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Sí, de nuevo todo me lleva a tí por makoko

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Notas del capitulo:

Hola mis queridos lectores :3

ya entre a la universidad por lo que actualizar pronto se me hace muy complicado T.T

lo mas probable es que actualiza cada 3 o 4 dias :D

los quiero mucho <3

En la primera parte lo narra un narrador, y despues de los *** continua Eve :3

Arthur llevo en sus fuertes brazos a Eve hasta la habitación de él y Mabel. Saco las llaves del bolsillo de Eve y entro al cuarto, recostó al chico en la cama más cercana. El moreno lo miraba encantado, quito un mechón de cabello que estaba en la frente del chico y aprovecho para acariciar su rostro. Suaves mejillas, pestañas largas y labios rosados, acerco sus labios poco a poco hacia los del chico, hasta que se unieron en un pequeño roce.

 

Arthur se apartó rápidamente del chico y golpeo su cabeza con la pared.

 

-¿Qué estás haciendo? Maldita sea- se decía a sí mismo. Volvió a mirar al chico que estaba tendido en la cama, se acercó lentamente. Subió a la cama y se puso en cuatro patas arriba de Eve.

 

-Solo un poco, nadie se enterara- susurro para sí.

 

Volvió a juntar sus labios con los de Eve, esta vez más profundo y lento. Con mucho cuidado quito la camisa del muchacho dejando al descubierto su pecho y abdomen. Arthur lo escaneo por completo, queriendo guardar esa imagen en su memoria para siempre.

 

Su mano derecha comenzó a pasearse por su pecho y abdomen, tocándolo como si fuera cristal que pudiera romperse en cualquier momento. Empezó a usar sus labios para saborear cada parte de Eve, cuello, hombros, pecho, ombligo, etc. Arthur estaba perdiendo la cabeza, ya no podría controlarse más, estaba tan excitado que su miembro comenzó a responder.

 

Desabrocho el pantalón del chico y se lo quito con furia y desesperación. Un bóxer gris que estaba apretando  la entrepierna de Eve, volvió loco de lujuria al moreno. A pesar de que estaba inconsciente su cuerpo estaba reaccionando a los estímulos de Arhur, dejando notar una pequeña erección. El moreno vio el cuello del chico, tan delicioso, la sangre corría por ahí desembocada, sus instintos de vampiro estaban fuera de control, quería devorarlo en ese instante, pero…

 

-Ma..bel- susurro Eve entre sueños.

 

Arthur se puso pálido, se apartó del chico con cuidado y se dirigió al closet. Solo había un short corto y una playera de tirantes en la parte de Eve. Lo vistió con delicadeza, pensó que debería comprarle ropa. Antes de irse se acercó a la oreja del muchacho…

 

-Te amo- susurro el moreno mientras una lágrima bajaba por su mejilla. Camino hacia la puerta y antes de irse volvió a ver al chico –me gustas mucho, Eve-.

 

******************************************************** 

 

 

Abrí los ojos y estaba en mi habitación, en la cama de Mabel, tenía mi pijama y la cabeza me dolía mucho. Y por si eso no fuera poco, tuve un sueño muy extraño en donde Mabel y yo…hacíamos cosas. Me avergüenzo tanto de mi propio sueño, no puedo ver al chico en estos momentos me moriría de la vergüenza. La puerta del baño se abrió y salió el rubio con una toalla que solo cubría su entrepierna y sus muslos, dejando al descubierto su pecho y abdomen. Gotas de agua escurrían por su cabello y me sentí muy raro al verlo de esa manera.

 

-Al fin despertaste, me estabas preocupando- dijo con su característica sonrisa amable que tanto me gustaba y se sentó en la orilla de su cama.

 

-¿Qué fue lo que paso? ¿Me desmaye?- pregunte evitando mirarlo a cualquier costo.

 

-Te desmayaste de cansancio, no has estado durmiendo bien- respondió firmemente.

