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El fotógrafo por PandoraBoxx

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Notas del capitulo:

Bueno, después de problemas técnicos y una larga ausencia, aquí les traigo actualización, dos episodios... gracias por la paciencia y nos mantenemos en contacto...

Después de responder a la mayoría de las dudas, el joven modelo comenzó a caminar sin soltar la mano de su acompañante hasta la puerta, estando dentro de los confines del estacionamiento no mencionaban nada, sólo caminaban velozmente hacia los vehículos pertinentes.

Mihawk y Coby se llevarían el Mustang Boss junto con las maletas, Zoro y Sanji viajarían en la motocicleta.

—Con cuidado, y trata de llegar lo mas rápido posible —Aclaraba el manager subiéndose al auto.

El modelo chistó los dientes al escuchar esa afirmación, sabia bien porque lo decía, Sí… Zoro se perdería al primer descuido y eso le molestaba un poco.

Coby no soltaba a Manchas y ya sólo esperaba al manager, Zoro montó a Star, después de acomodarse bien le indicó a Sanji que subiera, cuando el “rubio” estuvo sobre la moto e instantes después de ajustarse el casco negro  buscaba el peldaño para sujetarse, pero no encontró nada, Zoro notó ese detalle y de inmediato aclaro el punto.

—No tiene, así que si no quieres caer, te tendrás que sujetar de aquí.

Las manos de Sanji fueron tomadas y guiadas hasta la cintura de Zoro por él mismo incitándolo a que lo abrazara con fuerza, Sanji un poco avergonzado siguió las indicaciones que le habían dado, una enorme y amplia sonrisa burlona se apropio del rostro del piloto.

— ¡Lo estas disfrutando mucho, ¿cierto cabeza de lechuga?! ¡No te acostumbres, no durara! —

Refunfuñaba Sanji abrazándose con mas fuerza de Zoro al tiempo que se ajustaba bien, la cercanía entre ambos nunca había sido tan reducida, ni siquiera cuando el joven de cabellera verde durmió al lado del rubio, las piernas abiertas de Sanji rozando con las de Zoro, el espacio que se mostraba en ese preciso momento era llenado a la perfección por la cadera del último, sus cuerpos parecían piezas de un rompecabezas hecho a la medida, pero eso no era lo que llamaba la atención, lo que en verdad les atraía a los chicos era que el roce entre ambos se recibía muy bien por ambas partes y muy al contrario de incomodarles, les agrada en demasía.

“Esto no esta nada bien” pensaron al tiempo ambos chicos; el ronroneo de la motocicleta los distrajo, el elevador de carga descendió hasta la primer planta, se abrieron las puertas mostrando el camino a seguir, la multitud que esperaba en ese sitio se apartó hacia los costados abriendo una brecha para que pudieran salir, las cámaras fotográficas iluminaron, literalmente, esa escena, todas las lentes apuntaban hacia la pareja que salía en la motocicleta lo único que los distraía un poco era Manchas, ese minino ya era el blanco del acecho igual que sus dueños; Zoro no prestó atención en ese momento y continuó de largo ignorando a ese tumulto de personas, de detenerse a hablar con ellos nunca avanzarían, Sanji se aferró  más a la fuerte y delineada cintura del modelo, recargo su cabeza en la amplia espalda aunque el grueso casco le estorbaba, así se mantuvo tranquilo en el trayecto.

Zoro trataba de asimilar la cercanía de ese momento, nunca pensó que el cuerpo de Sanji fuese tan esbelto, en verdad que era delgado, pero ahora lo vislumbraba mejor, Sanji era de complexión fina y mucho, las imágenes del antro ahora se mostraban con un concepto mucho muy distinto, Zoro comenzaba a fantasear con lo esbelto y elástico del cuerpo del fotógrafo; el sacudir de la cabeza del modelo llamo la atención del pasajero.

Éste tuvo que tragarse sus comentarios hasta llegar a casa, después de todo el casco lo obligaría a gritar y su gripe le atacaba la garganta haciendo que le doliera un poco el tratar de gruñirle.

