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Sí, de nuevo todo me lleva a tí por makoko

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Notas del capitulo:

Hola mis queridos lectores :3

Este capitulo lo dividire en dos, espren la segunda parte

espero lo disfruten y entiendan a Mabel <3

 

Hace muchos años en la mansión Fernsby nació el primogénito del líder, todos estaban felices y contentos de que fuera hombre y así podría suceder a su padre algún día. La mujer del líder que también era su hermana, decidió el nombre del pequeño vampiro, Mabel. Casi al mismo tiempo los líderes de las demás familias también tuvieron a sus primogénitos.

 

Mabel Fernsby creció con la idea de que algún día tomaría el lugar de su padre, por lo que tenía que comportarse como un futuro líder. Su madre Caroline era muy estricta con el hasta el punto de no dejarlo jugar con los demás niños porque los consideraba inferiores a su hijo.

 

Su frase favorita era “querido Mabel siempre debes sonreír, aunque no quieras” por lo que para el chico siempre fue muy difícil expresar sus emociones. Pero aprendió a guardar la compostura bajo cualquier circunstancia.

 

Al cumplir 12 años sus padres tuvieron una hija menor, Melissa. La idea de Caroline era comprometerlos para casarse, como cualquier vampiro normal. Por lo tanto Melissa creció con la idea de que se casaría con su hermano y serian felices para siempre.

 

Cuando la familia Fernsby tuvo en su poder a la niña demonio y esta asesino al padre de Mabel, de inmediato se convirtió en el nuevo líder de tan solo 16 años. También la fecha de la boda con su hermana fue fijada.

 

Una gran fiesta para celebrar la unión de dos personas, pero Melissa era la única radiando felicidad. Pero Mabel no expresaba nada, ni enojo, ni tristeza, nada. Solo ponía su característica sonrisa amable, la cual encantaba a su pequeña hermana.

 

Tantos años viviendo como una pareja casada que olvidaron que edad tenían, pero lo más preocupante era que no podían tener hijos. Nadie sabía la razón y todos culpaban a la linda Melissa, en este entonces era un pan de Dios.

 

Pero a Mabel lo único que le importaba era capturar a la niña demonio y convencerla para usar sus poderes a su favor, pero ¿Cómo lo haría? Todas las noches después de complacer a Melissa, el rubio pensaba miles de posibilidades para usar a ese demonio indomable. Hasta que un día, su hermana dijo la clave…

-Te amo, hermano- susurro la chica después de un acto sexual con Mabel.

 

-¿Qué significa eso?- pregunto el rubio sonriendo como siempre mientras acariciaba su rostro.

 

-Significa que haría cualquier cosa por ti- menciono Melissa dándole un beso en los labios.

 

-Y si te pido que mueras ¿Lo harías?- a veces Mabel podía ser muy cruel, pero nunca quitaba su sonrisa.

 

-Moriré si así lo quieres, mi amor- dijo la chica totalmente seria.

 

-Interesante- el rubio pensó que su hermana era muy estúpida, pero que eso del amor podía servirle para usar a la niña demonio. Lo único que tenía que hacer era enamorar a esa chica, igual que Melissa para tenerla a sus pies.

 

Los subordinados de la familia Fersby buscaron a la niña demonio por todo el mundo y tardaron  17 años en encontrarla. Ellos fueron los primero así que las otras familias no podían hacer nada. Mabel fue directo a donde la chica se encontraba, España para ser más precisa, en medio de un bosque tenebroso.

 

El rubio esperaba una niña pequeña y espeluznante. Pero se trataba de todo lo contrario, una hermosa joven con largo cabello hasta la cadera color caramelo y ondulado en las puntas, piel blanca como la leche, pero con un ligero tono rosado, ojos grandes color menta, labios color cereza y cuerpo delgado.

 

Jamás había visto algo más hermoso, ni siquiera se podía comparar con su hermana. Y pensar que esa mujer había matado a todos los líderes de los vampiros. Pero la chica no recordaba nada de eso, lo que la hacía más fascinante a los ojos del chico.

 

-Hola- Mabel se acercó con su sonrisa amable y la chica lo miro directo a los ojos, algo se movió en el chico pero no entendía que pasaba con su cuerpo.

 

-¿Quién eres tú?- pregunto la mujer con el ceño fruncido y agresivamente, pero aun así se ve hermosa pensó el rubio.

 

-Mi nombre es Mabel Fernsby ¿y tú?- quería saber su nombre con urgencia.

 

-Que te importa- la chica entro rápidamente a su pequeña casa de madera, ignorando la presencia de Mabel.

 

-¿Qué?- nunca nadie le había hablado de esa forma al gran líder de los Fernsby, estaba indignado y apunto de un colapso mental pero no quitaba su sonrisa. Por el momento se retiraría pero volvería todos los días hasta ganar su corazón.

 

Al siguiente día volvió a donde se encontraba la chica y la encontró lavando la ropa en un rio cercano, donde estaba completamente desnuda. Había visto el cuerpo de Melissa desnudo muchas veces pero jamás había sentido el deseo de tocarlo, pero ¿Por qué quería tocar a esa chica que ni siquiera conocía?

 

-¡Oye! ¿Qué crees que haces?- dijo la chica al darse cuenta de la presencia del rubio.

