Todo el tiempo en que Jonghyun estuvo comprando; tenía ese incómodo sentimiento sentado en su estómago.
Esperó por el ascensor inquieto, golpeando su pie contra el piso y oprimiendo el botón del ascensor repetidamente, como si eso haría que el ascensor llegara más rápido. Y cuando el ascensor finalmente llegó a su piso él prácticamente corrió a su puerta. En su apuro dejó caer las llaves, pero las atrapó antes de que chocaran el suelo, y las introdujo en la cerradura.
Se sentó para quitarse sus botas, se puso de pie y las bolsas que cargaba se unieron a las botas en el piso antes de correr hacia la cocina y tirar el cuchillo de la mano de Jinki.
“¿Qué diablos crees qué estás haciendo?” gritó Jonghyun y sacudió a Jinki por los hombros.
“¿Crees que acabar con tu vida es la respuesta? Sé que has pasado por mucho, pero ponerle fin a tu vida no es la respuesta. Solo dale algo de tiempo, eventualmente todo estará bien. Tienes que esperar. Ten algo de paciencia. No sigas el camino de los cobardes. Te prometo que todo mejorará.”
Continuó Jonghyun cuando Jinki no dijo nada, su tono cálido, “Piensa en todos a los que vas a dejar atrás. Piensa por lo que tu familia va a pasar, después de que te vayas.”
“Si no me hubieses detenido, hubiese estado con mi familia” dijo Jinki, rompiendo finalmente el silencio. “Debería tener a alguien que dejar atrás; Ni siquiera tengo a ese alguien. No sabes lo que se siente que te dejen atrás, no sabes nada” dijo Jinki, sus labios temblando.
“Tú me tienes” susurró Jonghyun.
Jinki se deslizó hasta el suelo; sus pies se rindieron en sostenerlo. Cubrió su cara con sus manos, llorando, la declaración de su madre haciendo eco en su cabeza.
“Tú nos tienes Jinki”
*
Jinki y sus padres estaban esperando en la parada de buses. Les dijo a sus padres que no vinieran y volvieran a la tienda, pero ellos se despidieron agitando las manos y lo llevaron a la parada de autobuses.
Y mientras el bus se acercaba, se pararon de los asientos. La madre de Jinki agarró su hombro. Él volteó y le sonrió.
“No puedo creer cuanto has crecido. Parece que fue ayer cuando tú me hacías perseguirte por toda la casa, tratando de hacer que te pongas algo de ropa, haciendo mi espalda doler. Ah aún duele.” Dijo la madre de Jinki, mientras sobaba su espalda con sus nudillos.
“¿No es eso la vejez?” le molestó Jinki.
“¿A quién crees que estás llamando vieja, huh?” dijo la madre de Jinki, estrechando sus ojos.
El padre de Jinki rió, y puso su brazo alrededor de su esposa.
“Nuestro chico ha crecido mucho ahora… se muda a la ciudad para continuar con sus estudios” dijo el padre de Jinki; su corazón hinchándose de lo orgulloso que estaba de su hijo.
Jinki solo sonrió afectuosamente a sus padres.
El bus había llegado. Levantó sus maletas.
“Es un nuevo lugar para ti, si tienes algún momento difícil o tienes algún problema, recuerda que siempre nos tienes.” Dijo la madre de Jinki y le besó las mejillas, él la abrazó, inhalando su esencia, las cual lo calmó instantáneamente.
“Recuerden esto, ambos; siempre volveré a ustedes. No pueden deshacerse de mi tan fácilmente.” Sonrió Jinki.
Su padre lo jaló en un abrazo. Después de un par de minutos, su padre lo dejó ir, y lo acompañó hasta el bus.
Él se sentó en su lugar, su sonrisa seguía intacta y se despidió de ellos con la mano hasta que no los pudo ver más y finalmente dejó caer sus lágrimas.
“Puedo sentir que él está llorando” dijo la madre de Jinki secando sus propias lágrimas. Su esposo la jaló más cerca y besó su cabeza.
