La luna caía sobre la ciudad y junto con las luces de los edificios y centros comerciales le daban un toque elegante y misterioso con el que podrías disfrutar de la vista si te das la oportunidad.
El chico rubio, bajito y líder de una conocida agrupación volvía arrastrando los pies a su dormitorio, su rostro estaba pálido y caminaba como autómata, sin prestar atención a su alrededor pues la vida se le había ido y eso no era mentira… la vida se le había terminado.
Tenía por destino su dormitorio donde ansioso le esperaba el unicornio de EXO. Lay se estrujaba las manos nervioso por el regreso de su líder, sólo él sabía aquel secreto y teme que las consecuencias fueran a ser irreversibles.
Para el chino era imposible no preocuparse por su hyung porque simplemente él es su líder, el chico que traía un botiquín de emergencia siempre cargando por si alguno de ellos se accidentaba, el chico que salía a dar la cara cuando había problemas y la situación actual era el perfecto ejemplo. A veces lo odiaba por ser tan amable y tan considerado, tan condescendiente… Aunque ésas también eran virtudes por las que había desarrollado sentimientos más profundos que lo de una “paternidad, hermandad, amistad”. Lo sabía y por eso no podía evitar esta angustiado en esos momentos. ¿Desde cuándo se había sentido así por el pequeño de sonrisa tan enorme que causaba que sus ojos desparecieran?... No estaba seguro, por lo que solo podía sentarse ahí esperándolo como un tonto.
No había nadie en la casa ahora, nadie excepto Lay, todos los demás habían salido a divertirse ignorando aquella situación, incluso el culpable de todo esto, de la desesperación en los ojos de su líder y ésa persona había perdido todo el respeto de Lay desde que se enteró a voz de Suho lo que había ocurrido. Lo odiaba con todas sus fuerzas y ya no sabría qué hacer cuando se lo tenga que volver a topar cara a cara.
Lay giró el rostro violentamente cuando en la puerta se escuchó el ruido torpe de las llaves intentando abrir la puerta, pensó de inmediato que se trata de su hyung, el muy idiota aún quería hacer todo solo y sin que alguien le ayude, por lo que se puso de pie y corrió a abrir la puerta encontrándose con una escena desgarradora: Las níveas manos del bajito temblaban aun sosteniendo las llaves y haciendo ruidos con ellas, su rubio cabello estaba completamente despeinado, probablemente él mismo se lo ha alborotado, sus ojos estaban hinchados de seguramente contener las lágrimas y al ser descubierto por el menor inclina rápidamente la vista.
Lay con el corazón medio roto por ver a la persona más importante en ése estado se atreve a peguntar con la voz llena de ansiedad.
- ¿Y?... ¿Qué pasó?
Suho con el corazón en la mano levanta la mirada y le sonríe al menor, sólo era una sonrisa vacía, careciente de emociones. Lay no reconoció ésos ojos, eran los de otra persona cuya alma había sido destruida.
- Me han destituido de ser líder… me han sacado de EXO, terminaron con mi contrato
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Suho fue alertado por KyungSoo sobre la extraña conducta de Kai, apenas había un momento de descanso y el moreno se desaparecía para ir a quien sabe dónde. El ojón tenía sus sospechas sobre que el menor se escapaba a uno de ésos bares o clubes a divertirse pues había advertido que mientras fingía dormir Kai llegaba tambaleante y ni siquiera de ocupaba de desvestirse, como el mayor se despertaba antes, se inclinaba a olfatearlo y el olor a alcohol estaba impregnado en las prendas.
El líder se preocupó con el moreno e intentó hablar con él para pedirle que se detenga antes que algún directivo, manager o fan se enterara, no era bueno para la imagen de un idol fuera manchada por la fama de “alcohólico mujeriego”
Todos sus planes se fueron por la borda cuando más rápido que un rayo Kai se escabulló de todos en un descanso durante el resto del día sin que nadie lo viera, nadie excepto el líder, que se apresuró a seguirlo y a averiguar de una vez por todas en lo que andaba metido.
KyungSoo tenía razón, Kai había ido a uno de ésos clubes donde abundan las mujeres hermosas y el alcohol, tanto él como el menor iban perfectamente encubiertos para evitar chismes y fotos indiscretas. Se apresuró a entrar al lugar y aunque antes de hacerlo tuvo que pagarle a los gorilas de la entrada un soborno para que no hubiera necesidad de mostrar su identificación, por fin estaba dentro.
Rápidamente ubicó al menor bailando provocativamente al centro de la pista en medio de dos mujeres con grandes atributos. No sabía cuándo debía actuar, pensó que lo mejor será esperar a que dejara de bailar, esté solo y pida algo en la barra, así intentaría hacerlo entrar en razón para que dejara ésos malos hábitos y que volvieran juntos a casa.
Lamentablemente parece que el moreno descubrió que su líder lo había seguido, no quería sermones, ya estaba harto de ellos de parte de su ojón compañero de cuarto y menos ahora necesitaba de otro enano que se creía el sabelotodo “guiando” con el buen ejemplo.
