Casi todos los días Jinki era violado. Él gritaba, protestaba, peleaba, pero todo lo que hacía excitaba más a su ofensor. Por lo que dejó de reaccionar a todo lo que le hacían; y eso molestaba a su ofensor, quien empezó a golpear a Jinki, intentando obtener algún tipo de reacción de él… pero era en vano. Porque Jinki se retraía en sí mismo, tratando de proteger su alma profundamente herida. Cada día Jinki podía sentir morir un parte suya. Cualquier pequeña esperanza que tenía, se desvaneció con el tiempo y se rindió con todo, volviéndose inmune a su alrededor, inmune al trato que le brindaban; no preocupándose de nada.
Y pronto los días se convirtieron en semanas- las semanas en meses.
Un día el agresor de Jinki vino para sacarlo de la habitación a la que fue confinado.
“Finalmente el día ha llegado. Sé que definitivamente nos diste mucho dinero. Aunque te extrañaré, pero el dinero me importa más”
Y arrastró a Jinki fuera del edificio en las primeras horas de la noche, poniéndolo en una camioneta de carga. Allí Jinki vio a muchas otras víctimas como él.
Parecía que había pasado una eternidad cuando la camioneta dejó de moverse. Las puertas fueron abiertas y el frio viento de la noche levantó a Jinki. Una por una todas las víctimas fueron sacadas de la camioneta. Finalmente fue el turno de Jinki. Miró al cielo, suspirando mientras miraba el rosado de la disminución de la luz solar. Su admiración no duró mucho porque al siguiente segundo fue empujado al edificio frente a él.
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“¿Por qué en el nombre de Dios estás yendo alrededor metiéndote en peleas? ¡Sé que eres estúpido, pero no lo suficientemente estúpido para meterte en peleas!”
“¡Hey! Ellos le dieron una paliza a mi amigo sin razón alguna. ¡Y tú sabe como soy! No puedo solo pararme sin hacer nada. Tenía que ayudarlo de alguna manera.” Dijo Jonghyun ofendido.
“Lo pudiste haber ayudado reportándolo a la policía! No necesitabas ir y darles una paliza! Y luego llamarme para sacarte de este desastre!”
“Lo que está hecho, hecho está. Dejémoslo como está” dijo Jonghyun dejando escapar un suspiro cansado.
Su hermana lo vio y negó en desacuerdo. “¿Qué voy a hacer contigo?”
“Lo que siempre haces noona. Me amarás” dijo Jonghyun con una sonrisa satisfecha. Su hermana no pudo evitar reírse.
Los hermanos caminaron a su auto estacionado cerca al pavimento, pero lo que vieron frente a ellos los hizo detenerse, borrando las sonrisas de sus rostros. Después de un par de miradas, Jonghyun jaló a su hermana por el brazo, detrás de otro carro estacionado cerca a ellos.
“¿Por qué demonios no estamos escondiendo?” susurró la hermana de Jonghyun.
“No lo sé. Solo tengo un mal presentimiento” susurró Jonghyun y se encogió de hombros. “Esperemos a que esos chicos se vayan y luego volveremos”
Jonghyun y su hermana vieron como cada persona salía de una gran camioneta de carga frente a ellos y eran arrastrados dentro del edificio opuesto a ellos.
Jonghyun vio a todos ellos- un sentimiento de incomodidad crecía dentro de él. Podía sentir que algo andaba mal. Vio como un chico algo mayor que él salía de la camioneta y miraba el cielo, sus ojos cerrándose luego de un momento, como si tratara de empaparse en los últimos pocos rayos de luz.
Jonghyun quedó hipnotizado por él. Aunque la cara del chico estaba cubierta con suciedad y sangre aún se veía realmente espléndido. No podía quitarle los ojos de encima; el rosa pálido de la noche emitía un brillo sobre él haciéndolo ver aún más hermoso. Antes de que el chico fuera empujado dentro del edificio, Jonghyun tuvo una vista a sus ojos. Eran grandes y cafés, desprovistos de cualquier emoción. Estaban sin vida. De repente encontró difícil tragar. Esa expresión desencadenó algo en el corazón de Jonghyun. Lo perturbó… retorciendo su corazón en un nudo. Y Jonghyun supo que debía ayudarlo de lo que sea que hubiese hecho aparecer esa expresión.
