Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Enredos de oficina por RedGlassesGirl

[Reviews - 46]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Enredos de oficina – Capítulo 13

.

.

.

.

.

El bosque es oscuro como una tumba, lo único que se ve adelante del circulo que marca nuestra pequeña linterna es una interminable pared de oscuridad. Los arboles a nuestros lados reflejan la luz en su corteza a medida que avanzamos, el sendero es angosto.

Ya les dimos bastante ventaja a los demás, así que estaremos completamente solos.

No me considero una persona supersticiosa. Aunque, siempre me vi afectado por las ideas de mi madre cuando era chico, así que no estoy particularmente nervioso. Wolfram avanza con movimientos ligeros, no se lo ve preocupado por nada tampoco. Después de todo somos dos adultos jugando a algo pensado para niños y adolescentes.

Me pregunto que es lo que estará preparando Muraken.

—¿De verdad crees que no hay manera de perderse en esta montaña? —le pregunto a Wolfram.

—No lo sé, dímelo tu que conoces mejor los paisajes de este país. Si confiamos en lo que ellos dijeron, entonces no debería haber problemas. Además, ¿te parece que la gente del hotel nos dejaría vagar por aquí si no fuera seguro?

—Es verdad.

Mi intento de sacar conversación muere bastante rápido.

Tengo la leve impresión de que Wolf aun está enojado, pero no puedo notar demasiados detalles excepto que está en silencio. Pero también es normal que él sea tranquilo, a veces no es de hablar mucho. Me impresiona un poco darme cuenta que no lo conozco lo suficiente como podría haber creído para juzgar su verdadero humor por unas pocas palabras y actitudes.

Decido intentar con un acercamiento físico. No estamos ni muy cerca ni muy lejos, así que no toma tanta distancia extender el brazo y tomar su mano con mis dedos calientes. No estoy transpirando, pero mis palmas hierven.

Wolfram no me hace a un lado, pero tampoco pone demasiadas ganas al sostenerme. Al tiempo, a dejo deslizar bajo su propio peso y nada la detiene. Desanimadamente lo suelto.

—Supongo que no necesitas que te sostenga así, no eres una niña adolescente. No se por qué eligieron este juego esos dos idiotas —murmuro.

—¡Yuu-chan, que miedo~~!

—¿...Qué-?

¿De verdad ese ha sido él? Pero por supuesto que lo es porque lo he visto llevarse el puño al pecho en un intento de parecer delicado y todo.

—¿Qué? —voltea su rostro hacia mi y enarca una ceja—. ¿No te gusta mi interpretación?

Luego de un silencio, solo puedo decir una cosa. —No vuelvas a hacer nunca más algo como eso.

Es jodidamente aterrador.

—Se me ha puesto la piel de gallina y todo —me quejo tocando mi brazo.

—Hump.

Aunque ha intentado ese pseudo chiste tan malo, aun siento que algo no encaja en su actitud.

—¿Te estás aburriendo? —intento tantear el terreno.

—No particularmente.

Parece que los besos de reconciliación no significan que esté todo bien para él.

Voy a anotar eso en mi libreta mental. Y lo subrayaremos. Dos veces, por las dudas.

Intento pensar que hacer, pero extender el silencio me incomoda. Aunque no me gustaría decir algo idiota por no reflexionar como se debe, continuo hablando improvisadamente.

—Ya se que pasó hace bastante... o tal vez no tanto porque fue hoy a la mañana. Pero, ¿aun estás enojado por lo del auto?

—No particularmente.

—...

No se realmente que significa eso. Mis habilidades para leer el aire activaron las alarmas hace largo rato, pero no tengo suficiente información en mi reporte.

¿Qué hiciste, Shibuya Yuuri? De todo lo que te dijo en la ultima media hora, ¿qué es lo que más le ha molestado?

—Estás... —piensa rápido pero no digas nada que lo haga peor, que difícil es esto—. Estás enojado porque... ¿antes te pareció que te ocultaba algo?

No importa cuanto espero, no hay respuesta. Wolfram ni siquiera voltea a verme y tampoco varia el paso sumamente lento con el cual avanzamos por la leve subida.

—¿Es eso... lo que te molesta? —pregunto noventa por ciento seguro de que he dado en el clavo.

El joven hombre que camina junto a mi tiene un porte que no encaja con nadie que he conocido en mi vida. Cuando mueve solo sus ojos color esmeralda claros para verme su expresión seria luce severa, luego vuelve la vista al frente. Fue una mirada fría y penetrante, de esas pocas que he visto cuando lo conocí y que lo hacen sentir distante. Me hace sentir que no lo conozco, y no puedo soportarlo.

Tomando su brazo, lo detengo de repente. Me doy cuenta que he aplicado demasiada fuerza y aflojo la mano, aunque no rompo el contacto con su cuerpo. El calor de su brazo irradia hacia mi palma como si se extendiera por dentro.

—¿Qué pasa?

Es lo único que puedo preguntar. Primero, porque no se que más decir para presionar. Y segundo, porque tengo un nudo en la garganta.

Wolfram me da la peor respuesta que puede dar alguien.

—Nada. —Tras el silencio típico luego de eso, solo espero. Estoy enojado porque me hace esto, es una especie de retroceso en lo que pensé era una relación bastante abierta y honesta entre nosotros. Pero el chasquea la lengua tan suavemente que creo que piensa que no lo he escuchado, e intenta dar una explicación mas consistente—. Cuando me enojo, no se me pasa tan fácilmente.

Algo ha cambiado en él, de repente lo siento diferente. Incluso si es una evasiva, se lo nota sincero.

—¿Quieres hablar de eso? —ofrezco. No soy el mejor para ese tipo de charlas, pero intento.

