós!-
Me excusé, repentinamente, juntando mis cosas a la velocidad de la luz, en lo que él imprecaba algo, pero no le presté atención, en verdad llevaba prisa, e ignorándolo por completo, me fui de allí.
-¡AL MENOS DISCÚLPATE CABRÓN!-
Escuché esa misma voz otra vez, ya un poquito más lejos, pero continué mi camino, con la cabeza gacha, y limpiando grotescamente las lágrimas aún aglomeradas en mis ojos. No por lo que me dijo aquel niño, sino por los recuerdos, que me invadieron.
Aceleré aún más mi paso, y llegué al salón, primero que todos, pues recién había tocado la campana, pero pues lo único que yo quería era huir de aquella situación, de la cual me acabo de dar cuenta, que la cagué peor, pues, mi vacilación al responder, de seguro dejó mucho que pensar, ¿¡Qué tanto me costaba mentir y decir “NO”!? ¡Y problema solucionado! Pero no, tenía que apetecerme ser sincero, y luego arrepentirme de ello.
Los demás estudiantes, comenzaron a entrar en el aula, y en ese momento, ¿¡Quién entra!? Si adivinan bien… JongHyun, JinKi.
Pues resulta que teníamos un materia equivalente para ambos “rubros”. Sin pensarlo, a lo primero que atiné al verlos, fue a bajar la mirada, y tapar mi rostro levemente con mi mano, pero aquello fue inútil.
-¡Key! ¡Cierto que hoy nos tocaba esta materia juntos!-
Dijo dirigiéndose a mí velozmente, para poder tomar el asiento que estaba a mi lado, pero no sé cómo, “JongHyun” le ganó de mano.
-Hola, otra vez-
Dijo engrosando un poco su voz, dándole un toque “sensual”, me parecía algo realmente idiota, pero más idiota era yo, que sentí como un escalosfrío recorrió mi espina dorsal.
-Ya, quítate Jong, ese era mi lugar.-
JongHyun miró a JinKi quien estaba parado a su lado y le sonrió de lado, gesto que hizo “chispear” mi interior… ¡Mierda! ¿¡Que me pasa ahora!? ¡Se supone que a este sujeto, le debo de odiar! Pero… pero yo… ¡Aish, mierda!
-Exacto… ERA.-
Contestó JongHyun con sorna, en lo que JinKi frunció el ceño, ¿Acaso se iban a poner a discutir en medio del aula, por quien se sienta a mi lado? ¡Genial, lo que me faltaba!
-¡JongHyun hablo en serio, quítate!-
-No quiero, ahora es mi lugar…-
Chilló JinKi como niño pequeño, perdiendo sus estribos, como pocas veces había tenido el “honor” de ver, y me le quedé mirando asombrado, en lo que JongHyun le respondía aún de manera burlona, sonriéndole de lado.
-¿Por qué no se van a sentar ustedes juntos, y me dejan en paz y problema solucionado?-
Dije con clara irritación, pero sin elevar mi voz, pues, las miradas comenzaban a posarse en nosotros, y lo que menos quería ahora era “¡más atención!”
-¡A ver por allá! ¡Señor Lee! Por favor búsquese un asiento, que ya voy a comenzar con la clase, vamos, no la retrase más.-
Habló el profesor, ahora en ese momento, convirtiéndose en mi héroe. “¡Gracias!” Le iba a gritar pero me callé y le miré con el ceño fruncido a JinKi, transmitiéndole un “¿Contento? ¿¡Ves lo que provocas!?”
Él me miró también y me devolvió la mirada con el ceño fruncido, y no sé porqué aquello “me dolió”. No lo sé, sentí como si aquella mirada trasmitiera un “Te odio, por no ponerte de mi lado” por lo que tragué saliva y cuando se sentó a unos 2 bancos detrás de nosotros, miré algo avergonzado al profesor, quien nos observaba con los brazos entrecruzados, el ceño fruncido y apoyado de pie en el escritorio, a lo que luego de que terminase de acomodarse, una “risita” colectiva se oyó.
-¡Silencio por favor! ¡Empecemos!-
Habló el profesor, en lo que luego atiné a mirar de reojo a JongHyun y él me sonrió, de aquella manera “dulce y brillante”, tal y como “aquella vez”.
