Después de una semana recibí un mensaje de Mabel…
“Llegare mañana”
Idiota, solo me dices eso, no hemos hablado en una semana y ahora yo soy el que huye de Arthur. Mis sentimientos están descontrolados, quiero a Mabel y quiero a Arthur, pero el sentimiento es diferente. Camine por el campus tratando de despejar mi mente hasta que vi a Frank sentado en el piso y recargándose en un frondoso árbol.
-Hola- salude sentándome a su lado.
-Te ves deprimido- dijo con una sonrisa débil.
-Tú también, ¿te encuentras bien?- pregunte tomando su mano.
-No, no estoy bien- respondió sin ganas.
-¿Qué pasa?- lo mire directo a los ojos.
-Tengo que decirte la verdad, Eve- menciono entrelazando nuestros dedos.
-¿De qué verdad hablas?- pregunte desconcertado.
-Prométeme que no harás nada precipitado- asentí con la cabeza y suspiro callando por unos segundos.
-Todos te hemos mentido de alguna manera- dijo finalmente.
-Todos… ¿Quiénes?- enuncie con preocupación.
-Daniel, Damon, Arthur, Mabel y yo- contesto evitando mi mirada.
-¿Sobre qué me han mentido?- no entendía a lo que se refería.
-Nosotros sabemos sobre tus poderes de controlar vampiros, no solo eso, también que eres el niño demonio- estaba muy sorprendido de que supieran todo eso y no sabía que decir.
-Yo…ahh- tartamudee unos segundos sin poder expresarme correctamente.
-En el mundo de los vampiros hay 5 familias principales que lo rigen, una de ellas son los Puscat y… yo…- me miro con tristeza –soy su líder-.
-¿Qué?...entonces…tu…eres un…- mis ojos se pusieron llorosos y solté su mano bruscamente.
-Vampiro- termino la frase con pesar.
-No, no puede ser- me levante y trate de correr pero el pelinegro me sostuvo de la muñeca, pero no me atreví a voltear a verlo.
-Prometiste no hacer nada precipitado- enuncio con tono molesto.
-¡Eso fue antes de saber que eras un maldito vampiro!- grite y debido a la impresión de mis palabras me soltó, sin pensarlo dos veces corrí con todas mis fuerzas dejando atrás a un triste Frank.
Él dijo que todos me habían mentido…entonces… todos son vampiros. No puedo creerlo, como pudieron mentirme de esa manera. Llegue a la biblioteca, abrí la puerta y entre mirando a todos lados, desearía no haber entrado nunca.
Un chico desnudo estaba atado sobre el escritorio de Melissa, ella igualmente desnuda y mordiendo su cuello desesperadamente, camine hacia atrás sin hacer ruido, pero la chica se dio cuenta de mi presencia.
-No me gusta que me interrumpan mientras me alimento- dijo dejando a su presa y caminado hacia mí.
-Lo siento… no quería interrumpirte- tenía miedo… moría de miedo.
-No bastara con una disculpa- se limpió con el brazo su boca llena de sangre.
-Eres un vampiro- afirme con todo mi cuerpo temblando.
-Corrección, soy una vampiresa- me regalo una sonrisa maléfica y se acercó con toda la intensión de morderme.
-¡No te muevas!- se detuvo en seco bajo el control de mi poder, fue la primera vez que me sentí realmente bendecido por mi don.
-¿Qué se siente?- pregunto molesta por no poder moverse.
-¿De qué hablas?- mencione algo asustado.
-¿Qué se siente perderlo todo?- rio a carcajadas –descubrir que todo lo que te hacia feliz, es una mentira ¿Qué se siente?-.
-¡Cállate!- grite mientras salía a toda prisa rumbo a mi habitación.
Era demasiado para mí, que todo sea una mentira, no puedo soportarlo, me duele demasiado. No sé qué hacer, ¿Debería irme de aquí? Pero si me voy, no volveré a ver a Mabel, ni a Arthur, ni a nadie, me quedaría completamente solo.