—No realmente. —Su negativa es suave, casi cuidadosa, pero no promete un "tal vez luego", o "en otro momento". Ni siquiera un "este no es el lugar adecuado". Comenzando a caminar nuevamente, dice algo que no me gusta para nada y activa todos mis interruptores a la vez—. Ya te he perdonado igualmente.

—¿Qué...? ¿Y eso qué tiene que ver? No es lo que quiero escuchar, si es eso lo que estabas pensando. No trates de encontrar las palabras correctas para contentarme solo por eso, no me importa si me perdonaste o no... Es decir, eso no es lo mas importante en este momento. Quiero saber que es lo que te pasa conmigo, hay algo, y de algún modo tenemos que arreglarlo. No me voy a quedar aquí callado esperando que se te pase porque sí. No cuando luces así de triste.

Solo cuando lo digo me doy cuenta. Triste. Wolfram no está enojado, está triste.

Es fácil verlo en sus ojos brillantes cuando me mira sorprendido porque le he reprochado con demasiado énfasis. Todas las máscaras caen durante una fracción de segundo, y como si fuera un espejo, su mirada refleja perfectamente los sentimientos que guarda en su interior. Entonces se recompone. Con una actitud mas vulnerable que antes frunce el ceño jugando un momento con la linterna. Espero paciente mientras piensa como va a explicar lo que siente.

—Creo que solo estuve pensando demasiado. Últimamente le doy demasiadas vueltas a eso. —Admite algo importante. Aunque a mi no me resulta para nada claro.

—¿Qué cosa?

Retomamos el sendero una vez mas, y mientras alumbra mirando al piso para cuidar el camino, los ojos verdes voltean hacia mi varias veces. Hay algo que el orgulloso y estirado Bielefeld Wolfram no quiere admitir.

—Estaba celoso de Keiji —admite en voz baja y seria como si hubiera sido derrotado. Sus palabras me sorprenden tanto que me quedo perplejo como para atajar el resto—. Y puede que estuviera algo susceptible... Es por eso que no me cayó bien enterarme por otros de cosas que no sabía. Tal vez no fuera mucho, y tampoco tuviera tanta importancia, o fuera para tanto. Pero por un momento dudé si eras la persona que creía que eras. Es solo una tontería, no debería haberme puesto a pensar en nada de esto ahora.

Realmente no se que decir. Se me debe notar en la cara porque Wolfram intenta terminar la conversación por su cuenta.

—No me prestes atención, me he puesto a divagar sobre cosas que no debería.

Se bien que Wolfram tiende a tener pensamientos ilusorios y todo, pero nunca imaginé que sufría esta clase de inseguridades de esta manera.

—¿Qué...? No, oye, lo siento. Aun no se bien que decir, pero está bien. No hay por que dejar nada de lado. Creo que solo estoy un poco confundido —me llevo la mano nervioso hacia el cabello y me arreglo el flequillo, intento robar los segundos que pueda para pensar—. No creíste que era... Si es que he entendido bien, y ablando sobre lo que te pregunté antes si te molestaba, ¿creíste que te estaba mintiendo sobre mi pasado?

—Algo así.

Por el rubor que tiene y su leve vergüenza deduzco que si, ha estado teniendo pensamientos locos otra vez. Aunque no le gusta tocar el tema, noto en sus ojos que sus dudas son serias. Es de esas personas que pueden armarse una película solas, y Wolfram tiende a ir para el lado de las telenovelas. Como sea, hay algo que es importante confirmar.

—¿Y de verdad piensas eso? ¿Qué no soy sincero y que escondo cosas, o que he mentido sobre algo?

—No —responde luego de mirarme de reojo y otra vez al frente, entonces voltea el rostro y mirándome a los ojos dice con firmeza—. No, no lo creo.

—Bueno, eso me alivia. Aunque no voy a mentir, me ha dolido que hayas pensado eso.

—Lo siento.

Rió levemente nervioso para ahogar otro sentimiento. —Aunque te estés disculpando, siento como si fuera yo el que debería hacerlo.

—Mmm.

—¿Qué? ¿Y ahora que hice? Ah, no, lo siento. No quería sonar realmente rudo.

O sarcástico. No se exactamente que tono estoy usando, mi corazón ni siquiera se decide si estar triste o enojado.

—Está bien, Yuuri. Despues de todo fui yo quien comenzó con las acusaciones sin fundamento.

El tono de Wolfram me sorprende una vez más, es calmado y serio, pero ya no carga rastros de sentimientos contradictorios. A partir de ahora sus palabras suenan mucho mas naturales y se relaja para hablar. Indica que el mal momento a pasado.

—Lo único de lo que realmente puedo culparte es de ser despistado, pero eso ya todos lo sabemos. —Wolfram hace una pausa y suspira llevándose la mano a la frente, es un gesto cotidiano que hace siempre que algo no tiene remedio—. No sé por que me sentí tan inseguro de repente, probablemente es porque hace mucho que tiempo no me apego tanto a alguien. También tiendo a pensar que es lo peor que puede suceder ante alguna situación de antemano, y por eso estaba enojado. Eres demasiado fácil y no estoy dispuesto a dejarte ir con nadie, me vuelvo muy temperamental si me siento atacado. Al final, parece que no he cambiado nada.

Sus ultimas palabras son más para él mismo que para mi, las murmura de manera apagada y es difícil entenderlo. No se a que se refiere, si al principio de nuestra relación o mucho antes que eso.

—Tampoco es que hables demasiado sobre ti tan seguido, pero no esperaba enterarme cosas a través de otros.

—Bueno, no es como si tu me dijeras todo...

—Si lo he hecho sobre mis relaciones.

Pero no sobre tu familia. Aunque decido que no es momento para eso.

—Puedes preguntar. ¿Qué quieres saber?