-¿De qué te ríes? No es nada gracioso, además no sé quién te ha dicho que te podías sentar aquí, como si fuéramos amigos de toda la vida.-
Hablé en un susurro, para que el profesor no me escuchase, él me miró ahora directamente, y una vez más sacó a relucir su “sonrisa de lado” denotando maldad, y se acercó a mi oído, para susurrarme de nuevo, de aquella manera “insinuante”.
-Recuerda que fuimos “más que amigos”-
-¡A ver por allá! ¿¡Algo que quieran compartir!?-
-¡NO!- Salté desesperado y luego me di cuenta de ello y me corregí a mi mismo bajando la mirada más que apenado. –N-no, continué…- Nuevamente las risitas irritantes por lo bajo.
-¡Eso es lo que me gustaría, por favor silencio!-
Habló una vez más, irritado el profesor, y se volvió a colocar de espalda hacia nosotros, para continuar con la clase mientras iba escribiendo en el pizarrón.
-Estuvo cerca eso, “casi lo descubren”-
Habló una vez más, acercándose a mi oído, aplicando un tono divertido ahora, claramente, haciéndome burla, disfrutando el “hacerme enfadar”, yo le miré totalmente enfadado, fulminándolo con la mirada, pero no dije nada, pues si abría mi boca, de seguro me echarían del aula, y eso sería aún más vergonzoso.
Luego de mi falta de respuestas, él pareció tranquilizarse, no molestó más, pero su sonrisa, seguía vigente en su rostro, aunque fuese imperceptible. Mientras que a su vez sentía una mirada clavada en mi espalda, “sabía a quién pertenecía” pero aún así, algo dubitativo y con miedo, me giré lentamente y le vi a JinKi, mirándonos con el ceño fruncido, pero cuando se percató de mi mirada, cambió su expresión drásticamente, y pasó a regalarme una de esas sonrisas suyas, que te dan ganas de levantarte del banco, ir corriendo hacia él y abrazarle, diciéndole que tenía una sonrisa realmente dulce y hermosa. Pero eso… obviamente no era propio de mí.
La clase, finalmente había concluido, y era cambio de hora, por lo que había un pequeño receso de unos minutos en lo que llegaba el otro profesor, el último gracias a Dios. Pues con el anterior habíamos tenido 2 horas y media reloj, y sí lo sé, es una guasada, pero así era nuestro horario. Por lo que éste, realmente era como un bálsamo.
-¿¡Qué se traen ustedes, que estuvieron casi toda la clase, entre secretitos!?-
Preguntó un irreconocible e iracundo JinKi… ¿Qué le sucedía?
-¿Aun estás enojado porque te quité el asiento al lado de tu “princesita”?-
Preguntó burlón, desde el asiento sin siquiera moverse, haciendo que ambos le mirásemos asombrados, para segundos después, yo pasar la mirada a JinKi, quien a su vez me correspondió efímeramente pero aún con el ceño levemente fruncido, esto en realidad comenzaba a incomodarme, ¿dónde estaba ese JinKi amable, que siempre me saca una sonrisa?
-¡Sí! ¡Y no es mi “princesita”, es más que eso…! Di-digo ¡es mi mejor amigo y ex novio!-
Habló irritado al principio, luego apenándose ante aquel “más que eso” llevándose nuevamente una de mis miradas, y se corrigió de inmediato, volviendo a aquel tono “colérico” intentando fingir “seriedad” pero era imposible, cuando estaba más rojo que un tomate.
-Ooh~ ¿Tu ex novio? No sabía eso, ahora las cosas tienen “otro sabor”- Habló aún burlón, y mirándome de repente, se acomodó en la silla, y se acercó mi rostro al suyo tomándome del mentón. –No me lo habías dicho a eso amor… ¿Cuántas más cosas me ocultas?- Habló luego con insinuación, enviándome una mirada, realmente seductora, que ¡MALDITAMENTE ME MATÓ!
Yo fruncí mi ceño a más no poder, y me alejé de su agarre violentamente.
-¡No digas estupideces! ¡Y ya déjame en paz!-
Quité su mano de un manotazo, a lo que él se me quedó mirando, sonriendo aún victorioso ¿¡Qué tanto le divertía o satisfacía para tener esa maldita sonrisa Colgate!?
