Eve miro hacia la puerta donde estaba parada Melissa, Daniel se acercó rápidamente y golpeo al chico que estaba sangrando por la rodilla en la nuca, dejándolo inconsciente. El pelirrojo cargo al chico en sus fuertes brazos, como si fuera una pluma.
-No tenías que noquearlo Daniel- dijo Melissa dando dos pasos hacia los chicos.
-No es un paso más, zorra- insulto Daniel a la chica.
-¿Tienes miedo de que Eve descubra la verdad?- pregunto con una sonrisa malvada.
-Melissa, ya basta- le ordeno Mabel.
-¿Por qué no simplemente lo tomas? Hermanito- le dijo al rubio –después de todo, tú lo encontraste primero-.
-Las reglas cambiaron- menciono Arthur.
-Eve escogerá al chico con el que quiera estar- enuncio Damon.
-Pero si el mocoso se entera de que somos vampiros, todo su teatrito se acabara y Eve los odiara- dijo la chica tratando de provocarlos.
-Por eso tienes que mantener la boca cerrada perra- la insulto Frank agresivamente.
-Frank, no seas imprudente- menciono Mabel seriamente.
-Si yo quiero, en cualquier momento le digo a Eve toda la verdad- enuncio Melissa amenazante.
-Estamos en sus manos- les dijo el rubio.
-jajaja exacto hermanito, tienen que hacer lo que yo quiera o le diré a Eve que somos vampiros, que es la niña…bueno niño demonio y que lo queremos devorar- dijo Melissa.
-Maldita bruja pervertida- dijo Daniel fulminandola con mirada.
-Me encanta esa mirada de odio y desesperación- menciono la chica chupándose los labios –me excita mucho-.
-¿Qué quieres?- pregunto Mabel acercándose a ella.
-Quiero tenerte de nuevo hermanito- enuncio Melissa acariciando su mejilla –desde que ese chico apareció no me has tocado-.
-Solo cúmplele a tu hermana Fernsby- dijo Frank.
-Si hermano, acuérdate cuando me tomabas en cualquier lugar- susurro la chica colgándose del cuello de Mabel –vamos a mi habitación-.
-Melissa no puedo- aparto a la chica con delicadeza. A la mujer se le borro la sonrisa del rostro.
-¿Por qué me rechazas?- pregunto Melissa muy molesta.
-Yo lo amo- dijo Mabel señalando a Eve que estaba inconsciente en los brazos de Daniel.
-jajaja, no me hagas reír, tu no lo amas- inhalo profundamente –ninguno de ustedes ama a Eve, las personas que amaron murieron hace muchos años-.
-Cállate- el rubio levanto a la chica por el cuello con una sola mano.
-Ese chico, no es Clare- cuando Mabel escucho ese nombre su cara se trasformó del enojo y apretó aun mas su mano dejando sin aire a Melissa -¿Vas a matarme? ¿Cómo la mataste a ella?-.
-¡Yo no la mate! ¡Fuiste tú!- el rubio utilizo ambas manos para estrangular a su hermana.
-Todavía recuerdo sus últimas palabras- apenas podía hablar –“No es tu culpa, Mabel”- imito la voz de alguien.
-Cállate, por favor- el chico soltó a Mellisa y esta cayó al suelo jadeando.
-Te arrepentirás, no voy a permitir que te arrebaten de mi lado de nuevo- dijo la chica con los ojos llorosos.
-Me están dando asco- menciono Daniel enojado.
-¿De que murió Teresa? Daniel- intrigo la chica. El pelirrojo abrió los ojos de par en par, dejo a Eve en el suelo con mucho cuidado y se aproximó a Melissa. Pero Mabel lo detuvo con su brazo.
-Suéltame- refunfuño Daniel.
-Te va a matar, mejor aléjate- menciono el rubio.
-No me importa, por lo menos le daré una buena paliza antes de morir- respondió enojado.
-Eve se pondrá triste si mueres- dijo Mabel.
-jajajajjaa todos son unos idiotas locos- Melissa rio a carcajadas –esto cada vez se pone más divertido-.
-Arreglen sus problemas en otro lado- dijo Arthur mientras cargaba a Eve y caminaba hacia la puerta.
-¿Cómo está tu madre? ¿Todavía se acuestan?- pregunto Melissa maliciosamente.
-Te voy a matar, te lo aseguro, pero ahora no es el momento ni el lugar- respondió con una mirada aterradora y salió por la puerta con Eve en sus brazos.
-jajajaja eres tan lindo cuando te enojas- elogio la chica al moreno.