Él duda, pero toma la oportunidad. —¿Te gustan otros hombre?

—¿Además de ti? No, no realmente. —Por su cara se que me cree, pero sus ojos me reprochan "no me engatuses con palabras bonitas". Creo que la pregunta era en general, no acerca de él—. ¿Es esto sobre lo de mis dudas de secundaria? Porque no he pensado demasiado al respecto, pero no tengo nada que esconder. Tal vez no ahora, pero no me molesta hablar del tema en casa en otro momento.

—Está bien solo con esta respuesta. No estás obligado a decírmelo todo.

—No, quiero hacerlo. Incluso si estoy seguro de que no te importaría si no quiero contarte los detalles voy a hacerlo. Pero no me parece que sea el momento ni el lugar indicado. No quiero que nadie interrumpa.

—Está bien.

Cuando mis dedos tocan su palma nada los hace a un lado, pero esta vez Wolfram toma mi mano con fuerza. No se contenta solo con eso y tira de ella para acercarme, pasando el brazo tras mi espalda y apretándome contra él mientras avanzamos. Trastabillo, pero me acostumbro rápidamente a caminar pegado a él con el calor esparciéndose en mi pecho.

Si apareciera Murata en este momento intentando asustarnos, solo me reiría. Pero dudo mucho que algo logre separarme de Wolfram.

—¿Puedo hacerte una pregunta? —le digo. Ya estamos mejor, así que mi tono cauteloso lo sorprende un poco.

—Claro.

—Sobre ese entrenador... ¿por qué insistes con eso? Porque según lo que yo entiendo, eres tú al que esta persiguiendo. Y de hecho, no me gusta como te mira. No me gusta nada de él.

Wolfram levanta las cejas y luego mira al oscuro cielo rodando los ojos.

—No solo eres fácil sino que eres demasiado inocente.

—Oye... —no hago tiempo a quejarme.

Obstinadamente, él repite las mismas palabras de antes.

—No voy a dejarte ir fácilmente, menos solo porque eres así de despistado. No soportaría que una mujer intentase arrebatarte, pero menos un hombre. Y para colmo frente a mis narices.

Él hace una mueca y aprieta los dientes. Guau, cuando dijo que estaba celoso y parece que era cierto. Se lo concedo, me ha ganado.

—Al menos estoy contento de que hice un avance a tiempo. Como hicimos el amor antes que algo pasara, no debería haber dudado tanto que pudieras cambiar de opiniones.

—¡Wolfram! N-no puedes decir esa clase de cosas en voz alta tan fácilmente.

¡Que vergüenza! ¿Y qué pasa con esa elección de palabras?

—¿Qué? Lo hicimos, ¿no es así? —pregunta ladeando la cabeza inocentemente.

Recuerdo esa vez en el sillón, a diferencia del sexo crudo que actualmente tenemos eso fue diferente. Definitivamente. Y aunque ha sido un juego previo que nos ha gustado, aun no lo hemos repetido hasta el final otra vez.

—S-see...

No puedo con mi timidez aunque sea un tipo grande. Mi corazón japonés no puede lidiar con esto, así que cambio el tema.

—¿Q-qué estabas diciendo sobre ese tipo antes?

—¿Aun no lo entiendes? Eres tu en el que ha estado interesado todo este tiempo. Y antes de que hagas una pregunta tonta como "¿cómo lo sabes?", déjame decirte que esto se remonta hasta mucho antes de estas vacaciones. Es solo una razón más por la que me arrepiento de haberte invitado a ese partido de rugby. No solo casi te partes la cabeza, lo cual me hace sentir ya bastante culpable, sino que te ganaste una especie de acosador en secreto que no para de preguntarme cosas e insistir acerca de ti.

—¿Te pregunta a ti... sobre mi? Y además, ¿esto viene pasando desde el partido? Pero eso fue hace muchos meses, nosotros ni siquiera...

—Ya lo se.

Me callo. Creo que comienzo a entender un poco mas todo, su furia acumulada empieza a cobrar sentido si ha sido desde hace tanto tiempo. El rival de Wolfram no tenia ninguna clase de ventaja contra nuestra relación cercana, pero se remota a cuando solo éramos amigos.

—Estoy sorprendido —admito.

—Ya lo se. No lo digas, me hace sentir peor por lo de antes.

—Mmm, see, no tenias realmente razones para pensar que escondía nada o que tengo una doble vida o lo que sea. —Me río, solo comento esto para meter el dedo en la yaga porque mi lado rencoroso quiere mortificarlo. Pero no puedo realmente jugar el papel de malo—. Está bien, esta es la ultima vez que hablaré de eso, lo pasado, pisado. Pero me impresiona que te lo guardaras por tanto tiempo. Si nosotros aun no salíamos... y tu me dijiste que te habías dado por vencido conmigo.

El recuerdo de la expresión triste de Wolf cuando me contó sus verdaderas intenciones de dejarme ir o perder nuestra amistad por un error al confesarse vuelve a mi mente. A veces olvido que en este país el no tiene demasiado.

—Hice todo lo que pude para mantenerlo lejos —admite aun actuando molesto.

Si yo no puedo tenerlo, nadie puede tenerlo. O algo así, supongo. Muy Wolfram de hecho.

—¿Pero? —presiono viendo que hay algo más.

Puede que haya descubierto que apesto mas de lo que pensaba al leer el aire, pero aun así puedo leer a Wolfram en este momento.

—...Ustedes dos se llevan mejor de lo que pensaba.

—Ah.

Me quedo en silencio y aunque quería agregar algo al instante, dudo con la boca abierta. Wolfram me mira resignado. Se acaba de sincerar y yo lo pongo triste. Genial, Yuuri.

