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Sí, de nuevo todo me lleva a tí por makoko

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Notas del capitulo:

Hola mis lectores :D

No tengo nada que decir, solo lo siento, pero ya volvi, lista y mejor ;)

comenzare a actualizar cada semana, asi que porfavor no me abandonen :'(

los amo <3

 

Advertencias:

Lemon, violacion, muerte de un personaje

Melissa y Daniel corrían a toda velocidad por uno de los grandes pasillos del cuartel enemigo, los pasos de sus perseguidores comenzaron a perderse y a ser casi inaudibles.

 

-Me…duelen las piernas- mascullo la chica con dificultad para respirar.

 

-Deja de quejarte, le dimos un poco de tiempo a Arthur para que encontrara a Eve- el pelirrojo saco un pañuelo de su bolsillo extendiéndolo para su acompañante –Te vez horrible con la cara sudada-

 

-Gracias, después de todo eres un caballero- Melissa se pegó al cuerpo del chico insinuándosele al oído –me gustaría hacer algo contigo, después de rescatar a la princesa en apuros-.

 

Daniel suspiro, no podía creer que Arthur aceptara la ayuda de esa arpía, pero sobre todo le molestaba que la pusieran junto a él para mantenerla vigilada, como si fuera su niñero.

 

-¡Alguien se ha infiltrado en el cuartel!- la voz de Annie se escuchó por todo el lugar -¡Todos los miembros disponibles diríjanse al sector K! ¡Quiero a los intrusos muertos!-.

 

-Mierda, nos han descubierto- susurro Daniel al escuchar los pasos cada vez más cerca.

 

-¿Puedo matarlos?- pregunto ella con una sonrisa macabra que lo asusto un poco.

 

-Estas chiflada- comento mientras sacaba dos mascarillas de gas que traía en una mochila –Ponte la mascarilla por si traen ese gas morado y solo mata si es necesario-.

 

-A la orden jefe- la chica le guiño un ojo antes de cubrirse el rostro, Daniel la ignoro y se puso el artefacto.

 

-Tenemos que salir de aquí lo más rápido posible, no te separes de mi- enuncio con tono mandón y ella solo sonrió.

 

-¡Aquí están!- un hombre corpulento de traje negro lanzo una bomba de gas hacia donde estaban los vampiros, sin esperar que esta soltara su contenido ambos corrieron a toda velocidad, esquivando y empujando a cualquiera que se pusiera en su camino. Los humanos disparaban a diestra y siniestra pero eso se sentía como un piquete de abeja para los intrusos, lo cual no fue problema para seguir su camino hacia la salida.

 

Al final del pasillo se divisaban unas escaleras pegadas a la pared que llevaban al exterior, Daniel se adelantó y trepo lo más rápido que pudo sin mirar atrás. Melissa lo siguió y también algunos hombres testarudos, pero los vampiros eran más rápidos y pronto los dejaron atrás.

 

-¡¿Cuánto más tendremos que escalar?!- grito ella al empezar a desesperarse ya que esas escaleras parecían no tener fin.

 

-¡Un kilómetro más!- aulló mientras se sostenía fuertemente de los tubos que hacían el trabajo de escalones -¡Ahí esta!-.

 

Una luz cegadora y también un calor intenso se sintió cuando la puerta se abrió del otro lado, Damon agitaba las manos desde arriba incitándolos a subir más rápido. Daniel fue el primero en salir siguiéndole Melissa, en cuanto llegaron a la superficie se arrancaron las mascarillas y respiraron profundamente.

 

-¡Creí que iba a morir!- dijo la chica tratando de respirar normalmente.

 

-Fue una lástima que no pasara- murmuro Damon que se cubría todo el cuerpo con una sábana, les dio una a cada quien para que se cubrieran debido al intenso sol que quemaba hasta los huesos en ese lugar.

 

-Ya lo había olvidado- Melissa se cubrió con la sabana- este maldito lugar está en el maldito desierto del Sahara-.

 

-No maldigas el desierto- comento Damon.

 

-¿Dónde está Arthur?- pregunto el pelirrojo ignorando su estúpida pelea.

 

-Ya deberían estar aquí- intervino la chica.

 

Antes de que el chico pudiera contestar, un ruido enardecedor los hizo mirar al cielo esquivando con la mirada los rayos incandescentes de la gran estrella. Un helicóptero volaba sobre ellos haciendo que la arena se elevara por todos lados.

