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Only look at me por SungBambu

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Notas del fanfic:

* Daesung (Kang Dae Sung) y Seungri (Lee Seung Hyung) son personajes públicos pertenecientes a la YG Entertainment y parte de la banda sur coreana BigBang, mi intención no es dañar su imagen

 

* EL shot es completamente creación de Sung, no publicar sin el concentimiento de la autora.

 

Only look at me

 

Escuchó como su voz desaparecía por la línea con una suave despedida dando paso al ruido de los vehículos que pasaban presurosos por las calles, el mismo ruido que le llegaba ensordecedor antes de llamarle. Una mezcla de rabia con frustración hizo que tirara el móvil con fuerza hacia su cama tan pronto como cerró el ventanal tras él viendo como este daba un rebote en las almohadas quedando en la orilla, centímetros de caer.

Nuevamente no llegaría a quedarse con él. Otra vez quedaría desplazado por sus amigos aunque el menor sabía que lo estaba esperando ansioso desde que le había dicho de sus días libres. Odiaba cada una de las fotografías que se publicaban en las redes sociales donde se le veía contento con algunos de su círculo, momentos en los que podrían estar juntos.

Sabía que ambos necesitaban un descanso, aunque él no lo tendría hasta dentro de quizás cuantos meses, pero no era motivo para que lo dejase colgado, había hecho trabajo extra por dejarse el día libre para el menor, solo para él.
Lo único que quería en ese momento era salir de ahí, abandonar la habitación donde suponía estaría Ri hace ya un par de horas y poder disfrutar de su tiempo ganado con tanto esfuerzo. Por una razón solo un nombre se le paso por la mente en ese momento y aunque intentó desechar la idea al instante esta siguió persistente.

Tomó el móvil nuevamente dispuesto a marcar pero paro en seco antes de siquiera desbloquear la pantalla.

-       No es como si lo fuese a engañar ¿O sí?- medito mirando al suelo balanceándose con los pies. Solo saldría en son de amigos, aunque sabía que él no pensaría lo mismo

Fuera de eso no tenía demasiadas opciones, estaría solo durante toda la noche y por el día también por lo que quedarse solo no le atraía demasiado.

¿Por qué Seungri tenía que ser tan a su idea? ¿Por qué él podía mover su agenda para tan solo verle y el menor solo le cancelaba y ya?

Era tan frustrante, parecía que de los dos él era el único que se moría por tener la compañía del pelinegro, por sentir su respiración, sus miradas, sus besos…

Se revolvió el cabello indeciso saliendo con un portazo rumbo a la calle. Ya le había empezado a dar hambre y pensándolo bien el irse a dormir temprano era de todas, la mejor opción. No quería que luego Seungri se enojase con él por salir con otra persona el mismo día en que este le había cancelado. No quería cambiar sus planes, lo único que quería es que el avión lo hubiese traído al país nipón esa tarde para poder ahora estar comiendo con él y no solo. Quizá estaba siendo demasiado egoísta al quererlo solo para él, quizá incluso lo estaba asfixiando. Debía darle su espacio.

A penas probó bocado de lo que pidió llevándoselo todo en una bolsita transparente por si a media noche le daba nuevamente hambre.

El rostro de Seungri le había rondado en la mente desde que habían colgado haciendo que comer se le hiciese imposible, algunas piezas habían dado un tour completo por el plato sin llegar a su boca.

“No podré llegar Dae, perdí el vuelo”  Le había dicho como si nada. En otro momento sin duda se hubiese enojado o quizá le hubiera hecho gracia, no era la primera vez que le pasaba, pero esas palabras le llegaron amargas, en realidad quería verlo, la decepción fue lo único que logró sentir.

No podía creer que estuviese enamorado de semejante caos andante pero de algún modo lo estaba. Mentiría incluso si dijese que tan solo lo amaba, había perdido la cordura por él.

Una sonrisa cálida se apoderó de sus labios mientras buscaba sus llaves intentando no voltear la bolsa con la comida.