—No, no es eso. Es decir, ni si quiera me cae bien. Aunque si me sorprendió que teníamos una que otra cosa en común.

—De verdad me alegro de que hayamos hecho-

—¡Ahhhh, no repitas eso!

Wolfram me mira y se ríe divertido. —Eres un tonto, ¿por que te avergüenzas por algo así?

—Cállate.

—Pero, cambiando de tema. ¿Dónde estamos?

.

.

.

Veinte minutos despues de haber decidido continuar la subida pensando que era el único camino, seguimos sin llegar a ningún lado.

—¡¿Dónde rayos estamos?!

—No entes en pánico Yuuri, si vamos en bajada podemos llegar al hotel de seguro. Como mucho nos perderemos lo que sea que prepararon en el templo.

—¿Qué crees que fuera?

—No lo se. Probablemente algo para asustarnos, y luego un par de cervezas.

—Comida con carne.

—¿No comiste ya suficiente carne durante la cena? Eres un glotón.

—No puedo hacer nada al respecto, me da hambre cuando me pongo nervioso. Y me gustan las proteínas. Cambiando de tema. No hay nada de nada alrededor... es tan raro, nunca estuve en un lugar tan oscuro al aire libre.

—Yo si. Mi tío tiene algunas tierras y una casa para vacacionar en las afueras, está rodeada de bastante bosque. Son todos iguales por la noche, mientras que no haya animales peligroso por la zona solo tienes que tener cuidado de donde pisas cuando avanzas. Al menos no vamos a campo traviesa, el camino se ve firme, incluso si no fuera el principal que deberíamos haber tomado.

—¿Qué eras, boy scout? —murmuro para mi mismo. Pero que Wolfram sepa lo que hace me da una sensación de seguridad. Con ambas manos alrededor de mi boca grito. —¡Muramuuuraaa! ¡Ken-chaaan!

—¡Wa! ¿Qué estas haciendo?

Wolfram ha dado un respingo de un par de centímetros. Mi sensación de seguridad se ha ido por el mismo lugar que su valentía...

—¿Por qué te sorprendes tanto? Solo estoy llamándolo para que si me escucha se enteren donde estamos. Si el camino es correcto y esto lo planeo para asustarnos, entonces va a aparecer en cualquier momento... Más ahora que se nota que estás asustado.

—¡N-no estoy asustado!

—Claro. Como digas. —no me esfuerzo en sonar muy convencido.

Es la primera vez que noto que Wolf es supersticioso o algo, pero nunca estuvimos en situaciones que amerizaran notarlo. Ahora tiene más sentido por que se apoderó de la linterna.

Caminamos a paso decidido bajo el convenio de que en diez minutos más, al cumplirse la media hora, daremos media vuelta y volvemos.

El paisaje sigue exactamente igual, pero el sendero es más pedregoso. Hay bultos por aquí y allá, algunos bastante grandes, pero son escasos por suerte. Con cuidado de mirar bien y tantear para evitar torceduras, decidimos que no es motivo para desistir del plan.

Estoy bastante en forma pero empieza a pesarme la subida, ¿probablemente es más empinada ahora y no lo hemos notado? Trato de observar las plantas al pie de los arboles, los matorrales parecen más tupidos que al principio, pero no es que prestara atención más allá del punto de salida. Estábamos tan enfrascados en nuestros problemas personales que no puedo recordar mucho del entorno.

De repente, un sonido adelante nos hace detenernos por reflejo. La voz de Wolfram corta el silencio.

Shkshkshk.

—¿Q-qué fue eso?

—De verdad que estas asustado —comento asombrado, el murmura "por supuesto que no", pero le tiembla la voz por completo—. De seguro no es nada. No dijiste que estás acostumbrado al bosque, hay mucha clase de sonidos en lugares como estos... ¿verdad?

—No lo se, en el de casa una vez dijeron que habían lobos sueltos. No se si realmente era verdad, pero no me la pasaba merodeando por ahí en la oscuridad de todos modos.

Recapitulo mentalmente la fauna y flora de japón. Temo por algo como un jabalí, pero esta montaña es demasiado pequeña para eso. Tal vez un zorro, aunque seria raro.

—¿Muraken? ¡Oye Ken, si eres tu sal ahora! ¡No estamos jugando, creemos que nos perdimos!

La única opción realista que se me ocurre no responde. Lo bueno es que el ruido no se repite, y a regañadientes por parte de Wolf, continuamos avanzando. No es sino hasta varios metros más adelante que volvemos a sentirlo.

Shkshkshk.

—¿De nuevo? —cuestiono.

—¿P-por qué se escucha adelante otra vez...?

La pregunta de Wolf tiene sentido pero la dejo pasar, no quiero dejar que me llene la cabeza. En mi papel de adulto responsable, me trago cualquier miedo y actúo mi parte extendiendo la mano.

—Dame la linterna.

Él me la entrega inmediatamente sin dudarlo. ¿Me estás mandado al muere? No, no, debería estar contento de que confía en mi para esto. Una y una. Siempre nos turnamos para liderar cuando uno de los dos es débil.

Tengo que hacer lo que tengo que hacer.

Al alumbrar de lejos un medio circulo hacia adelante no se ve nada, solo las tétricas imágenes de los objetos siendo iluminados en la oscuridad. Plantas deformes, arboles, muchas hojas, tierra. Me doy una idea general del lugar, el bosque es realmente tupido hacia ambos lados, y el camino estrecho se inclina levemente hacia la izquierda. Decido también mirar haca arriba sin alumbrar, no hay estrellas en el cielo y no veo el caso en enfocar las copas de los arboles.

Shkshkshk.

Viene del otro lado donde no estoy alumbrando. De la completa oscuridad a mis espaldas.