 

-Sí, eso debió ser- mencione tímidamente, estaba muy incómodo con Mabel desnudo enfrente de mí. El rubio se acercó a mí lentamente.

 

-Vamos a comprarte ropa- enuncio feliz.

 

-¿Qué? ¿Por qué?- pregunte impactado.

-Porque…no tienes- dijo despreocupado.

 

-Ese no es tu problema- mencione  cortante.

 

-¿No es mi problema?- pregunto acercándose a mí, nuestras caras estaban a centímetros de distancia.

 

-No…es mi problema- dije temeroso.

 

-Tengo dinero de sobra, así que no importa que gaste un poco en ti- enuncio con una gran sonrisa y después me abrazo.

 

-¿Qué haces?- mencione empujándolo de su pecho desnudo, pero soy demasiado débil y ni siquiera se movió. Nuestros cuerpos estaban juntos, podía sentir sus latidos, mi corazón parecía una locomotora a punto de estallar.

 

-¿Por qué tiemblas?- susurro Mabel en mi oído, dándome una sensación que nunca había sentido, haciéndome recordar el sueño de anoche.

 

-Bueno…va…mos por la ro…pa- tartamudee para que me soltara y así lo hizo.

 

-Ve a bañarte, te espero en la entrada del internado- me arrastro al baño, se cambió a la velocidad de la luz y salió sin decir nada…

 

Camine un largo tramo hasta la entrada pero Mabel no estaba ahí, me senté en el piso recargado en el gran portón a esperarlo. En ese tiempo pensé en muchas cosas, en especial la muerte de mi madre Priscila. Un día lluvioso mi madre se puso muy enferma y mi padre Jean la llevo al hospital, pasaron dos días en lo que no supe nada de ellos hasta que mi padre volvió. Llego a la pequeña casa en donde vivíamos, totalmente borracho y con algunas lágrimas cayendo por sus mejillas.

“Eve, tu madre está muerta” dijo con algo de hipo y se encerró en su cuarto. Nunca habíamos hablado mucho y esas fueron las primeras y las últimas palabras que me dijo en ese año. No podía pensar bien, no podía comer, ni siquiera podía llorar, no podía vivir sin mi madre. Pero de alguna forma lo hice y ahora estoy aquí, en este internado en el que he encontrado muchos amigos y son la única familia que tengo.

 

-Oye, vamos sube- grito Mabel montado en un auto deportivo convertible rojo.

 

-¿Este es tu auto?- pregunte sorprendido.

 

-Claro, te dije que tenía dinero- me guiño el ojo y abrió la puerta desde adentro para que entrara. Me subí rápidamente y me puse el cinturón.

 

-Esto es increíble- mencione sonriendo de oreja a oreja.

 

-Sabía que te gustaría, eres la primera persona que sube a este auto, después de mi - dijo con una sonrisa suave.

 

-¿La primera?- de alguna forma me sentía especial, de que no hubiera subido a ninguna chica o chico. Pero ¿Por qué?

 

-Sí, siempre eres el primero en mis intereses- enuncio mirando hacia el frente. Solo sonreí algo nervioso y hablamos de cosas triviales todo el camino. Mabel me llevo a una tienda muy elegante donde había mucha ropa hermosa y muy cara. El chico me dijo que no me fijara en los precios y que escogiera lo que me gustara pero era inevitable. Así que termino escogiendo toda la ropa, eran bolsas y bolsas. Playeras, pantalones, suéteres, chamarras, zapatos, etc. Salimos de la tienda con un montón de bolsas cada uno.

 

-Mabel, esto es mucho- dije muy avergonzado.

 

-No te preocupes, oye mira- señalo un puesto de crepes –Vamos a comprar unos-.

 

-Pero…- no me escucho y corrió hacia el puesto, me apresure a ir detrás de él.

 

-Me da dos de los más deliciosos que tenga hermosa señorita- le dijo Mabel a la mujer. Era una persona normal y se veía como de unos 50 años, definitivamente no era señorita.

