POV. SUGA.
Abrí los ojos y sonreí un poco, al estirar la mano fruncí el ceño, me senté y vi la cama vacía. En el despertador ponía que eran las ocho de la mañana.
-Kris-alce un poco la voz, suspire y sonreí.
-¿qué pasa Suga?-lo miré y sonreí.-¿te gusta lo que ves?
-ya te digo- sonreí por su pecho desnudo, las gotitas que iban a perderse en la toalla de su cintura. Tragué saliva y él rió.
-perdona que ayer me dormí.-sonreí después de unos segundos, aparte la mirada de su cintura.-Suga...
-no pasa nada, está bien que hayas descansado...-miré una pequeña gota que cayó Dr nuevo por su pecho, sentía el calor aumentar en mi cuerpo.
-ummm, ¿seguro?-caminó hacia la cama, me levanté de un brico porque tenía que desayunar para ir a un programa de TV.-bueno, si no te molesta me tumbo aquí en la cama.
-¿no te tienes que ir?-me miró con una sonrisa, asintió y se levantó.- bueno... Eso es cierto.
Caminé hacia la cocina, me apoyé en la encimera soltando un suspiro, cerré los ojos e intenté pensar en alguna cosa que no fuera Kris. Jadee agarrandome al borde de la encimera cuando mi pareja me abrazó por la espada, besó mi cuello con suavidad, sentí un escalofrío. Su mano viajó despacio hasta mi cadera, giré la cabeza y besé sus labios.
-Estás muy... Ardiente-me presionó contra la encimera y acarició mi miembro por encima de la ropa interior.
-Kris...-me abrazó por la cintura, me arrastró hasta la cama y se tumbó. Lo miré sonrojado.
-Suga-señaló sus piernas, estaba desnudo y la cola de su tatoo- Suga siéntate ya.
Me puse rojo y obedecí, puse ambos pies a los lados de su cadera y me dejé caer de rodillas.
Agarró mis manos y tiró para besarme, subí un poco por su pecho ya que no lloraba casi, besó mis labios con suavidad. Desenredo mis dedos de los mío, me subió la camiseta.
-Kris...-sacó mi camiseta, besó mi pecho y tiró de mi para morder uno de mis pezones, gemí con suavidad por sus pequeños tirones.-¿no ibas...-gemí de nuevo- a...?
-Calla y desnúdate- me puse en pie y me observó con una sonrisa, bajé mis pantalones y ropa interior- ven aquí.
-¿estás en uno de estos días?-rió asistiendo.- ¿entonces cojo el lubricante?
-no- me sonroje cuando vi su pene erecto en su totalidad.- ven aquí ahora.
Me mordisquee el labio, gatee por su cuerpo hasta llegar a sus labios, me besó, sus manos apretaron mis nalgas y nuestros miembros se rozaba con el mío.
Sabía lo que haría a continuación, porque había días en que le gustaba ser rudo conmigo, agarró mis piernas y tiró para que mi entrada rozara con la punta de su miembro. Me mordisqueo el labio mientras me miraba con una sonrisa.
-Coge el lubricante, no te quiero dejar...-miró mi miembro y lo rodeo con sus dedos.
Me incline hacia un lado y cogí de su mesilla el botecito rojo, me lo quitó de la mano cuando me temblaban un por las manos por sus masajes en mi pene. Me aparte de su cuerpo quedando a cuatro patas, noté su pecho contra mi espalda.
-te tengo bien enseñado- sus besos bajaron por mi espalda, sentí el líquido en mi entrada, me pasó los dedos con suavidad y rió contra mi oreja.-voy a romper tus esquemas.
-¿Por qué?-solté un gemido cuando un dedo suyo me penetró con lentitud.
-Suga, gírate- sacó el dedo y obedecí, me besó en los labios, giramos y besé su cuello, bajé lentamente y subí mordisqueando su pecho. Apartó los labios cuando iba a buscarlos, lo miré extrañado.- baja.
