"¡Charles Xavier! ¡Vamos por favor! ¡Despierta de una buena vez!"
Una voz femenina enojada se escuchaba detrás de la puerta de la habitación del castaño.
Hoy es sábado y vaya que Charles tenia una resaca terrible por haberse ido de fiesta con sus amigos de universidad y algunos chicos de nuevo ingreso.
Sean, Alex, Ángel, Azazel, Emma, Darwin, Scott, Logan, Hank y Raven.
—¡Raven es sábado! Por favor déjame descansar— dijo en tono alto el universitario, sabia que era Raven dado a que solo ella se levantaría temprano en un día como este y también porque ella fue la única que no bebió alcohol.
Volvió a dormir hasta que escucho un ruido, al levantarse vio como la chica había entrado a la fuerza.
—Te dije que despertaras— repitió la rubia.
—Ya lo estoy— dijo el castaño de pie en un rincón aun con la ropa de ayer que consistía en una camisa de The Ramones y un pantalón negro.
La chica lo examino de pies a cabeza, el castaño se estremeció un poco.
—Te ves gracioso, aun no puedo creer que te vistas así solo en esta fiesta porque tu siempre sueles estar vestido tan "elegante"— dijo en tono burlón.
Charles tomo una de sus almohadas y la aventó al rostro de Raven.
—No seré aburrido todo el tiempo, me visto así dado a que soy un Universitario y tengo 21— repuso el castaño.
—Corrección, tienes 22— dijo Raven.
Charles había olvidado que su cumpleaños era el sábado, entonces entendió el porque Raven lo despertó temprano. Irían a desayunar al restaurante familiar donde se conocieron todos.
Aun lo recuerda dado a que era un día como hoy: nevado. Y las calles habían sido cerradas y el bus de la preparatoria no pasaría por aquel camino entonces Charles decidió ir al restaurante que se encontraba cerca y tomar un cafe (ya que no iría a la escuela, realmente no le importaba faltar dado a que sus notas eran buenas) y al entrar habían muchos chicos de su edad en la barra comiendo y bebiendo. Tímidamente se sentó en la punta de la barra y ordeno un cafe, a su lado había una rubia conversando con un chico castaño y de lentes.
Continuo esperando la orden cuando de repente un chico pelirrojo le había derramado cafe en su abrigo.
—¡Lo siento! ¡Lo siento!— se disculpó varias veces el pelirrojo.
—No te pr..— un chico rubio se acerco e interrumpió a ambos.
—¡Sean! Deja de ser tan torpe— lo regaño el rubio a lo cual Charles dijo que no era nada pero aun así el rubio se veía algo apenado por lo que había hecho su amigo "Sean" —Lo siento viejo, el es algo distraído y estúpido..— dijo en tono burlón.
—¡No soy estúpido! ¡Tu eres un estúpido!— dijo apuntando el pelirrojo al rubio, poco después dirigió su mirada a Charles —Yo te he visto— dijo sonriente.
—De que estas hablando Sean, este chico tiene pinta de ir en otra escuela que no sea la nuestra— dijo el rubio examinando a Charles que ese día vestía un abrigo negro y unos pantalones casuales —Soy Alex y este idiota Sean— el pelirrojo saludo con la mano alegremente y Alex solo sonrió.
—Soy Charles— el chico saludo a ambos con la mano y seguido se quitó el abrigo derramado de cafe.
—¡Ah! Tu vas en clase de biología conmigo, eres Charles Xavier ¿cierto?— pregunto Sean
—Si, pero..si vamos en la misma clase ¿por que no te he visto?— contesto Charles confuso.
—Porque jamas va a clase de biología— dijo el rubio observando de reojo al pelirrojo.
—¿Y cómo pasas la clase sin reprobar...?— pregunto curioso Charles.
Sean salió corriendo hacia donde se encontraban la rubia y el castaño de lentes y tomo al chico del brazo y lo trajo a la fuerza hacia donde se encontraba Charles con Alex.