Un escalofrío recorre mi espina de repente y lo controlo lo mejor que puedo. No quiero ni mirar a Wolfram que esta vez se ha quedado en silencio a la expectativa.

—Wolf, hablábamos sobre sincerarnos y contarnos más secretos y eso... Bueno, este es buen momento para que me digas todo lo que sea que sepas sobre animales y el bosque de Alemania o donde sea, incluso tus datos irrelevantes vienen a la mano. También sirven lugares donde fuiste de vacaciones. Y si tienes parientes cazadores o pescadores, o cualquier cosa relacionada a pelear...

—M-mi tío siempre era muy estricto cunado era chico... Parte de mi familia fueron militares.

—¿Crees que hayas heredado algo de eso? Aunque no se de que nos asustamos —me río un poco aunque continuamos ambos mirando fijamente al frente—, aquí no hay osos o jabalíes, ni ninguna otra clase de animal salvaje.

Shkshkshk.

—Ayyy...

Ese fui yo.

—¡¿Es una víbora?! ¿Es una víbora, verdad? Odio las víboras, son super peligrosas. Oh no, mi calma se ha ido al garete, hora de cambiar roles un rato. ¡Wolfram céntrate por favor!

—Las víboras de cascabel no son realmente tan comunes, estoy seguro que no es eso.

—Ay, ¿de verdad? Que alivio.

—Supongo. ¿C-crees que sea Ken haciendo ese sonido? —pregunta Wolf.

—Eso... en realidad tiene sentido. ¿Crees que están filmando esto? No recuerdo si alguien trajo el celular, pero sin luz... es complicado. Espero no ver esto en internet luego.

—Ve a ver.

—¡¿Qué?! ¿Por qué yo?

Pensé que me querías.

—Tu tienes la linterna.

—Ah. Pero ni loco voy a ir solo, ¿q-qué pasa si mi madre tenia razón todos estos años? Nunca realmente vi nada de lo que ella hablaba en mi vida, pero dudar es para los sensatos.

—No existe ningún dicho como ese, Yuuri. Aunque es extrañamente correcto.

—Vamos los dos.

—Ug.

Aunque se queja, realmente me acompaña como se debe. Si caemos, caeremos juntos camarada. O algo así, preferiría que mi corta vida no acabara en este lugar por un tonto accidente.

Con Wolfram casi aplastándome la espalda, nos arrimamos a un lado del camino guiados por la pequeña linterna. Tras el arbusto misterioso hay...

Nada.

No hay nada de nada, excepto un espacio abierto entre las hojas donde puedes ver la tierra seca revuelta. Justo en el momento en que largo el aire aliviado es cuando sucede.

El primero en gritar soy yo, y Wolfram automáticamente me imita tras una milésima de segundo. Él no tiene manera de saber que pasa estando detrás mio, pero eso no importa. Yo tampoco realmente llego a ver que es lo que se me viene a la cara, simplemente me da un ataque y manoteo con fuerza el objeto borroso lejos.

Mi cuerpo choca contra el pecho de Wolf, y para cuando creo que es lo suficientemente firme para sostenerme, caemos. De repente recuerdo su hombro en recuperación, pero es demasiado tarde para eso.

Lo que hay debajo mio no es tierra seca o la carne blanda de mi pareja, sino la sensación de la nada misma. Pierdo el sentido del equilibrio y la posición por completo, y sin entender del todo que pasa mi cuerpo simplemente continua cayendo.

Entonces llega el golpe, y rodamos.

La maraña de brazos y piernas que se golpean entre ellos, además de contra el piso y las hojas, corrige su posición en el momento en que envuelvo el cuerpo de Wolfram con el mio. Rodamos de lado sin lastimarnos tanto unas cuantas veces más, y para cuando me alegro de que parecemos comenzar a detenernos, caemos de nuevo.

Intuitivamente aprieto el cuerpo de Wolf más fuerte. Lo siguiente que siento es el agua y como él golpea primero. Me cuesta entender la idea del arriba y abajo, desesperado, cometo el error de abrir la boca y el liquido junto a algunas partículas indefinidas entra en ella.

—¡Puaj, aj, ak! W-Wolf... ¡Wolfram! —grito al sacar la cabeza a la superficie arrodillado.

Dónde sea que caímos, no es profundo. Lo primero que hago despues de recobrar el aire y escupir un poco es buscar a mi compañero.

—¡¿Estas bien?!

—¡Ag, puaj, ue asgo! ¡Eg gogpe la cagra!

Así que con lo que aterrizo primero fue con el rostro, me pareció que cuando lo abracé fue por la espalda. Creo que mi plan de proteger su brazo no fue tan bueno como pensaba en estas en circunstancias de emergencia.

—¿Te golpeaste la nariz? Quédate quieto, déjame ver. No parece quebrada, tampoco llego a ver sangre, ¿te duele?

—Maldición. Duele pero no tanto. Me arde la nariz porque me entro agua.

—Yo tomé un par de buenos tragos también... Que asco. ¿Y tu brazo?

—No creo haberlo golpeado con fuerza, creo que de entre lo peor que podría haber pasado, estamos ilesos.

Me siento aliviado.

—¿Qué rayos fue lo que te asusto tanto?

—No lo se, algo se me vino al rostro. T-tal vez fue un escarabajo, jajaja —al reírme tontamente Wolfram me fulmina con la mirada.

Que voy a hacer si se ha lastimado la cara permanentemente. No tengo idea de como podría tomar responsabilidad por eso. No puedo ver nada en la oscuridad, es horrible estar en el agua de este modo.

—¿Dónde está la linterna? —pregunto.

—Probablemente en algún lado en el fondo de este charco. No tiene caso buscarla, si no ves la luz dentro del agua significa que no era impermeable.

—Ug, tienes razón. ¿Y dónde será que estamos?