Abrí los ojos, sólo le había hecho dos mamadas en toda nuestra relación. Sonrió. Bajé despacio por su pecho pegando pequeños mordisquitos, lamí su ombligo, noté sus músculos contraerse. Su móvil sonó justo cuando chupaba su punta, sonrió mirándome, lami su verga desde la base hasta la punta, me sujetó por el pelo cuando me iba a separar al verlo coger el teléfono. Me sonroje y me metió su miembro en la boca, me moví despacio, la sangre me golpeó los oído no dejándome escuchar. Miré su cara mientras su mano tiraba de mi pelo en algunas ocasiones, cerró el teléfono y soltó un gemido alto.
-para-me agarró de la muñecas- me estás volviendo loco.
Reí besando sus labios aún sonrojados, su lengua buscó la mía para callar mi jadeo cuando me penetró de una estocada. Me sujetó por la nuca y su otra mano jugaba con mis pezones.
Pegué un grito de placer cuando empezó a moverse, dolía un poco pero el lubricante hizo su trabajo mientras me movía arriba y abajo. Salió de mí, me sentí vacío, giró y me giró agarrándome de los brazos. Al girarme, levantó mis caderas con las manos y me penetró con fuerza. Mordí la almohada y agarré la bajera para no gemir como un loco.
Su mano bajaba y subía por mi columna mientras con la otra me sujetaba las caderas mientras me embestía una, otra y otra vez.
Se corrió en mi interior pero siguió dentro mientras me masturbaba, me besaba el cuello mientras lo hacía, giré la cabeza y gemí. Acabé en su mano, salió de mí y me desplome en el colchón.
-Lo siento pero me tengo que ir- mi corazón estalló en pedazos cuando volvió a meterse en el baño. Me tragué las lágrimas, me vestí con la ropa que había llevado por la noche.
Suspire, salí de la cama, caminé hasta la cocina y lancé la botella de lubricante contra la pared.
Me serví ele desayuno de mala manera, para mi desgracia al sentarme me dolió, dejé caer la cabeza contra la mesa pero cuando oi la puerta del baño me puse a desayunar como si nada. Pasó por mi espalda y subió mi cabeza para darme un beso, giré la cabeza.
-¿y ahora qué te pasa?-resople y me levanté, me agarró por el brazo.- ¿suga?
-¿te apetecía sexo o no te apetecía?-suspiró, me pegó a su cuerpo y me abrazó por la cintura.
-Suga, me apetecía y mucho... Porque me pareces sexy y eres mi pareja pero tengo que irme porque van a decidir los planes de asalto.-suspire mirando a otro lado.-Suga, cuando esto acabe te voy a collar hasta agotarse y dejarte sin posibilidad se moverte.
Reí negando, me besó y pasé los brazos por su cuello, me acarició las mejillas con los pulgares, me dio varios besos y se separó.
-te quiero YiFan-sonrió y me miró con amor.
-Te quiero Yoongi, espero que tengas una actuación muy buena.-sonreí- te amo Suga y eso no cambiara.
-¿Suho?-suspiró y me besó.
-sigo pensando en el alguna vez pero te amo más, es la verdad.- suspire, besó mis labios y le quité la chaqueta despacio- Suga...
-Déjame que la lleve... Por favor.-asintió y acarició mis mejillas.-gracias, pero por favor dame tu anillo.
-Vale- corrí hacia mi mesilla y saqué mi anillo con mi nombre vaciado. Volví y se lo puse en el dedo.-no lo pierdas.
-no o voy a perder, te quiero mi amor... Amoroso Rábano-infle las mejillas, me besó los labios.
-Te quiero dragón alargado...-se echó a reír y me besó de nuevo.
Salió por la puerta l tras coger una sudadera negra mía, me quedé sólo sintiéndome vacío, miré el suelo y suspire yendo a la ducha.
POV. LAY.