Para evitar “perdidas” innecesarias, el  modelo opto por seguir de cerca de su manager, de esa manera los vehículos recorrieron la ciudad, atravesaron el centro de la misma que en ese momento del día comenzaba a vaciarse ya que las labores estaban a punto de terminar, el trafico estaba algo concurrido por lo que el trayecto era lento, los altos en los semáforos marcaban la pauta para que Sanji se sujetara bien, o que Zoro mirara con atención a los costados; las mismas pausas eran aprovechadas por Mihawk quien veía por el retrovisor a su allegado, no quería que se perdiera con la joven compañera, una sonrisa difícil de esconder en ocasiones aparecía en el serio rostro del manager.

Llegaron hasta los suburbios pensando que la paz y tranquilidad los esperaban, pero la farándula es el único trabajo que no respeta de horarios o de lugares… La casa de Zoro estaba rodeada de fans, parecía que ellos lograban tele-transportarse, o cuando menos eso querían pensar, Mihawk no se detuvo, continuo de largo el recorrido, Zoro imito los movimientos, las puertas eléctricas de la cochera se abrieron, el control remoto lo traía consigo el manager, después de entrar y cerrar la puertas, pasaron por la entrada a desnivel de la enorme mansión del modelo, Sanji conocía a grandes rasgos ese lugar, en primera por las fotos previas y en segunda por la ida que le había causado ese resfrió.

Entraron hasta el resguarde de los vehículos del modelo, bajaron las cosas y Coby se adelanto para cerrar cortinas, persianas y cerciorarse de que la casa estuviera vacía completamente, mientras Mihawk y Zoro bajaban el equipaje que llevaban y por supuesto a Manchas, Sanji tomo asiento en el auto, con la puerta abierta, aun estaba enfermo y no se sentía del todo bien, unos minutos después Coby  regreso.

—Podemos pasar, esta sola la casa.

—Eso era de suponerse, son fanáticos no ladrones —Respondía Zoro.

El serio manager se adelanto con las maletas, Coby llevo a Manchas hasta la sala dejando a Zoro a solas con Sanji; notando que aun se sentía algo débil, el modelo se acuclillo en frente de él, le quito las gafas y toco su frente.

—La fiebre volvió, anda ya es hora de los medicamentos.

Zoro se puso de pie y extendió su mano, Sanji la tomo no tenia ni la energía ni la fuerza en ese momento para pelearle algo; el fuerte modelo cruzo su brazo por la pequeña cintura del fotógrafo mientras rodeaba su cuello con el tibio brazo del mismo, con pasos lentos, pero seguros, comenzaron con el recorrido hasta la sala.

Ya previamente iluminada en verdad era una sala digna de un propietario con dinero, el mármol decorando el piso y las escaleras a la segunda planta, un enorme candelabro brindaba la luz y decoración necesaria para que ese sitio se sintiera placentero, llevo a Sanji hasta uno de los enormes sofás en color beige forrados de piel sintética para que descansara un poco.

El chico rubio miro alrededor curioseando a detalle el lugar, las barandillas de las escaleras mismas que servían de protección y pasamanos en la segunda planta eran de cristal con la terminación en madera de caoba, el contraste de colores en verdad que eran del mejor gusto, incluso dudo que el chico peli verde hubiese sido quien eligiera esas combinaciones.

Tanto el modelo como el manager alegaban a lo lejos, después de ponerse de acuerdo Mihawk tomo el teléfono de casa e hizo varias llamadas, Zoro se dirigió en dirección de Sanji y de nuevo le ayudo a ponerse de pie.

—Listo, uno, dos, y arriba… —Hablaba el modelo mientras alzaba al rubio.

— ¿A dónde vamos? —Pregunto Sanji.

—A tu alcoba…  —Respondió seguro el dueño de la casa.

Subieron las escaleras, un vistazo de izquierda a derecha por parte de Zoro sirvió de aviso a Mihawk quien había terminado su llamada.

—A la derecha Roronoa. —Señalo el manager.