Su mente maquinó un plan para echar a su líder de ahí, le susurró algo a las mujeres que bailaba y después sonrieron complacidas, se separaron de él y fueron caminando meneándose en dirección al rubio. Éste desconcertado las mira y sorprendentemente se sientan a su lado, estirándose para alcanzar a besar su cuello, una de ellas mete las manos por debajo de su camisa y otra toma la mano del mayor para ponerla sobre uno de sus pechos. Suho no entendía lo que pasaba, todo estaba ocurriendo en una fracción de segundo y el toque de ésas mujeres le repugnaba, no eran las manos que él quería que lo tocaran y acariciaran. Estaba en ésos pensamientos cuando un grito que seguramente llenó todo el lugar lo sacó de su trance.
- ¡Suho! ¡Suho de EXO!
Una de las mujeres cercanas a la barra lo notó por la simple y sencilla razón de que una de las que lo manoseaban le había quitado la gorra dejando a la vista su luminoso y nada discreto cabello rubio.
Abre grande los ojos, era su fin… lo habían descubierto y antes de que pudiera darse cuenta cámaras digitales, de celular y miradas indiscretas estaban captando el momento en el que las mujeres lo estaban acariciando y besando, dentro de un bar… Sin lugar a dudas era su fin y aún en su desesperación pudo alcanzar a ver a lo lejos a Kai sonriendo satisfecho para después retirarse de ahí.
Para su desgracia las fans que se encontraban en ésa noche en el bar no tardaron en publicar las fotos: “Nuestro líder divirtiéndose” “Ya no lo amo, ¿Qué no respeta a sus fans” “Desgraciado, rompió mi corazón” “Me saldré del club de fans de EXO” “Grupo mediocre” “Una cosa es tener una relación y la otra meterse con prostitutas”. Todos ésos comentarios acumulándose uno por uno en su sitio oficial en el cual acudía con frecuencia para recibir amor de sus fans, ya sabía que no tendría carrera, todo se había terminado y la llamada perdida en su celular del manager lo tenía sin cuidado, tendría que ir algún día a enfrentar la sanción.
Lay entró corriendo a su habitación con su móvil en las manos, tenía en su rostro una expresión de desconcierto y algo que más que se percibía en sus ojos ¿decepción? Era lo más probable y Suho no quería eso, no de la persona más especial para él en su vida.
Sabía que quería una explicación, Kai ya se había encargado de poner a todos en su contra desde que se enteraron de aquel incidente, ahora ya nadie le dirigía la palabra, mucho menos se veía en los ojos de sus dongsaengs el respeto a él que alguna vez vio… pero Lay era diferente, no creería nada ni de nadie hasta no escuchar una explicación de sus labios, porque Lay lo conoce y está seguro de que su líder no es así. Cuando amas a una persona la conoces mejor que a nadie.
Suho le contó todo al unicornio, no dudó ni un segundo en creerle todo lo que decía. Siempre su líder tan preocupado y dedicado a todos los miembros y no le sorprendió saber eso de Kai, su relación con el moreno no siempre había sido la mejor, pero que por su causa el bajito saliera perjudicado ni lo quería pensar y sin quererlo se molestó… sólo un poco con el mayor al escucharlo decir que todo fue su culpa, que mejor debió de haber esperado a que Kai llegara a casa.
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Ahora Lay se enfrentaba con la noticia de que su líder tendría que dejar de serlo, dejar el grupo y dejar de estar con él. Se había quedado en shock, sabía que la noticia le daría una sanción grave pero no de ésa magnitud.
- Me dieron una semana solamente para salir oficialmente, ya no asistiré a los eventos del grupo…. Las fans están destrozadas y ahora me odian, todos me odian… incluso ellos
El líder había murmurado aquello con tal dolor que a Lay se le estrujó fuertemente el corazón, tanto que solo permaneció de pie mirando a Suho con la vista perdida en el vacío, lo conocía como alguien muy sensible e incluso llorón. Sin embargo, ése día no lloró.
Sólo tenían una semana....
**DIA 1 **
Suho permaneció todo el día encerrado en su habitación. Lay pudo escuchar comentarios malintencionados al que decían “ex – líder “ y Kai protagonizando la mayoría de ellos.
El unicornio negó con la cabeza ante su descaro y el resto sabiendo que él era el que tenía mejor relación con Suho, nunca le pidieron que explicara las cosas o si sabía algo, simplemente creyeron en los rumores y en las palabras del moreno
Vaya amigos…
**DIA 2 **
Lay trataba de hacerle llegar comida a Suho, el único que seguía preocupándose por él, a los demás ya les daba lo mismo y en cierta parte entendía el porqué, lo que en sus mentes había de información era: Un Suho traidor asqueroso.
El unicornio se rinde y deja la bandeja de comida en la puerta dejando de tocar, se sienta al lado y se pierde en sus pensamientos, todo era demasiado abrumador, no podía estar ocurriendo, no con la persona que ama y cada vez más se enloquecía al escuchar a las fans insultando al rubio y con ésos sentimientos se va quedando dormido.