Miré fijamente la cara de Sam mientras me penetraba, él parecía disfrutar pero yo realmente ya me designaba a recibir sus caricias, besos y cuidados. Parecía haberse encaprichado conmigo y eso era lo que me daba más asco, bueno no, lo que más asco me daba era ver como jadeaba mirándome con una expresión de placer inmensa. Yo, yo estaba triste porque sabía que era el cumpleaños de Chen, que no podía felicitarlo.
Gemí cuando me mordió un pezón haciendo que perdiera el hilo de mis pensamientos.
-¿en qué piensas?-seguía moviéndose y yo sentía como entraba, salía, sudaba y jadeaba.
-en... Nada...-me hizo daño al penetrarme en la siguiente estocada, gemí por el dolor, volvió a hacer ese movimiento tan brusco provocando que me comiera más.- ¿por qué me haces eso?
-porque sé que pensabas en tu novio-besó mis labios y conteste de forma mecánica.
-¿a dónde nos llevan?-rió contra mis labios y volvió a moverse con cuidado, gimió mi nombre. Noté su semen en mi interior, se apartó, junte las rodillas y él sonrió desde el final de la cama.
-a ti a ningún lado, te quedas con... ¿cómo lo llamas?...Ji y Luhan.-suspire, noté como soltaba las cuerdas de mis muñecas, acarició mi pecho, me empezó a acariciar y yo Aparte la mirada.- ¿qué te pasa que tu magia se marchita?
-cosas se unicornios.-me senté y miré su asquerosa esencia saliendo de mí.
-te ves pálido-giró mi cara y lamió mis labios, aparte la cara con una mueca de asco que no pude controlar. Recibí un guantazo, gemí, me llevé la mano a la mejilla y él se levantó.-ni se te ocurra moverte.
Salió de la habitación y me abracé las piernas, hacía ya tres días que me había obligado a vivir en su cuarto. No me daba ropa por lo que estaba desnudo.
-Felicidades... Chen.-como las últimas veces no recibí respuesta, me tape la cara mientras las lágrimas me caían por las mejillas.
Miré hacia la pared, me levanté y cogí una bata negra que había de seda. Todo el día me encontraba cansado, apenas notaba lo que me rodeaba, ahora sólo tenía ganas de tumbarme y dormir. Suspire mirando las mantas manchadas del sexo que había consentido, tiré de ellas y las dejé en una esquina de la habitación.
Me tumbe de lado e intenté dormir, después de media hora desistí, supuse que estaba tan cansado que no podía descansar. El recuerdo de las manos de ese cerdo, sus besos y marcas me daban ganas de vomitar, respire hondo y me recordé que era lo que yo había decidido.
Me puse un brazo en los ojos, la puerta se abrió, no me moví. Unas manos apartaron la bata, acariciaban mi pecho.
-FUERA-me senté sobresaltado y vi a Sam en la puerta, un chico que no conseguí distinguir salió corriendo de allí.-¿estás bien?
-Sí... Yo... Estaba dormido...-gruñó, cerró la puerta, se sentó en la cama y miró las sábanas en un rincón- estaban manchadas.
-ah.-me agarró de una mano y me tumbó con la cabeza en sus piernas después de un fuerte tirón.-¿qué te ocurre?
-que me acuesto con alguien que no amo-sus uñas arañaron mi piel, ya estaba acostumbrado así que sólo puse una mueca.
-unicornio, te estoy preguntando por tus resultados de entrenamiento.- gemí de dolor cuando sus dedos me penetraron estando de lado.
-yo... No me encuentro bien-sacó sus dedos, lo aparte, al levantarme sus brazos me agarraron por el mareo que me había entrado-no me toques.
-No seas así- sus dientes mordieron mi piel con fuerza, grité y me aparte.
Corrí al baño y vomite por su tacto, por su asqueroso miembro, sus asquerosos besos, sus penetraciones, mi consentimiento y por agotamiento. Sabía que me estaba marchitando poco a poco pero no me importaba.
