Atención a todos los pasajeros. Les advertimos de que abrochen los cinturones, el avión está a punto de aterrizar.
-¡Tío, tío, tío! La playa se ve desde aquí.- Sehun golpeaba el brazo de Jongin hasta que el mayor reaccionó mirándole a los ojos- A ver si puedo ver nuestro apartamento.
-¡Yo también quiero verlo!- dijo Tao muy animado, asomando la cabeza por el hueco entre los dos asientos.- Lay quiere que tenga la ventana cerrada porque si no le da el sol. Ya lo sé, es muy señorito él.
-Te estoy escuchando.- Tao rebotó en su sillón al escuchar a Lay, pensaba que estaba dormido.
-Perdón, perdón.- se disculpó y giró la cabeza para volver a colarse por el hueco.- Hola Kai, te veo.
-Mmmh.- tan solo un pequeño gruñido salió de su boca. Normalmente, el veinteañero era muy animado, pero por algún motivo desde que todos se encontraron en el aeropuerto había estado pensativo y ausente.
-Kai está triste, algo le ha pasado. ¿Habrá roto con la novia? ¿Se habrá olvidado los condones en casa? Lo sabremos en el siguiente capítulo de "Los dilemas de Kai", los jueves a las seis y...- a Chen no le dio tiempo continuar, Baekhyun le tapó la boca para que no siguiera diciendo estupideces.
-Kai está callado, ya está, no hay que meterse.- dijo Baekhyun advirtiendo a todos. Él y Chen estaban sentados en la parte del fondo del avión a la derecha; Kai y Sehun en la parte izquierda y delante de ellos, Tao y Lay.
-Tranquilo Kai, yo sí que he traído condones de sobras. Tengo de diferentes sabores: fresa, menta, naranja,…- Chen paró de hablar cuando se dio cuenta de que todos sus amigos le miraban con los ojos totalmente abiertos.-Perdón, no debería haberlo dicho, pero es verdad.
Los seis amigos habían cogido un vuelo hacia nada más y nada menos que Hawái, una isla con la que todo el mundo sueña. La idea fue de Chen, se le ocurrió cuando se dio cuenta de que ese verano iba a ser como todos los otros: aburrido en casa, saliendo a los mismos sitios con los mismos amigos, yendo a visitar alguna ciudad de Corea. Su amigo Baekhyun al principio pensaba que se había vuelto loco, pero no parecía ser así, ya que enseguida Chen miraba los precios de vuelos hacia la isla. Antes de pestañear, Chen ya había invitado a los otros para que se unieran en el viaje y ellos habían aceptado, decidiendo usar los ahorros de todos y algún dinero de sus padres. Y así, todos están ahora metidos en un avión a punto de aterrizar.
-Hace un momento la chica que habla por megáfono ha dicho que estábamos a punto de aterrizar, y esto no aterriza.- Sehun volvió a mirar a su amigo. No parecía haber una respuesta hacia ese comentario. No después del incidente de esta mañana.
-Sehun, ¿has visto mis calzoncillos de pandas? Me los quiero llevar a Hawái.- dijo Kai buscando por todas partes los calzoncillos a las 6:30 de la madrugada.
-¿Los de pandas? Los puse ayer en la lavadora, estaban sucios.- Sehun señaló la puerta de la cocina donde dentro estaba la lavadora. De repente un silencio reinó por toda la casa, mientras ambos se miraban.
-¡¿Qué has hecho qué?! ¡Te dije que los lavaría cuando llegáramos al apartamento! ¡Al apartamento!- Kai gesticulaba con los brazos mientras expresaba toda su rabia.
-Perdona, no hace falta que me lo repitas dos veces. Además, ¿Cuándo me dijiste eso? ¿Eh? Yo no lo recuerdo.- Sehun cerró la cremallera de su maleta y se puso una gorra negra encima de su pelo rubio.
-…- el mayor no dijo nada, ni ahora ni durante todo el viaje en taxi hacia el aeropuerto, ni siquiera mientras facturaban las maletas, ni cuando pasaba por el detector de metales del aeropuerto, ni en el avión. Nada.
-Uff, creí que moría dentro de ese avión. Los odio a morir.- Baekhyun agarró el asa de su maleta.- Pero ha valido la pena, y tanto que la ha valido.
Todos estaban en la puerta de salida del aeropuerto. Unos edificios más al lado se encontraba la playa, y detrás de esta el apartamento donde los seis pasarían sus vacaciones. Posiblemente las mejores vacaiones de todas sus vidas.
Anduvieron por las calles de Hawái unos cuántos minutos, éstas estaban llenas de tiendas, bares y restaurantes. De repente, los ojos de todos vieron lo que más esperaban: la playa. Corrieron muy rápido con las maletas hasta que la tuvieron frente a sus ojos, tenía un mar cristalino, habían palmeras en la arena blanca, a lo lejos habían casas en el agua,…
-Vayamos al apartamento primero a dejar las maletas y cojamos nuestros bañadores para irnos a la playa.- propuso Lay.
