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Sí, de nuevo todo me lleva a tí por makoko

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Notas del capitulo:

Hola mis queridos lectores :D

Lo siento por no actualizar, pero estaba en depresion porque una integrante de mi grupo favorito se salio y pues espero y me entiendan T.T

Por falta de inspiracion dejare el pasado de Daniel y Damon para despues, son muy importantes, en especial el de Damon, por eso tienen que quedar perfectos :D

Tambien me desanime porque solo recibi un review u.u ya saben que la unica manera que se si les gusta o no, es con sus reviews T.T

Disfruten de la lectura :D

 

 

Estoy tan ansioso porque mañana terminan las vacaciones, durante estas semanas me dedique a buscar el libro sobre los vampiros, también leí sobre el amor y… sobre sexo… ni siquiera sé porque lo hice, pero leí muchas cosas interesantes sobre eso… también aclare mis sentimientos y tome una decisión.

 

Estaba sentado en uno de los muchos escritorios que hay en la biblioteca cuando sentí unos brazos delgados y finos alrededor de mi cuello.

 

-Pero ¿Qué?- voltee y Melissa estaba sonriendo maliciosamente.

 

-Eve, te extrañe mucho- se pegó a mi cabeza y comenzó a aspirar mi aroma.

 

-Suéltame- mencione tratando de pararme pero es más fuerte que yo.

 

-Te ves tan delicioso, me dan ganas de comerte entero- susurro en mi oído con tono seductor y acaricio mi cuello.

 

-¿Qué haces?- logre zafarme de su agarre y corrí hacia la puerta, esto me recordaba cuando estaba a punto de ser mordido por un vampiro, pero, Melissa no es un vampiro o ¿sí?

 

-No huyas de mí, no te hare nada- dijo cruzando los brazos –por ahora-.

 

-Deja de asustarme de esa manera…- mi celular comenzó a sonar y conteste rápidamente – ¡Bueno!-.

 

-¡Eve! Estoy a punto de llegar, ¿Dónde estás?- la voz de Arthur me hizo tan feliz y corrí hacia la salida.

 

-Voy rumbo a la salida, te espero en el portón- colgué y me apresure para llegar, quiero ver a Arthur, era lo único que podía pensar, estaba tan feliz.

 

Espere 10 minutos en la salida mirando a todos lados, chicos y chicos llegaban, uno tras otro, pero ninguno de mis amigos se divisaba. A lo lejos vi un muchacho alto y moreno de cabello negro, Arthur, cargaba su gran maleta sin esfuerzo alguno y miraba a todos lados buscando a alguien.

 

-¡Arthur!- grite tan fuerte como pude sacudiendo mis brazos para que me viera entre la multitud.

 

-¡Eve!- fijo su mirada en mi hasta que estuvimos lo suficientemente cerca.

 

-Te extrañe mucho- susurre rodeando su cintura con mis brazos.

 

-Eve…- abrazo mi cuerpo y me apretó hacia el con fuerza. Pude sentir un poco de agua en mi cabeza.

 

-¿Estas llorando?- pregunte sorprendido.

 

-Te…extrañe…mucho- dijo el moreno entre sollozos.

 

-Tonto, no llores- me aparte un poco de él y seque sus lágrimas con la manga de mi chaqueta.

 

-Perdón-menciono con una leve sonrisa.

 

-Sabes, ya tome una decisión- dije algo avergonzado.

 

-¿Sobre qué?- parecía confundido.

-Sobre mis sentimientos- mencione acariciando mi cabello hasta las puntas.

 

-Ahhh, la persona que te gusta- no parecía nada feliz.

 

-Sí, ya lo decidí, la persona que me gusta, ya no tengo dudas- sonreí alegremente y Arthur sonrió con algo de tristeza.

 

-Dime, ¿Quién te gusta?- pregunto totalmente serio.

 

-Bueno…- antes de que pudiera responder un chico me abrazo por la espalda -¿Qué?-.

 

-Mi amado Eve- dijo Frank con una gran sonrisa en su rostro.

 

-¡Frank!- mencione felizmente y lo abrace con fuerza.

 

-Mi lindo Eve, ¿Estuviste solo sin mí?- pregunto tratando de ser lindo.

 

-Claro que sí, te extrañe mucho- Frank me soltó primero, lo cual fue extraño.

 

-¿Por qué me miras así?- pregunto el pelinegro dirigiéndose a Arthur que tenía una mirada asesina.

 

-No me has dicho quién te gusta, Eve- me miro esperando una respuesta, pero no quería decirle enfrente de Frank.

 

-Bueno…- miraba a todos lados tratando de encontrar una manera de escabullirme, a lo lejos vi un muchacho con lentes y un libro en la mano -¡Damon!-.

-Eve, espera…- dijo Arthur, pero no le hice caso y corrí hacia el chico de anteojos que ni siquiera me escucho.

 

-¡Damon!- mientras corría me tropecé con una roca y caí tumbando a Damon, aterriza encima de él, debido al ajetreo perdón sus lentes.

 

-Que maravillosa bienvenida- menciono con sarcasmo.

 

-Tienes muy bonitos ojos, Damon- enuncie sonriendo mientras lo miraba sentado en su vientre.

 

-Ehh…Ahh…- tomo sus lentes y los volvió a colocar en su lugar –Gracias, supongo-.

 

-Tienes la cara roja- mencione burlándome un poco.

 

-Quítate de encima- me levante aun riéndome de él, pero mi sonrisa se borró cuando vi una cabellera roja entre los estudiantes, Daniel.

 

-Damon, ¿Podrías entretener a esos dos?- le pedí señalando a Frank y Arthur que nos miraban extrañados.