*
Desde la infancia Jinki siempre ha estado pegado a sus padres. Se rehusaba a ir a algún lugar sin ellos, y los llevaría con él.
No es que no tuviera ningún amigo. Amigos, tenía muchos, pero aún así prefería compartir todo con sus padres, su madre para ser más precisos.
Ver tal apego hacia sus padres, hizo a los padres de Jinki felices pero a la vez los hizo preocuparse.
Ellos le preguntaban, ¿Qué haría si un día sus padres mueren y lo dejan solo?
El respondía simplemente que moriría junto con ellos con una sonrisa en su rostro.
Y todo lo que sus padres podían hacer era sonreír a su inocente hijo.
*
Pero ahora sus padres ya no estaban con él. Y Jinki sollozó por eso.
Jonghyun se sentó frente a él; extendió su mano para consolarlo pero la alejó rápidamente al ver como Jinki se encogía en su lugar.
Y se quedaron así sentados, Jinki llorando y Jonghyun junto a él, su cara descansando en sus rodillas, sin ver a Jinki, no quería ver las lágrimas que picaban en sus ojos.
*
Al día siguiente, Jonghyun llamó a la doctora y le dijo lo que Jinki intentó hacer.
Ella suspiro, “Esperaba esto. Ahora todo depende de ti y él para salvarlo. Tienes que ayudarlo a salir de las paredes que ha creado a su alrededor. Te tomará tiempo y será un proceso tedioso el cual requiere mucha paciencia. ¿Estás listo para esto?”
“Si”
“Jonghyun tienes que convencerlo de quedarse aquí. Tienes que encontrarle una rezón para quedarse, una razón para no morir, una razón para vivir”
*
Tres días han pasado desde la noche en la que Jinki había tratado de suicidarse; nada había cambiado mucho excepto que Jinki hablaba ahora, no mucho, él solo decía sí o no en vez de negar o asentir con la cabeza. Y Jonghyun vio esto como un progreso. Sin embargo era pequeño, pero aún era el principio.
Pero solo era eso yeso molestaba a Jonghyun. Se sentía nervioso, inquieto, tenía que hacer algo.
“Tienes que empezar de algún lado” dijo Jonghyun.
Jinki se volteó para ver si Jonghyun le estaba hablando a él o en el teléfono.
Ahora que vio que tenía la atención de Jinki, continuó “Tienes que seguir adelante. No puedes seguir viviendo así. Sé que ha sido duro para ti, pero tienes que recuperarte, no puedes seguir escondiéndote.”
Una idea lo golpeó. Se paró del sofá “Ven conmigo. Sé dónde empezar”
Después de resistirse por un tiempo Jinki se paró del piso del balcón y siguió a Jonghyun hacia el callejón al que él le había llevado.
“Aquí quémalas” dijo Jonghyun y tiró las prendas que Jinki le había dado aquel día en el piso.
“Realmente yo las iba a quemar, pero creo que es mejor si tú las quemas por ti mismo”
Jinki solo vio a Jonghyun con los ojos dilatados.
“Quémalas, quema las memorias que traen. Bórralas. Hasta que no quede nada. Y mira como se queman hasta ser nada” dijo Jonghyun y le dio a Jinki una botella de kerosene y un encendedor.
Jinki empapó las prendas con kerosene y tiró el encendedor encima.
Se puso de cuclillas frente a la pila de ropas y vio como el fuego se propagaba en ellas. Como una pequeña flama se convertía en una mucho más grande.
Jonghyun se sentó junto a él, quería consolar a Jinki, tranquilizarlo, darle palmaditas en la espalda o algo así, pero se retuvo a si mismo porque Jinki aún le tenía miedo al contacto físico.
Jinki estaba sorprendido, había encontrado la calidez que estaba buscando. Aunque era pequeña comparada a la vasta cantidad de frio dentro de él pero aún era bienvenida.
Vio a Jonghyun y asintió, Jonghyun solo le sonrió de vuelta.
Se sentaron allí viendo como se quemaba hasta que nada quedó, hasta que el pequeño callejón en el que estaban volviera a ser oscuro.