Todos asintieron y comenzaron a caminar rodeando la playa hasta que la fila de apartamentos apareció. Ellos le habían alquilado el apartamento a un señor que parecía ser de confianza. Chen y él hablando por correo para llegar a un acuerdo, y al final el señor cedió a dejarles el apartamento todo el verano. Pasaron por delante de varios apartamentos y en algunos se podía escuchar música, en otros gritos como “Ponme más alcohol” o cosas por el estilo. Todo eso cruzaron hasta llegar al apartamento 203, el único en el que no se escuchaba nada. Chen llegó primero a la entrada y de debajo de una maceta sacó las llaves de la puerta.
-Por un momento llegué a pensar que nadie tenía las llaves. Que susto.- dijo Tao mientras pasaba su mano por su frente.
-A nadie le importa lo que pienses. Entra.- Baekhyun le miró sonriente a pesar de hablarle así. Ya había confianza para ser grosero.
-Yo también lo pensé, estuve unos segundos preocupado.- añadió Lay que se ajustaba su bolsa al hombro y cogía con la otra mano su maleta.
-¿Eh que sí? Tranquilo que Chen ya sabía dónde estaba la llave, no hay de qué preocuparse.- Baekhyun le dio unas palmaditas en el hombro.
Detrás de ello, los ojos de Tao se transformaban en una mirada asesina dirigida a Baekhyun. El rubio tenía todo el verano para pensar como molestarlo también.
-Que alguien me pellizque, por favor. Esto es enorme.- la cara de Sehun era para hacerle una foto.
Nada más entrar, a la derecha estaba el baño, y en frente estaba el comedor: había un sofá-cama gris a la izquierda y delante de él a la derecha una tele de plasma enorme. Al lado del sofá había unas escaleras que conducían al piso de arriba, las habitaciones. Más adelante estaba la cocina que no tenía puerta, por lo que la entrada eran dos paredes sin nada en medio. Los fogones, el fregadero y el horno estaban a la derecha, delante de estos había una pequeña mesa rectangular donde podías dejar alimentos. En el medio estaba la mesa principal, con justo seis sillas en los lados y a la izquierda un mueble enorme con armarios donde supuestamente estarían los platos, vasos y demás.
Eso tan solo era el primer piso, ninguno se imaginaba como serían las habitaciones. Pero hubo algo que llamó la atención de Kai, haciéndole hablar.
-Oye, oye. ¿Y esta puerta?- le dijo Kai a Sehun. El rubio prestó más atención al simple hecho de que su amigo le había hablado a lo que le había dicho.
-¿Qué dices?- preguntó Sehun, que enseguida también se dio cuenta la presencia de la puerta. Estaba justo al lado del mueble donde se encontraba la tele, era una puerta normal y parecía tener llave. Enseguida todos se quedaron cerca de ésta, sin saber que podía haber al otro lado.- Tranquilos, yo la abriré.
-Habló el musculoso. Déjame esto a mi.- Chen apartó a Sehun con el brazo y tiró de la puerta hacia él.
-Apártate y aprende, blandito.- esta vez Sehun apartó a Chen y comenzó a tirar del mango de la puerta.
-Kris. Kris, la puerta está haciendo un ruido raro.- Luhan estaba parado en frente de la puerta que hacía ruido, y su amigo estaba sentado en el sofá mirando la tele. No le hizo caso.- ¡Suho! La puerta está haciendo ruido, alguien debe estar tirando de ella.
-¿Enserio?- Suho miró la puerta.- Ayúdalos a abrirla. Alguien debe haber alquilado el apartamento de al lado.
Luhan miró por un momento la puerta y luego empezó a empujar sin saber por qué. Si la puerta se lograba abrir, conocería a los nuevos vecinos. Esa puerta estaba allí porque los dos apartamentos eran para compartirlos. Luhan y sus amigos alquilaron uno y el otro estaba vacío, pero parecía que ya no.
-Escucho voces. Hay gente al otro lado de la puerta.- Lay tenía muy buen oído, solía escucharlo todo, o casi todo.
-Siento como si alguien estuviera empujando la puerta, ¿Qué demonios debería hacer?- Sehun seguía empujando, agarrado del mango de la puerta.
- Tú tira, a ver qué pasa.- Tao, como siempre, dando buenos consejos.
Por una parte, Sehun tiraba hacía él; al otro lado, Luhan estaba empujando. Suho y ahora Chanyeol le miraban, no sabían si dejarle seguir empujando o qué. Entonces la puerta se logró abrir, pero Luhan no se lo esperó. Él, que estaba apoyado en ella, al abrirse perdió el equilibrio y cayó al suelo del otro lado. Suho y Chanyeol se asomaron y se encontraron con cuatro caras desconocidas. Luhan por un momento pensó que se comería el suelo, pero sintió que estaba estirado en algo blando. Abrió los ojos y se encontró con un rostro a unos centímetros de la cara.
Luhan había caído encima de Sehun, uno respirando el aliento del otro.