-¡YAH! ¡JongHyun, ya te estás pasando de tono con tus bromitas, déjalo en paz!-
Habló JinKi saliendo en mi defensa, también manoteándolo para que le mirara, él simplemente seguía sonriendo, ¡MALDITA SEA! ¡AHORA SOLO QUERÍA IRME A LA MIERDA DE ALLÍ, NO LO SOPORTABA MÁS!
-¿Cuánto llevan de separados?-
-Nunca nos separamos, ¿Qué parte de “es mi mejor amigo” no entendiste?-
-Sabes que no me refiero a eso JinKi, ¿cuánto tiempo llevan de ser ex novios?-
-…-
-¿Me dirás tu Key?-
-9 meses, pero no es de tu incumbencia…-
Habló serio por primera vez JongHyun en aquella pregunta más específica, JinKi le miró desaprobatoriamente, a lo que yo le estaba observando algo pasmado, a lo que por falta de respuesta de JinKi, giró su rostro mirándome a mí, empleando ahora un tono un poco más “dulce” que antes, y mi corazón latió como si recién estuviese comenzando a latir.
JinKi le contestó raudamente, a lo que JongHyun sonrió de lado una vez más, y se cruzó de brazos, tirándose hacia atrás en la silla.
-¿Entonces ya te has olvidado de él? Digo, porque si son “mejores amigos” quiere decir que ya no existe ningún otro sentimiento, pues, eso de ser amigos, luego de una ruptura, lo veo imposible.-
Habló JongHyun mirando a JinKi, éste frunció el ceño una vez más, y yo le miré algo “curioso” también me preguntaba lo mismo, ¿Volvemos a ser realmente solo mejores amigos?
-¡Chicos, por favor a sus asientos, que ya comienza la última clase!-
Entró ahora una profesora, con una muy buena vibra y energía positiva, era mi profesora preferida, pues siempre, hallaba la manera de hacer las clases didácticas, y mucho más llevaderas.
Cómo también era “cátedra compartida” JongHyun y JinKi se quedaron en el aula.
-No me respondió, pero si son solo “mejores amigos” entonces tengo vía libre…-
Habló bajo, pero lo suficientemente alto, para que sólo yo lo oyera, le miré, y él se encontraba mirando la pizarra, mientras sonreía, aun tirada levemente sobre la silla, sin siquiera mirarme un segundo. Una vez más, opté por callar, aparte que no comprendí del todo bien esas palabras. Así que me concentré solo y únicamente en la clase.
Luego cuando finalmente la campana sonó para indicarnos de que “éramos libres” suspiré cansino, y dejando la birome en el cuadernillo, me eché hacia atrás, intentando relajarme un poco, moviendo mi cuello, de un lado al otro, y mirar el techo unos segundos.
-¿Cansado?-
-¿Y a ti, qué te parece?-
Respondí lacónico ante aquella pregunta “llena de buenas intenciones”. Él rió por lo bajito y comenzó a juntar sus cosas.
-Hay que ver, las cosas que dices.-
-La verdad, ¿Qué voy a decir?-
-¿Seguro? Porque yo no lo estaría tanto…-
En ese momento, giré mi cabeza, en busca de su mirada, y vi como me observaba con esa sonrisa de modelo para pasta dental.
-Ni se te ocurra decir una palabra.-
-¿Palabra de qué?-
Interrumpió JinKi, en aquel momento preciso, alterándome los nervios de inmediato, me acomodé una vez más en la silla rápidamente, pues ya sólo quedábamos nosotros 3 y comencé a guardar mis cosas.
-De que es un niño, con actitud de “Diva”-
-Jaja, eso no es ninguna novedad, pero es parte de su encanto.-
Dijo divertido JinKi, volviendo a ser el mismo de siempre, como si nada, ¿Qué le pasaba? Primero todo enojado con JongHyun por su “osadía” conmigo, y ahora se pone del lado de él para “seguirle el juego”
-Ya lo creo, al igual que esos ojazos afelinados.-
JongHyun me miró y me sonrió, con dulzura, yo miré a ambos unos segundos, y bajé la mirada, sonrojándome un poco, luego me puse de pie y enganché mi mochila a uno de mis hombros.
-Apártense, yo ya me voy a casa.-
Hablé algo apresurado, pasando de largo a ambos, y comencé a caminar velozmente.