Jinki se sentía un poco más ligero, como si algo de peso hubiera sido levantado de sus hombros.
*
Esa noche Jonghyun no se despertó por el sonido del grito de Jinki, si no por el sonido de música.
Salió y encontró a Jinki tocando el piano, sus ojos cerrados mientras cantaba una melodía muy sentimental.
Él inmediatamente reconoció la canción; era ‘Y Si Fuera Ella’. Se quedó de pie ahí viendo como Jinki era rodeado por la magia que estaba creando, ni siquiera notando la presencia de Jonghyun. Lentamente caminó hacia Jinki, tratando de no romper su burbuja, y empezó a tocar el piano.
Él tocaba las notas altas, tratando de hacer la canción un poco más alegre.
Los ojos de Jinki se abrieron de golpe ante la intrusión de repentinas notas altas; Jonghyun solo sonrió y lo motivo a seguir tacando. Había una sonrisa fantasmeando por los labios de Jinki cuando entendió lo que Jonghyun estaba tratando de hacer; se movió, haciendo espacio para que Jonghyun se sentara en el banco. Jonghyun se sentó, sus latidos eran todo un desorden; era la primera vez que Jinki la había invitado a acercase a él, y ellos siguieron tocando en esa posición.
*
Al pasar los días, Jinki entendió que Jonghyun no quería herirlo, pero su miedo al contacto físico aún estaba presente; y en cualquier momento en el que se quedara dormido sus pesadillas lo acechaban.
Todo lo que quería era ser sostenido por alguien, quizás un hombro sobre el cual llorar, y sus pensamientos inmediatamente se fueron a sus fallecidos padres y a Jonghyun.
No supo cuando, pero había empezado a confiar en Jonghyun; y una noche su miedo al contacto fue olvidado cuando su soledad y su miedo de ser dejado atrás se salieron de control.
Sentía como si las paredes de su cuarto se estuvieran cerrando a su alrededor, tratando de hacerlo sofocar con el frío y la soledad que sentía dentro de él; y escapó de su cuarto parándose frente a la puerta de la habitación de Jonghyun.
Jonghyun estaba estudiando; estaba en último año, y en pocos meses estaría liberado de sus estudios, asignaciones y todas esas otras cosas aburridas como eso, pero eso querrá decir que tendría que tomar su lugar como CEO en la empresa de su padre. Fue sacado de sus pensamientos por el sonido de la puerta.
Se puso de pie inmediatamente; pensando que Jinki debería necesitar algo.
Abrió la puerta y encontró a Jinki parado, su corazón se doblegó; él ni siquiera levantó la mirada cuando la puerta se abrió.
Jonghyun se hizo a un lado, dándole espacio a Jinki para que entrara a su habitación cuando este no dijo nada.
Jinki entró y se quedó de pie junto a la cama.
“¿Pue-puedo dormir contigo ho-hoy?” tartamudeó Jinki. Levantó la mirada. “Estoy muy asustado. Por favor. Y estoy realmente solo. Por favor” dijo suavemente, una chispa optimista en sus ojos.
Jonghyun quedó desconcertado ante la petición de Jinki. Esta era la primera vez en que él le había pedido algo. Y Jonghyun no podía negar esa petición, él asintió y apagó las luces acostándose en la cama.
Jinki se unió a él en la cama “¿Puedes voltear?” preguntó.
Jonghyun volteó, sin preguntar; solo para ser abrazado por la espalda por Jinki.
Contuvo la respiración al mismo tiempo que su corazón se saltaba un latido.
“Por favor déjame estar así por un momento” dijo Jinki, voz temblando un poco.
Jonghyun solo asintió, sin decir nada.
Después de un tiempo pudo sentir el cuerpo de Jinki temblar contra su espalda con cada sollozo que escapaba de él.
Se dio la vuelta y jaló a Jinki más cerca.
“Va a estar bien. Todo va a estar bien. No necesitas estar asustado. Y no estás solo. Tú me tienes a mi” le susurró Jonghyun.
Jinki lloró aún más fuerte y Jonghyun lo abrazó más fuerte.