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Sí, de nuevo todo me lleva a tí por makoko

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Notas del capitulo:

Hola mis queridos lectores :3

ahora actualice muy rapido xD pero he decidido poner una fecha especifica de cuando actualizare.

Cada Domingo subire un capitulo (si todo sale bien e.e)

Disfruten de la lectura :3

Mabel llego a la mansión principal de los Fernsby, donde lo recibieron cientos de sirvientes.

 

-¡Bienvenido a casa, líder!-dijeron todos al unísono.

 

El rubio miro a todos con desdén, odiaba esos recibimientos tan exagerados, al final de la larga fila de sirvientes pudo notar una cabellera color violeta, Melissa. Tenía una sonrisa de oreja a oreja y se abalanzo sobre el chico en cuanto lo vio.

 

-Hermanito, te extrañe- apretó con fuerza la cintura del chico como si no quisiera soltarlo nunca, pero Mabel la aparto suavemente.

 

-Melissa, tenemos que hablar- dijo severamente.

 

-¿De qué? ¿Dónde está la niña esa?- pregunto viendo a todas partes.

 

-¿Dónde está nuestra madre?- ignoro las preguntas de su hermana.

 

-Está en el gran salón junto con el consejo, para idear un plan contra las otras familias- el rubio camino con paso firma hasta el dichoso salón.

 

-Cariño, espera- Melissa trato de detenerlo pero este no escucho. Mabel abrió la puerta con furia haciendo un gran estruendo y todos en el gran salón se quedaron perplejos.

 

-¿Qué sucede Mabel querido?- pregunto Caroline sin poder creer el comportamiento de su hijo.

 

-Tenemos que hablar- por primera vez todos pudieron ver la cara del líder sin esa sonrisa amable.

 

-Habla- Caroline estaba furiosa.

 

-Quiero un poco más de tiempo- el rubio se dirigió al consejo –definitivamente tendremos a la niña demonio, no, más bien a Clare-.

 

-¿Clare?- pregunto Melissa sin entender.

 

-Su nombre es Clare y es la mujer que amo, por lo que también pido autorización para separarme de Melissa mi actual esposa- todos lo miraron boquiabierto sin entender lo que estaba diciendo.

 

-¿Qué? ¿Perdiste la cabeza?- pregunto Caroline roja del coraje.

 

-Sí, estoy loco, pero por esa chica- Melissa no pudo evitar soltar algunas lágrimas –perdóname hermana-.

 

-¿Cómo puedes hacerme esto?- dijo la chica entre sollozos.

 

-Lo siento, pero yo nunca te amé- la crueldad de sus palabras hirieron profundamente a la linda chica que no paraba de llorar.

 

-Yo te amo tanto- la chica seguía rogándole, pero Mabel no cambiaría de opinión.

 

-Y bueno ¿Dónde está tu verdadero amor?-menciono Caroline abrazando a su hija desconsolada.

 

-Ella…iré por ella, pero primero tenía que arreglar esto- enuncio el rubio tomando su posición de líder.

 

-¿Cuál es tu plan?- pregunto un anciano del consejo.

 

-Clare no hará nada que no quiera hacer y se convertirá en mi esposa- ordeno Mabel a todos los presentes.

 

-¡Yo soy tu esposa!- grito Melissa a los cuatro vientos.

 

-Melissa…- el rubio trato de calmarla pero la chica enloqueció.

 

-¿Crees que te dejare ir tan fácilmente? Te amo y yo sé que me amas- afirmo la chica limpiándose las lágrimas.

 

-Yo no te amo y nunca te amé- Mabel empezó a enojarse.

 

-¡Mabel! ¡Cállate!- grito la madre de los vampiros.

 

-Ya está decidido y ustedes no pueden hacer nada- el rubio ni siquiera escucho lo que los miembros del consejo tenían que decir y salió del gran salón.

 

-Mamá…- la chica estaba enfurecida con el mundo y su personalidad cambio –voy a matar a esa perra-.

 

-Tu no harás nada- le ordeno la madre.

 

-Pero mamá…- Caroline le dio una bofetada.

 

-Recuerda tu lecciones- dijo temblando del enojo –mientras esa tal Clare este de nuestro lado, no me importa que se acueste con mi hijo-.

 

-¿Piensas que me quedare sin hacer nada?- dijo la chica retando a su madre.

 

-Insolente- le dio otra bofetada en la misma mejilla.

 

-Voy a matarle aunque me cueste el apellido- susurro Melissa saliendo del salón.

 

-¿Qué haremos con la señorita Melissa, mi señora?- dijo un vampiro del consejo.

 

-Nada, solo vigílenla- ordeno Caroline.