-       ¡Buuu!- le gritaron por la espalda al tiempo que le tomaban los hombros haciendo que soltara todo del susto escuchando como se largaban a reír

-       ¡Seungri!- se volteó rápido viendo incrédulo la figura de quién había estado en su mente hasta segundos atrás frente a él- ¿Qué haces aquí?

-       Acabo de llegar- le dedicó una sonrisa tierna recogiéndole la bolsa y las llaves

-       Creí que no vendrías- susurró notando la maleta que descansaba solo un par de pasos tras él

-       Pero aquí estoy, ¿Puedo pasar?

-       C-Claro

Se apresuró a recibirle las llaves abriendo la puerta hasta atrás para que pudiese entrar. Siguió sus pasos  con la mirada como intentando asegurarse de que Seung de verdad estuviese ahí y no fuese solo su imaginación.

-       ¿Sucede algo, Dae?

-       No- dijo apurado cerrando la puerta con seguro- Solo que me sorprendiste, de verdad ya me había resignado a no verte

-       Me costó escabullirme para poder venir a verte sin que circulasen fotos- su risa le llego como una suave caricia haciendo que su corazón se sintiese cálido. Quería acercarse a él y besarle, pero las cosas nunca habían sido así entre ellos- Nadie sabe que me he venido a Japón, debo volver mañana. Pedí vuelo para la noche, así estaré todo el día contigo

-       Me alegra- sintió como su comentario quedó flotando en el aire- ¿Tienes hambre?

-       ¿Oh?- abrió la boca ligeramente ladeando la cabeza haciéndole gracia al castaño. Definitivo esa había sido una frase frecuente en sus primeros años en BigBang, era extraño cuando la ocupaba ahora y no era para romper el hielo.

-       Me tuve que traer parte de lo que pedí- le mostró la bolsa para luego abrirla mostrándole la bandeja

-       ¿Fuiste por Sushi?- rio abriendo unos palillos- ¡Y pediste los que me gustan!- celebró como un niño tomando uno para metérselo a la boca.

Se sentó a su lado observando cómo iba tomándolos uno a uno para comérselos casi al primer bocado. En parte era divertido, las piezas favoritas de Seungri eran las mismas que a él no le gustaban, sin embargo esa noche las había pedido casi sin pensarlo.

-       ¿Quieres?- preguntó estirando una pieza al castaño

-       Ya comí- negó leve sin dejar de sonreírle- además ¿Cómo le voy a quitar la comida a mi novio?

-       Mmm…- juguetón se colocó la pieza entre los labios sin querer morderla ni comérsela. Simplemente la dejo ahí sin quitarle la mirada de encima

¿Por qué debía ser así? Sus acciones lo volvían loco pero nunca sabía que debía hacer. Ellos habían empezado a ser novios sin que ninguno de los dos se lo pidiera al otro, se llamaban y buscaban sin motivo ni horario… lo eran todo pero a la vez no podían decir cuando había comenzado esa relación. Era difícil saber si era correcto besarle en ese instante o que era lo que buscaba. Sus acciones eran tan sugerente de repente pero a la vez sus respuestas eran inocentes haciendo que solo el quedase de pervertido por pensar en otras cosas, aunque el nombre solo le quedaba en su propia imaginación ¿Entonces…?

-       No me interesa tu sushi- rodó los ojos como si estuviera fastidiado al tiempo que se lo quitaba de la boca con una mano plantándole un beso casto en los labios para devolverle la pieza. Notó como las mejillas se le teñían levemente de rojo ¿No se lo esperaba?

-       Y…- sonrió leve mientras seguía comiendo- ¿Cómo estuvo tu día?

-       Agitado, hoy adelanté trabajo ¿Y el tuyo?