Sanji noto de inmediato que el piso de la segunda planta era similar al de la primera, el amplio corredor de ese nivel  era de admirarse, los zoclos eran de la misma madera que se había usado para el pasamanos de las escaleras, candelabros en menores dimensiones alumbraban a lo largo del pasillo, puertas de caoba combinaban a la perfección con los detalles en madera previos, algo llamo la atención del rubio, pero no pregunto absolutamente nada, se dedico a algo mejor, memorizar el camino ya que Zoro se perdería de regreso.

Conto las puertas y a la segunda el modelo abrió, con Sanji a un costado le costo un poco encontrar el apagador, al encender la luz la recamara que se mostro ante ellos sorprendió al rubio, una enorme cama queen zise, con muchos cojines cuadrados en color negro la decoraban al igual que el edredón blanco con franjas negras o negro con franjas blancas… era igual simulaba ser la piel de una cebra,  se mantenía paralela a un enorme closet de la misma madera que el zoclo del corredor y las puertas, una mesita a un costado con teléfono y una lámpara aluzaban ese lado de la habitación, mas que nada, la entrada al baño  personal y a la enorme ventana con persianas en gris que apuntaba a la calle, juntos entraron y cerraron la puerta detrás suyo….

 

 

 

Capitulo 20

Zoro llevo a Sanji hasta la amplia cama, después de levantar el edredón de una esquina las sabanas blancas relucientes quedaron expuestas; Sanji se dejo caer y apoyo ambas manos en el colchón, Zoro se dirigió a la puerta.

—No tardo, voy por el medicamento. —Alego parado desde la entrada.

Sanji se quedo viendo como Zoro salía de la habitación, miro alrededor, esa alcoba se sentía fría, aunque solo era cuestión de hacerle algo de hogar, se levanto y comenzó a curiosear, el baño era espacioso para ser de uso personal, el azul cielo en los azulejos y el marco del espejo del lavamanos le brindaba tranquilidad, los entrepaños que separaban la ducha tenían silueta redondeada — con agarraderas para deslizar la puerta de cristal en cromo igual que las llaves y la regadera— le daban un toque glamoroso.

—El marimo sí que tiene buen gusto.

Susurro mientras se dirigía a la enorme ventana con persianas en color gris; deslizo una de las fracciones hacia arriba, quería estar seguro en que sección de la casa se encontraba, el enrejado le mostro que estaba a un costado de la casa, las farolas nocturnas ya estaban encendidas a pesar de que aun no estaba completamente oscuro, el jardín lucia apacible y tranquilo, solo el jardín ya que fuera del enrejado los fans no se daban por vencidos, seguían esperando que Zoro saliera de nueva cuenta, cuando menos una fotografía querían del joven.

— ¿No tienen otro lugar en donde molestar? —Pregunto descontento el rubio.

—No molestan, ya cuando te acostumbras. —Respondió el modelo.

Sanji giro y se le quedo viendo, una bandeja sostenía un vaso con agua y medicamentos.

— ¿Ya es hora?

—Sí… pero  me preocupa que no hayas comido mucho… ¿tienes hambre? —Pregunto el modelo sosteniendo la bandeja de plástico blanca.

—No, solo quiero dormir un poco, me siento cansado. —Respondió Sanji después de tomar los medicamentos.

—Entonces, recuéstate será mejor que descanses.

Sanji asintió y se dirigió a la cama, termino de levantar el edredón del lado que pensaba ocupar, se dejo caer en la misma y comenzó a cabecear, en verdad estaba cansado.

Zoro lo vio y se acerco hasta él, dejo la charola en la mesita de noche y con delicadeza alzo los pies de Sanji, comenzó a desabrochar los botines, los saco y los puso a un lado, para después cubrirlo con el edredón, tomo la charola y se dispuso a salir.

—Buenas noches cejillas. —Menciono mirándolo desde la entrada.

Cerró la puerta y pensaba en regresar a la sala, un par de vistazos demostraron que no tenia la menor idea de cómo regresar, para suerte suya Mihawk lo esperaba, la intranquilidad lo atacaba, ¿Cómo decirle a Zoro que si no cumplían con el último contrato firmado, lo perderían todo?