-Melissa ¿Cómo sabes tanto sobre nosotros?- pregunto Damon.
-Yo sé todo lo que tenga que ver con esa maldita, bueno esas malditas- respondió la chica mirando directamente a los ojos del chico.
-¿Estas celosa? ¿Por qué tu hermano nunca te amara igual que a ella?- dijo Damon con tono burlón. Melissa guardo silencio por unos segundos, en un instante ya estaba en frente del chico de lentes y le dio una patada. Debido al golpe de gran fuerza, fue lanzado hacia la pared, haciendo una enorme grieta en esta.
-Y tú ¿estás celoso de tu hermano? Porque Irene lo amaba a él y no a ti- La chica tenía los ojos rojos y sus colmillos crecieron y sobresalieron de su boca, toda su naturaleza de vampiro era notable –por eso lo mataste, para quedarte con Irene ¿o me equivoco?-.
-Basta Melissa, vamos a tu habitación- dijo Mabel tomando su mano y llevándosela lejos del salón.
-La fiesta se acabó- dijo Frank con una mirada triste.
Los amigos de Eve eran todos vampiros, lo que más odiaba en el mundo y también lo que más temía. ¿Cómo reaccionara Eve ante tal noticia? Bueno si es que algún día se entera. Muchos nombre de chicas fueron mencionados ¿Quiénes son estas mujeres? Pero la pregunta más importante, estos chicos de verdad ¿aman a Eve?
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En una ciudad muy lejana, se encontraba el padre de Eve, Jean, caminando hacia un callejón oscuro. Sus brazos y piernas estaban temblando, cada vez daba pasos más cortos como si no quisiese llegar. Camino dentro del callejón mirando a todos lados, pareciera que buscaba algo o a alguien.
-Llegas tarde- dijo la voz de una mujer que se escondía en las sombras.
-Pris…ci..la- tartamudeo el hombre.
-¿Tanto miedo me tienes? ¿Qué hiciste ahora?- la mujer dio unos pasos hacia adelante mostrando su rostro. Era la mujer más bella que se puedan imaginar, piel blanca como la leche, ojos azul cielo y cabello negro que le llegaba a la cintura. Vestía ropas negras ajustadas a su cuerpo perfectamente moldeado, cargaba una espada bastante grande en su espalda.
-¿Por qué piensas que hice algo malo?- pregunto Jean evitando el contacto visual.
-Porque eres un borracho, apostador, egoísta e irresponsable- respondió Priscila muy molesta –por cierto, ¿Dónde está Eve?-.
-Ehh…el..- Jean pensaba en una buena mentira para salvarse el pellejo, pero tardo mucho.
-Se supone que lo traerías contigo para comenzar el plan- menciono la mujer al verlo indeciso.
-Eve no está conmigo- dijo el hombre sin vacilar.
-¿Qué?- pregunto ella.
-Lo que escuchas, Eve no está conmigo- respondió el, clavando la mirada en el suelo.
-¿Dónde está?- Priscila tenía una cara de pocos amigos.
-Con ellos- dijo Jean.
-¿Quiénes son ellos?- la mujer se acercaba a él amenazantemente.
-Los vampiros- susurro él. Priscila desenvaino su espada y la dirigió a unos centímetros del cuello de Jean.
-¿Cómo es que esta con ellos? Se supone que debías de cuidarlo- dijo muy molesta.
-Estaba borracho y me ofrecieron dinero para darles a Eve- respondió horrorizado por la cercanía de esa espada.
-¿Lo vendiste? ¿Vendiste a mi hijo?- pregunto la mujer acercando cada vez más la espada al cuello de Jean. Así es Priscila es la madre de Eve.
-Él no es tu hijo- menciono Jean.
-Quieres morir ¿verdad?- a pesar de sus palabras la mujer guardo su espada.
-Pensé que me matarías- dijo el muy aliviado.
-No puedo matar a un compañero- enuncio Priscila.
-¡Pero, soy tu esposo!- grito Jean.
-Cállate, mejor piensa en una buena excusa para el jefe- dijo la mujer –vendiste la única arma que tenía la humanidad para defenderse de los vampiros-.
-Lo siento- se disculpó.
-Vendiste a nuestro único hijo- menciono la mujer tristemente.
-Pero, él no es…- Jean guardo silencio para no enfadar más a Priscila.
-Vamos, tienes mucho que explicar- dijo Priscila caminando rápidamente y Jean siguiéndola por detrás.
La madre de Eve no murió, estaba más viva que cualquiera de nosotros. Pero ¿porque el chico piensa que si murió? ¿Priscila y Jean tienen algo que ver con los vampiros?