-¡Bummie, espera! Vamos contigo, sabes que mi piso queda de camino al tuyo.-
-¿Y el de él?-
-Vive conmigo.-
Contestó JinKi llegando a mi altura ahora, algo sorprendido, le miré a JongHyun y asintió. -Así es, vivo con él, pero es temporal, hasta que consiga uno para mí y no sea molestia-
-Hm, ya veo-
Contesté lacónico, aún algo avergonzado por su comentario “adulador” acerca de mis ojos, ese rasgo facial, que más me encantaba de mí, “mis ojos”.
-Te dije que no eres molestia hombre, puedes quedarte cuanto quieras allí-
-Lo sé y lo agradezco, pero pues, también quiero independizarme.-
Hablaban ahora muy amenos, con un “Yo avergonzado” de por medio. ¿Qué pasó con todo el enojo que JinKi le mostró hoy en clases?
Luego de eso, no dijimos más nada, ninguno de los 3, tornándose un poco incómodo el viaje de regreso a casa, pero pues, tampoco es que se me ocurriera algo, como para salir del apuro.
-Aquí nos separamos, gracias por acompañarme…-
Dije de repente, cuando ya estábamos en la puerta de mi edificio. JongHyun, lo observó con lujo de detalle, sin siquiera disimular un poco, aquello me incomodó.
-Pues, yo quiero conocer tu casa por dentro también, quizás en una de esas, me mudo a algún departamento de aquí.-
Habló divertido y descaradamente JongHyun, haciendo que ambos le mirásemos algo extrañados, ¡NO! ¡Aquí, que ni se le ocurriese venir a vivir!
-No, no puedes, tengo cosas que hacer, quizás en algún otro momento, (nunca)-
Hablé serio, siendo mucho mas maleducado que de costumbre, pues, no quería a ese tipo, dentro de mi casa.
-Oh vamos~ no seas aguafiestas, ¡déjame entrar!-
Volvió a insistir.
-JongHyun, coincido con Key, no creo que sea buena idea entrar, aparte, te lo ha dejado muy claro, tiene cosa que hacer, vamos, ya se nos hace tarde, está oscureciendo.-
-¡Pero yo quiero entrar~!-
Habló en un tono aniñado, y caprichoso, cosa que no me pareció nada “tierno” en estos momentos. Pues la verdad es que no estaba de humor, bueno, nunca lo estaba para serles sinceros…
-¡No Jong! ¡Ya es suficiente, vamos! Lo siento Key, ve, entra que está comenzando a hacer frío y te resfriarás.- Habló JinKi primero “duro, severo” dirigiéndose a Jong, para luego mirarme, suavizar sus facciones y su tono, para hablarme de aquella manera tan delicada y “cálida” típica de él… no dije nada, agarró de la muñeca a JongHyun quien aún estaba haciendo un “berrinche”, se acercó a mí, y besó mi frente. –Anda ve, te resfriarás…- Sonrió y miró a JongHyun ahora. -¡Tu, despídete! ¡Ya nos vamos!-
-¡Pero yo querí-!-
-¡NADA! ¡Andando!-
Y finalmente suspirando cansino, JongHyun se rindió, me miró y simplemente hizo una reverencia, casi imperceptible con su cabeza, a la cual respondí de la misma manera, y me le quedé mirando, estaba asombrado, por lo que estaba viendo.
Luego de que se alejaran, unas cuantas cuadras, me apresuré a entrar, pues, estaba realmente refrescando, y yo no había ido muy abrigado que digamos, así que me apresuré y me metí dentro de mi departamento.
-JongHyun… ¿Qué clase de persona eres realmente? ¿Quién eres?...-
Me cuestioné a mí mismo, ya en la cocina, cambiado y con mi delantal puesto, mientras observaba como mi comida caliente, se hacía.
Pues, debía admitirlo, había algo en él, que me generaba “algo” desconocido para mí, no sabía si era algo malo o “bueno”, pero pues, su presencia, me incomodaba bastante, aunque supongo que es más, por lo que “pasó” con él.
~ Martes – En la Universidad – 12.00 – Cafetería ~
Nuevamente nos encontrábamos en la cafetería, hoy, sólo podía verme con “ellos” aquí, en este pequeño lapso de tiempo, que nos da la Universidad, para poder almorzar.