El chico  modelo no era tonto, sabía que cuando su manager estaba intranquilo no era buena señal, parándose de frente a él le pregunto:

— ¿Qué es lo que ocurre?

Mihawk no respondía solo lo veía en momentos; juntos  caminaron hasta la enorme cocina, anaqueles por todo lo alto en verde esmeralda con blanco, vasos y platos bien acomodados en los estantes de caoba en el mismo tono que las decoraciones, llego a una estantería en especial que era en donde conservaba el alcohol, tomo una botella de ginebra la destapo y comenzó a beber de ella.

Mihawk lo siguió de cerca; cuando llego a la barra que dividía la cocina del comedor, tomó la copa que Zoro le había servido, este la sujeto y después de beber un trago comenzó con las explicaciones.

—Necesitaremos que continúes trabajando por un tiempo mas, de lo contrario… —Dudo el manager.

—Lo perderemos todo… —Zoro termino la oración por él.

Mihawk asintió.

—Pero ¿puedo presentarme al estudio? —pregunto el modelo.

—No, lo peor del caso es que quieren imágenes captadas por el fotógrafo misterioso, ya que dicen que él si logra captar mas allá de lo que se ve a simple vista, no se si Sanji quiera continuar o mas aun, si pueda… necesito hablar con Smoker, mañana después de hablar con él, te aviso que tenemos que hacer… Tengo que irme, ya es tarde y aun tengo cosas que hacer en el estudio…

Mihawk saco las llaves del bolsillo y se las entrego a Zoro, pero este las rechazo, argumentando que ya estaría encerrado por un tiempo seria mejor que él continuara conduciendo su auto. Coby se despidió de Manchas y juntos salieron de la casa dejando a ese par resguardados de la multitud por la casa de Roronoa mismo que se despedía de ellos desde la ventana con Manchas en brazos.

—Justo como cuando empezamos, ¿no lo crees? —Le preguntaba el modelo al minino cerrando bien las persianas y apagando la luz de la estancia.

Se dirigió al cinema, era aburrido estar en esa enorme casa, después de ver una película opto por ir a nadar un rato, ya era de noche, lo  bueno es que su piscina era techada, el piso que rodeaba la misma en negro junto con los accesorios de jardín como las sillas, mesas e incluso las toallas eran en ese color, un serví bar estaba en ese sitio, el modelo se puso traje de baño y comenzó a disfrutar del agua, estando sumergido miro hacia arriba y una figura se vislumbro, salió y observo a Sanji mirando con mucho detalle el lugar. El rubio ya no traía la ropa femenina, ni la peluca ni mucho menos el ligero maquillaje, solo vestía un simple pescador en azul neutro, con una camisa sencilla en azul con una franja en blanco situada en cada costado.

Sanji lo miro nadar en dirección de la escalinata que servía para salir del agua, en lo que Zoro llegaba a la escalera, Sanji se dirigió al serví bar y busco agua mineral —medicamentos mas alcohol no es buena combinación— a la distancia miro, sin perder detalle, la salida de Zoro de la piscina los fuertes brazos marcándose al elevar su peso, el agua que se resbalaba por su ancha, fuerte y tostada espalda, el traje de baño que se ajustaba mas a él por el agua, mostrando el firme y torneado par de glúteos del modelo, las fuertes y bien definidas piernas al final terminaron por mostrarle que Zoro se encontraba en excelente forma, muy buena se podría decir, Sanji bebió del vaso sin dejar de verlo.

Zoro salió de la piscina y tomo una de las toallas, la froto en su cabeza quitando el exceso de agua y se dirigió hacia Sanji, el fotógrafo lo examinaba a fondo; ya tenia la imagen clara de la parte trasera del modelo, pero el frente no eran nada malo, el amplio y fuerte pecho, el estomago bien definido y marcado, el par de muslos torneados, más algo llamo la atención del rubio, la enorme cicatriz que surcaba todo el torso del modelo; Zoro no se escondía estaba acostumbrado a ser objeto de miradas de todo tipo, sabia reconocer las intenciones de las personas con solo ver sus ojos, miro a Sanji y lo que vio fue lo mismo que venia viendo desde hacia días: un hermoso ojo azul vacío de emociones, o eso pensaba.