La puerta de mi cuarto estaba abierta, entre con cuidado y Mabel estaba sentado en mi cama, me temblaban los pies y mi cabeza se quedó en blanco.
-Eve, he vuelto- sonrió como siempre lo hacía y camino directo a mí para abrazarme.
-No…- susurre.
-¿Te sucede algo?- levanto su brazo con toda la intención de acariciar mi cabello.
-¡No me toques!- grite mirando al suelo, no quería usar mis poderes con Mabel.
-¿De que estas hablando?- la sonrisa se borró de su rostro.
-¿Cómo pudiste?...- las lágrimas empezaron a bajar por mis mejillas -¡¿Cómo pudiste mentirme?!-.
-No sé a qué te refieres- enuncio con un tono molesto.
-¡Eres un vampiro!- sus ojos se abrieron de par en par, pero no tardó mucho en cambiar su cara de sorpresa por una furiosa.
-Te enteraste- ni siquiera intento negarlo.
-¡¿No me vas a dar una explicación?!- estaba tan enojado.
-¿Qué quieres que te diga?, ¿acaso me hubieras hecho caso si te decía que era un vampiro?, ¿te hubieras quedado?, ¿Te hubiera gustado?, él hubiera no existe- parecía una persona diferente, hablando sin amabilidad, sarcástico, cruel, ¿Cuál es el verdadero Mabel?
-No quiero volver a verte- mentí
-¿A dónde iras?- pregunto cruzando los brazos.
-Lejos de este lugar- respondí firmemente.
-Eres mío, que nunca se te olvide- enuncio mirándome directo a los ojos.
-Yo no soy…- sentí un golpe en mi nuca y me desplome cayendo al suelo.
-Pronto estaremos juntos de nuevo, Clare…-.
************************************************
Frank tomo su celular y comenzó a marcarle desesperadamente a alguien.
-¡Damon!- grito el pelinegro a su celular.
-¡¿Por qué gritas?! ¡Bastardo!- se escuchó la voz de Damon en la otra línea.
-Eve ya sabe toda la verdad- dijo Frank.
-¿Qué?, ¿Cómo lo supo?- pregunto perplejo.
-Yo, se lo dije- respondió culpable.
-¡¿Qué?!- el pelinegro despego el celular de su oreja para no oír lo gritos.
-Cálmate, primero hay que encontrarlo- menciono
-Iré por Arthur, tú ve por Daniel y nos vemos en la biblioteca- ordeno el chico y colgó.
-Maldito…- Frank corrió en busca de Daniel y lo encontró cerca de la biblioteca -¡Daniel!-.
-¿Qué sucede?- pregunto el pelinegro desconcertado.
-No hay tiempo de explicar, sígueme- menciono el pelinegro caminando rumbo a la biblioteca seguido por el pelirrojo.
-¡Frank!- lo llamo Damon dentro del edificio.
-Hay que hacer un…- el olor a sangre desconcentro a Frank de sus ideas, Melissa estaba desnuda en medio del lugar y un chico muerto sobre su escritorio.
-¿Qué sucedió aquí?- pregunto Daniel.
-Estaba comiendo tranquilamente, cuando su pequeño tesoro llego a interrumpirme y dejarme inmóvil aquí- contesto bastante molesta.
-¿Dónde está, Eve?- cuestiono Arthur a la chica.
-No lo sé, salió corriendo muerto del miedo y aun no me puedo mover- respondió.
-¿Cuánto tiempo llevas así?- indago Damon.
-Mmmm, unos 10 minutos- todos se miraron entre sí, Daniel se quitó la camisa y se la puso a Melissa.
-¿Dónde está Mabel?- dijo el moreno.
-Ese maldito bastardo- menciono Frank cargando a Melissa en su hombro sin ninguna delicadeza.
-¿Qué haces?- enuncio la chica aun sin poder moverse.
-Mabel se llevó a Eve, tenemos que ir por el- respondió Arthur mientras corrían hacia los autos…