El reflejo del espejo me rebeló los moratones que tenía de sus golpes, mi pego y cuellos estaban llenos de marcas rojas y sabía de que eran. Quería correr a esconderme debajo de la primera piedra que encontrara, suspiré. Abrí el grifo del lavabo y cogí agua con la mano, la bebí enjuague mi boca para después escupir, no se iba el sabor de ese sabor a vómito.
-Lay-lo miré por el reflejo, me abrazó por la espalda y apartó un poco la bata para darme un beso en el hombro derecho.-¿estas mejor?
-no-sus dedos quitaron el nudo de mi bata, está se abrió mostrando mi cuerpo desnudo, tenía que aguantar pero me encontraba débil. Pequeñas chispas y puntos negro empezaron a llenar mi vista, jadee y me agarré a sus brazos cuando mis piernas se volvieron de gelatina.
-Ey...- me agarró por la cintura y me llevó hasta la cama, me sentó y yo me dejé caer de lado.-¿mejor?
-no... No Me encuentro bien...-notaba el pulso muy acelerado en el pecho, parecía que podía ver como se movía mi esternón con cada latido. Jadee de nuevo.-déjame ir...
-sabes que no puedo hacer eso, es por tu bien, no quiero que sufras los entrenamiento. Son brutales- su aura parecía más brillante pero sólo duró unos segundos, empezó a disminuir y no podía ver casi la luz negra que irradiaba.-Te has puesto como el papel.
-No puedo respirar-tosí asustado, soltó una maldición, fue a su armario y noté como me faltaba cada vez más el aire.
Sacó unos boxers, una camiseta negra, unos pantalones de chándal largos en negro y una sudadera negra. Al volver a la cama tiró de mí, me temblaba todo el cuerpo, me vistió deprisa, tosí de nuevo agarrándome a su camiseta.
-vamos a la enfermería-me cogió en brazos y salió de la habitación, sabía que me estaba desmayando cuando una niebla negra cubrió mi mirada.
POV. SUHO.
Miré por los agujeros del saco que me cubría la cabeza y es que me estaban trasladando a algún lado como resultado del escape de Sehun y Kai. Suspire al no ver nada, oí el ruido de las ruedas contra la tierra, lluvia cayendo, el olor a tierra mojada, plantas y sudor.
-Estate quieto-oí un golpe un gemido, abrí los ojos por la sorpresa, merecía una torta por estúpido. Claro que no estaría sólo.
-Tengo sed-recibí un golpe en la sien me tragué el gemido de dolor, apoye la cabeza en la plancha de metal que tenía detrás, intenté mover un poco los dedos ya que se me habían dormido.
-para, este se ha desmayado- el camión paro en seco provocando que resbalara un poco y las esposas de plástico se me clavaran.
Noté calor después de un fuerte crepitar, gritos de terror, algo me puso los pelos de punta y la plancha me dio un calambre. Sisee por el dolor que me recorrió al sentir como se derretía la suela de mis zapatillas, alce un pie. Unas manos me tocaron y sólo entonces me di cuenta de que estaba aterrado, pegué una patada a lo primero que pillé, oí un gritito, me quitaron el saco y delante de mi estaba Chen.
-menudas leches pegas omma- sonreí triste, estaba con moratones en la cara, tenía marcas en los brazos de donde lo habían golpeado y su nariz sangraba por un orificio. Mis manos fueron liberadas, me giré. Chanyeol estaba sangrando también y sus nudillos se encontraban pelados, me sonrió ampliamente y tiré de él por la camiseta para abrazarlo. Después hice lo mismo con Chen.
-tenemos que irnos-asentí, Chan cogió una de las mochilas y me la tendió, se pusieron una cada uno y Chen abrió la puerta con una descarga. Saltamos de la parte trasera de un convoy negro.
Chanyeol rodeó el vehículo, volvió al cabo de unos minutos que se me pasaron super lentos con unos anoraks negros. Me dio uno, me quite la mochila y me lo puse alzando la capucha.
