>Two For Tragedy<
–Todo había sucedido tan rápido que ni siquiera tuvo tiempo para reaccionar, ellos se encontraban durmiendo cuando, alertados por el super-oído de su acompañante en aquella noche, se levantaron a toda velocidad para salir de la habitación, pero fueron emboscados, ni el mismísimo Batman pudo anticipar aquello, mucho menos el Hombre de Acero.
Abrió los ojos y levantó la mirada, finalmente lograba escuchar la voz de su atacante– Por fin despiertas Bruce, sabías que esto pasaría ¿no? –Dijo el jefe de la liga de asesinos mientras daba la orden a sus camaradas que estaban tras del murciélago, los cuales le agarraron con fuerza del cabello, haciéndole enfocar la vista hacia el frente. Justo en ese momento se dio cuenta que tanto sus piernas como brazos, estaban completamente inmovilizados por cuerdas, pero él tenía la forma de quitarse esas ataduras. Del pantalón que llevaba, sacó una pequeña navaja con la cual comenzó a cortar poco a poco dichas ataduras–
Bruce, varias veces te dije que no debías tener misericordia de tus enemigos –El inmortal chasqueó los dedos y frente a él, fue tirado el cuerpo del súper hombre, que aún seguía vivo. Y Bruce sólo hasta ese instante pudo notar las esposas y cadenas verdes que rodeaban el cuerpo de Clark. Uno de los asesinos agarró el cuerpo prácticamente inmóvil del kryptoniano y le puso de rodillas delante del detective y Ra’s.–
Déjalo…. ¡Ahora! –Dijo el murciélago de forma fría y demandante, a lo cual el líder de las sombras solamente paseó por el cuello de superman una espada que tenía la misma tonalidad esmeralda.–
No estás en posición de ordenar –Espetó el inmortal y con saña, despertó al kryptoniano con un corte profundo sobre su hombro, Clark soltó un leve grito de dolor, haciendo el intento de alejarse instintivamente de lo que le causaba el daño–
¿Bruce…? ¿Dónde estamos…? –Preguntó un desorientado Clark ya que no reconocía el lugar en donde se encontraban, intento moverse pero fue inútil– ¡¿Qué demonios?!
–Bruce mantenía la quijada tensa, demostrando toda la rabia que sentía al ver como el hombre que con el tiempo había aprendido a apreciar, estaba justo ahora siendo dañado por sus propios enemigos que nada tenían que ver con el Kryptoniano– No. –Exclamó con seriedad– No lo necesitas a él.. ¡Déjalo ir, maldita sea! –“Sólo un poco más y seré libre” pensaba el millonario que ni por un solo momento se había detenido en su tarea de cortar la soga y el no tener a los matones agarrándole del pelo era de gran ayuda–
¿Bruce? ¡¿De qué hablas?! ¡Nunca te dejaré sólo! –Sentenció el reportero y Batman solamente frunció el ceño al escuchar aquello, Clark no lo entendía.. Él no estaba dispuesto a volver a perder todo lo que tenía, no se quedaría solo de nuevo–
¡Silencio! –Bramó el líder de la liga mientras sostenía con fuerza a Kent de su oscuro cabello y presionaba la punta de la espada contra su espalda baja. Clark se tensó y miró al murciélago. Era de otro planeta, pero no era tonto, sabía lo que estaba a punto de pasar, sabía cómo iba a finalizar todo y que el único que terminaría sufriendo sería su amado Bruce. –
¡¡No lo toques!! –Soltó con ira mal contenida el detective mientras miraba con odio al asesino que sólo se dedicaba a sonreír de forma macabra–
Nunca debiste dejarme con vida en aquella ocasión –Rió levemente pero con notoria burla y deleite impregnados, todo ello lo disfrutaba, amaba lo que estaba haciendo–
Bruce… Bruce, mírame… –Pidió Kal que estaba alterado y nervioso. Aún habían demasiadas cosas que quería hacer al lado de su detective– ¡BRUCE! –Llamó con un grito ya que no lograba captar la mirada del furioso murciélago y funcionó, esta vez sí captó su atención por completo–
Bruce, mi Bruce… Por favor… No dejes de ser el mismo nunca… Bruce prométeme… Prométeme que seguirás siendo el mismo, prométeme que cuidaras de Kara y Conner –El murciélago podía ver claramente el miedo reflejado en los ojos de Clark, lo conocía bien y sabía que el Kriptoniano vivía aterrado de no poder llegar a compartir el suficiente tiempo con aquellas personas a las que más quería–