Nuevamente me encontraba solo, “por ahora”, revolviendo mi comida, no sabía por qué motivo estaba con el estómago cerrado… Oh~ sí, cierto, recordar, “la maldita infidelidad”. ¿¡Por qué demonios, tenía que “reaparecer” en mi vida, así de la nada!? ¿¡Cuando por fin, estaba comenzando a aceptar, que de todas maneras lo nuestro con JinKi no hubiese funcionado!? Pero ahora… ahora tenía mis serias dudas, ¿Habríamos seguido juntos, de no ser por-?
-¡Hola gatito!-
Escuche esa voz, interrumpiendo mis pensamientos, al mismo tiempo de que sentía, como con una mano se apoyaba en mi espalda para sentarse a mi lado, “una vez más”
-¿Gatito? ¿¡GATITO!? Yah, no sé quien carajos te creas, pero vuelve a llamarme así, y dejaré toda mi “racionalidad” de lado y te partiré la cara…-
Contesté iracundo, mirándolo, otorgándole mi mirada más feroz, prácticamente, “desintegrándolo”. Él sonrió de lado ante mi mirada, y fruncí aún más mi ceño si es que acaso podía.
-Ggrr, ¡Cómo me pones, cuando me miras así!-
Me dijo de aquella manera, “seductora”, lujuriosa, haciendo que inevitablemente, mi ceño se desfrunciera a la mierda, y me tornara rojo como un tomate, desvié mi mirada, hacia un costado ¡MALDITO! ¿¡SE ATREVE A HUMILLARME FRENTE A JINKI!?
-¡AAW! ¡Pero mira que expresión más mona, Dubu! Ahora entiendo, porqué no pudiste resistirte a su encanto, a pesar de su personalidad, tan embustera, exasperante y “complicada”-.
Él seguía con una mano colocada en mi espalda, o más bien, hombro, impidiéndome que me alejara de él, y en ese momento que le oí decir aquello, a parte, que me torné aún más rojo si era posible, un tirón se sintió en mi corazón…
-Ya es suficiente Jong, ¿es que piensas en alguno de los días próximos, dejarlo comer en paz? Ayer tampoco tocó su comida por tu culpa. No quiero que adelgace, descuide su salud ni su alimentación, por tu culpa…-
-Ooww, pero si pareces, una mamá toda preocupada por tu polluelo, ¿Estás seguro, que dejaste de sentir “amor” por él?-
JinKi en ese momento, abrió sus ojos a más no poder, en claro gesto de sorpresa total… yo… yo, ya no lo aguanté, y de una manera violenta quité su mano de mi espalda, me paré de golpe, haciendo un poderoso estruendo, al golpear la mesa con mi puño, y con el ceño fruncido y mi rostro totalmente rojo, pero de cólera ahora, hablé, o más bien le grité en la cara.
-¡YA DEJA DE DECIR ESTUPIDECES! ¡DEJA DE METERTE EN COSAS QUE NO TE INCUMBEN! ¡DÉJAME EN PAZ! ¿¡QUÉ PARTE DE “NO QUIERO SABER NADA DE TI”, NO ENTIENDES!? ¡VETE Y DÉJAME EN PAZ DE UNA PUTA VEZ!-
Exploté, sí, debo admitirlo, de una manera, muy poco “civilizada”, perdí mis estribos, pues realmente ese maldito ya comenzaba a exasperarme, con su comentarios, tan cínicos, y burlones, cuando en realidad, para mí, ahora, “era mucho más que una simple broma de mal gusto, o un recuerdo del pasado”
Tanto JinKi como JongHyun me miraban totalmente atónitos, estupefactos, y qué decir también de todo el resto de la Universidad, ¡genial! ¡Lo que me faltaba! Qué todo el mundo se enterase de mis cosas…
Sin esperar a que alguno de ellos contestara, me fui de allí, tomé mis cosas, y me fui corriendo de allí, quería huir, pero no podía, por lo que simplemente, opté por irme a la azotea, apresurado a más no poder, intentando retener mis lágrimas de pura impotencia. Tropecé y al parecer me torcí el tobillo, en la prisa por subir las escaleras, pero poco me importó, por lo que cojeando ahora, llegué a “mi destino”.