 

Mabel entro a su habitación ardiendo de furia, se abalanzo hacia la cama y durmió plácidamente durante un día completo. Al despertar sintió una cálida y familiar fragancia a su lado, miro al costado y Melissa lo abrazaba amorosamente.

 

-¡Melissa!-el chico de aparto inmediatamente.

 

-Hermanito, buenos días- la chica estaba completamente desnuda.

 

-¿Qué haces en mi habitación?- pregunto el chico con indiferencia.

 

-Por si no lo recuerdas, esta también es mi habitación, nuestra habitación- menciono Melissa acercándose al rubio seductoramente.

 

-Me das asco- Mabel se sentía mal por ella, pero tenía que entender que no la quería de esa manera.

 

-Cállate y bésame- antes de que la chica pudiera besar a su hermano tocaron a la puerta.

 

-Líder- llamo el sirviente al rubio.

 

-Voy- empujo a Melissa haciéndola caer al suelo y salió por la puerta -¿Qué pasa?-.

 

-La niña demo…la señorita Clare está aquí- enuncio el sirviente corrigiendo su error.

 

-¿Qué?- Mabel corrió por toda la mansión en busca de su amada -¡Clare! ¡Clare!-.

 

-¡Mabel!- se escuchó la voz de Clare a lo lejos.

 

-¿Dónde estás?- grito el rubio con desesperación.

 

-Aquí- la chica salió de detrás de las escaleras con un poco de vergüenza.

 

-Clare- el rubio estuvo a punto de abrazarla pero se detuvo para no molestarla.

 

-Hola- saludo evitando sus ojos.

 

-¿Qué haces aquí? ¿Cómo llegaste aquí?- Mabel no entendía la razón de su presencia en la mansión, pero estaba muy feliz de verla.

 

-Yo…pensé mucho sobre lo que me contaste- respiro hondo –no sé si quiera ayudar a tu familia o utilizar mi poderes para sus propios beneficios, pero…-.

 

-¿Pero?- sentía que diría algo importante.

 

-Yo haría cualquier cosa por ti, porque- la vergüenza se apodero de la chica, pero esto no la detuvo–te amo-.

 

-¿Qué?- Mabel no podía creer lo que escuchaba.

 

-No me hagas repetirlo, estúpido- susurro la chica con sus mejillas al borde del colapso. Mabel la abrazo con fuerza, no la dejaría ir nunca más.

 

-Te amo con locura- susurro el rubio en el oído de ella.

 

-Cállate- Mabel se apartó un poco y rozo sus labios con los de ella, jamás había sentido algo así, su corazón estaba tan acelerado y su cabeza se quedó en blanco. Se apartó unos centímetros y miro a Clare.

 

-Vamos a mi habitación- quería tocarla, besarla, que solo le perteneciera a él. La joven mujer asintió con la cabeza y subieron las escaleras hasta el cuarto de Mabel. Por fortuna Melissa ya no estaba ahí y eso alivio profundamente al rubio.

 

-¿Qué pasa?- pregunto la chica con las mejillas ruborizadas y con los labios entreabiertos, preparada para besarlo.

 

-Déjame amarte con locura- el muchacho cargo a Clare hasta la cama y la bajo con cuidado, se quitó la camisa y procedió a hacer lo mismo con la ropa de ella.

-Ma..bel…Mabel- decía la chica entre gemidos, lo cual volvió loco al vampiro. En el punto culminante de su acto sexual, Mabel no podía resistir las ganas de morderla, probar esa deliciosa sangre de su amada, la necesitaba.

 

-Clare, yo…- la muchacha pudo notar los ojos rojos en el rubio y sus colmillos sobresaliendo de su boca.

 

-Hazlo, muérdeme- susurro la chica acercando su cuello a la boca del chico.

 

-No, aléjate de mí- Mabel aparto un poco a la chica, pero esta se pegó a su cuerpo con más fuerza.

 

-Quiero estar a tu lado, no quiero ser una simple humana junto con el gran líder de los Fernsby- el rubio soltó algunas lágrimas y saboreo primero su cuello suave y terso. Abrió la boca para dar una mordida grande y clavo sus colmillos desesperado, casi arrancándole la carne. Antes de que pudiera reaccionar, ella perdió el conocimiento y se desmayó en los brazos de Mabel.

 

-Serás mía por siempre- susurro el rubio dándole un pequeño y tierno beso en los labios, sin imaginar las consecuencias que traería el haberla convertido en vampiro.

 

A la mañana siguiente Clare despertó sintiéndose perfectamente, como si nada hubiera sucedido. Comenzó a sentir una molestia en la garganta, pero esto paso de ser una molestia a sentir como si un tubo le atravesara la yugular.