Nos toma un tiempo que nuestros ojos se acostumbren a la pazmosa oscuridad dentro del agua fría. Increíblemente, podemos ver bastante mas de lo que hubiera pensado cuando lo hacemos.

Estamos dentro de lo que parece ser un pequeño arroyo. Es tierra pura y el agua llega a unos treinta centímetros de nuestras pantorrillas. Tuvimos suerte de que no está compuesto de piedras ni ramas estancadas sino de una suave capa de lodo arenoso en el fondo. Es asqueroso caminar en él y ensucia bastante, pero gracias a eso lo peor que nos ha pasado es tragar una pequeña porción de agua natural de montaña. No la mas limpia que digamos, pero entre eso y unos huesos rotos, lo prefiero.

El ultimo lugar por el que caímos es un mini risco que da risa, debe de tener un metro y medio como mucho y es la pared que delimita este arrollo. Al parecer puede crecer bastante en otra temporada, la marca en la tierra es el comienzo de la subida hacia el camino.

Una vez que rodeamos la parte más alta yendo en contra de la corriente hacia arriba, conseguimos volver a subir más o menos hasta el lugar donde caímos del risco. Es indefinido porque todo luce similar en el bosque. Durante el camino veo a Wolf llevarse la mano al hombro varias veces.

—¿De verdad estás bien? Me refiero a tu brazo.

—Ha comenzado a doler un poco, pero no es nada severo. Solo tengo que tener cuidado hasta que lleguemos arriba de nuevo.

—Déjame adelantarme y te ayudaré a trepar desde ahí.

Es mas fácil tomarlo del brazo bueno y tirar de él que dejar que haga todo el trabajo por si solo. Con un poco de cuidado, trepamos el resto de la subida y salimos de vuelta al camino. El resto es sencillo, lo único que tenemos que hacer ahora es ir en bajada.

Hacemos el camino prácticamente en silencio. Mi confiable reloj analógico dice que son las dos y cuarto pasadas de la mañana. Asumo que para esta hora los demás ya no deben estar esperándonos en la cima. Para el momento en que se dieran cuenta de que no les dimos solo algo ventana, sino que desaparecimos, deben haber decidido esperar arriba o bajar al hotel de nuevo.

Extrañamente, no salimos al mismo lugar por el que llegamos, el camino parece mas largo de lo normal. Estaba esperando descubrir alguna clase de encrucijada por donde nos perdimos la primera vez, y luego seguir derecho hasta el punto de inicio con los chicos... pero no estamos llegando a ninguna parte.

De repente...

Shkshkshk.

—Oh, cielos, no de nuevo.

—No te preocupes, Wolf. Ahora puedo estar seguro de que solo es un estúpido bicho. —En una explosión de egolatría, me arrimo temerariamente hacia los arbustos para esclarecer la situación. Wolfram solo espera mojado y decaído unos pasos atrás mio con los hombros hacia abajo, no está realmente impresionado—. Estoy completamente seguro de que esta vez no me va a tomar por sorpre- ¡GYAAA!

Cuando abro el arbusto al medio como una cortina... U-una cara. ¡La cara, la cara, la cara!

—¡GHEEEE! —el grito rasposo y agudo corta el aire, los ojos estrechos de la cosa que tengo en frente se abren de par en par y su boca forma un rombo.

—¡AAAHH! —el grito de Wolfram se une de inmediato al coro y yo extiendo el mio mientras me arrastro unos cuantos centímetros hacia atrás de pies y manos por el piso.

Chocando con sus piernas, él trastabilla hacia adelante y aprovecho la oportunidad para girarme y agarrarme de sus hombros y sus brazos. Sin pensar, Wolf tira de mi hacia él y yo lo abrazo con fuerza, pateando sobre el camino de tierra con tal de ayudarme a colgarme más hacia él.

Todos gritamos durante un tiempo hasta que las cuerdas vocales dejan de vibrar y lo único que resuena en mi cabeza es el latido de mi corazón junto al de Wolfram. Ambos miramos hacia el arbusto fijamente.

No es un fantasma.

Es la cara de una vieja.

.

.

.

El pseudo fantasma de un humano... resulta ser un humano de verdad. O puede que ya sea un fantasma a medias.

—¡Ay, no! ¡¿Abuela está viva?! Ay, no. ¡Wolfram! ¿Qué hacemos si le dio un infarto porque le grité en la cara? ¡¿Se considera esto homicidio culposo en segundo grado?!

—Por supuesto que no, Yuuri, ¡no digas tonterías! Como mucho es un homicidio involuntario —murmura aun observando fijamente el rostro rígido entre los matorrales. Las manos de Wolfram aun se aferran con fuerza a mi camiseta.

Me alejo de él lentamente y me arrastro más cerca.

—¿...A-abuela?

La mujer está petrificada con las manos sobre el arbusto en la misma posición que yo use para abrirlo. Es por eso que nos topamos cara a cara a centímetros el uno del otro, y en la oscuridad quien rayos hubiera pensado que habría una persona aquí en medio de la nada de noche.

Temeroso, estiro una mano. Solo cuando estoy a milímetros de tocar la piel envejecida y arrugada es que sucede.

—¡¿A quien le estas llamando abuela?! —la vieja se activa de golpe y el grito en mi cara hace que caiga de trasero hacia atrás dando un chillido para nada masculino, por segunda vez—. ¡No soy tu abuela ni la de nadie!

—Bueno, ya no me parece que esté muerta.

Ignorando el comentario de Wolfram, me quedo mirándola con detenimiento por primera vez.