Te amo Bruce y… Todo saldrá bien –Dijo con una sonrisa serena. Ya había dejado de temer y es que ahora sus labios comenzaban a pintarse de un extraño carmesí oscuro mientras que una hoja filosa atravesaba su pecho de lado a lado– Nunca olvides… Cuanto… Cuanto te… Te quiero… -Decía a medida que su voz se iba debilitando y se dejaba llevar por el sueño eterno–
–El detective tenía los ojos abiertos de par en par, su desesperación era palpable prácticamente– CLARK!! –Gritó y se desato rápidamente, toda la ira y la adrenalina que poseía en esos momentos le habían dado el empuje suficiente para poderse liberar–
¡Atrápenlo! –Exclamó Ra’s Al Ghul a la vez que quitaba la espada del cuerpo del Superhéroe y lo aventaba a un lado como si fuese una bolsa de basura. Bruce al ver aquello se dejó llevar por todo su odio y dolor acumulados y que comenzaban a crecer desmesuradamente. Le arrebató en un dos por tres el arma al primer asesino con el que se cruzó y le cortó el cuello sin titubeo alguno–
–El líder de las sombras sonrió con orgullo al ver tal acción por parte del hombre que luchaba por la justicia y jamás arrebataba una vida sin importar que. “¡Por fin lo logre, he creado al monstruo perfecto!” Se decía a sí mismo, mientras admiraba con morbo como Bruce acababa con todos y cada uno de los asesinos sin dudar en asesinarlos. En verdad había sido su mejor estudiante y lo estaba demostrando ya que ahora no había nada que le mantuviese atado. Llegado el momento, tuvo que enfrentarse a su ex pupilo y solamente pudo detener dos de los espadazos que el murciélago brindaba con gran maestría, pues al tercer golpe el menor pudo derribarle sin problema–
¡¿Por qué lo hiciste?!, ¡¿Por qué?! –Bramó mientras le arrancaba la espada al mayor y dejaba caer la que ya tenía entre sus manos, de esa manera pudo utilizar la espada que todavía contenía sangre de Clark, la puso en el cuello del tirano mientras esperaba por una respuesta–
¿Aún preguntas por qué? –Rió un poco y soltó un quejido casi imperceptible al sentir la presión de la hoja contra su garganta– ¿En verdad pensaste que podrías tener una familia?, ¿Qué podrías ser feliz? –Se burló de tan tontas ideas, que realmente no las consideraba como tal, pero… La realidad era que el Kriptoniano le había devuelto las esperanzas al caballero oscuro y eso interfería con sus planes, razón por la cual ahora, Superman estaba muerto–
¡No! Yo jamás lo llegué a creer así pero… Pero él sí lo hacía… –Dijo con voz triste mientras apuntaba al inmóvil cuerpo de Superman– Y esta vez… Me aseguraré de no cometer errores –Su voz sonaba fría como el hielo y carente de sentimientos… Fue con esa misma indiferencia con la que hablaba, que cortó la garganta contraria y se levantó para ver al anciano ahogarse en su propia sangre–
–Dejó caer el arma al lado del inerte cuerpo y volteó su vista hacia Clark, dirigiéndose hasta donde el cuerpo de su prometido yacía tirado. Se arrodilló, tomó con cariño y pena el cuerpo del reportero entre sus brazos y recargó la mejilla contraria contra su pecho a la vez que dejaba caer lágrimas de dolor… Aquellas lágrimas amargas que sólo había experimentado cuando sus padres murieron asesinados frente a él, todo le parecía un muy retorcido deja vú–
Clark… Despierta, aún no es tu hora… Aún no debes irte –Mantenía el cuerpo apretado contra él y sus ojos fuertemente cerrados como esperando un milagro de último momento que en su interior sabía no sucedería. Era como si con aquella acción el pudiera retener a Clark con él un poco más… Había sido muy duro con él, frío y déspota… Pero ahora se arrepentía, se sentía herido más allá de lo que nadie había logrado lastimarle jamás… Era un tonto, pues nunca supo corresponder el amor que el super-hombre le proclamaba, nunca pudo agradecerle y ahora nunca lo podría hacer… Había muerto… Muerto por sus propios errores, por tratar de hacer el bien en un mundo podrido… Clark siempre había sido mejor… Siempre había sido aquella luz que intentaba iluminar a la oscuridad que era su alma, que era él como Batman, porque esa… Esa era su verdadera identidad–
Nunca debí permitirte entrar en mi vida… No debí mantenerme cerca de ti… Oh, dios, como lo siento... Lo siento tanto Kara… Conner… Jonathan… Martha… Si no hubiera sido por mí… Maldición… Por mi culpa… Clark, él… Kal-El murió…