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Ocultate y corre por sagitariogothic

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Notas del capitulo:

hola!! siento que ayer no actualicé pero es que no tengo casi tiempo T.T sorry.

ESPERO QUE LES GUSTE Y ME COMENTE.

 

POV. XIUMIN.


Noté una descargar y desperté asustado, delante de mí había tres hombres vestidos con batas de médico y dos de gris con picas eléctricas. Intenté sentarme pero estaba atado con correas cruzando mi cuerpo.


-Hasta que te acostumbres a estar aquí no dormidas libre.-asentí tragando saliva.- estás paredes son de hormigón y titanio, impenetrables, y tú ahora te vas a poner esto. Sin trucos.


Asentí y me dieron un pantalón blanco y una sudadera gris, calcetines de deporte y unas zapatillas de tela sin cordones. Me lo puse detrás de un biombo, no sabía que esperar pero prefería colaborar.


Cuando salí de detrás me apuntaron con una de esas picas eléctricas, caminé mirando hacia abajo, tenía ganas de llorar. ¿Por qué hice eso? ¿Luhan estará bien? ¿Los chicos sabrán de mi ausencia?


Me paré detrás de los médicos y abrieron una puerta con una tarjeta, la sala que había al otro lado era blanca y exactamente igual a la que había estado el día anterior o cuando fuera. Lo que me llamo la atención no fueron los techos altos con ventanas cubiertas de hierros, o el que hubiera colchonetas en el suelo, lo que me llamo la atención fue un chico que estaba suspendido en el aire cerca del techo.


Una cadena sujetaba su pie y él intentaba subir más, cuando tocó la ventana uno de los guardias que venían conmigo subió la potencia de la pica y tocó la cadena. El chico gritó y bajo muy rápido, chocó contra la colchoneta con fuerza y el monitor indicó un paro en la respiración.


-vuelve a intentarlo escoria.- una guardia le pegó una patada y este se levantó. Ese chico era alto, delgado, con una elegancia natural y el pelo rubio con las raíces negras, lo tenía tan largo que parecía un dibujo manga. Ese chico era Kris.


Al verme abrió los ojos y yo recibí un empujón, caí de rodillas y oí una risa. Me levanté y me hicieron caminar hasta llegar al lado de él.


-De rodillas.- me puse de rodillas y me pusieron en las manos una especie de malla con un círculo en el centro.- tú también.


-¿qué..  Qué haces aquí Min?-la voz de Kris me hizo mirarlo e reojo. Estaba pálido y parecía triste.


-me vieron...- recibí un golpe en la espalda y tiraron de mí.


-¡de pie!- obedecí y vi a un guardia mayor con un doctor.


-Me han dicho que congelas cosas- Kris abrió los ojos y yo asentí suspirando.- Bien, esto evitará que apuntes a alguien que no se él- abrí los ojos al ver que señalaba a Kris- tienes que intentar congelar su camino cuando vuele. Si se acerca a la ventana... Perdéis los dos.


Oí el sonido de la pica y recordé como lo habían tirado. Me sonrió triste y se puso en pie.


-por cierto, no intentes huir.- pulsaron un botón y se bajaron unas pantallas transparentes desde el techo al suelo, parecía una jaula, y del techo cayeron gotitas de agua.- Empezad, quiero verte currito.


-No te preocupes Xiu... Te lo pondré fácil.- mis ojos se aguaron, Kris se elevó poco a poco, tosió y calló de nuevo. Me acerqué a él y noté un calambrazo.- no te acerques, tienes un dispositivo.


-Kris... ¿qué..?- sonrió y negó con la cabeza.- ¿estás bien?


-es lo normal aquí..- se puso en pie y volvió a elevarse, me concentre pero lo único que logre en más de siete horas fue crear nieve por la porquería de gotitas. Kris acabo empapado y a mí la cabeza parecía ir a estrellarme.


Las paredes se levantaron y vinieron unos guardias me golpearon con la pica y caí al suelo, después me inyectaron algo.


 


POV. CHEN.


Lay estaba en casa, tenía el cuello con una venda que tapaba parte de su nuca. No sabía cómo actuar ya que si le decía que lo había visto me tomaría por loco pero, yo lo recordaba, el beso había sido tan real.


Se me acercó sonriendo y palmeó mi brazo, sonreí. Su cara iluminaba el día por la pureza y magia que destilaba cada gesto que hacía. Cuando bailaba moviendo sus caderas conseguía que apreciara un baile inofensivo y sexual a la vez.


-¿qué pasa ChenChen?- reí por cómo me había llamado y lo atrajé a mi por el hombro-¿chen?


