Estoy acostado, boca arriba, en mi cama de dos plazas. Las sabanas azules están toda arrugadas y mal extendidas. Ya que mis extremidades están esparcidos por todos partes, para ocupar todo el espacio que sea posible. Es muy relajante estar así. Solo en casa. Aunque de vez en cuando viene algún que otro pensamiento sobre ella o ese pésimo momento. Nuestro último momento.
Hoy en jueves, tampoco fui a clases. Si, así es, tampoco. El lunes, el martes, el miércoles, hoy jueves, no me presente a clases. No estoy preparado emocionalmente para verla. Suena muy marica, muy de quinceañera, muy estúpido. Pero no puedo predecir cómo se comportara en el instituto. Mi cabeza da vuelvas y vuelta cada vez que pienso eso, pero ella dijo que quiere ser como una cualquiera, una chica fácil, una rompe relaciones, una tercera de una noche. No lo dijo con esas palabra pero es esa la manera de como mi cerebro proceso la información que ella me envió.
Así que tampoco tengo pensado en ir mañana. Por suerte mi madre y mi padre se fueron a la casa de mi tía en Namak que está a 7 kilómetros al oeste de la ciudad. Se fueron el domingo, por la tarde. Y llegan el lunes a la madrugada. El motivo por el cual viajaron fue porque mi tía dio a luz. Tuvo una niña por lo que mi madre me comento el lunes por teléfono. Así que el martes voy a ir a clases. Para el lunes diré que los extrañe y que quiero pasar tiempo con ellos y que me cuenten como está la familia, que tal la nueva integrante, y todas esas cosas. Así que tengo cuatro casi cinco días para preparar mi mente, mis emociones, mis actitudes cuando la vea en el instituto.
Por suerte, ahora lo digo antes lo maldecía, estamos en el mismo año, el último ahora, pero en distintos cursos. Ella es media… hueca. No comprende muy bien las cosas cuando se trata de estudio. Le cuesta retener información en el cerebro, eso es. Está en el curso D. En cambio yo estoy en el curso A. Soy el número dos de los cinco más inteligentes de todos los cursos de mi año. Desde que tengo uso de razón, o que me acuerde desde que empezó el colegio siempre fui así. No se me hace falta estudiar, con solo escucharlo y/o leerlo máximo 3 veces se me queda la información. Pero no en forma textual, sino que lo comprendo y lo expreso con mis palabras, que son muy verborragias.
Durante toda nuestra relación, incluso antes, siempre le di clases de apoyo. Es de desconcentrarse muy rápido, y a mí también.
–¡DONGHAE! ¡PARA YA! – Me grite a mí mismo. Mientras me sentaba – Vuelve a concentrarte en la nada mirando el techo. Sí. Has eso – y me volvi a recostar.
Pinchi-pinb35; Llego un mensaje de texto. ¿Dónde deje el teléfono celular?
Hey! Pececito! ¿Quieres que lleve ramen y algunas bebidas?
Hey! Pato! Me parece prefecto!. Pero sabes que no tomo bebidas alcohólicas. Para mí un agua soborizada.
Ya lo sé. ¿De qué sabor?
Ananá.
Bueno, en veinte minutos estoy ahí.
Me levanto de la cama, y me voy al baño.
–Pensé que estaría en un peor estado, pero estoy bastante bien. – Me miro al espejo que ocupa casi toda la pare donde se situa el lavabo de manos. Mi aspecto no esta tan mal. Tengo el pelo muy desprolijo, nada usual en mí. Cara sucia, y dientes. –DongHae! ¡QUE ASCO! – Es verdad desde el lunes no me baño, ni siquiera me aseo. – ¿Tengo barba? – Me froto la barbilla, tengo algo como oscuro, aunque se siente muy suave.
Me lavo los dientes como unas…. 7 veces para que queden limpios, limpios. También las manos y la cara – Era mugre, suciedad, que asco. – Me mojo el cabello para peinarlo más o menos decente. Cuando LeeTeuk se vaya definitivamente me bañaré.