 

-Por supuesto, la especialidad de la casa- la mujer nos dio dos crepes que lucían deliciosos –ella ¿es tu novia?-.

 

-¿Novia?- pregunte asombrado, ¿NOVIA? ¡Soy un chico!

 

-jajajajajajaja- el rubio rio a carcajadas.

 

-Perdón, ¿solo son amigos?- menciono la ¡señora!

 

-No se preocupe, no es mi novia, es un chico- corrigió Mabel a la mujer –en todo caso sería mi novio-.

 

-¿Ehhhh?- dijimos al mismo tiempo la empleada y yo. ¿Novio? ¿Qué? Mi cara se puso roja y el chico me sonrió traviesamente. Me tomo de la mano con fuerza y corrimos hasta quedarnos sin aliento. Llegamos a un parque muy lindo y solté su mano.

 

-¿Por qué dijiste algo así?- pregunte jadeando por la fatiga.

 

-No te preocupes- se sentó en una banca que estaba cerca y me miro directo a los ojos.

 

-¿Qué?- esa mirada me estaba poniendo nervioso.

 

-Nada, es solo que eres muy bonito- me elogio con una gran sonrisa, mi corazón estuvo a punto de salirse de mi pecho y golpear su cara.

 

-Por cierto, ¿Cómo te voy a pagar todo esto?- señale las bolsas de ropa, lo hice para cambiar el tema.

 

-No tienes que pagarme- dijo Mabel.

 

-Hare lo que sea, pero déjame pagarte- insistí con determinación.

 

-¿Lo que sea?- pregunto interesado.

 

-Sí, lo que sea- una sonrisa malvada se dibujó en la cara del rubio.

 

-Dame un beso- dijo sin vacilar –en los labios por 3 segundos-.

 

-¿Queeee?- no lo podía creer.

 

-Dijiste que harías lo que sea- sonrió traviesamente. Me tenía en sus manos, yo y mi gran boca.

 

-Bien, lo hare- respondí con entusiasmo, pero estaba muy nervioso, mi corazón ya no podía más. Me acerque lentamente a donde estaba sentado Mabel y me pare enfrente de él. Levanto un poco su rostro y cerro lo ojos, al verlo así mi cuerpo se movió solo. Tome con las dos manos su cara y acerque mis labios lentamente. Sentí su respiración en mi boca y suavemente nuestros labios se juntaron.

 

1…2…3…4…5… su boca se abrió y sentí su lengua jugando con mis labios, sin pensarlo mucho también abrí mi boca y nuestro beso de 3 segundos se esfumo en el aire, igual que mis prejuicios y que estábamos en un parque público. Lo único que quería era estar juntos por siempre y nunca separarnos. Los brazos de Mabel rodearon mi cintura y tuve que agachar la cabeza un poco más. El estaba sentado y yo parado por lo que era una posición incomoda, pero en ese momento no me importo nada ni nadie. Solo quería besarlo, besarlo, tocarlo, pero algo me hizo caer del cielo al infierno…

 

-Eve- me separe inmediatamente del rubio y mire hacia atrás. Arthur estaba parado más bien estaba congelado, no podía creer lo que veía.

 

-Arthur, esto no es lo que parece…yo- ¿Qué estoy diciendo? Claro que es lo que parece, estaba besando a Mabel y me gusto.

 

-No te preocupes, no me tienes que dar explicaciones- dijo el moreno con los ojos llorosos y se dio media vuelta.

 

-Arthur, espera- el chico comenzó a correr ignorando mis llamados, estaba a punto de ir detrás de el pero Mabel me tomo de la mano.

 

-Déjalo, probablemente quiera estar solo- dijo con su sonrisa amable. Mi cabeza es un lio, me gusta Mabel de eso estoy seguro, pero ¿Por qué sentía que lastimo a Arthur? No quiero que el sufra, lo quiero mucho pero no sé qué hacer…

 

Esto cada vez más complicado…

Notas finales:

Que les parecio?? :D

No me odien T.T

dejenme un review :D

Gracias por leer :3

Makoko <3


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