Ellos echaron a andar rápido por un lateral de la carretera de tierra, parecía una selva pero no creía que estuviéramos en alguna, las gotas de lluvia caían sin parar. Oímos a lo lejos unos sonidos de helicópteros y eso pareció una señal para que mis compañeros echarán a correr.
POV. LUHAN.
Miré de reojo a GD, parecía nervioso y no paraba de moverse arriba y abajo de la habitación. Cuando por fin se sentaba movía la pierna. ahora se encontraba andando se arriba para abajo de nuevo.
-¿puedes parar? Me estás poniendo nervioso- me miró y se quedó quieto, se golpeó las piernas con las manos y vino a sentarse a mi lado.
-es que algo le ha pasado a Lay... Lo sé y no... Me fastidia no poder saberlo.-suspire y lo miré, parecía realmente preocupado.
-¿lo han vuelto a....?-me miro con el ceño fruncido.
-¿violar?-asentí y el suspiró-hizo un trato con él, a cambio de algo Lay accede a que haga con él lo que quiera...
-¿y Chen lo sabe?-asintió mirando sus manos.
-no le habla- miré la puerta cuando se abrió y entraron dos guardias, el tío que se había aprovechado de Lay llevaba algo entre sus brazos.
A medida que entró en la habitación, que nos habían dado, me quedé helado al ver que era Lay a quien llevaba en sus brazos. GD pegó un grito ahogado y nada más salieron los guardias y el tío corrió hacia él, lo habían dejado en una de las tres camas, fui detrás de él y lo vi que estaba blanco, frío y no se movía.
-¿ qué le ocurre?- se sentó en la cama, tiró de Lay y colocó su cabeza en las piernas, se inclinó y besó su frente para después acariciar su pelo.
-a colapsado por lo mal que lo ha estado pasando-me senté a su lado, y agarré la mano de Lay.- lo pasa fatal... Vi que se marchitaba y no hice nada.
-tranquilo... Yo tampoco hice nada-suspiré- ¿por qué nos han juntado?
-porque somos los que menos probabilidades de escapar tenemos.-abrí los ojos sorprendido.
-pero...-suspiró, señaló mi cama.
-pásame una manta, voy ha hacer que entre en calor.-asentí, agarré la manta de la cama que había al lado y se la di. Él empezó a soltar un pequeño resplandor pero casi no me importó ya que el de Lay era más bonito. Tocó el pecho de YiXing y este se removió un poco.-Tranquilo...
-¿qué ocurre?-suspiró, sus ojos se apagaron, tardó en reaccionar y Lay mientras tanto sólo se removió un poco en sueños.
-he estado viendo que le han hecho-asentí miré para otro lado y besé la mano de lay.-oye, tranquilo, a nosotros no nos entrenan pero yo tengo que entrenar a Lay.
-¿no crees web bastante tiene con aguantar las caricias de ese tío-miré el cuello de mi amigo cubierto de marcas de dientes- y las no tan caricias.
-¿qué te crees? ¿ qué no lo sé?-me miro molesto pero seguía acariciando a Lay- intenté con todas mis fuerzas no involucrarme pero me es imposible dar la espalda a este chico, me parece el ser más inocente que hay y creo que eso es lo que tanto atrae de él.
-pero hay algo que no entiendo, si tú también eres un unicornio ¿por qué Lay atrae tanto y tú no?-miró la cara de mi amigo, vi que soltaba el aire despacio y me miró.
-simple, somos tres, Yo me encargo de la muerte es decir... Dar caza a aquellos que rompan las leyes sagradas de la naturaleza. Kang se encarga de las almas perdidas y Lay se encarga de la vida.-sonrió-somos como los guardianes...
-¿por eso no soporta ver como matamos a una simple araña?-rió y asintió.-¿qué te hace gracia?
-que puedo imaginar cómo se puso-reí, porque él me había echado un buen sermón después de verme pulverizar a una araña en el jardín.-¿de verdad lo avisas por qué te gusta?
