APOSTANDOTE A TI
Las cosas estaban aburridas como de costumbre, pero después de que su videojuego favorito se descompusiera, todo lo era para él, pero a sus compañeros de cuarto tenían una idea para pasar el tiempo.
La cosa era fácil, quien lograra permanecer más tiempo a lado del Ohno Satoshi el maestro más serio y amargado de toda la escuela ganaría, el premio seria lo que él ganador quisiera. En una escuela de hombres que más podrían hacer.
Había pasado dos meses y sus compañeros habían fracasado, solo quedaba él y sus ganas por obtener el premio.
-OM-OM--OM-OM--OM-OM--OM-OM--OM-OM--OM-OM-
Después de cuatro meses se había dado cuenta de que todo lo que rodeaba a su profesor eran puras mentiras, en ese tiempo había logrado comprenderlo y eso no le gustaba, por eso lo había citado esa tarde, deseaba acabar con todo antes que fuera demasiado tarde.
-Lo nuestro termino- dijo Nino molesto, tratando de ocultar lo que en verdad quería decirle, que todo había sido una apuesta y en verdad deseaba que no lo despreciará por eso.
-¿Pero que hice mal Nino? –Ohno tomo las manos del menor entre las suyas mientras lo miraba a los ojos, de forma anhelante.
-Todo, no me quieres lo suficiente como para intimar- sus palabras sonaron duras, y soltó sus manos del mayor. Ese contacto lo lastimaba más de lo que desearía aceptar.
-¿Eso es lo que deseas?- decía con algo de decepción en su voz el mayor.
-Si.- fue la tenue respuesta que salió de los labios de Nino. En verdad no lo deseaba así.
-Te espero en mi apartamento al terminar las clases. –Fue la respuesta de Ohno.
-OM-OM--OM-OM--OM-OM--OM-OM--OM-OM--OM-OM-
La oscuridad los alcanzo, pero a pesar de la noche, era tan cálido estar en esa habitación. Nino se sentía culpable por haber llegado a ese punto las cosas no debían terminar de esa manera, ya no le importaba haber ganado lo único que deseaba ahora era no ser odiado.
Si lo perdía ya no tendría sentido nada, así que se abrazó a él y se protegió en los brazos de Ohno, quien se encontraba dormido y deseo que nunca acabara el contacto.
-Lo siento Ohno-san, no quería que esto llegara a este punto. En verdad no creí que llegaría a enamorarme.- decía y su voz sonaba como un murmullo, mientras intentaba no romper ese cálido contacto.
- Es la primera vez que me dices así fuera del aula de clases.- Nino se sorprendió, se suponía que estaba dormido y no debió escucharle así que evitando ver su rostro se quedó en silencio sintiendo como los brazos del mayor lo envolvían.- En verdad me alegra que mi amor y cariño llegaran a ti. Siempre supe todo, pero me gustabas, sé que estaba mal pero aun así cuando viniste a mí no pude evitar estar feliz y preferí callar. – la voz de Ohno era suave pero firme en cada una de sus palabras y mientras terminaba de hablar, besaba el cabello del menor, quien hasta ese momento no se movía.
- te amo. – fue lo único que escucho decir quedamente.
- Y yo a ti, con todo mi ser.
Había ganado, pero ya no le importaba el premio por el cual inicio todo, ya que el premio que consiguió fue amor y cariño puro de la persona que siempre lo quiso, y eso supera todo.
FIN