Salgo del baño y me dirijo a mi armario. Porque no pienso recibir a mi mejor amigo en bóxer solamente. Elijo un pantalón deportivo de algodón color gris y una remera blanca que me muy holgada, es dos o tres talles más que el que soy.
Riiiiiiiiiiiinnnnnnnnnnnngggggggg ~
–Ya voy!! – Grito mientra bajo corriendo por las escaleras. – Teukkie, pasa – Mi amigo me mira fijamente de arriba abajo, esta duro como una piedra – ¿Te pasa algo LeeTeuk? –
–Hae, ¿Estas bien? ¿Te sientes bien? ¿Por qué no me llamaste si estabas enfermo? – ¿De qué demonios habla? ¿Tan mal estoy?
–Pasa – Entra y nos vamos a la cocina. Me mira fijamente – Estoy bien solo, que…. Bueno… estuve en la cama todo el tiempo. Y solo pedía comida y…– No sabía que decir.
–DongHae, sabes que te quiero como un hermano. Y por eso tengo que decirte esto. Eres un idiota! Como por una pollera vas a encerrarte en tu casa. ¿Ni siquiera vas al almacén de la esquina? Responde –
–No. No sé qué me pasa. De enserio. Siéntate. – Le señalo una de las butacas de la isla de mesa.
–Entonces dime Hae, ya son cuatro días que no vas a clases. Una relación termina, pero en el futuro otra aparece. –
–Es que yo siempre la he amado, hasta ahora. No me importa lo que me haya dicho. Ella es mi mundo y lo sabes. – Mis ojos nuevamente se cristalizaron.
–Hae, losé! Más que nadie. Pero es el momento de cambiar. Dejala ser lo que quiera. Ella sola se dara cuenta que ese camino que elijo es muy feo, y no le traerá nada bueno. –
–Lose, quiero decirme a mí mismo que ya paso, lo hago, pero no lo capto. ¿Entiendes? No puedo, estos cuatro días me la paso echado en la cama como un ser muerto en vida, solo pensando en ella. Tratándome de preparar mentalmente, tratar de controlar mis emociones en el momento que la vea la semana que viene en el instituto. LeeTeuk entiéndeme, es mi primer amor. –
–La única manera de controlar todo eso es enfrentándolo, ya te lo he dicho, es la única manera. Si la ves con otro, cosa que dudo no creo que se enrolle con uno del instituto si ella solo quiere “jugar” No llores Hae – Me dijo cuándo una gota de agua salada se deslizaba lentamente por mi mejilla pálida. – A demás tienes 3 motivos mas por el cual ir si o si, pase lo que pase, al instituto. – Me dijo con una sonrisa de oreja a oreja, se les veía todos sus dienten perfectos. Y sus hoyuelos, quiero también.
–¿Qué son esas tres cosas taaaaaaan importante que no puedo faltar más a clases y me obligar ir al instituto? – Digo mientras recojo la bolsa donde esta las dos cajitas de ramen instantáneos y los dejo en la mesada de la cocina. Tomo una pava, invierto agua, y lo dejo en la hornalla para que se caliente. Mientras tanto busco los palillos, dos vasos. Y los llevo a la isla de mesa, donde vamos a comer.
–Cosa importante número uno, dos puntos abro comillas – Se me escapa una pequeña sonrisa con ruido, porque hace señas con las mano de lo que dice – No te olvidaste mi pequeño pececito que lo máximo que puede faltar un estudiante del instituto son quince días. Aunque sean con causas justificadas. Ese es el máximo permitido sino tiene que re-cursar en verano todas las materias, aunque estén aprobadas. Y no importa si es un alumno ejemplar, las reglas son las reglas. ¿Te acuerdas de eso, no? –
–Si, lo sé. Se me todo el reglamento. ¿Qué tiene que ver eso conmigo? –
–Que esta es el primer mes. Y faltan alrededor de ocho meses para que terminemos. Sin decir que nadie pudo dar las doces materias en verano. ¿Y qué estamos en nuestro último año? – Solté una super carcajada, no me la pude aguantar. – ¿Y ahora qué? – Pregunto mi amigo rubio un poco molesto y serio.