El modelo rodeo la barra y busco de entre las bebidas una botella mas de alcohol, la tomo para después regresar y tomar asiento en uno de los bancos decorativos.

Sanji se quedo en el lugar del barman solo viéndolo.

—Tenemos problemas con un contrato, quieren fotografías tomadas por ti…

Alego el modelo para después dar un profundo trago a la botella todo sin dejar de ver a Sanji.

— ¿Ya hablaron con Smoker? Aunque  creo que no habría problema si tomamos las imágenes aquí y después se revelan en el estudio, ¿no lo crees? — Preguntaba Sanji sosteniéndole la mirada.

Esas miradas comenzaban a intensificarse.

—No lo había pensado así, de hecho aquí  mismo hay un cuarto oscuro, fue hecho por el antiguo dueño, cuando compramos la casa ya estaba así. —Respondía Zoro en un tono de voz profundo.

—Sabia que este estilo de decoración no podría provenir de ti, aunque por un momento creí que si... —Declaraba Sanji.

Una sonrisa “provocativa” dejo escapar el modelo, Sanji entre cerro los ojos, el coqueteo entre ellos ya era mas que evidente, el rubio apoyo su mano en la barra y descanso su rostro ahí.

—Me gustaría ver toda la casa, tengo curiosidad. —Alego Sanji.

Zoro apoyo su codo a un poco distancia y acercándose hasta pegar su pecho a la barra le respondió.

— ¿Seguro? ….

—Si, aunque estoy seguro que con un guía como tú, seguramente terminaremos perdidos… —Respondió serio Sanji.

El modelo chisto los dientes sin objetar nada, no podía negar ese hecho aunque quisiera, pero algo comenzó a descifrarse o a “enredarse” en la mente de ambos, ¿me gusta este CHICO?

“Chico” esa era la palabra que ahora los acongojaba, ¿no se supone que ambos habían terminado en esa situación porque Zoro se había enredado con la MUJER  equivocada? Sanji no podría dejar de pensar eso, pero no le importaba mucho; sólo pensaba que Zoro se alejaría si él intentaba acercarse primero.

Zoro por su parte ocultaba lo mas que podía sus verdaderas intenciones con el rubio, era verdad que Sanji le llamaba mucho la atención, pero estaba seguro de que ese joven lo patearía hasta el fin del mundo sí trataba de sobrepasarse con él… ¡¿Pero que demonios estoy pensando?! ¿Cómo que quererme sobrepasar con un hombre? Y mas con él…

Con sus pensamientos revueltos —peor que él en laberinto— Zoro comenzó a guiar a Sanji por toda la casa, el rubio prestaba atención a cada puerta, y vuelta que realizaban, solo se mantenía cerca de una mancha negra con franjas en gris, si un traje deportivo que Zoro vestía en ese momento ya que antes de comenzar con el recorrido, tomo uno de los trajes deportivos que colgaban en anaquel a la salida de la piscina; al final fue justo como el rubio lo había dicho: terminaron perdidos en la enorme propiedad, tanto así que fue el mismo Sanji quien los tuvo que redirigir hasta la sala principal.

—La verdad marimo idiota, nunca pensé que te perdieras en tu propia casa. —Declaraba el fotógrafo encendiendo un cigarrillo.

—No me pierdo, solo tardo más en llegar. —Aclaraba Zoro.

—¡¡¡Eso es perderse idiota!!!

—¡¡Claro que no anormal!!

—El único anormal aquí eres tú, musgo andante.

Zoro sonrojado agacho la cabeza, un minino se restregaba en sus pantorrillas, Sanji continuo caminando hasta la enorme ventana, deslizo un poco la persiana con la idea de que los fans se habían marchado, pero en el mundo de la farándula existe de todo y con ello me refiero a los fans que no tienen nada mas que hacer, por lo que una cantidad considerable de personas aun estaba afuera, acampando en la banqueta. Sanji entrecerró de nuevo la pequeña abertura y chisto los dientes.