(https://www.youtube.com/watch?v=LXmR8lDhINc&hd=1)
Cerré la puerta detrás de mí, y comencé a patear y golpear la pared, con mis 4 extremidades y todas mis fuerzas.
El pie derecho, el cual me torcí, me pulsaba de una manera insoportable en cada golpe, pero no me importaba, un carajo en lo absoluto, simplemente me dejé llevar, debía quitarme todo esto que llevaba dentro de mí, de mi corazón, “dolor, arrepentimiento, ira, impotencia, remordimientos…”
Lloré, lloré cómo nunca antes había llorado frente a nadie, ni siquiera de JinKi, quien había sido el primero en descubrir mi fragilidad, detrás de toda aquella “fachada” de “chico malo, rudo, histérico, cínico, que le importaba un carajo de nada”.
Mis golpes, comenzaron a menguar, los puñetazos y patadas, comenzaban a ser cada vez menos, ejerciendo cada vez menos fuerza, hasta que su fuerza terminó por “extinguirse”.
Mis lágrimas continuaban recorriendo aquel “caudal” que habían surcado en mis mejillas, y dándome vuelta, lentamente, me apoyé contra la pared, y comencé a deslizarme por ella. Hasta que quede completamente sentado, y con mi pierna derecha extendida, punzándome a más no poder, casi como si tuviera otro corazón en mi tobillo, pero a diferencia del que tenía “en mi pecho” este “latido” dispersaba millones y millones de pequeñas “agujas” en el lugar afectado.
El dolor me era realmente insoportable, pero a pesar de que me resultara difícil, intenté ignorarlo, y mis salobres lágrimas, continuaban saliendo, ahora por ambos motivos. Mi tobillo, y la impotencia, que sentía.
Mi pecho se encontraba agitado, mi respiración entrecortada, tanto por mi llanto, como por los golpes anteriormente “dados”. Mis manos ahora también comenzaban a arder, y doler como los mil demonios.
Flexioné mi pierna izquierda, para poder apoyar mi frente en ella, mientras que con mi mano derecha, pasaba sobre mi cabello, tirándolo hacia atrás, dejando mí frente al descubierto, junto a mi mano inmóvil ahora.
-¡Maldita sea! ¿¡Por qué!? ¿¡Por qué me tiene que pasar esto a mí!? ¿¡Por qué demonios tengo que ser un maldito marica!? ¿¡Por qué no puedo dejar de pensar en ese maldito idiota infeliz, que arruinó mi vida!? ¡LO ODIO! ¡TE ODIO KIM JONGHYUN! ¿¡Escuchaste!? ¡TE ODIO, MALDITO HIJO DE PUTA!-
Grité con tanta rabia, que llegué a tal punto de casi desgarrar mi garganta, en conjunto, con otro “ataque” de rabia, pero golpeando ahora la pared con mi codo izquierdo y mi cabeza.
Había llegado a mi límite, realmente no podía soportar más este calvario, que si bien, “empezó ayer”, no se imaginan lo insoportable que ha sido para mí, volver a revivir todo aquello, cuando creía que por fin había estado comenzar a superarlo.
Más y más lágrimas recorrían mis mejillas. Y cuando bajé la mano de mi cabeza, me di cuenta de que mis nudillos, sangraban, elevé la vista en diagonal aún desde el suelo, y pude ver, las pequeñas manchitas de sangre, que había dejado en la pared. Bajé la mirada una vez más.
-Soy un puto cobarde, que no se anima a decir “lo siento”, que no se aguanta, ni siquiera un problema “grande”, soy un puto maricón, un “blando”… me odio, me odio tanto, como te odio a ti, JongHyun…-
Profesé una vez más, con suma cólera en mis palabras, mirando ahora mis nudillos y apretando mi mano en un puño, para que aquello, “doliese más”, y así de esa forma, hacerme un poco “más hombre”…
Pero no lo aguanté, dolía demasiado, por lo que nuevamente frustrado, golpeé ahora la pared con mi mano cerrada de costado, haciendo que mi dedo meñique liberara aquellas “millones de agujas” punzantes…
-¡AAAAAAAAAAH!-
Volví a gritar, haciendo que mi garganta ardiera de una manera tan horrible, que sentí, como si tragara diminutos pedazos de cristal molido.
Y en ese momento siento la puerta abrirse… -¿Ya terminaste?- Mi corazón se detiene en seco…