–Es que – risitas – Lo sé Teukkie. Pero eso no va a pasar y menos a mí –
–Bueno. La cosa importante número dos, dos puntos abro comillas – Se voy para la cocina a retirar y el agua del fuego y preparar nuestra comida – Es que el director te estaba buscando desde el lunes. Bueno casi toda la administración del instituto. –
–¿Y eso? –
–Yo les dije que te fuiste con tus padres Namak a los de unos familiares, por asuntos personales. Aunque siguen insistiendo en que averigüe tu número para comentarte – Cuando regreso a la mesa, le paso su ramen y me siento. Tiene una sonrisa de felicidad. Que cambiante de ánimo cada segundo.
–¿Por qué esa cara? –
–Porque esta es un NOTICION! – grita. Mi cara de no entender nada es muy graciosa seguro porque su expresión es de alguien divertido. – El director me dijo que si te comunicabas conmigo que te diga….– ¿Y ahora tiene suspenso la cosa? – … que… que… que… – Su sonrisa se amplía más aún. Creo que ya no veo sus ojos – Si tu promedio este año queda en primer lugar. Más los de las años anteriores que son fantásticos. Más a tu limpio expediente como la leche recién ordeñada. Más las críticas positivas de los profesores, y hasta el personal no docente. Más el cero momento en que algún alumno del salón haya intercambiado palabras maliciosas hacia ti. Más lo genial que eres en los deportes, y que te conviertas en el único nerd que lo logre – Mi pasiencia estaba acabando – Da un total del…..
–YA!!!! DILO!!! ME PONES NERVIOSO!! –
–UNA BECA COMPLETA PARA TOOOOOOOODAAA LA CARRERA QUE DECIDAS, Y EN LA UNIVERSIDAD QUE DECIDAS!! – Me dijo gritando a los cuatro vientos, y a los siete mares. Y yo no entendí. No me lo creía.
–¿Qué dices LeeTeuk? –
–Lo que escuchaste. Si subes un poco más tus notas te puedes ir a cualquier universidad que deseas DongHae. Pero solo en Corea del Sur, nada del extranjero. –
–No es divertida tu bromita, “amigo” – Estaba serio por el shock, estoy seguro que LeeTeuk nunca jugaría con algo así. Sabe que siempre espere esta oportunidad. Aquí en Mokpo, no está la carrera que yo quiero. Solo en Seoul. Y es muy cara.
–No te miento Hae, nunca te mentiría con algo así. – Su sonrisa aaaaah.
–No sé qué decir, es lo que siempre desee que algún día se cayera del cielo esa beca. Ya que mis padres no tienen suficiente dinero para pagar las cuentas mensuales, menos para una universidad. –
–Lo sé. –
–Mañana mismo iré a clases. No me importa ver a Yoona y menos si esta con otro. Este es el sueño de mi vida, una oportunidad única que no debo desperdiciar y… ese empujo para el gran cambio en mi vida. Debo trabajar muy duro, y estudiar lo que no estudie en esto casi once doce años que estoy en el instituto. –
–Hae una cosa, mañana no puedes ir. Les dije a los profesores que te fuiste con tus padres y regresarías el domingo o lunes. Tú me dijiste que digiera eso. –
–Tienes razón. Bueno estoy cuatro o tres días me voy a preparar. Estoy seguro que esta oportunidad me va a tener la cabeza en otra parte que no sea Yoona y mi preocupación de verla con otros. –
Es algo relajante. Es la primera vez que sonrió de verdad esta semana, es la primera vez que hay algo en mi cabeza que no sea Yoona primero y tratar de pensar en otra cosa que no sea ella. Estoy feliz muy emocionado esto es genial. Desde que me empezó a gustar la filmación y la fotografía quise ser director de cine.