Es una mujer extremadamente pequeña, encorvada por la edad y vestida con ropas que normalmente verías en alguien del campo. Su cabello del color de la ceniza blanquecina está atado tirante en un pequeño rodete en la parte de atrás de su cabeza. Su rostro está tan añejado por la edad que casi no puedes ver sus ojos, y su piel caoba llena de arrugas me recuerda a la madera con perfectos surcos calados en ella.

Lleva un pañuelo atado en la cabeza y un delantal a la cintura. Y no está sola.

Shkshkshk.

El ya conocido sonido me da escalofríos, pero ella no se inmuta. Los arbustos se mueven y el culpable de todo, incluso de lo que nos ha pasado antes, sale a la luz del camino iluminado por la luna.

—¿Es eso un jabalí?

—Uno pequeño tal vez, como una miniatura. Aunque me parece que es mas un simple cerdo —asegura Wolfram.

El animal morrudo de color oscuro tiene la cara tan arrugada como su dueña pero de una manera diferente, la de él —o ella— pareciera hundida hacia adentro como una bolsa de basura que se trabó en el pico de una aspiradora. No puedo realmente ver los ojos de este animal poco agraciado.

Uno de los ojos de su dueña se ensancha y nos escudriña con él. Tiene bastante sentido que me haya asustado antes porque su gesto resulta aterrador.

—Genial, un turista y un citadino —masculla para ella misma sin importarle que lo oigan los demás.

La abuela con la que casi compartimos un paro cardíaco parece ser una vieja cascarrabias. Nos ignora por completo y se agacha a recoger algo del piso. No puedo ver realmente que es con esta oscuridad.

—¿Qué hace aquí sola en medio de la noche? ¿Se le escapo el cerdo, abuela?

—Ya te dije que no soy tu abuela. Y eso debería preguntarlo yo.

No es difícil notar que esta persona no es de las más fáciles de tratar. Estoy algo preocupado por su corazón, pero a la vez no me estarían dando ganas de quedarme con ella demasiado tiempo.

—Se podría decir que estamos perdidos —aclara Wolfram.

—Cierto. Tratamos de volver al hotel de abajo, ¿no sabe cual es el camino más corto?

—Hump. —Al principio dudo que vaya a responder, se toma todo el tiempo del mundo para recoger lo que se le ha caído. Pero cuando la ayudo por reflejo al intentar salir hacia el camino, titubea por una fracción de segundo y luego continua hablando con voz severa—. Están dando vueltas en círculos. Estos no son caminos para pasear como turista, hay tantos senderos conectados al principal como hojas en una rama.

—Estábamos subiendo al templo, pero nos desviamos de alguna manera. Nos habían dicho que era todo recto, o que en caso de perdernos, todos los caminos tarde o temprano conectan con el hotel.

—No. Solo uno o dos conectan con el pie de la montaña. Y solo uno sube directamente hacia el templo —indica con un dedo pequeño, delgado y muy arrugado hacia el bosque arriba en la montaña dónde parece estar el templo—. El resto se desprende de ese sendero principal y vuelven a conectarse con él o entre ellos en algún punto. Ya lo he dicho, es como el palo de una fina rama, y el resto son las hojas.

—Eso no tiene un sentido práctico. No diseñarías un patrón como ese a menos que haya una razón especial.

La vieja voltea a mirar a Wolfram con mas detenimiento, hasta el momento solo le había dedicado un breve vistazo e ignorado. Probablemente porque luce demasiado extranjero.

—Bueno, parece que al menos uno de los dos tiene un par de luces. Así es, son caminos para trabajadores, fueron pensados para la recolección. Así que no son para pasear, menos para gente que ni siquiera es de este lugar.

Váyanse de mi montaña. Eso es lo que ella quiere decir. Créame señora que es lo único que quiero.

—¿Por qué están así? —pregunta luego de una pausa haciendo un tosco ademan con la cabeza, observándonos de pies a cabeza de lejos.

—Ah. Caímos del camino a una especie arroyo.

—Mjá —ríe sarcásticamente—, aquí no hay arroyos, eso es una ciénaga. Es agua estancada. Quiero creer que no han sido lo suficientemente idiotas para haberla bebido. Aunque no es mi problema.

Tarde. Aunque no lo hicimos por iniciativa propia.

Wolfram se lleva la mano hacia su hombro y estando junto a él lo toco con cuidado en el mismo lugar por inercia.

—¿Estás bien? —pregunto bajito solo entre nosotros dos.

—No te preocupes.

—¿Van a venir o no? —nos sorprende la pregunta en voz alta desde lejos. La mujer avanza por la subida. Luego de mirarnos entre nosotros una vez, la seguimos.

Estoy contento de que más allá de su temperamento parece que nos mostrará el camino. Avanzamos en silencio durante un tiempo y mi curiosidad puede más.

—¿Qué es lo que lleva en la bolsa? Estaba pensando si es algo que se rompió cuando nos asustamos.

La lleva atada a la espalda y a pesar de que resulta grande y abultada, no parece pesar demasiado.

Todas sus respuestas tienen una pausa que parecería a propósito para sacar a la gente de las casillas. Como si todo el tiempo repitiera en silencio "tu no mereces mi atención".

—¿No te lo he dicho? Son caminos de recolección, es temporada de setas de primavera.

—Por eso el cerdo —comenta Wolfram.

—¿Eh? ¿Por qué?

—Los cerdos son tan inteligentes como los perros, y tienen mejor olfato que ellos.

Se aprende algo nuevo todos los días. La mujer mira a Wolfram de reojo de nuevo, pero yo ya estoy acostumbrado a que esté enterado sobre datos extraños como estos.

Caminamos cuesta arriba por un sendero que marca una curva constante hacia un lado, delimitado por el follaje oscuro y los troncos de los arboles. Probablemente este lugar sea hermoso de día, y aunque no haya sido pensado para pasear, los senderos son muy convenientes si eres amante de la naturaleza.