Él y su hermana esperaron hasta que el carro estuviera vacio. Cuando considero que era seguro salir, Jonghyun arrastró a su hermana al edificio donde vio que el chico había entrado.
“¿Qué estamos haciendo aquí?” pregunto su hermana
Aunque quería responderle no sabía cómo hacerlo; todo lo que podía hacer era tranquilizarla y decirle que saldrían pronto de ahí.
Su hermana descubrió que Jonghyun estaba buscando algo o a alguien. Y supo que no podía detenerlo cuando estaba impulsado hacia algo.
Ambos fueron encontrados husmeando.
“¿Qué están haciendo aquí?”
Voltearon.
“Si están buscando la habitación VIP está por aquí” y el hombre apuntó a una puerta. “Bueno tengo que decir que son algo jóvenes para ser clientes.” Y siguió su camino.
Jonghyun y su hermana fueron al cuarto VIP. Era grande con un escenario y algunas mesas mirando el escenario. La mayoría de las mesas estaban ocupadas. Los hermanos tomaron la de la esquina, sin atraer mucho la atención. El cuarto tenía poca luz, pero la iluminación era suficiente para ver los alrededores. Había un pequeño podio en el escenario. Después de un tiempo, un hombre subió al podio y una luz brilló sobre él.
“Damas y caballeros, bienvenidos. Seré su anfitrión esta noche. Sin más retrasos, empecemos” aplaudió.
Varias luces fueron encendidas y una por una las personas que Jonghyun había visto salir de la camioneta fueron dirigidas al escenario.
“Jonghyun no tengo un buen presentimiento sobre esto” susurró sus noona. Él agarró su mano y le dio un fuerte apretón.
“Bueno en primer lugar tenemos a Lee Taesun, una mujer de treinta años. Como ustedes pueden ver es muy hermosa.” Dijo el conductor con un guiño “La subasta inicia con 50,000”
“70,000”
“70,000 a la una, a las-”
“80,000”
“80,000 a la una, a las dos, vendido!” exclamó el conductor.
Los hermanos habían oído de la trata de personas, leído sobre esto en los periódicos, pero nunca pensaron que sería tan inhumano. Era como si estuvieran en una carnicería y todos estuvieran luchando por la mejor pieza.
La hermana de Jonghyun no tenía siquiera el valor de levantar su cabeza para ver la inhumanidad que ocurría frente a ella, pero ella podía ver a Jonghyun negar enojado. Ella agarró su mano y le dio un fuerte apretón. Sabía que su hermano tenía un fuerte sentido de justicia y esto seguramente lo estaba matando.
“Me siento tan impotente viendo esto. Ni siquiera puedo imaginar por lo que ellos pasan” le susurró a ella.
No sabía cómo consolar a su hermano; solo asentía a lo que decía, entendiendo como se sentía.
Parecía que había pasado una eternidad, cuando el ‘espectáculo’ llegó a su fin.
“Hemos guardado lo mejor para el final. Les presento a Lee Jinki de veinticuatro años de edad. La subasta inicia con 80,000”
Los ojos de Jonghyun se dilataron era el chico que había visto afuera. Si pudiera lucir con menos vida, él lucía así ahora.
“100,000”
“100,000 a la una-”
“130,000”
“130,000 a la una, 130,000-”
“170,000”
“170,000 a la una, 170,000 a las do-”
“200,000” dijo Jonghyun.
Su hermana lo miró, sorprendida. “¿Qué estás haciendo?”
“Al menos déjame ayudarlo. Por favor noona.”
“Pero esto solo motivará a ellos a hacer más cosas como esta.”
“Está es la única manera en la que pude pensar. Por favor”
Presionó sus labios y dejó salir un pesado suspiro, rindiéndose.
“Gracias” Jonghyun se inclinó y besó la frente de su hermana.
Volvió su atención al escenario. Alguien había subido la apuesta de nuevo.
“250,000 a la una, 250,000 a las-”
“300,000” dijo Jonghyun.
Hubo un repentino murmullo y muchas miradas curiosas fueron lanzadas a Jonghyun.
“300,000 a la una, 300,000 a las dos, vendido!” exclamó el conductor, claramente feliz con su último trato.