—Caray ¿Qué no tienen otro lugar a donde molestar?—Refunfuño al inhalar de su cigarrillo.

Zoro se acerco hasta él, también quería ver a los fans, mas la cercanía fue tanta y en el mismo espacio que Sanji  termino sintiendo la calidez del modelo, ver el tostado y aperlado cuello de cerca de él, le causaba un cosquilleo en su estomago, el perfil de Zoro pronto se quedo grabado en su mente quien se quedo pausado viéndolo fijamente; Zoro después de mirar afuera, sintió un respirar muy leve en su cuello, volteo hacia esa dirección y miro a Sanji viéndolo fijamente, casi aspirando el aroma del modelo, jamás en su vida pensó en ponerse tan nervioso por la cercanía de otro hombre y  menos por uno que apenas tenia una semana —o menos— de conocerlo. Sanji desvió la mirada hacia Manchas, se agacho y lo tomo en brazos, esa cercanía le produjo escalofríos, ya era un hecho para él, el modelo le gustaba y no podría negarlo por más tiempo.

Zoro se quedo parado viendo partir a Sanji, ese chico no rehuía de su alcance, será que ¿podría intentar algo con él y no lo rechazaría? Con ese pensamiento en su cabeza de alga, le pidió algo extraño al rubio.

—Si ya te vas a dormir, ¿me acompañas hasta mi habitación? Estoy algo cansado y quiero dormir, pero…

La pausa hecha le indicaba que en verdad no tenia la menor idea de donde estaba su alcoba, una sonrisilla burlona se estanco en el rostro de Sanji.

—Seguro… vamos pues… —Alego Sanji con Manchas en brazos —Vamos Manchas, llevemos al pobre marimo perdido a su alcoba…

El minino maulló, parecía entender las palabras de Sanji, así juntos recorrieron las escaleras y el pasillo, encontrando hasta el final la alcoba de Zoro.

Abrió la puerta y encendió la luz, esa habitación era del doble de la de Sanji, con una cama mucho mas amplia, la cabecera terminaba en imitación a una delgada banca, un control remoto, unos cuadros y unos cuantos accesorios (relojes, gafas, celulares y cámaras digitales) estaban en ese estante, un enorme closet del tamaño de la pared a un costado y del otro un escritorio con la pc del modelo, y la lámpara de noche, una puerta alumbrada al mismo costado mostraba la luz del baño encendida, Sanji miro rápidamente a los costados, Manchas se bajo de su regazo y entro acomodándose en la cama, el edredón si era igual al de su alcoba, igual que los cojines.

—Bueno, pequeño marimo perdido, descansa, hasta mañana…

Sanji alegaba mientras cerraba la puerta, Zoro no fue capaz de pronunciar palabra alguna, él quería que Sanji se quedara con él, quería sentirlo acorrucado en su regazo, quería que viera su rostro antes que a cualquier otra cosa por la mañana, Zoro quería… sí… él quería a Sanji.

El rubio por su parte siguió su camino hasta la alcoba que ahora habitaba, el mirar de Zoro le cautivaba estaba seguro de que si el modelo trataba de hacer “algo” no lo rechazaría, mas algo seguía perturbando la mente de Sanji “¿en verdad valgo la pena para Zoro más bien, para cualquier persona?”

Esos tristes pensamientos era secuelas del entrenamiento de Doffy, y esas secuelas eran justamente las mas difíciles de alejar, él lo sabía mas no diría nada, como siempre se lo guardaría para si mismo; recorrió el pasillo hasta su alcoba, abrió la puerta y después de entrar y cerrarla, camino al baño, en el espejo miro su rostro, una línea carmesí se desfilaba desde su ceja, aun seguía sangrando levemente, solo limpio y se regreso a la cama, quería descansar ya al día siguiente dependiendo de lo que Mihawk dijera, sabrían que hacer.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Notas finales:

Aquí los episodios, trabajaré lo mejor que pueda... lamento los errores de ortografía, debo confesar que no presté demasiada atención... lo siento...


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