-       Antes de venirme estuve ensayando, estoy algo cansado

-       Deberías dormir entonces- susurró mientras le limpiaba los labios donde habían quedado unas semillas pegadas- puedes descansar en mi cama

-       ¿Dormirás conmigo? Me gusta cuando te quedas hasta que yo me duerma- confesó dulce provocando que el corazón se le acelerara al castaño

-       Si quieres

-       ¡Bien! Iré a cambiarme- salió disparado hacia el baño al tiempo que tomaba la maleta encerrándose con ella

Una risa corta se escapó de sus labios. Sin duda el menor era toda una caja de sorpresas, tan impredecible. Comenzó a abrir la cama reprimiendo un bostezo al tiempo que colocaba las almohadas para ambos.

Su pequeño era un caprichoso sin embargo si pudiese cambiar algo de él sin duda no le cambiaría nada.

-       Listo- habló Ri a su espalda

-       Te ves guapo hasta con pijama- soltó luego de darle una corta inspección con la mirada desde la orilla de la cama

-       Bobo- rio negando- hazme un lado mejor

-       Mmm… no quiero- negó tirándose de espaldas para ocupar toda la cama sintiendo a los segundos como se le tiraban encima haciendo que se quejase alto- ¡Hey!

-       Dame lugar, estoy cansado- pidió haciéndole un puchero que hizo que todos los colores pasaran por la cara del mayor de los dos

-       L-lo siento, lo olvidaba…- sintió como Ri de ponía de nuevo de pie esperando a que él se acostara en su lugar. Con una sonrisa se abrazó a su cuerpo buscando robarle un poco de calor

-       Gracias

-       ¿Estás cómodo conmigo?- la pregunta no era necesaria, pero quería oír que estaba bien, que estaba bien con él.

Un pequeño asentimiento acompaño el reaparecer de su rostro que segundos atrás se enterraba suave en su pecho. ¿Cómo podía ser así? Enloquecerlo con solo una mirada, anhelar el escuchar su nombre pronunciado de esos labios que sabía recordaba a la perfección con solo cerrar los ojos.

Un “te amo” acompaño la respiración que se le iba volviendo más suave con el pasar de los segundos haciendo que una sonrisa surcara su rostro.

Siquiera se había alcanzado a poner pijama pero Seung se había dormido y no pensaba ponerse de pie. Adoraba acariciarle la espalda y besarle la frente cuando dormía, se veía tan tranquilo.

Agradeció el haber desechado la idea de salir esa noche, si no Seungri se hubiese encontrado solo en el pasillo esperándolo hace horas con el ceño fruncido.

Moriría si el menor lo dejara, el solo que pelearan lo dejaba destrozado. Nunca se hubiera imaginado al lado de Ri, eran tan diferentes, pero eso mismo los había unido y ahora lo que no se podía imaginar era seguir su vida sin él, sin su panda.

Las cosas eran tan complicadas pero tan simples a la vez. Quisiera pedirle disculpas por haber estado enojado por haberle cancelado, pero el menor jamás supo todas las cosas que se le pasaron por la mente.

Quisiera poder besarle delante de todo el mundo y a cada segundo pero no se podía, debía ser cauteloso.

Si solo pudiera tenerlo día a día ahí, el mirarle antes de irse a dormir sería feliz por siempre.

 

Escuchó como el menor se quejaba bajo por lo que paró sus caricias esperando a que éste lograra fijar la mirada en algún punto mientras abría los ojos lentamente.
- ¿Uh?- una leve sonrisa pasó por su rostro al verlo a su lado- Hola... ¿Despertaste hace mucho?- susurro reprimiendo un bostezo
- No- mintió simplemente estampándole un beso en la nariz. Sintió como este se acurrucaba aún en su pecho diciendo su nombre bajo acompañado por un "gracias".
No tenía la culpa de que se hubiera desvelado cuidándole el sueño. No tenía la culpa de que se hubiese enamorado de él. No tenía la culpa de eso, no debía porque preocuparse por nada.
Su primera sonrisa del día había sido para él, eso le bastaba.
Simplemente lo amaba.


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