 

-Yo…- por primera vez en su vida Mabel estaba nervioso y no sabía qué hacer.

 

-¿Vas a quedarte ahí, viéndome?- pregunto la chica fulminándolo con la mirada pero no hacia ningún esfuerzo por cubrirse.

 

-No…yo…lo siento- el rubio salió corriendo completamente apenado y con su corazón latiendo muy rápido. Su rostro reflejaba vergüenza y pánico.

-¿Qué demonios le pasa a ese chico?- se dijo a sí misma la chica, pero no pudo evitar sonreír un poco. Mabel volvió al siguiente día con un plan bien elaborado.

 

-Buenos días mocosa- insulto el rubio a la chica que se sorprendió al escucharlo.

 

-¿Por qué me dices así? Somos de la misma edad- afirmo la mujer.

 

-Por supuesto que no, yo soy mucho más grande- el chico sonrió, pero no fue su típica sonrisa, fue una autentica que reflejaba felicidad.

 

-¡Vaya! Qué bueno que ya no finjas- menciono la muchacha devolviendo la sonrisa. El corazón de Mabel se volvió loco al verla sonreír

.

-No me has dicho tu nombre- enuncio el rubio con las mejillas sonrojadas.

 

-Clare- sonrió de oreja a oreja.

 

-Qué bonito nombre- el rubio experimentaba por primera vez tantos sentimientos, felicidad, enojo y quitar esa sonrisa fingida que usaba.

 

-¿Y qué te trae a este lugar?- pregunto Clare hablando cómodamente.

 

-Solo pasaba por aquí y te vi- definitivamente no podía mencionar lo de los vampiros.

 

-¿Y porque volviste, después de que fui tan grosera?- la chica estaba muy interesada en Mabel.

 

-Me pareces fascinante- el rubio sonrió sinceramente y Clare se sonrojo al ver tremenda sonrisa solo para ella.

 

-No conozco a nadie, las personas que me cuidaban huyeron de mi- sus ojos se pusieron llorosos –traigo la muerte a los que me rodean-.

 

-Yo no moriré tan fácilmente- dijo el chico acariciando su cabeza.

 

-¿Serias mi amigo?- aunque al principio parecía alguien de carácter fuerte, en realidad es una chica solitaria e insegura.

 

-Vendré todos los días a hacerte compañía- aseguro Mabel y así lo hizo. Cada día durante un año visitaba a Clare y convivían de manera armoniosa, lentamente y negándose a aceptarlo, el que termino enamorado fue el rubio. Olvido por completo que debía volver a la mansión Fernsby con la niña demonio dispuesta a ser usada y que estaba casado con su hermana. Pero no quería que Clare saliera lastimada, tendría que pensar en una estrategia. Caminó hacia su casa pero no había nadie, pensó que talvez se encontraba en el rio.

 

De pronto un olor delicioso llego a la nariz del rubio, sangre. Pero no cualquier sangre, era la más deliciosa que jamás haya olido, tenía que ser de Clare. Corrió siguiendo el olor hasta llegar a la orilla del rio donde estaba la chica sangrando por la rodilla y un vampiro acorralándola. Clare estaba temblando de miedo y no podía hablar, las lágrimas corrían por su rostro y Mabel se volvió loco. Tomo el cuello del vampiro y lo estrangulo hasta que murió en el acto, pero esto no fue suficiente para él. Los descuartizo con furia dejando notar su naturaleza de vampiro.

 

-Ma…bel- dijo la chica desplomándose en el suelo y perdiendo el conocimiento. El rubio la tomo en sus brazos y la llevo a su casa temporal que era una mansión muy elegante, pero no tanto como la principal. La chica despertó mirando a todos lados, pero en cuento vio la cara de Mabel se puso pálida.

 

-¿Te sientes mejor?- el rubio estaba realmente preocupado.

 

-Tú…eres…vampiro- susurro la chica con los ojos llorosos.

 

-Sí, lo soy- Mabel lo afirmo.

 

-Me engañaste, fingiste ser mi amigo, fingiste que me querías- Clare comenzó a llorar y el rubio la abrazo con fuerza.

 

-Yo no te quiero- menciono el chico –te amo-.

 

-Mentiroso, eres como los otros, solo quieres mi sangre- enuncio la chica empujándolo pero fue inútil su forcejeo porque Mabel no se apartó ni un centímetro.

 

-Te diré la verdad, pero déjame explicarte, por favor- suplico el rubio.

 

-Está bien, pero suéltame- así lo hizo y comenzó a hablar. Explico toda la historia de los vampiros y la niña demonio, sin omitir nada, sobre todo lo de sus poderes. Cuando Mabel termino la chica parecía confundida y molesta pero solo dijo…

 

-Tengo que pensar las cosas- el rubio asintió y la llevo a su casa de madera, volvió a la mansión principal de los Fersby que se encuentra en Polonia. Tendría que explicar lo sucedido y convencer al consejo de esperar que Clare tomara una decisión y lo más difícil de todo, terminar con Melissa…

Notas finales:

que les parecio? :3

se esperaban algo asi?

Dejenme un review para saber su opinion :D

Gracias por leer xD

Makoko <3


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