Cuando despierta se encuentra con una manta sobre su cuerpo y la bandeja había desaparecido.
** DIA 3 **
Lay lloraba en silencio dentro de su habitación, no quería que nadie lo viera, no le gustaba mostrarse débil ya no soportaba más. Se había aislado tanto de los demás que incluso ya lo consideraban igual de traidor que Suho, incluso especulaban que él también iba a divertirse en uno de ésos lugares en compañía del rubio. Está bien, que hablen de él lo que quieran pero de su pequeño no lo iba a permitir.
Todo detonó cuando por fin el mayor había salido de su habitación para ir a buscar algo de comida por sí mismo, pero para su mala suerte la gran mayoría estaba presente. El bajito no pudo ni siquiera mirarlos a la cara, sus miradas de decepción e incriminación estaban ahí en sus ojos, estaba enterado que por su causa la fama del grupo se había vuelto negativa, no sólo hablaban de él si no de todos y tratando de adivinar qué de asqueroso habían hecho durante su vida. Suho no quería eso, no quería seguirlos perjudicando por lo que quería irse lo más pronto posible y pedir una disculpa pública por todo el revuelo además de limpiar el nombre de EXO.
Sehun secundado por Kai miraba fijamente cada acción que realizaba el mayor que tímidamente buscaba algo en el refrigerador. El menor de todos se acerca al menor fingiendo inocencia con un batido de fresas en sus manos y de un momento a otro Suho estaba cubierto del líquido rosado que se deslizaba desde sus doradas hebras de cabello hasta sus hombros.
- Gracias por arruinar al grupo
Lay había llegado justo a tiempo para ver como Sehun derramaba el batido sobre la cabeza de su pequeño y él ni se movía. Todos los demás estaban estáticos y Kai reía. Las palabras que le dijo fueron de tal frialdad que le puso la piel de gallina.
Fue suficiente con haber visto aquello, se acercó con decisión a donde se encontraban los demás, con un paño de cocina trata de limpiar la cabeza del rubio que se mantenía con la mirada al suelo y le dedica una fría mirada al menor
- No te metas con él ¿escuchaste Sehun?
El mencionado ni se molestó en responder y Lay honestamente no esperaba una disculpa, por lo que sólo lleva al rubio aún con el paño en la cabeza en dirección a la habitación del más alto. Una vez ahí lo sienta en la cama, va a buscar una toalla y con la toalla limpia su cabeza lentamente, ninguno dice nada y no hay necesidad de decirlo. Simplemente permanecen así, el menor limpiando a su hyung.
** DIA 4 **
Lay decide que ya no dejará a Suho volver a su habitación, después de lo que sucedió tanto Sehun como Kai lo esperaban para volver a decir sus estúpidos comentarios e insultos y durante todo el día se da paseos a la habitación del bajito para trasladar todas sus cosas a su propia habitación.
Trataba de no pensar lo que pasaría después de que Suho se fuera… “De que Suho se fuera”…. Qué mala combinación de palabras. Lay no quería pensar en ello, sabía que pasaría pero no quería pensarlo ¿Qué pasará? Los demás ya no lo quieren ni ver y no quisiera compartir de nuevo un trabajo con ellos quienes también lo han catalogado como traidor
- Ni siquiera lo pienses Lay… no te vas a salir del grupo, sólo déjame a mi… ya te has metido en demasiados problemas por mi culpa
El menor se sorprendió sobre cómo había podido leer sus pensamientos, además la voz de Suho había sonado tan vacía, careciente de aquella alegría que siempre le implantaba y eso de nuevo le había roto el corazón por milésima vez en el día.
Decide sólo sonreírle al rubio y se inclina a volverlo a recostar en la cama, cubriéndolo protectoramente con las mantas. Si algo bueno debía de salir de la situación es que el mayor ya había dormido más en los últimos días.
Al poco rato Lay apaga la luz y se recuesta al lado del líder listo para dormir, no sin antes atraerlo a sus brazos e impedir que pase frío durante la noche.
**DIA 5 **
Hoy Suho se despertó más temprano que Lay, salió de la casa y aún no ha vuelto. El único que había querido salir a buscarlo como siempre, no le era permitido ir fuera de la casa hasta que las cosas se salvaran, pero como ya a nadie le importa lo que el líder haga, les dio igual si salía o no.
Lay solo se queda esperando y mirando la puerta fijamente durante horas, escuchando de vez en cuando comentarios de parte de Kai como: “¿Tu enamorado ya te abandonó?” “De seguro se fue a follar con otro” “Debería de largarse ya”
El unicornio ya tan harto de él le levanta el dedo medio de la mano y sigue sólo su espera. Ya iba más de las diez de la noche y Suho no llegaba. Lay comenzaba a creerse las palabras de Kai, no sobre lo de irse con alguien más… si no que lo había abandonado antes de tiempo, sin haberle dado la oportunidad de explicar sus sentimientos. Se aguantó como siempre las ganas de llorar pero no se movió de ahí.