Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Un mal día por Ariisa

[Reviews - 7]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Este pequeño fanfic se desprende del Kagakuro Imposible.

Notas del capitulo:

Los personajes no me pertenecen. Este fic no pretende más que enternecernos ante lo tsundere que puede resultar Midorima... (?)

UN MAL DÍA

 

 

 

 

 

Era una exageración. Realmente lo era. Pero no le llamaba la atención viniendo de Midorima. Shin-chan era demasiado cuidadoso con sus propias manos y articulaciones como para dejar pasar el esguince en la muñeca de Takao sin pena ni gloria, y por eso lo había obligado a pedir atención en un centro asistencial y constatar que aquello no se tratara en realidad de una fractura.  Y ahí estaba el chico poseedor del ojo de Halcón, sentado en la sala de espera, con cara de poco amigos y solo. Se aburría de sobremanera.

Desde su posición podía observar con facilidad a los pocos otros paciente que allí se encontraban aquel sábado y, creyéndose Doctor House por un rato y haciendo uso de su habilidad especial, jugó a diagnosticar a los allí presentes.

El chico de la esquina tenía algún tipo de enfermedad respiratoria, quizás una simple gripe, porque podía ver perfectamente los pañuelos desechables en el bolsillo delantero de su chaqueta. Por lo demás, su cara, aunque cansada, sólo destacaba por lo rojo de su nariz. Apostaba una caja de cereal a que se había resfriado por dejarle su chaqueta a una linda chica que nunca más lo llamó ni vio.

La señora a su lado se había hecho un corte en la mano. Cocinando, seguramente. Y necesitaba lentes nuevos, en serio, porque había escogido dos calcetines de distinto diseño, aunque tenían el mismo color.

Giro la cabeza para continuar sacando conclusiones divertidas cuando una jirafa le interceptó la visión. Pestañeó. ¿Una jirafa? Sí. De felpa. Inmensa y en frente de su cara. Tardó un segundo en entender y, tomándola en sus manos, la movió para ver a quien estaba detrás.

 

—   ¡Shin-chan! —exclamó, mostrando su sonrisa más amplia— ¿Qué haces aquí? ¡Me extrañabas!

 

—   Me aseguro de que me hagas caso —contestó, con voz neutra, mientras se acomodaba los lentes con una mano y evitaba así el contacto visual.

 

—   ¿Cómo supiste que estaba aquí? ¿Y por qué llevas ropa deportiva? ¿Vas a jugar sin mí? —inquirió, en tanto Midorima se sentaba a su lado— ¿Y qué haces con este peluche tan grande?

 

—   Llamé a tu móvil. Lo dejaste en casa —el chico pestañeó y le vino la imagen mental del celular sobre el velador—. Y pienso ir a entrenar un poco. Cáncer debe realizar el máximo de actividades provechosas el día de hoy. En cambio, Escorpio debe tener cuidado, pues no es su día de suerte.

 

—   ¿¡EH!? Ohh… ¿me trajiste una jirafa gigante porque es mi artículo de la suerte? —preguntó Takao, emocionado.

 

—   No —respondió instantáneamente el otro, cortante —. No puedo entrenar con la jirafa en mis manos, así que tú la sostendrás por mí.

 

—   ¿Quéeeee…? ¿Acaso soy tu sirviente?

 

—   Haces mucho ruido, Takao. Molestas a los pacientes.

 

El moreno iba a replicar, pero su nombre fue mencionado por el encargado y acudió a su encuentro, con el peluche en las manos, lo que notó ante la cara de asombro del sujeto. Shin-chan no cambiaba.

 

 

 

El de ojos verdes lo esperó y cuando terminó la revisión y se verificó que no se trataba de otra cosa más que un esguince, caminaron hacia la cancha del parque que estaba cerca para que Midorima jugara y cumpliera así con los mandatos de la alineación astral. Con sorpresa se encontraron con Aomine y Kise, y también con el dúo de Seirin, Kagami y Kuroko.