Mi primo Kim HeeChul, hijo de la hermana de mi madre, mi tía que vive en Gangwon. Estudia esto en la SM High University que está en Seoul. Es la única universidad en todo Corea del Sur que tiene esta carrera. Y cuesta muchísimo dinero. Ellos no son como nosotros, con respecto a la situación económica. Su padre, mi tío político, es un chaebol que heredo la empresa de su familia. Y por esta causa HeeChul es algo narcista. Pero buena persona, no se da cuenta de cómo actúa. Es con el único primo con el que me llevo bien de toda la familia. Ya que los demás le tienen mucha envidia. Todos dicen que la relación de sus padres no tiene amor. Que mi tía se casó por interés. Pero no importa.
Terminamos de comer lavamos lo que ensuciamos muy felices. Esta noticia de la beca es fantástica!
–¿Teukkie? –
–¿Qué pasa? –
–¿Cuál es la cosa número tres por la cual no debo faltar al colegio? ¿Algo mucho mejor que lo de la beca? – LeeTeuk se echa a reír.
–Si. ¡YO! – Me uno a su ahora carcajada – Extraño mi compañero de banco. Ah cierto casi se me olvida, te traje la tarea también. Y de paso me ayudas en las cosas que no entiendo.
–Bueno prepara las cosas, que iré a buscar mi morral con mis cosas– Su las escaleras y me voy a mi habitación. Tomo mis cosas y me siento alado de mi mejor amigo – No tengo más hojas. Vamos a la librería de a dos cuadras derecho. –
–Vamos. A ver también si tomas un poco de sol, y tu piel toma color. Estas muy pálido Hae. –
Salimos de casa y miro el cielo.
–Yo creo que tomares un poco de luna o algo de luz de los postes –Digo entre risas. – ¿En qué momento se hizo de noche? –
Caminamos las dos cuadras de la librería y más. En esa no había el tipo de hija que uso no me gustan las finitas ni las muy blancas. Soy muy perfeccionista con las cosas a veces.
Pero esa noche vi algo que no quería ver en toda mi vida. Esa noche volví a estar triste. Esa noche mi felicidad por la futura beca se desvaneció. Es noche la vi de la forma que nunca quise verla. A tan solo seis cuadras de mi casa, la vi. La vi en los brazos de otro. La vi saboreando a lo baboso otros labios que no eran míos. Eran de esa manera cuando ella quería llegar desesperadamente a casa para hacerlo. De la manera cuando estaba excitada. Esa manera que mi cerebro proceso la manera de su ruptura conmigo. Una parte de mi quería llorar. Una parte de mi quería volver a mi casa y encerrarme. Una parte de mi murió por segunda vez.
Y la otra tenía dos reacciones confusas. Que estaban peleando para saber quién dominaba esta parte. Era una batalla entre la ira y la serenidad.
Tenía ganas de ir a donde están intercambiando saliva y golpearlo por tocar a mi amor. Y la otra quería dominarla con la tranquilidad. Me decía que ya está. Ella lo eligió, que no me importe y que sigamos de largo. Pero me di cuenta que no era parte de mi esa serenidad que me pedía, era LeeTeuk. Mi mejor amigo.
–Vamos Hae. No los mires. Déjala. Olvídala. Mira tu futuro. Piensa en la beca. – Él tenía razón. Mi beca. Mi nueva vida. Mi nuevo comienzo. Todo ¿Cambiara? Puede ser la vida pero mi corazón no. Mi corazón lo tiene ella. Ella es la dueña de mi vida. Aunque piense en la beca, la consiga, y me vaya. Estaré pensando en ella.
Caminamos una cuadra mas. Ella no noto mi presencia. Claro, estaba muy concentrada. Pero de repente todo se puso negro. Y no porque era de noche. Solo escuche el – Haeee! – de mi mejor amigo. LeeTeuk.