-Déjame ver- suspiró y se quito la venda, en la nuca tenía tres puntos falsos y una especie de líquido rojo. Se lo tape de nuevo y acaricie su cara.- tienes que tener más cuidado...


-Lo sé...- lo abracé y noté su sonrojo al separarnos.- ¿es cierto que desperté justo cuando tu dijiste a Lu que llamara al hospital?


-Sí...- sonrió inclinando la cabeza.


-¿cómo lo supiste?- miré sus labios sonriendo, me miraba curioso pero desprendía paz.


-lo supe...-frunció el ceño y me miro.- ¿qué?


- me estás mintiendo...-suspiró y se fue. Si había algo que Lay odiaba eran las mentiras.


Suspire y fui hacia su cuarto, abrí con cuidado, estaba sentado tocando algo en el teclado sonreí mientras oía la melodía dulce y alegre.


-Lay...- golpeó el teclado del susto.- puedo...


-si me vas a mentir... No- suspiré y entré cerrando la puerta.


-¿estás componiendo?- asintió y apagó la pantalla, giró la silla y me miró. Se mordía el labio y me miraba como si me escaneara.- Lay...


-¿cómo lo supiste?- suspire y me puse de cuclillas con las manos en sus piernas, lo miré a los ojos.


-te vi... En el pasillo- apache la cabeza y esperé su carcajada, no sucedió. Extrañado lo miré, sonreí con la cabeza inclinada.-¿Lay?


-¿si?-me miró y acarició mis manos.


-¿no te ríes?-negó con la cabeza.- ¿por qué? Es surrealista...


-debí hacer un viaje astral...-me eché a reír y él me miró serio pero a la vez molesto por el brillo de sus ojos.-no sé que tiene tanta gracia...


-que eso son cuentos de viejas...-me puse en pie y Lay me miró mal.- ¿qué? ¿No creerás en eso?


-yo no me meto con tus creencias...- señaló la puerta y conectó unos cascos al ordenador.


-Lay... Es una tontería.- suspiró y se puso el casco, volvió a señalar la puerta, caminé despacio y oí un suspiro suyo.


-Sé lo que vi... Y sé lo que hice antes de esperarte en el pasillo- abrí los ojos al oírlo decir eso en su dialecto, giré y se colocó los cascos volviendo a tocar el teclado.


Salí confuso y me fui al salón. Tao estaba con Luhan todo el rato, y este parecía un alma en pena. Esperaba que la llegada de los demás lo alegrara un poco en el día de mañana.


 


POV.TAO.


No paraba de pensar en Xiumin y los motivos que lo habían llevado a dejar el grupo, hasta que se fue parecía contento e incluso pensé que le gustaba Luhan. Mi gege estaba todo el santo día como alma en pena, Lay no salía de su cuarto y Chen parecía pensar continuamente en algo.


Decidí ir al gimnasio para entrenar un poco con la Katana, en el vestidor me apene porque seguía la ropa de xiumin y YiFan, cogí una sudadera de Kris en negro con las letras "WTF?" en blanco. Su colonia seguía en ella y podía sentir como si me abrazara, le tenía mucho cariño porque me aguantaba y mimaba como Suho. Suspiré y cogí un pantalón de chándal negro, me puse las deportivas blancas reglamentarias y saqué de mi funda para armas la katana.


Suspire y la saque de la vaina con un movimiento rápido, en la hoja Kris me había grabado la letra de MAMA y un dibujo de mi poder, la pena era que realmente ese poder lo tenía. Toqué con la yema del índice las palabras y suspiré. Esa Katana era el último regalo que me había hecho Kris, se había ido sin avisar y la última vez que lo había visto estaba muy contenta porque lo habían cogido para una película. Mi arma tenía el mango blanco con cuerdas pequeñas en negro, la vaina era de cuero por fuera y tenía grabado a fuego el símbolo de Kris y el mío.


Salí y Luhan me miró, había estado llorando porque tenía los ojos rojos. Me acerqué y sonrió triste, se pasó una mano por el ojo derecho y lo abracé.


-¿dónde vas?- carraspeo y lo apreté un poco.


-a entrenar, vuelvo pronto.- asintió y lo solté.


Decidí caminar, no me importaba, conocía las calles de esa ciudad casi como la palma de mi mano. El gimnasio donde entrenaba era un edificio con la planta baja rodeada de cristal en vez de paredes, en esa planta solían entrenar los niños y los de mi nivel lo hacíamos en salas individuales en la cuarta planta.