 

Takao pensó que se iba a quedar solo en la banca, debido a su esguince, pero Kuroko terminó con él, a su lado, mientras los otros cuatro jugaban un reñido dos-contra-dos. El muchacho de presencia débil a su lado se estaba comportando muy extraño. No fue difícil seguir su mirada y descubrir que, después de todo, le estaba prestando más atención a Kagami que a cualquiera de los otros jugadores. Esos dos eran demasiado evidentes, en serio. Parecía ridículo que no avanzaran en su relación, cuando era obvio que se correspondían. Oh, bueno, quizás Kagami aún no era consciente de sus propios sentimientos, pero allí estaban. No entendía la injusticia del mundo, porque él, por otro lado, tenía que sonsacarle cosas a Shin-chan, quien era demasiado orgulloso y tímido, a su manera.

 

El partido terminó con el lanzador de tres tiros y Aomine ganando. Antes de irse, sin embargo, quiso forzar un poco la situación.

 

—   Que Kagami sea un despistado puede ser beneficioso o perjudicial, depende de ti —le guiñó un ojo y Kuroko se vio ligeramente impresionado por su comentario. Fue una reacción suficiente para él.

 

El de ojos verdes le preguntó qué le había dicho, pero él sólo sonrió y guardó silencio.

 

Iban camino a la parada de autobuses, Midorima y él, mientras observaba la jirafa. Era bonita. Tenía unos tremendos ojos negros y una cara expresiva. Debió haber sido costosa, además. Se imaginaba a Shin-chan comprándola en una tienda de regalos con las dependientas creyendo que era el novio más tierno del mundo…

 

—   Estás callado, Takao. Viniendo de ti, no puede ser nada bueno —la mirada que el de cabellos verdosos le dedicaba podía ser lo más cercano a una cara de preocupación viniendo de él.

 

—   ¿Ah, qué dices? Eres cruel Shin-chan —se quejó, pero luego sonrió.

 

En la parada no había más gente y ellos iban a tomar distintos autobuses, por lo que cada uno se quedaría solo dentro de poco. El chico con el ojo de Halcón vio su autobús aproximarse a lo lejos.

 

—   ¿Quieres que te devuelva tu artículo de la suerte? Realmente me hubiese gustado ver la reacción de la gente en la calle cuando caminabas con esta cosa. Apenas me dejaba ver a mí. Y siempre soy yo quien carga con tus cosas… —no lo dijo a modo de reclamo, se notaba en su voz que lo decía divertido, pero no obtuvo respuesta.

 

—   Quédatela —dijo Midorima, de pronto, cuando también vio que se avecinaba el transporte. Y cualquier no lo hubiese notado, pero con la perspicacia con la que sólo Takao contaba, pudo entrever un suave rubor en las mejillas del más alto, gesto que intentaba ser desviado de su atención por la mano que acomodaba sus lentes.

 

Su corazón latió fuerte, enternecido.

 

—   Nos vemos, Shin-chan —dijo, lleno de alegría. Y no esperó a que Midorima le devolviera el gesto cuando, en puntillas, le robó un pequeño beso en los labios.

 

Con un tiempo perfecto, se subió al autobús dejando a su compañero con una cara digna de un retrato autografiado. Se despidió desde dentro agitando la mano sonriente. Midorima no salía de su estupor, en tanto el vehículo avanzaba.

 

Cuando llegó de vuelta a su casa observó con cariño al adorable animal de felpa y lo abrazó. Luego lo dejó sobre su cama. E hizo algo que nunca le había llamado la atención, aún si la persona que le gustaba era tan aficionado a eso. Buscó su horóscopo para el día presente en la página que el de ojos verdes frecuentaba.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Escorpio: Por tener a Saturno y al Nodo Norte del Dharma en su signo, deberá tener precaución. Tendrá un día de mala suerte. Consiga un guardián que lo acompañe y proteja. Evite pasar el día en casa, la cocina no es un buen lugar para usted.

Color: Verde

Número: 6

Palabra: Protección

Artículo: Figura de una jirafa (para mirar más allá de este mal día)

 

El horóscopo siempre fallaba con él.

Notas finales:

¡Espero les haya gustado! :3

Arisa.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).