—¡Gracias a este chico paso la clase de Biología sin problema alguno!— puso su brazo alrededor del cuello del castaño y este solo bufó un poco.
—Charles el es Hank, Hank este es Charles— dijo Alex.
—¿Cómo haces semejante cosa?— pregunto Charles.
—Entro al sistema de la escuela mediante unos programas de computación que he creado y cambió la calificación de Sean— explico Hank.
—Maravilloso, es increíble que alguien pueda hacer eso— dijo impresionado el ojiazul.
De repente la rubia que estaba con Hank se acerco a ellos molesta.
—¡Sean! ¡No puedes llevarte a Hank así!— regaño la rubia.
—Eh..eh..¡oh Raven! El es Charles— dijo Sean soltando a Hank y acercándose a Charles poniendo una mano en su hombro —¡Es nuestro nuevo amigo! Charles ella es Raven, Raven el es Charles— continuo el pelirrojo solo para salvarse de los regaños de aquella rubia.
Raven sonrió y saludo a Charles con la mano. Unos chicos y chicas se acercaron: Ángel, Emma, Azazel, Darwin, Logan, Scott. Y al poco rato todos estaban en una mesa charlando y riendo, todo gracias a Sean y su enorme "estupidez".
"Charles, Chaaarleeees ¿me estas escuchando? ¡Charles!"
Charles se encontraba perdido en sus pensamientos, eso le pasaba cuando recordaba algo importante. Aquel día es uno de los mas importantes, conoció a sus amigos, a su segunda familia. Hank y Raven se convirtieron en sus mejores amigos y hermanos.
—Ah, lo siento Raven ¿qué pasa?— pregunto el castaño.
—Date una buena ducha porque iremos a desayunar al lugar que vamos en tu cumpleaños— dijo sonriente Raven y camino hacia la puerta.
—Que rápido pasa el tiempo ¿no crees?— dijo Charles mientras caminaba hacia el baño de su habitación.
—7 años— contesto la chica y después se marcho.
Entro al baño y salió en 20 minutos, atravesó la habitación con una toalla alrededor de la cintura y camino hacia su armario por unos pantalones blancos y una camisa de mangas que le llegaban hasta la muñeca (azul) y su abrigo cafe. Ya con la ropa puesta se puso sus mocasines negros y tomo su bufanda.
"¡Charles! ¡Vamos ya!" Grito desde las escaleras Hank.
—¡Un momento!— contesto el ojiazul.
Hace 2 años que los 11 chicos vivían juntos (contando a Charles por su puesto) en la mansión que los padres de Charles tenían de sobra así que decidió pedir permiso a sus padres para ir a vivir con sus amigos ahí al menos hasta que terminarán la universidad y sus padres no se negaron, aceptaron sin ninguna condición o negación.
Se arregló el cabello un poco hacia atrás cubriendo un poco la frente con unos cabellos ondulados castaños y bajo las escaleras. Al llegar todos estaban en la puerta sonrientes.
—¡Feliz cumpleaños!— dijeron en coro todos sus amigos y después cada uno abrazo al castaño.
—Gracias chicos— agradeció Charles.
—¡Bien! Ahora vamos al grandioso lugar donde comenzó todo— dijo Raven emocionada.
—Y todo gracias al grandioso de Sean— dijo Sean riendo.
—Y estúpido— añadió Logan sarcástico.
—¡Hey, yo debería de decir eso!— reprocho Alex.
—Mientras ustedes discuten como niños pequeños..¡yo tomare el asiento de copiloto en el auto! ¡jaja!— dijo Scott y salió corriendo.
"¿Eh? ¡Oye! ¡Espera!" contestaron Logan, Sean y Alex mientras salieron detrás de Scott.
Raven, Ángel, Emma, Azazel, Darwin y Charles solo observaban aquella escena riendo.