En un momento al mirar hacia atrás noto que el camino se divide sutilmente, y nosotros avanzamos por una de las ramas principales cuando muchas otras más pequeñas se desprenden entre los arboles. Al parecer la explicación de la mujer fue adecuada, es como las venas de una hoja.

Eso significa que podríamos haber estado dando vueltas por horas en esas pequeñas separaciones circulares hasta encontrar los senderos principales que desembocan en el mas grande y que lleva al templo.

Llegamos a un lugar donde la mujer se detiene frente a uno de esas estrechas ramificaciones, pero esta se encuentra resguardada por una valla.

—Abre esto —me ordena moviendo la mano hacia allí.

—¿Eh? ¿Yo? —Ella no se toma la molestia de responder y decido avanzar y hacerle caso.

Esperando que esta sea una despedida y la hora de las indicaciones para seguir nuestro camino, me quedo parado en la puerta.

—¿Van a venir o no?

Ante la queja, dudo si avanzar, pero Wolfram pasa junto a mi con un suspiro apagado y la sigue. No hay manera de que veamos hacia donde estamos yendo, pero apenas entramos a este camino más tapado por las copas de los árboles siento un cambio en el ambiente.

Es más fresco, así que llevo mi mano hacia mi brazo sin pensarlo y mi piel se ha puesto de gallina por el frió. La oscuridad es tan pasmosa que necesito tomar a Wolfram de la mano y confiar en que él la sigue.

Como seguimos subiendo, supongo que la altura afecta el clima. Al menos el aire es puro, y no es como si esta temperatura no fuera soportable. Probablemente seria perfecta si no estuviéramos mojados.

Mientras avanzamos por la oscuridad sin fin, me pregunto donde estará el resto.

.

.

.

.

.

Continuará...

Notas finales:

¡Hola todos!

Primero que nada, gracias a todos los que comentan de vez en cuando, en este u otros fic. Me encantan los comentarios, así que me alegra mucho recibirlos, no son tan comunes como parece y menos en un fandom tan chico.

Estoy pensando en escribir nuevos fics y decidiendo cuales, además de planear el final del único PWP que me queda sin terminar, Juegos de Espadas. Olvídense de este, porque Enredos es más largo que la muralla china xD

Quería preguntarles si usualmente prefieren capítulos más cortos. No se si se ha notado, pero acorté los de este fic para poder terminarlos más rápido, y planeo escribir mis otros fics largos con capítulos aun más cortos que esto. Algo similar lo que hice con el Príncipe de Bielefeld. Me gustaría escuchar sus criticas constructivas, estoy necesitando algunas opiniones respecto a eso. Y además estoy tratando de decidir cual será el próximo fic largo a publicar. No voy a dejarlo plenamente a votación, pero me gustaría saber cual de estas historias les parece más interesante porque aun me cuesta decidirme del todo. Ninguna tiene nombre aun, y planeo hacer algo con mas trama, mayormente acción y aventuras, que mis usuales PWP. ¡Muchas gracias de antemano por ayudar! No se extrañen si además de algo de esto publico unos oneshots ;D

1. Crossover Maruma/Tiger & Bunny: Yuuri y Wolf viajan al mundo de T&B, y al proteger a Yuuri con Majutsu, Wolfram es separado de él y encarcelado por unos científicos cuestionables. Estando solo y desesperado, Yuuri intenta buscar ayuda en Kotetsu, la unica persona con la que logra hablar japonés, pero ni este ni Barnaby le hacen caso. ¿Se decidirá Kotetsu al fin a escuchar a este extraño adolescente aparecido de la nada? Eventualmente los dos chicos tambien terminan metidos en un traje de héroe frente a las cámaras de Hero TB LIVE. YuurixWolfram, KotetsuxBarnaby.

2. Ue-sama toma control permanente de Yuuri: revisando la sala del tesoro, Yuuri se pone un anillo extraño que termina por dejarlo dormido durante días. Cuando despierta, los demás no se encuentran con el usual chico beisbolista sino con esa personalidad extraña y misteriosa que es Ue-sama. Y no se va nunca, no a menos que consigan sacarle ese anillo del dedo. Mientras tanto, todos tienen que acostumbrarse al nuevo rey que está muy contento de tener una vida en el castillo con todos sus lujos, y debatirse entre sus sentimientos hacia esta nueva persona y el Yuuri perdido. Ue-sama x Wolfram. Yuuram, Wolfyuu.

3. Perdida de memoria: me gusta este cliché, pero en este caso quería explorar una perdida de memoria permanente. Tras una misión fallida, Conrart, Wolfram y Yuuri son capturados por unos misteriosos malhechores. El insano jefe intenta una fallida tortura psicológica con Wolfram y en el momento en que le convence de que Yuuri está muerto este destruye el lugar. El golpe durante el derrumbe lo retrocede hasta antes de conocer al nuevo Maou. De ahora en más, Yuuri tiene que comenzar de cero a recuperar a su prometido, proteger el reino de un asesino serial y descubrir por que todo se relaciona con Cherie. Yuuram, Wofyuu.

4. La pseudo muerte de Wolfram: este deriva de una vieja idea y un tema que discutimos entre fans hace poco. ¿Cómo actuaria Yuuri ante la muerte de Wolfram? Durante un crucero maravilloso y una confesión amorosa, todo se vuele una pesadilla de repente y Wolfram pierde la vida protegiendo a Yuuri. Mientras el rey tiene que seguir adelante por un par de años sin su mejor amigo y compañero, Wolfram llega a una costa a través del mar y vaga por un mundo desconocido como lo es la Tierra intentando volver a su lado. (no lo iba a matar, no puedo con los finales que no son felices jaja). Yuuram, Wolfyuu.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).