 

-¡¿Frank?!- grito con todo su poder el pelirrojo.

 

Del transporte salieron tres cuerdas y los vampiros las tomaron son pensarlo dos veces, el helicóptero siguió su camino mientras que ellos trepaban por las sogas. Daniel subió sin problemas y ayudo a Damon ignorando por completo a la vampiresa.

 

-Retiro lo dicho- exclamo ella tratando de no romperse sus uñas al entrar en el vehículo –No eres nada caballeroso-.

 

-No sabes cuánto me importa tu opinión- mascullo el pelirrojo.

 

-Podrían dejar de pelear- dijo Arthur al fondo de la cabina con rostro deprimido.

 

-¿Por qué tienes esa cara? ¿Dónde está Eve?- cuestiono Daniel insistente.

Atrás del moreno estaba el susodicho tocándose el cabello con nerviosismo, su extrema delgadez era muy evidente y las ojeras alrededor de los ojos expresaban que no había descansado en muchos días. Daniel se abalanzo para darle un gran abrazo sin embargo no fue posible ya que Arthur lo detuvo.

 

-¿Qué te pasa?- el pelirrojo empujo al moreno sin piedad.

 

-¡No!- grito Eve y se volvió a colocar detrás de Arthur.

 

-¿Qué te sucede princesa?- pregunto Melissa tratando de acercarse.

 

-¡No se acerquen!- chillo Eve aferrándose a la ropa del moreno asustado.

 

-Eve, soy yo, Daniel- estiro su mano tratando de tocarlo pero Arthur lo detuvo.

 

-Le han borrado la memoria, no sabe quién eres, no sabe quién soy, tampoco sabe quién es,  como un cascaron vacío- comento el moreno con los ojos llorosos.

 

-¿Cómo puede ser posible?- Daniel se sentó en el suelo, no podía estar un minuto más de pie, pero extrañamente Damon era el menos sorprendido.

 

-Todo esto es una locura- exclamo Frank desde el asiento del copiloto.

 

Eve se relajó al ver que nadie intentaba tocarlo, pero se sintió mal por esas personas que lo conocían y él no las recordaba, pero Rose le dijo que solo podía confiar en una persona. Arthur tomo la mano del chico y entrelazaron los dedos, nadie volvería a arrebatarle el amor de su vida.

 

 

 ****************************************

 

Jean entro a la habitación que le pertenecía a Eve y se encontró con Priscilla, su mirada estaba perdida, tan solo estaba parada ahí sin ninguna reacción.

 

-Priscilla…se llevaron a Eve- extendió su mano para abrazarla pero ella se apartó de inmediato.

 

-De nuevo…me lo arrebataron de nuevo- la sangre le hervía, su cuerpo temblaba por la rabia y solo podía pensar en las diferentes maneras de asesinar a esos vampiros.

 

-Canaliza toda esa rabia en tu siguiente misión- Annie llevaba un tiempo parada en la puerta, solo observando a la pareja de esposos.

 

-¿Misión?- pregunto la mujer mirándola con rabia.

 

-Nosotros nos encargaremos de Eve, tú debes hacer lo que acordamos desde un principio- ordeno con prepotencia, el ruido de sus tacones era como un taladro en la cabeza de Priscilla. Seguir las órdenes nunca fue algo que se le diera de maravilla, muchos menos seguir el sistema, pero sabía que no podía desobedecer a Annie, desobedecerla era una muerte segura y no tenía lugar a donde ir.

 

-Jefe…creo que será mejor darle un tiempo…-

 

-¡No!- grito la mujer con desesperación –Melissa Fernsby, acabar con ella es mi misión-.

 

-Por lo que te entrenaste tantos años, pasaste hambre, frio, sufrimiento, dolor…- Annie sonrió triunfante –para matar a Melissa Fernsby, para vengarme de ella-.

 

-¿Qué pasa con los otros?- pregunto la mujer decidida.

 

-Yo me encargare de ellos personalmente- enuncio la jefa y después se retiró con paso firme.

 

-¿Estas bien?- Jean siempre se preocupaba cuando esas dos hablaban de venganza, pero no podía hacer nada para evitar una catástrofe, después de todo solo era un simple humano enamorado de un monstruo.

 

-No, nunca estoy bien- Priscilla salió de la habitación para prepararse imaginando sus manos sobre el cuello de la vampiresa.

Notas finales:

les gusto?

dejen un review e insultenme xD 

Makoko <3


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