-¿CÓMO QUÉ LO ACOSO? SOY SU AMIGO-lo miré ofendido, él se echó a reír pero al verme la cara se calló.
-haz como que no has oído la pregunta- resople y noté que Lay apretaba mi mano, miré su cara y éste miraba a GD con una leve sonrisa, frunció el ceño y GD suspiró-tranquilo, sólo estas débil.
-¿Lay?- giró la cabeza y vi el mareo por la cara que puso, sus dedos se alojaron y suspiró.- ¿estás bien?
-No tiene fuerzas ni para hablar-miré extrañado al mayor del lugar, sonrió de lado e inclinó la cabeza- ¿te piensas que eres el único que lo oye?
-pues...-Lay soltó un gemido, vi que se estaba intentado incorporar, lo tumbé y GD colocó su cabeza entre sus piernas cruzadas a lo indio.-no te muevas.
-tengo ganas de vomitar-le temblaba la mano, corrí a por una papelera que había de plástico pero estaba anclada al suelo.
Golpee la puerta y se abrió por dos guardias, me miraron fijamente, aparte la mirada y alce las manos.
-Él... Tiene ganas de vomitar...-uno de los guardias resopló, cerraron la puerta, suspire.
-aquí tienes-me estamparon una papelera de plástico en el pecho, cerraron de nuevo y resople. Volví a la cama, GD lo ayudó a inclinarse para vomitar mientras sujetaba la papelera.
-podéis apartaros...-negamos, su voz sonaba bajita y apenas se le escuchaba.GD acariciaba su espalda mientras vomitaba, se levantó y volvió del baño con una toalla pequeña húmeda.-¿qué me pasa?
-no estas echo para pasar penurias y además no has visto un bosque en una semana... O más... Estoy desorientado en cuanto al tiempo- suspiró.
La puerta volvió a abrirse y entró el tío que se acostaba con Lay, me puse tenso y lo miré. Señaló a GD, me pareció curioso que su cara se había vuelto inexpresiva, se levantó y salió por la puerta siendo flanqueado por cuatro guardias. Uno se quedó en la puerta, Lay agachó la mirada y no me gustó lo sumiso que estaba, el tío sonrió y alzó la cabeza de mi amigo, el cual desvió la mirada.
-¿estas mejor?-asintió débilmente y el otro sonrió- ¿no me dices nada?
-Gragracias Sam...-asintió, fue a besar sus labios, Lay apartó la cabeza y ese imbécil le propinó un guantazo.
-ALEJATE DE ÉL-fui consciente de lo que había hecho cuando recibí una descarga en el pecho con una pica, el tío calló del techo y yo gemí por el dolor.
-Luego nos vemos lay-salió.
Miré mis dedos aún contraídos, me sentí mal por algún motivo, el sonido de la puerta al cerrarse aún resonaba en mis oídos. Algo cayó al suelo, me giré y vi a Lay levantándose con ayuda de la cama, Me levanté y lo agarré por la cintura.
-Gracias Lu-me abrazó de forma suave, escondió la cabeza en mi cuello, correspondí al abrazo y el me miró sonriendo. Toqué su labio ya que tenía sangre en la comisura por el golpe del cerdo.
-tienes sangre-subió la mano y le temblaba, tocó su labio, miró los dedos con sangre y se encogió de brazos.
-Es culpa mía por rechazarlo- esa respuesta me descoloco, lo obligue a tumbarse en la cama.
-Descansa un poco, estas muy pálido y deliras.
-no deliro... Creo en cierto modo se preocupa de mi-lo miré serio y él sonrió de lado- ¿qué sientes? No puedo verlo...
-enfado y desconcierto-frunció el ceño- Ahora sabes cómo nos sentimos los demás.
-Lu...-negué y coloqué la toalla húmeda en su frente.-Lu, escucha...
-No, sólo quiero que descanses-Lay apartó la mirada, cerró los ojos y relajó su cuerpo.