Caminaron hacia la entrada donde se encontraban los 2 autos que los chicos habían comprado gracias a sus trabajos (y un buen fajo de billetes del padre de Charles que había insistido en ayuda con una suma realmente muy "amable") y cada uno entro al auto que habían acordado.
En el primer auto se encontraban Hank como el conductor, Raven como copiloto y en la parte trasera iban Charles, Azazel y Darwin. En el segundo auto Logan era el conductor, Scott era el copiloto (si, había ganado su asiento) y en la parte trasera se encontraban Alex, Sean, Emma y Ángel.
Llegaron al restaurante familiar que siempre frecuentaban, entraron y juntaron 2 mesas como siempre lo hacían y cada quien pidió su platillo favorito. Empezaron a charlar mientras esperaban su desayuno, un rato después llegaron los platillos y todos comían y reían, Sean casi se ahoga con su comida y Alex le dio unos golpes en la espalda por lo cual el pelirrojo se quejo dado a que le dolieron aquellos golpes.
—¡Ahora que terminamos todos de desayunar— dijo alegremente la rubia — chicos, vayan por los regalos!—
—Chicos no era necesario..—
—¡Claro que si!— dijo Ángel
—Charles tu te mereces todo— comentó Emma.
—Eres un gran amigo— dijo Azazel.
—Siempre nos apoyas en todo y siempre nos das consejos— dijo Darwin.
—Y eres tan dulce y tierno como un niño pequeño— dijo Raven riendo y todos también empezaron a reír.
—Ven Charles, tus regalos están en la cajuela del auto— dijo Emma y todos se pusieron de pie y se dirigieron hacia afuera.
Charles se había quedo al final porque se había quedado explicándole a la mesera que regresarían. Estaba llegando a la entrada del restaurante cuando de repente se topó con un hombre más alto que el.
—¡Ah! Lo siento— dijo Charles apenado.
—¿Eh?— el hombre bajo la vista y vio al chico que le llegaba hasta el cuello
—Lo siento, por haber cruzado en su camino..ah..yo..— observo a aquel hombre de facciones atractivas y ojos azules, parecía un hombre duro pero que ocultaba algo.
—No importa, yo venía algo deprisa..creo— contesto el hombre.
—¡Papa! ¡Mira, hoy sirven helado con hot-cakes!— una voz infantil interrumpió, observo que de la mano de aquel hombre venía una niña de cabellos rojizos adorable, debía de tener unos 7 u 8 años (pensó Charles).
—Si Wanda— observo a la menor y después regresó su mirada al universitario —Erik Lehnsherr, un gusto y ella es Wanda, mi hija— dijo el alemán mientras estiraba su mano para saludar a Charles.
—Charles..Charles Xavier— dijo mientras sonreía a la niña y seguido respondió al saludo que había hecho Erik.
Al tomar su mano, Charles se sintió..diferente, su mano era grande y cálida. Ambos quedaron con las manos juntas y se observaron por unos segundos.
"¡Charles!" una voz familiar sonaba hacia afuera.
Observo que era Angel detrás del vidrio del restaurante dando pequeños golpes.
—¡Ah! Disculpe, no se que me pasa..ando muy distraído— dijo apenado el castaño.
—No te preocupes— contesto Erik.
—Bien..¡fue un gusto Erik!— dijo Charles sonriendo y salió por la puerta.
Al llegar al auto donde se encontraban todos alrededor, Raven se acerco a Charles curiosa y puso una mano en el hombro del castaño.
—¿Conoces a ese hombre?— pregunto la rubia.
—¿Uh? No, bueno..lo acabo de conocer pero..— Charles observo hacia el restaurante y dio un suspiro — no creo volverlo a ver..—
Raven le dio un beso en la mejilla y lo abrazo.
—Quien sabe, el mundo es pequeño ¿no crees?— dijo para darle ánimos —¿Y cuál es su nombre?— pregunto la chica.
—Erik, Erik Lehnsherr— contesto Charles.
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