 

-Mmmm…- el chico miro hacia el otro lado, donde Daniel nos miraba sorprendido –Ya entiendo, los mantendré alejados-.

 

-Gracias- camine con paso firme y sin mirar atrás rumbo a donde estaba el pelirrojo.

 

-Eve…- menciono Daniel con una leve sonrisa.

 

-Hola- salude como si nada pasara.

 

-¿Tienes una respuesta?- pregunto con pesar.

 

-Sí, pero hablemos en un lugar más privado- asintió con la cabeza y comenzamos a caminar. No hablamos durante todo el trayecto, llagamos a la parte trasera de los dormitorios y el chico se detuvo.

 

-Ya estamos solos- dijo deteniéndose y mirándome a los ojos.

 

-Si…- todo mi coraje se fue al momento de ver esos ojos, no quiero lastimarlo, no quiero que sufra –pensé mucho sobre esto, y aunque diera mil vueltas siempre llegaba a la misma conclusión-.

 

-No te gusto- afirmo sin rodeos.

 

-Me gustas, pero…- alguien me gusta más, no podía decir eso.

 

-Lo entiendo, por favor ya no digas más- estaba muy triste, lo podía ver en su mirada, me sentí tan mal.

 

-Lo siento- las lágrimas estaban a punto de salir de mis ojos, pero no lo podía permitir, yo soy el que lo está rechazando así que no debo llorar.

 

-Puedo pedirte una última cosa- enuncio con una leve sonrisa.

 

-Si- susurre lo suficientemente fuerte para que me escuchara.

 

-Dame un beso, un último beso- me paralice por un momento, pero entendí que renunciaría a mi si lo besaba.

 

-Está bien, pero cierra los ojos- obedeció mi orden y se inclinó un poco, me acerque tímidamente. Tome con mis dos manos su suave rostro y me acerque cada vez más hasta que nuestros labios se tocaron, conté hasta tres y me separe inmediatamente.

 

-Gracias- menciono Daniel.

 

-¡Eve!- grito Mabel mirándonos desde lejos, estaba furioso.

 

-Mabel, déjame explicarte- trate de hacerlo entender, pero no me escucho.

 

-¡No vuelvas a tocarlo! ¡Eve es mío!- estaba hecho una furia y casi golpea a Daniel, pero se detuvo y me cargo como si fuera un costal en su hombro.

 

-Mabel, ¡Bájeme!- no me hizo caso y camino hasta nuestro dormitorio, a pesar de mis quejas no me bajo hasta entrar en el cuarto, me tiro sobre la cama y se puso encima de mí.

 

-¡Tú eres solo mío, no puede besar a nadie más!- dijo muy molesto y comenzó a besarme bruscamente.

 

-Mabe…- sus besos me robaban el aliento y no podía siquiera hablar, estaba tan celoso y era mi culpa, siempre lo hago enojar.

 

-Eres mío…- dijo un poco más tranquilo, pero siguió besándome sin consideración, me deje llevar, a pesar de que me moría de la vergüenza, sus besos siempre me gustan, estar tan cerca de él me gusta, todo de él me gusta.

 

-Mabel…escu-cha-me –suplique tomando aire y tartamudeando por la fatiga.

 

-No quiero escucharlo- comenzó a besar mi cuello y metió su mano por debajo de mi camisa, sentí un choque eléctrico por todo mi cuerpo, nunca había sentido algo así, trate de apartarlo pero fue inútil.

 

-¡Escúchame!- le grite a todo pulmón y por fin se apartó un poco para que pudiera hablar.

 

-Lo siento, perdí la cabeza- se quitó de encima y se sentó en la orilla de la cama.

 

-Esta bien, solo escúchame- mencione respirando profundamente.

 

-Lo entiendo, te gusta Daniel, pero…-volvió a poner esos ojos llenos de furia –no puedo aceptarlo-.

 

-No me gusta Daniel, no de esa manera- corregí sus palabras.

 

-Entonces…¿Por qué lo besaste?- pregunto ahora furioso conmigo.

 

-Me lo pidió, porque lo rechace- respondí sin rodeos, no quería más malos entendidos entre nosotros.

 

-¿Por qué lo rechazaste?- dijo sorprendido.

 

-Porque…porque…- me gustas, ¿Por qué no puedo decirlo? Cálmate, cálmate-

 

-¿Por qué?- parecía desesperado.

 

-Cuando te diga, por favor sal de la habitación- mencione cubriendo mi rostro con las manos.

 

-Está bien, pero dime- cubrí mis ojos con las manos y suspire.

 

-Tu… me gustas- el silencio abordo la habitación –por favor sal del cuarto-.

 

-Te amo- aparto mis manos de mi cara y me miro directo a los ojos, sonrió como nunca lo había visto, totalmente feliz, una sonrisa sincera, ¿Por qué me gustas tanto?

 

-ahh- no sabía que decir.

 

-Ya me voy, descansa- se levantó de la cama, pero antes de que pudiera caminar lo jale del brazo para que no se fuera.

 

-Quédate conmigo- sabía que mi cara estaba roja así que mire a otro lado y mi corazón latía como loco.

 

-Siempre estaré contigo- dijo Mabel con una gran sonrisa.

Notas finales:

que les parecio? :D

No me odien u.u

a los fans de Mabel, estaran felices un rato :D

a los fans de Arthur, no se preocupen ;)

a los fans de Frank, todo estara bien :D

a los fans de Daniel, no se que decirles u.u

a los fans de Damon (?) a alguien le gusta? xD 

Gracias por leer :3

Makoko <3


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