 

-Ten bebe esto- dijo Mabel entregándole un vaso con un líquido rojo dentro.

 

-¿Qué es esto?- pregunto la chica, imaginándose lo que era.

 

-Solo bébelo- Clare obedeció y lo absorbió de un solo trago, su garganta volvió a la normalidad y se sentía de maravilla.

-¿Esto…era sangre?- tenía miedo de la respuesta.

 

-Si- Mabel la abrazo con ternura, por fin estaban juntos y no había nada que los separara.

 

-Tengo algo importante que decirte Mabel- menciono la chica apartándose de él.

 

-¿Qué pasa?- Clare lo miro directo a los ojos.

 

-Muere- ordeno, tratando de utilizar sus poderes, el rubio se puso pálido y no entendía que pasaba, pero lo más inquietante es que no pasaba nada.

 

-¿Qué fue eso?- pregunto Mabel atónito.

 

-¿Qué no te das cuenta?- era muy obvio –perdí mis poderes-.

 

-Imposible- Mabel no podía creerlo, más bien no quería creerlo. Antes de que pudiera decir algo escucho un estruendo afuera de la habitación. El rubio salió apresurado y encontró a Melissa enfrente de la puerta con una sonrisa malvada.

 

-Hola hermanito- su tono no le agradaba nada al rubio.

 

-¿Qué quieres?

 

-Nada, solo- se aguantó la risa- voy a hablar con el consejo-.

 

-¿De qué?- Melissa salió corriendo rumbo al gran salón, donde se encontraba su madre y los otros miembros.

-Maldita sea, Clare quédate aquí y no salgas- Mabel corrió para alcanzar a su hermana pero fue inútil, al llegar al salón ya todos estaban enterados. Cuando el líder convirtió a Clare en vampiro, esta perdió sus poderes, convirtiéndose en un estorbo para la familia Fernsby.

 

-Debe ser asesinada, cuanto antes- ordeno la madre del rubio.

 

-No, yo soy el líder- indico el chico.

 

-Ya te pasamos el terminar tu compromiso con Melissa, esto es completamente diferente y no tienes decisión en estos asuntos- concluyo Caroline fulminándolo con la mirada.

 

-Yo amo a esa mujer y si la matas es como si me mataras a mí- las lágrimas estaban a punto de salir.

 

-Pero si yo no le hare nada, tú lo harás- menciono la madre con severidad.

 

-¿Qué?- Mabel no podía creer lo que estaba escuchando, todo el consejo estaba de acuerdo en asesinar a la mujer que amaba.

 

-Hazte responsable de tus actos Mabel querido- muchas ideas pasaron por la cabeza del rubio, escapar con Clare era lo más conveniente.

 

-Yo acepto mi castigo- dijo Clare entrando al gran salón.

 

-¡Te dije que no salieras!- el rubio estuvo a punto de correr pero varios guardias lo detuvieron dejándolo inmóvil en el piso.

 

-Yo me encargare de ella, madre- susurro Melissa amenazante.

-¡No! Clare ¡Huye!- por más que lo intentara Mabel no podía zafarse de esas manos que lo aprisionaban.

 

-Está bien Mabel- menciono la chica con una sonrisa sutil.

 

-Basta de hablar- Melissa tomo la espada de uno de los guardias y apuñalo a Clare justo en el corazón.

 

-Te amo…Mabel…esto no es…tu culpa-enuncio la chica antes de caer al frio suelo y morir desangrada.

 

-¡Noooooooo! ¡Suéltenme!- Mabel logro soltarse de alguna manera y abrazo el cuerpo sin vida de la chica, llorando desconsoladamente –no me dejes solo, Clare, no puedo vivir sin ti-.

 

-Ahora serás solo mío hermanito- dijo Melissa lamiendo la espada con la que apuñalo a la niña demonio.

 

-¡Clareeeeeeeeeeeee!-el rubio gritaba entre llanto como si eso fuera a devolverle a su amada, pero eso nunca sucedería. Mabel vio en la mano de Clare un papel enrollado, era una carta…

 

“Para mi amado Mabel”

 

Después de la muerte de Clare y al leer esa carta, Mabel nunca volvió a ser el mismo…

Notas finales:

que les parecio? :D

les comunico que esa carta es muy importante para la historia xD

El proximo sera del pasado de Arthur :3

por cierto comence a escribir un nuevo fic, pero es de tematica heterosexual y lo subi a la pagina que tiene amor yaoi para este tipo de fics (fanfic.es) 

el titulo es "Ni la estrella más lejana me impediría verte"

mi seudonimo es Makoko1616 por si gustan seguir esa historia :D les prometo no decepcionarse 

Gracias por leer :D

Makoko <3


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