Entré e hice una reverencia a modo de saludo, el profesor me respondió. En la recepción, que estaba en mirad de un pasillo con los ascensores y escaleras al fondo, me paré y enseñé mi carné de socio, me entregaron la llave de la sala siete. Siempre me tocaba esa ya que no tenía cámara y sabían que tenía que entrenar sólo por ser famoso, subí por las escaleras y llegué. Era un pasillo estrechó con puertas negras, caminé hasta la última y entré, era sencilla, tenía las paredes negras, era de forma rectangular y tenía un espejo en la pared del fondo. Dejé la katana en el suelo estire un poco y me acordé de cerrar con llave.


Me puse a hacer giros con la katana y así calentar las muñecas, después hice unas pocas cintas y por último empecé a hacer acrobacias con ella. Contento después de dos horas, active el mecanismo que soltaba objetos desde el techo, tales como pelotas de gomaespuma o pedacitos de plástico con forma de frutas y la misma consistencia.


Empezaron a caer, fui cortando todos los objetos, de repente empezaron a caer varios a la vez. Molesto paré él tiempo, corte todas y lo "active" de nuevo. Cayeron todas las cosas hechas pedazos al suelo, podía para el tiempo de un edificio como mucho pero también sólo cosas para que no se rompieran o cosas así.


Salí sonriente de la sala y entregué la llave en la recepción, de camino escuché un claxon, miré y venía un coche hacia mí, estire la mano y pare el coche por instinto. Abrí los ojos cuando caí al suelo por la fuerza opuesta que se generó, el coche estaba abollado como si hubiera chocado contra un muro, tenía la respiración agitada y estaba asustado.


Miré al rededor para ver si alguien se había percatado, en la acera estaba un hombre mirándome. Sonrió, llevaba gafas de sol y una capucha por lo que no vi su rostro, tiró un cigarrillo al suelo y se dio la vuelta andando. Eché a correr tras ver que el conductor estaba inconsciente,  corrí todo lo que pude y no me detuve hasta estar a salvo en mi casa.


Luhan me miró extrañado, estaba muy asustado y me temblaban las manos. Mis padres me habían dicho que tuviera cuidado ya que sabían de la existencia de una organización que intentaba convertir en armas a aquellos que era igual que yo. Y ahora me había puesto en su radar por no dejar que me atropellaran.


-¿Tao?-pegué un brinco cuando Luhan estaba cerca de mí, él colocó las manos en mis brazos.- ¿estás bien?


-no, había... Un hombre y yo...- me mordí la lengua y miré por la mirilla de la puerta. Luhan me miro desconcertado.- casi me atropellan...


-¡OH! ¿TE HAS ECHO ALGO?- me revisó y levantó mi camiseta.


-¡LUGEGE!- aparte sus manos y lo miré mal.- estoy bien pero si quieres que me desnude dímelo, no me metas mano así.


-Imbécil- se apartó molesto y fía dejar la katana a mi cuarto. Cogí ropa limpia y me metí a la ducha para relajarme.


No sirvió de nada. No puede evitar pensar en el día que mis padres me habían contado lo que eran y lo que yo sería.


-¡TAO!-mi madre me había encontrado jugando con los juguetes y lanzándolos  para pararlos en el aire. Sonreí a mi madre pero ello tiró al suelo todos, me eché a llorar porque sólo tenía diez años.- ¡NO VUELVAS HA HACER ESO!


Cuando cumplí los quince volví a utilizarlo, yo ya lo había olvidado pero mi madre casi se cae por el balcón por lo que la paré antes de que chocara contra el suelo. Me miró y yo me asusté, observe mis manos como si fueran demonios y mi madre me abrazó con fuerza cuando se apoyó en el suelo.


-Tao...- me abrazaba con fuerza.- tranquilo mi pequeño...


-yo... Mamá... Soy...- sonrió y ella levantó todos los objetos del jardín.


-soy una quinetica, tengo telequinesis.- sonreí y ella suspiró, los objetos cayeron al suelo.- y tu padre congela o estalla objetos. No eres raro mi vida, pero tienes que tener cuidado.


Me explico la existencia de las llamadas "Divisiones"  organizaciones gubernamentales que nacieron después de la guerra psíquica en 1945 con los nazis, la guerra terminó pero los experimentos para entrenarnos y convertirnos en armas. Inventaron una droga que decía ampliar nuestros poderes pero en vez de eso nos mataba continuamente, me dijo que tuviera cuidado, pocos días después murió en un hotel cuando huía.


Me cayó una lágrima y golpee la pared, ella murió para protegerme y ahora yo me había delatado. Aunque contaba con algo que no había contado mi madre, fama y ser conocido, tenía el consuelo de saber que mis fans me echarían en falta si desapareciese. Sabía que había más personas como yo, mentalistas, videntes, sónicos, etc. La lista era interminable. Nunca me había cruzado con ninguno y tampoco es que me interesase, "lo único que no se descubre es lo que no se dice" como decía mi padre.


Suspire y salí de la ducha.


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